...Bobby Boo Boo...Osito... II
Y este capítulo es un punto de quiebre. Saludos.
Tiene lemon. (leve pero tiene)
...Bobby Boo Boo...Osito... II
-El Deseo Insano-
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-¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! ¡Espera! ¡EsperaAaah!-
Él no podía esperar. Noera tan fuerte. Ella lo volvía loco. Lo transformaba.
La joven rubia, segunda de una enorme familia de 10, estaba de espaldas en aquella cama matrimonial de sábanas azules, totalmente desnuda. Su cabello dorado se esparcía sobre las almohadas mientras movía la cabeza de un lado a otro atacada de sensaciones que la enloquecían.
El joven Santiago estaba implacable, había tomado una de sus piernas con su brazo izquierdo, para poder acceder aun más a ella. A su intimidad, más profundo aún.
Los cuadros con fotografías de los Santiago posaban sonrientes, parecían mirarlos sin juzgar. Y aún si lo hicieran, algo era seguro, a él no le importaba. Aquel chico era un toro que la sumía en una vorágine de placer a cada arremetida en donde ella no podía callar las explosivas sensaciones. Encontrarse con la mirada de aquel chico latino mientras sentía que la llenaba completamente la hacía sentir extraña, poseída, temerosa...pero también había algo más que no sabía darle nombre.
Era algo como plenitud.
Perdida estaba en el placer desbordante cuando sintió que el chico, sin dejar de penetrarla, la abrazó por el cuello pegándose totalmente a ella, dejando sus mejillas juntas mientras el vaivén frenético indicaba que estaba ya cerca el ansiado culmine.
Ante la oleada del intenso ataque ella recogió más sus piernas para darle un acceso total y clavó sus uñas en los costados para desbocarse como solo ella lo hacía: en dulces y agudos gemidos, que a él le comían la cordura.
Él le tomó las muñecas, la aprisionó a la cama levantando un poco la espalda y soltó un vaivén más fuerte. Ella le miró como un animal asustado y él se sintió dueño y señor.
Le comenzó a besar desesperado el delgado cuello, las mejillas, sus pequeñas orejas, los párpados, sus cejas, su nariz, su barbilla y su boca. La recorrió toda como queriendo grabarse una escultura mental, solo con los labios.
-Eres hermosa, babe. La más hermosa. – Decía con voz ronca.
Y ella, con la sangre en la cabeza, con su flor penetrada que palpitaba por la cercanía de la aurora orgásmica, no pudo contener gemir, y decir.
-Ah...ah...¡¡AH!! Más... Más.... ¿Más que Lori?-
***
No lo entendía. Y eso que ella sabía que no entendía muchas cosas, pero esta vez, de verdad no lo entendía.
Era la segunda vez que se encontraba con Bobbie, desde la vez el callejón.
Ella no quería, era malo y lo sabía, su mente no quería, pero su cuerpo...
Solo bastaba que el chico le mandara un mensaje, la citara en algún lugar, y ella... ella no podía decir que no. Inmediatamente se sentía rara, extraña y sumamente...
-Soy una maldita.- Se dijo mientras se tallaba lo ojos en el baño de su casa.
Acababa de bañarse esa mañana y después de lo acontecido los últimos días con el aun novio de su hermana, estaba que no se soportaba a sí misma.
Se terminó de secar el cuerpo, luego enrolló su cabello con otra toalla, y procedió a salir. Debía apurarse, ya había perdido mucho tiempo y las demás deberían estar desesperadas.
-Luego se enojan conmigo. – Pensó.
Sin embargo, al salir se encontró con un escenario muy diferente. Nadie estaba presionando para entrar, en vez de eso; todas veían a Lori, quien llevaba a Lincoln a rastras, rumbo al cuarto de este.
-¿Pasó algo?- pregunto la rubia.
-Lincoln y Lori que se levantaron de malas esta mañana.- Respondió quitada de la pena Lola, quien aprovechó un descuido de Lana, y le ganó el baño.
***
"B.S.: Leni, quiero verte.
LL: Pues ve mi foto.
B.S: Quiero verte en vivo. Como ayer.
LL: No.
B.S.: Por favor, babe. Tú también lo quieres."
Y la rubia soltó el teléfono. Hablar con él y recordar lo que habían hecho hacía que su cuerpo reaccionara, y lo odiaba. No quería lastimar más a su hermana, pero su mente se perdía.
-Que error más grande...-dijo tapándose la cara.
Su teléfono sonó y parpadeó; ella no quería mirarlo. Pero se sorprendió teniéndolo de pronto en la mano.
"B.S: Te espero en el callejón en una hora."
A ella le tembló el labio. Bajó la mirada y fue a su armario. A ponerse algo bonito.
***
-Tú no eres tonta, Lori. No lo eres. Eres capaz de darte cuenta que las cosas no fluyen como debería. No corren al mismo ritmo.-
La mayor de los Loud se miraba al espejo. Hablaba consigo misma como siempre que tenía problemas y esta vez era algo que le superaba en todo. Bueno, en casi todo; todavía estaba lo de Lincoln. Se talló el rostro, cansada.
-Tienes... que aceptarlo. Tienes la capacidad suficiente para entender... entender que Bobbie...-
Se llevó una mano a la boca, se levantó de su silla y corrió a su cama, quedando boca abajo. La sola idea de pensar que su novio estaba dejando de tener interés en ella le dolía.
-No, no, no no...- Dijo y se puso la almohada en la cabeza.
Era innegable, ya eran más de 4 días donde el chico era prácticamente, otra persona. Ella conocía las señales, las había leído en muchas revistas y novelas.
-Lo más probable, - Dijo aun tapada con la almohada. - Es que está interesado... en alguien más. - Y una lágrima de desamor se escapó con todo y rímel.
El chico tardaba en contestarle, era frio y cortante y cada que ella le preguntaba al respecto, simplemente decía que el trabajo lo estaba atosigando.
-Son excusas típicas. Si no me quiere ya, que termine conmigo, pero que no me lastime...-
***
-Leni, yo no quiero seguir con tu hermana.- Le dijo el chico Santiago.-No siento más nada por ella. Leni, yo quiero contigo todo...-
La chica retrocedió dos pasos con sus manos juntas frente a su pecho. Parecía como si fuese a decir una plegaria.
-No Bobbie, yo no quiero eso. Yo no quería nada de esto. Esto es un error, por favor, solo, ¿Podemos olvidarlo? Ya sé que hicimos muchas cosas pero... yo... me deje llevar y...y... yo no quiero esto... -
Leni no había querido ir a la casa del chico, por más que él le insistió, para evitar caer de nuevo, ambos estaban en el mismo callejón en el que se habían encontrado la primera vez.
-Eso es mentira, Leni.- Se acercó y la tomó de los hombros.- Sé que lo deseas al igual que yo, te he sentido, no me puedes mentir, no a mi.-
Ella tembló un poco, pero reunió coraje y contestó.
-Si, es verdad, Bobbie. Es... verdad. –Repitió casi para sí misma.-pero, por más que mi cuerpo...que yo...por más que yo...- Se llevó las manos a la cara y se separó del chico.
-¡No voy a lastimar más a Lori! ¡No quiero!- E hizo a salir corriendo del lugar pero el Santiago la tomo de la muñeca, la pegó a sí y la besó.
Leni luchaba por escapar pero le era imposible, los brazos del chico eran fuertes y ella, muy endeble.
Poco a poco Leni se fue debilitando, se fue calmando como las aguas de un río al bajar de la tormenta, Bobby la abrazó más y el beso se volvió tierno; con el sentir de un verdadero conecte, luego Leni,
...le mordió.
-¡AAAAAH!- Exclamo el chico llevándose de inmediato una mano a la boca. Se dio cuenta que sangraba. Volteó a ver a la rubia.
-¡Me gustas, Bobby! ¡Y mucho!... Pero amo a Lori y no seguiré con esto.- Y la chica escapó corriendo.
Roberto la vio huir sin saber que sentir.
Escupió un poco de saliva con sangre, se recargó en la pared.
Se llevó las manos al rostro, y lloró en soledad, detrás del único testigo de sus sentimientos destruidos, un viejo frigorífico.
***
Leni llegó a su casa ya entrada la noche. Sus padres la reprendieron y ella les dijo la más pura verdad: de camino a su casa, se había perdido.
Sus padres solo le hicieron saber que estaban feliz de que estuviera bien y que por favor, se concentrara cuando caminara en el pueblo. Ella les dijo que no volvería a pasar y subió a su habitación buscando realmente escapar de ellos.
Se quedó en medio del pasillo, algo extraviada. Habían pasado tantas cosas que se sentía más dispersa que de costumbre. Estaba en penumbras y había tantas puertas. Ella solo quería desaparecer.
Se dio cuenta de que ya había un silencio casi total. Un poco de bullicio en el cuarto de Luan y Lynn y algo de luz en debajo de la puerta de Lincoln. Pero nada más.
Quiso ir a ver a su hermano quien, al parecer, había tenido una horrible pesadilla esa mañana; pero se encontraba muy agotada para decirle algo. Lo haría después.
Se dirigió a la habitación que compartía con Luna, tenía que poner en orden (si es que eso le era posible) sus ideas.
-Dios...soy tan tonta...-Se reprendió.- -Mañana le diré todo a Lori.-
-Literalmente, ¿Qué es lo que me dirás, Leni?- Dijo la voz de una chica que acababa de salir del cuarto de su único hermano varón.
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Y bueno, creo que esto queda claro por donde va.
Saludos a los chicos que leen y comentan. Son geniales.
Gendou -Amores Perros - Uribe
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