...Bobby Boo Boo...Osito...
Buenas tardes.
Antes que nada, gracias por estar aquí. Se sube el primer one-shot de los Louds en este libro, en este caso esta historia se ubica exactamente después de el Capitulo "Cambio de Corazón".
Advertencia: Tiene lemon.
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-Eres tan ardiente, Babe.- Decía Bobby mientras metía su mano dentro del short café de su novia. Siempre le costaba un poco de esfuerzo, pero era una victoria cuando lograba traspasar por completo el short y la panty para tomar una de las dos generosas esferas.
-Ah...- Gimió la rubia al sentir como la mano del chico acariciaba sin pena su trasero, subiendo, bajando; metiendo sus dedos cada vez más adentro.
-Me gusta el calor que irradias de aquí, Babe...- Dijo deslizando aún más su mano, llegando casi con sus dedos, a un punto caliente y húmedo.
-AAAH...-Exclamo ella y comenzó a respirar agitada, abriendo la boca de vez en cuando. Sus labios comenzaban a brillar por una presencia acumulada de saliva.
Ambos estaban en un callejón semi oscuro bastante olvidado de la ciudad, apresados contra una pared y refugiados tras un inmenso frigorífico viejo. Allí nadie los vería, Bobby lo sabía a la perfección, al igual que su novia...
Él la pegó más a sí envalentonado por los dulces gemidos, hasta que la celeste blusa de la chica chocó con su pecho.
-Tus pezones están más duros que de costumbre. -Dijo con voz rasposa mientras se abalanzaba al cuello de ella y procedía a besarlo en la base para ir subiendo hasta llegar a su oído, donde metió su lenga sin pudor.
-Aaay...es...ri-co...-Murmuró la chica casi como un suspiro, pasando sus uñas levemente por la espalda del Santiago.
-Y esto se siente aún mejor, mi niña. - Y sacó su mano de la parte trasera del short de Lori para abalanzarse sobre sus pechos por encima de la blusa donde descubrió unos pezones duros como pequeñas piedras.
-Estás muy excitada, ...- Dijo embebido de deseo.
-Te...¿Te gustan?-
-Mucho. – Y el joven, enloquecido, levantó la blusa de un movimiento, bajó el sostén y liberó los blancos pechos coronados con unos pezones sumamente erectos; que brillaban en color rosa - durazno. Él se prendió de uno de ellos succionando y dando círculos con su lengua, mientras con la mano jugaba y apretaba el otro. Apresó el pezón entre el pulgar y el índice y lo comenzó a mover de un lado a otro.
-Hoy sabes diferente, amor, más rica, es delicioso tu aroma. -
-AAAH aohu...me...me encanta...si-gue, por favor...- Y esa voz modosita, rara vez escuchada en ella, lo prendió como nunca.
Se bajó el cierre, y deslizando hábilmente su mano, bajó el de ella. La besó en los labios y sus lenguas intercambiaron pasión. Acarició su cabello. Ella acarició su espalda.
Bobby se emocionó: nunca habían tenido sexo en el callejón.
El le bajó el short y ella se bajó la panty perdida en el deseo.
Bobby se acomodó entre sus piernas; apuntó hacia ella.
Ella se apoyó en la pared, tirando la cadera hacía adelante. Y se miraron de frente.
La rubia sonrió entre tímida y extasiada a antes de decir. -Hazlo... por favor...-
Y él fue entrando en ella con lentitud; pensaba ser más rápido, pero notó que Lori estaba mas estrecha que de costumbre y lo último que deseaba era lastimarla, así que entró un poco, se retiró y volvió a entrar. Ella se aferró a la espalda, él levantó una de las piernas de la chica con su brazo para tener mejor acceso y empujó sus cadera una vez más.
-AAAH...Oh...- Gimió fuerte. Él le puso una mano en la boca por el temor a que los descubrieron y volvió a penetrar, esta vez entrando casi por completo. Sintió como los líquidos de su novia le bañaron el miembro después del gemido, por lo que empujó para llegar al fondo, donde se quedó algunos segundos embebido por el inmenso placer que le entumía la parte alta de sus piernas. Y es que ella temblaba, temblaba de placer aferrada a él como si en eso se le fuera la vida. Daba gemido ardientes y pequeños algo agudos, más agudos de los que Bobby recordaba.
-¿Te gusta, babe?, ¿Te gusta?- Pregunto él mientras salía un poco para volver a entrar profundo.
-Si...mucho...ah...- Sus gemidos eran tan, pero tan tiernos. Bobbie sintió su sangre arder, Lori se estaba portando más linda y tierna que de costumbre.
-Es todo para ti, babe...- Y comenzó un vaivén cada vez más rápido.
Los gemidos de ella aumentaron conforme el chico entraba y salía cada vez mas ágil. El notó como la humedad de ella le daba cada vez más fácil acceso y se acoplaron tan bien, que comenzaron un ritmo candente y perfecto entre ambos; ambos que allí, detrás de aquel frigorífico enorme, ocultos en la intimidad de un callejón, se entregaban en una pasión explosiva y un amor muy, pero muy puro.
Él comenzó a entrar con fuerza y ella se desbocó en gemidos. A él se le entumieron las piernas cuando sintió que ella le apretaba aún más anticipando un poderoso orgasmo.
-Yo...voy a...voy a...VOY AAAAA....- Y su voz retumbó como un trueno por todo el callejón.
El chico al escuchar la voz respiro profundo y abrió los ojos para verla de nuevo. Ella la apretó en la contracción de su vagina y el sintió como un volcán se liberaba ante el potente hecho. Su semilla se eyectó con fuerza dentro de la rubia a la que en todo momento, creyó su novia, pero que ante el potente grito, descubrió con terror, que no era así.
Ambos se abrazaron en el frenesí del orgasmo compartido, el sintió como ella se vino tanto, que le mojo parte de la pelvis. El seguía teniendo contracciones en sus testículos que pugnaban por llenar a su acompañante y ella temblaba aferrada en brazos y piernas a su amante, solo apoyada en la pared y en él...
Bobby compartió el abrazo. Y compartieron respiración, saliva y sudor...y todo.
Él se separó lentamente para verla de nuevo, y detrás de esa blusa celeste, de ese cabello al hombro rubio, descubrió que algo no cuadraba.
-Le... ¿Leni?...-
Ella respiraba por la boca como aquella que ha corrido toda su vida y se ha detenido, justo en ese ahora.
Le miró con sus ojos eternamente ilusionados, luego bajó la mirada.
-Si... soy... soy yo.- Dijo en una voz apagada.
Se separaron, él se acomodó la ropa, pero vio que ella no se movía. Estaba aterrada, llena de dudas mirando a un lado. El le ayudo a subir su panty y el short.
-Leni...yo... yo no sabía... no sabía que eras tú... ¿Por qué vistes como Lori? -
Ella temblaba. Aun sentía en las piernas el placer recorriéndole como un choque eléctrico, pero a la vez la culpa la comenzaba a llenar.
-Yo...yo...- Y seguía temblando, sin verle.
-Leni...yo...- Dijo Bobby, sintiéndose terrible.
Y el silencio fue como el filo de una hoja cortando la piel.
-Es que... yo...-Dijo por fin Leni. -Estaba ayudando a Clyde a que perdiera su miedo de hablar con Lori y...y... y yo me vestí como ella para que practicara. Luego...luego salí a la calle y se me olvido cambiarme y tu...tu...-
Él había visto a su novia pasar por la acera mientras estaba haciendo unas compras, y decidió (como era común en ellos) emboscarla en el callejón para tener un candente encuentro (que nunca había llegado al sexo, hasta ese día...y no con ella).
-Yo creí que, eras ella...- Él estuvo a punto de preguntar "¿Por qué no me dijiste?" pero ella se veía como un conejo asustado. Así que replanteó.
-Me hubieras dicho. - Y le acarició tiernamente el rostro. - Yo...lo siento Leni...yo...soy...un hombre terrible...- El pecho de Bobbie se llenó de culpa. Su vista se nubló.
Y ella lo notó y su corazón noble se hizo participe en el error y le devolvió la caricia al rostro, lentamente se pegó a él. Él la abrazó tiernamente. Ella comenzó a llorar en su pecho.
-Yo...también lo siento. - Dijo aun escondida en el pecho del Santiago. -Pude detenerme y yo...yo no quise... soy una maldita...-
Bobby la separó tomándola de los hombros -No, esto fue...fue un error... no digas eso de ti. Tu eres muy buena, yo lo sé. - Solo, no hablamos de esto más, ¿Si? –
Ella asintió mirando al suelo. Él también bajó la mirada atosigado de emociones chocantes, fue entonces que descrubrió algo que cambiaría sus vidas para siempre. En una pequeña parte del short café, que debería estar puesto en las caderas de Lori, había una minúscula mancha de sangre. Bobby palideció.
-Leni...tú eras...eras... - Le tomó suavemente las manos.- Leni, eras virgen...-
-Y ella bajó aún más la mirada y dos lágrimas escurrieron por sus mejillas. -
Él la abrazó, ella se amalgamó a él; como vencida por un peso enorme.
Él le levanto la cabeza tomándola de la barbilla y se miraron varios segundos.
Y en un acuerdo hablado más allá de las voces, volvieron a unirse en un beso, esta vez lindo, tierno.
...Bobby Boo Boo...Osito...
Y la ciudad bullía en su escandalo citadino, mientras dos jóvenes descubrían que el destino, por mas directo que parezca, tiene cambios que revolucionan todo.
En otro lado de la ciudad, una rubia refunfuñaba por que su novio, no contestaba el celular.
*********
Y esto todo por ahora. Continuaré el de Luan, mientras busco recoger pedazos del pasado y terminar lo que tengo pendiente con Steven Universe.
Gracias por leer, y más por comentar, son grandiosos.
Gendou -El PsychoTrance- Uribe
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