B.B.B.O. Final.
Este es el final de la secuencia de BOBBIE BOO BOO OSITO. Ese fic que inició con Leni teniendo un encuentro muy candente con el novio de su hermana.
Esto es:
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Bobbie Boo Boo Osito
Final
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Mi madre entendió la situación. Habló con Leni y se enteró de cada por menor de lo sucedido.
Leni le aseguró que era consciente de lo que hacía pero que no pudo detenerse, y cuando lo hizo, ya habían pasado cosas.
Vi a mi madre algo cansada ese día.
Yo, por mi parte, solo le dirijo la palabra lo mínimo necesario y menos. Mi madre me dijo que, aun con todo, no debí golpear de esa manera a mi hermana.
La verdad yo no quería golpearla, yo quería sacarle los ojos.
Mi rabia era infinita.
Eso no se hace, seas quien seas, no se hace. Mucho menos entre hermanas.
Hartos de la tensión, nuestros padres nos obligaron a encararnos hace unos días y yo le dije que ya no me importaba, pero que estaba profundamente decepcionada y que eso no iba cambiar. Y si lo hacía algún día, no sabría cuándo; por lo que lo mejor era que se mantuviera alejada de mí.
En algún punto le susurré que me daba asco.
Leni, por su parte, nunca negó nada. Solo dijo que se dejó llevar, que sí pudo detenerse y que no lo hizo, quien sabe por qué. No lo puede explicar.
Sostuvo que era culpa de ambos porque ella no desmintió a Bobbie, hasta que fue tarde. Y después de lo bien que se sintió, no supo por que se dejó hacer más.
Luego se arrepintió, supo el daño que había hecho y le dejó en claro a Santiago que no pasarían más cosas. Que incluso lo mordió.
Allí es donde caí en cuenta que él volvió a prestarme atención cuando ella lo rechazó.
Que jodido.
Al final, sigo sin hablarle; pasan los días y todo está enrarecido en la casa, yo salgo con frecuencia para no verla, sin contar que cambié de cuarto con Luna. Ella esta ahora con Leni; parece que al final le sirve de consuelo.
Sin embargo, Leni no deja de llorar y la verdad comienza a afectarme.
Come poco y nada; y sé que me observa de lejos y no deja de tejer y tejer. Al grado que mi madre le hizo una prueba de embarazo.
Negativa.
Hoy me arrepiento de no haberle dado a ese perro el golpe que le di a Leni.
En una charla muy confidencial mi madre me dijo que entendía mi dolor, pero que tenía que tener el corazón en un punto: Leni no supo manejar las sensaciones de las caricias tan atrevidas que le dio Santiago. Se le subió la sangre a la cabeza y lo dejó seguir.
Me dio a entender que es por su forma de ser. Por su problema.
Puedo entenderlo, puedo creerlo; pero al final todos son víctimas menos yo, y eso no puede pasar.
Y las semanas pasan y vienen meses y Lana me pregunta si perdonaré a Leni.
Claro que perdonaré a Leni, la amo por encima de todo lo que pasó. Es mi familia, mi sangre. Pero debo darme un tiempo.
Un tiempo antes de abrazarla.
De decirle que no me importa lo que haya pasado, que coma bien porque sus mejillas se están hundiendo y sus ojeras son muy notorias. Que por favor sonría de nuevo y que se tropiece con la puerta por que se le olvido quitarse el antifaz.
Que ya dejé de tejer y que haga vestidos. Que vuelva al trabajo.
Que quiero correr y abrazarla.
Maldita la vida que nos hace estas cosas. Maldito el orgullo, también.
Carta encontrada en el buró de Lori esa misma noche:
"Soy una estúpida, lo sé. Pero no la estúpida que se equivoca de vaso o que cree que la galleta desapareció de la mesa.
Sino una verdadera estúpida.
La que lastima, la que hace daño. La que merece todos los insultos por no saber que hacer llegado el momento.
No es excusa y nunca lo será. No hice lo correcto y te fui desleal.
No hay universo para rogar tu perdón, Lori, y sé cuándo me miras, que me tienes rencor, aunque digas que no. Y yo solo me quedo de lejos muriéndome por besarte tus mejillas y que me abraces como cuando me dan miedo las tormentas.
Eres mi imagen a seguir, la persona a quien admiro.
Muy sinceramente, eres quien quisiera ser.
Somos parecidas, lo sé, pero tú, mi hermanita, eres inteligente.
Eres inteligente por que jamás me harías, lo que yo si te hice a ti. Y se me muere algo en la garganta de solo pensar que me odias y que yo tuve la culpa y que no puedo hacer nada.
Te juro que me duele hasta respirar.
Te iba a decir que si conseguía un novio y te lo daba, pero estoy casi segura que es una estupidez y no quiero que te molestes más conmigo. Si es que eso es posible.
Así que solo puedo darte lo poco que sé hacer. Te dejo en tu cama mi corazón arrepentido, en la única forma inteligente que conozco de decir que te amo y que mi arrepentimiento supera todo lo que he sentido y sentiré.
Te amo, Lori"
Lori respiraba agitada, sentía que algo le dolía en el cuerpo. Dio media vuelta para buscar en su cama (que ahora era la de arriba de Luan) y encontró una bolsa blanca y grande donde dentro había enrollado lo que debería ser una bufanda, aunque excesivamente larga.
Lori notó que tenía letras y con dificultad la fue desenrollando por todo el cuarto de ida y vuelta.
Eran como cinco metros y Lori se desesperaba.
Cuando la terminó de desenrollar, pudo leer lo que decía en su totalidad.
"Para mi héroe. La chica que quisiera ser algún día, pero que nunca llegaré a ser. Te amo, Lori."
Lori salió con mucha prisa del cuarto para dirigirse a su antigua habitación. Comenzó a correr por el pasillo por la emoción y abrió la puerta de súbito.
Allí estaba su hermana, como tenía ya más de dos meses, sobre su cama con las rodillas abrazadas y la mirada en ninguna parte.
-¡Leni!- Le gritó y se soltó a llorar mientras se lanzaba a ella abrazándola.
Lori no pudo decir nada más ya que las palabras se le atoraron en la garganta.
Leni, sumamente sorprendida, no supo que hacer de inicio; luego fue como un estallido el abrazo y el llanto.
-Soy una estúpida, Lori. Una tonta.-
-¡Cállate!.- Le dijo Lori reaccionando, le tomó de las mejillas y le miró fijamente. -No eres estúpida, ¿Me oyes?, no lo eres. Y no vas a ser como yo, vas a ser mejor por que tienes enormes cualidades. Un error lo comete cualquiera y ya no me importa. Solo... solo...-
-Perdóname, Lori...-
-Cállate.-
Y en la vendimia del dolor y el llanto, las dos hermanas mayores se dejaron descansar entre sollozos.
-Lori...yo...- Dijo Leni recuperando algo de aliento.
-Ningún hombre vale más que tú, Lenita. Prométeme que no hablamos nunca más de este asunto.-
-Pero yo...-
-Promételo.-
-Yo prometo lo que tú quieras, Lori, si así tu me vuelves a querer. –
Y Leni se colocó en el regazo de su hermana, como solían dormir en las noches en que tenía pesadillas.
-Nunca te he dejado de querer.- Le dijo.
Ambas sollozaban de vez en cuando y Lori acariciaba el cabello de su hermana.
Luego, de súbito, le dio un fuerte cocorrón.
-Ay- Exclamó Leni.
-No debes dejarte llevar por lo que sientes en un momento de calentura, Leni. Ya vamos a hablar bien eso por que no puedes ir así en la vida.-
Leni escondió su rostro en la blusa de su hermana. Estaba inmensamente apenada.
-Si vuelvo a sentir algo así, grito, te lo juro.-
-Tampoco se trata de eso. Ya lo vamos a hablar bien para que no cometas el mismo error.-
Y Lori siguió acariciando el dorado cabello.
-Te amo, Lori. Mucho.-
-Y yo a ti, bebita.-
Afuera, los hermanos suspiraban aliviados de que la tensión en la casa se viese, por fin, suavizada.
Sonrientes, comenzaron a repartirse en sus habitaciones sintiendo una enorme felicidad.
-Parece que te regresas conmigo por fin, Luna.- Dijo Luan sin tener un chiste para la ocasión.
-Si, ya te extrañaba, Sis.-
-Si, yo igual.- Respondió Luan.- Hoy pronosticaron tormenta.- Y sonrió.-
La casa Loud pudo, por fin esa noche, descansar y soñar. Dejando atrás el mayor conflicto entre hermanas que habían tenido, hasta ese día.
Afuera, caía una tormenta, adentro, solo había calor.
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Espero haya sido de su agrado.
Un saludo a todos y nos estamos viendo pronto.
Felices días.
Gendo -Alegría- Uribe
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