CAPITULO 9
SABINA
Velaris resulto ser toda una sorpresa.
Pensar que una ciudad asi tan hermosa y prospera habia sobrevivido al horror de Amarantha era impensable, pero aquí estábamos, paseando entre las calles de esta ciudad maravillosa.
Tuve que soportar las riñas intermitentes de Rhys y Feyre, ¿era la única que sentía la tensión amorosa entre ambos?
Incluso en el momento en que Rhysand nos llevo volando a la mansión sentía que sobraba un poco, era eso o que Rhysan parecía consciente solo de la presencia potente que hacia Feyre en contraste a el.
Casi me rei por ello.
Al parecer el alto lord de la corte noche tenia debilidades.
Iba a decir algo en consiguiente, a pincharlo un poco, pero me fue imposible al ver a dos machos esperarnos en la entrada del comedor.
Ambos altos y fornidos, las alas plegadas en su espalda me confirmo que eran Ilyrios.
Uno de ellos con el cabello largos y sonrisa burlona.
El otro... que el caldero me hierva.
Era el mismo macho que me habia encontrado en la madrugada, aquel que sin ninguna razón me habia acorralado en un pasillo.
—Vamos, chicas, no mordemos. A menos que nos pidais que lo hagamos, claro.
Levante una ceja en dirección al macho de cabellos ligeramente mas largos.
—Por lo que sé, Cassian, nadie aceptó tu oferta todavía.
Cassian resopló, al parecer era normal la forma tan informal eh incluso grosera a su alto lord.
—Tan a la moda hoy, hermano. Y además obligaste a vestirse a la pobre Feyre. —Le hizo un guiño a Feyre.
Yo seguía absorta en el macho de ojos avellanas y fría expresión, el alto lord carraspeo quedando en medio de ambos.
Rhys dijo:
—Azriel, mi jefe de espías. —las sombras se precipitaron a su alrededor en cuanto su mirada choco con la mia
—Bienvenidas—fue lo único que dijo, la voz baja, casi monótona.
Extendió su mano cubierta de cicatrices a Feyre en un saludo formal, al volver hacia mi hizo el mismo acto, se me removió el estomago con el solo tacto de su mano.
Las ondulantes sombras se deslizaron desde sus hombros como serpientes oscuras hacia nuestras manos entrelazadas.
No me movi, no me aparte, permiti que las sombras envolvieran mi mano y la acariciaran con un tacto sombrío y frio pero agradable.
Rhysand carraspeo, aparte la mano con lentitud y evite su mirada.
—¿Sois hermanos? —hablo Feyre en mi ayuda al notar la incomodidad en el ambiente.
—Hermanos en el sentido en que, en cierto modo, son hermanos todos los bastardos.
—¿Y..., y vos? —se giro hacia el otro macho.
—Yo comando los ejércitos de Rhys —dijo él, encogiéndose de hombros restándole importancia a su rango.
Azriel quien habia mantenido callado hablo:
—Cassian también es especialista en enojar a todo el mundo. Sobre todo a nuestros amigos. Así que..., como amigas de Rhysand, os deseo buena suerte.
Casi solté una risa ante eso, imaginar que seria amiga del alto lord de la corte noche era algo impensable.
Ingresamos al comedor donde Morrigan ya nos esperaba en un impresionante vestido rojo, las curvas que le acentuaba eran dignas de una inmortal de la realeza.
Y no estaba sola.
Amren, la segunda al mando de Rhys era tan majestuosa como temible, sus ojos parecían reflejar el mismo inframundo.
—Así que ahora somos tres.
Feyre le miro de reojo.
Los labios de Amren era una raya roja.
—Somos tres. Nosotras tres, que nacimos como otra cosa, y nos encontramos atrapadas en cuerpos nuevos, extraños.
Parpadee sorprendida, no solo miraba a Feyre, ahora me observaba con ojos hambrientos.
—Aunque en realidad hay un cuarto —dijo Amren mirando a Rhysand—.No creo que hayas oído hablar de Myriam desde hace... siglos. Interesante.
Cassian puso los ojos en blanco.
Por alguna razón las miradas de todos volvieron a mi, como si aquel nombre debería ser capaz de alterarme.
—Por favor, al punto, Amren, tengo hambre.—Mor a mi derecha se atraganto de vino al escuchar el comentario de Cassian.
—¿Nadie te calienta la cama ahora, Cassian? Seguramente es muy pero muy difícil ser un ilyrio y no tener ningún pensamiento en la cabeza, pensar solamente desde la parte favorita de tu cuerpo.
Ahogue mi risa en una tos, Amren sonrio ladina al descubrirme.
—Tú sabes que siempre me gusta enredarme en las sábanas contigo, Amren —dijo Cassian, sin dejarse desconcertar por los ojos plateados—. Sé lo mucho que disfrutas el tipo ilyrio de...
—Por lo que oí, Miryam —dijo Rhysand mientras la sonrisa la convertía en serpiente— y Drakon están bien. ¿Y qué es lo interesante exactamente?
La cabeza de Amren se inclinó hacia el costado mientras nos observaba de arriba abajo.
—Solamente una vez hubo un humano Creado como inmortal antes que ahora. Es interesante que vuelva a pasar justo cuando todos los viejos jugadores están en el tablero otra vez. Pero a Miryam le dieron una vida larga..., no un nuevo cuerpo. Y vos, muchacha... —Volvió a oler el aire mirando fijamente a Feyre—.A vos, os hicieron toda de nuevo, sangre, venas, huesos. Un alma mortal enun cuerpo inmortal. Y tu...-- me encogi en mi asiento al sentir su potente mirada-- ...alma de un inmortal engullida en un pequeño cuerpo mortal, tanto poder contenido en un recipiente tan débil...
Jamás me habia sentido tan expuesta y vulnerable.
—Tengo hambre —dijo Mor y me empujó con el muslo. Chasqueó los dedos, y en los platos se apilaron pollo al horno, hojas verdes y pan. Simple pero..., elegante. —. Amren y Rhys pueden hablar hasta hacernos llorar de aburrimiento así que no te molestes en esperar; ellos no van a empezar. —Levantó el tenedor, hizo sonar la lengua —. Le pregunté a Rhys si podía llevarlas yo a cenar, solas, y él dijo que no ibas a querer. Pero sé sincera: ¿no es mejor pasar el tiempo conmigo que con esos dos viejos aburridos?
Agradecí en silencio a la rubia por cambiar de tema.
—No dejes que estos metidos te mandoneen.
Entonces, Cassian dijo:
—Tetera. Negro. Ya. —Después hizo un gesto a Amren que casi no había tocado el plato—. Siempre me olvido de lo raro que es. —Le sacó el plato sin ceremonias, y dejó caer la mitad de la comida en el suyo antes de pasarle el resto a Azriel.
Mientras deslizaba la comida en el plato, Azriel le dijo a Amren:
—Sigo diciéndole que tiene que pedir permiso antes de hacer eso.
Amren hizo sonar los dedos y el plato vacío desapareció de las manos heridas de Azriel.
Me pregunto donde se habia hecho esas heridas, que habia sido lo sficiente brutal como para dejar esas marcas en el.
—Si no pudiste enseñarle eso durante todos estos siglos, no creo que vayas a hacer ningún progreso ahora. —Añadió la mujer con un ademan.
—¿No... no coméis? —pregunto Feyre claramente interesada.
Los dientes de Amren eran tan blancos que me ponían nerviosa.
—No este tipo de comida.
—Que el Caldero me hierva —dijo Mor, tomando un trago grande—. ¿Podemos no hacer eso?
Desvie mi mirada de nuevo hacia el jefe de espías, era increíble como al momento de distraerme un poco mis ojos se movían involuntarios hacia el, como imán.
Era solo curiosidad.
Desde el otro lado, Rhys soltó una risita.
—Recuérdenme organizar cenas familiares más seguido.
Senti un estremecimiento ante la mención, cena familiar...
Pensar que hacia ya varios meses que no volvía a tener una, las reuniones para comer donde Tamlin no me dirigía la mirada y Lucian estaba a la defensiva no eran cenas familiares... me destrozo por dentro darme cuenta de que habia perdido eso hacia ya tanto... no quedaban sino recuerdos.
Feyre pareció notar mi desasociego, deslizo una mano por debajo de la mesa y me dio un apretón tierno, un mensaje silencioso "yo aun estoy aquí, yo soy tu familia"
No fingi la sonrisa.
(...)
La cena trascurrio en charlas, en como los tres Ilyrios se habían conocido, como aquella raza de guerreros eran tan brutales y viejas, costumbres antiguas y echadas a recoger.
Mire de reojo a Azriel y las cicatrices en sus manos, ¿Qué tanto habían tenido que pasar?
—Acepto tu oferta..., me refiero a trabajar contigo. A ganarme lo que reciba. Y a ayudar con Hybern de la forma en que pueda.
Asentí de acuerdo con Feyre, aunque no sabia en que podría beneficiar a Rhysand teniéndome siendo solo una mortal mas.
—Bien —se limitó a decir Rhys. —. Porque empezamos mañana.
—¿Dónde? ¿Y qué hacemos? —expreso ansiosa Feyre.
—Porque el rey de Hybern está por lanzarse a la guerra, sí, y lo que quiere es resucitar a Jurian.
El sonido del cubierto que deje caer en el plato hizo eco en la mesa, todos se giraron a mirarme, especialmente Mor quien mostraba cierta preocupación.
—Qué estupidez —escupió Cassian—. Eso no puede hacerse.
Jurian, el hombre mortal que habia sido mi perdición en mi vida pasada, me daba escalofríos solo de pensar en ello como en primera persona.
Mor gruñó:
—¿Por qué iba a querer resucitar a Jurian? Era tan terrible. Lo único que le gustaba era hablar de sí mismo.
Aunque intentaba calmar el ambiente para que no me sintiera incomoda, todos habían dejado de mirarme a excepción de Azriel, su potente mirada sombría seguía cada uno de mis movimientos, esperando mis reacciones.
—Eso es lo que quiero averiguar —dijo Rhysand—. Y cómo piensa hacerlo el rey de Hybern.
Por fin, Amren dijo:
—Seguramente le llegaron noticias de la Creación de Feyre. Sabe que es posible rehacer a los muertos.
—Para eso tendrían que estar de acuerdo los Siete Lores, todos — replicó Mor—. No hay posibilidades de eso. El rey va a buscar otro camino.—Los ojos se le entrecerraron y miró a Rhys—. Todas esas muertes..., las masacres en los templos... ¿Crees que están relacionadas?
—Estoy absolutamente seguro de que están relacionadas. No quería decirles esto sin estar seguro. Pero Azriel confirmó que hace tres días, habían saqueado el monumento de Sangravah. Están buscando algo..., o ya lo encontraron. —Azriel asintió, confirmando mientras Mor miraba sorprendida en su dirección. Azriel le respondió con un encogimiento de hombros.
Oh por el caldero, era peor de lo que parecía. Feyre me miro preocupada, por su expresión era obvio que estaba a punto de vomitar, tenia el estómago revuelto.
—Por esto..., por esto desaparecieron el anillo y el hueso del dedo cuando murió Amarantha. Por esto. Pero..., ¿quién...? —cerre los puños con fuerza—. Nunca atraparon al Attor, ¿verdad?
Rhys dijo, con la voz demasiado baja:
—No. No... —La comida se me convirtió en plomo dentro del estómago. Él le dijo a Amren—: ¿Cómo se hace para tomar un ojo y el hueso de un dedo y convertirlos en el hombre del que antes formaban parte? ¿Y cómo hacemos para que no suceda?
Amren frunció el ceño, la vista fija en el vino que no había tocado.
—Ya sabes cómo encontrar la respuesta. Tienes que ir a la Prisión. Hablar con el Tallador de Huesos.
—Mierda —dijeron Mor y Cassian al mismo tiempo.
Si, debía ser muy malo.
--en cuanto a ti—Rhysand se giro hacia mi, el solo jugueteo de su mirada me helo la sangre—empezaras mañana con Amren, si sigues asi vas a estallar y a destruirlo todo incluida a ti.
Lo mire con una ceja en alto.
--como dije anteriormente, un alma inmortal en un cuerpo frágil para contenerlo—Amren camino hacia mi, examinándome—el poder ruge bajo tu piel, ansioso.
Feyre me miro espectante, jamás se lo habia contado, no le habia dicho que era aquello que me aquejaba.
--creo que fue debido a algo que Helion hizo en bajo la montaña, intente contenerlo y...
--te esta matando—expreso Rhys con gravedad—tu poder no es tan frágil como para solo ignorarlo.
--Clythia el ángel de la muerte—murmuro Mor con suavidad, su semblante estaba cada vez mas diluido, como si su mente se ocupara en otro lado, en un recuerdo lejano.
Sea lo que sea que habia hecho en mi época anterior, en mi otra vida, no habia sido bueno.
--lo capto—murmure—es malo si no lo controlo.
--bien—asintió Rhys—Cass te llevara de vuelta, se nota a lenguas que nos descansado y el entrenamiento con Amren no será agradable.
Fue solo un segundo, Azriel le dirigió una mirada ligera a Cassian, fue algo leve, por alguna razón el ambiente se sintió congelado después de ellos.
--despues de usted, bella dama—añadió burlón Cassian.
Firme y con la mirada aun del jefe de espías a mis espaldas segui a Cassian.
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