CAPITULO 30

Narra Sabina

Soñolienta acaricie su pecho, estaba recostada sobre el, solo cubiertos por las pieles que usábamos para abrigarnos.

Sonreí al sentir sus manos bajar hacia mi espalda.

--¿De verdad tienes que irte al amanecer? --susurre.

--lo que más deseo es quedarte contigo-- murmuro-- pero tristemente soy alguien responsable.

--¿No puedes no ser responsable solo una vez?

Sonrió, sabía que había sonreído sin siquiera verlo.

Pero entonces las sombras a su alrededor se movieron, deslizándose por mis manos.

Levanté la mirada preocupada, su mandíbula tensa.

--¿Que ocurre?

Ya estaba levantándose de la cama, tenso. 

--Hybern atacó la corte Verano.

Mierda.

(...)

Az me llevo volando hacia la casa de la ciudad, dónde ya Feyre, Rhysand y Mor se habían preparado, todos en armaduras y con espadas en su arsenal.

-- Bina-- Feyre palidecio al verme uniformada con cuero Ilyrio.

--no te preocupes-- le indique al ver la preocupación desdibujar su mirada fuera-- soy consciente de mis limitaciones, no puedo lanzarme a la batalla como guerrera pero...-- le sonrei -- he estado entrenando para fortalecer otra manera de ayudarlos.

Az quien camino hacia Rhysand me pasó una daga.

--por si acaso-- expreso.

Aunque se veía calmado notaba la incertidumbre de dejarme marchar así como así, íbamos a una batalla, podía sentir la preocupación hervir en lo profundo de su ser.

Nos transportaron hasta la entrada de la corte Verano, el resto del camino fue a vuelo, Cassian llevando a Mor, Rhysand a Feyre y Az a mi.

Los soldados de Hybern hacían un camino desordenado hacia el centro de la corte, eran demasiado.

--nadie más ha venido-- murmuro Mor tensa-- ninguna otra corte.

Se me seco la boca al darme cuenta de la diferencia numérica tan marcada.

--¿Iremos al palacio? -- murmuró Feyre intentando evitar con la mirada todo.

--dejadme en la planta alta-- les exprese-- lo que menos quiero es entorpecer su lucha, les ayudaré de una manera indirecta.

Feyre asintió no muy convencida.

Pero no me quito autoridad, veía la determinación en mi rostro. 

(...)

Ambas me hicieron caso, me dejaron en lo alto del palacio, centrada justo en medio de donde estaba la batalla, podía sentir justo allí como la vida de miles se iba apagando.

No en mi guardia.

Tome entre mis manos el sifón que decoraba mi cuello

Concéntrate.

Deje fluir mi poder no de forma destructiva.

La vida empezaba a fluir atravez de mi, atraves de los soldados que empezaban a levantarse y seguir luchando.

Renacía en mi.

El angel de la muerte. 

Deje fluir todo el poder que pude, casi podía ver la batalla, a los soldados heridos y aquellos que empezaban a levantarse.

No era suficiente

Debía curar más, algunos fallecian antes de que pudiese curarles.

Me mantuve en esa posición, curando inclusive heridas menores en Feyre y Mor que avanzaban firmes en su camino.

Estaba tan concentrada en mi labor que no note al soldado de Hybern que se lanzaba hacia mi, con un alarido cayó al suelo.

Me gire sorprendida con la daga en mi mano lista para lo que se aproximara

Tras el cuerpo sin vida del soldado un hombre perteneciente de la corte verano, de piel oscura jadeante con la espada en alto.

Observo mi espada, mis ropajes.

--¿Compañera de Amren?

--¿Conoces a Amren?-- por su vestuario sabía que era de la corte verano, pero eso no suponía del todo que fuese mi aliado.

--soy Varian-- jadeo.

Había escuchado de el. 

--¿Vienes por mi cabeza?-- lo mire de reojo, después de todo habían rubis rojos a nombre de mis gobernantes.

El podría reclamar mi sangre y tomarlo como excusa. 

--estas curando a mi pueblo-- señaló la sangre que salía de su rostro, una herida casi cerrada.  

--¿Eso tiene importancia? -- seguí sigilosa sin bajar la daga.

--varios soldados pueden venir-- me dió la espalda posicionándose frente a la puerta del altillo-- si manteniendo te segura puedo mantener lo que sea que estás haciendo sobre los heridos, entonces somos aliados y tienes toda mi gratitud.

Asentí, el se mantuvo firme con la espada levantada hacia la puerta.

Tenía razón, en este momento quienes importaban eran los heridos.

Baje la daga, y volví a llamar mi poder. 

El calor nuevamente lleno la sala, incluso lo ví suspirar de alivio cuando la curación también empezaba a reflejarse en su cuerpo.

No me distraje, seguí mi labor aún cuando el cansancio empezaba a hacer factura en mi frágil cuerpo mortal.

(...)

Cuando las legiones Ilyrias habían logrado limpiar las islas y Hybern retrocedió, Varían me escoltó hacia la sala de heridos del palacio, algunos estaban tan graves que mi curación a distancia tan solo los había mantenido vivos.

Me permitió pasar entre los más graves, me sentí aliviada de poder ayudar, de haber centrado mi entrenamiento en magia en esta parte de mi pasado, para destruir y luchar ya estaban Feyre y Rhysand, yo podía apoyarlos de una manera distinta.

Cuando ya había pasado una hora y la mayoría de heridos estaban estables me deje caer contra una pared, el cansancio apenas y me permitia estar de pie.

Varían quien me había vigilado en todo momento se inclino hacia mi ofreciéndole una botella con agua. 

--gracias...-- susurré.

Varían me observo de arriba abajo, debía de verme lamentable.

--es impresionante como una mortal podría con esto-- se giró hacia la sala de los heridos. 

0 bajas, desde que había llegado hacia cuatro horas nadie había muerto.

--tu sabes la razón -- murmuré cansina.

--Clythia-- acaricio el nombre con lentitud-- no estuve en la guerra, pero tú leyenda te procede.

--¿Aliviado de tenerme como aliada?-- sonreí un poco.

Iba a decir algo más cuando mi mirada se centro en cierto Ilyrio que caminaba entre las camillas, caminaba directamente hacia mi.

Me levanté con rapidez disimulando mi cansancio.

Sus ojos rápidamente me escanearon, centrándose en la sangre que salpicaba mi ropa.

--esta bien, no es mia-- le exprese apenas se posicionó a mi lado, lo escanee a su vez, notando que apenas y tenía algunos rasguños, me sentí aliviada de verlo a salvo-- Varían no permitió que un solo soldado se me acercara.

Sonreí hacia el macho de la corte verano, quien solo se encojio de hombros.

Az lo miro con una ceja en alto, sopesando si agradecerle o exigirle respuestas.

--las tropas de Hybern se retiraron, Feyre y Mor ya se establecieron en el campamento en la montaña-- explicó. 

Entendi el mensaje de inmediato.

Az volvió su mirada hacia Varian.

--como indico mi alta Lady, estamos a tu disposición. 

Sonreí ligeramente antes de dar media vuelta y ir a la par de Az, aún así lo escuché claro 

--gracias...

No me gire hacia Varian, simplemente asentí y seguí mi camino.

Que complicada era la guerra.

(...)

El campamento Ilyrio estaba igual de atestado de heridos, apenas aterricé me puse manos a la obra, Cassian quien cojeaba se ganó una buena insultaba de mi parte al no querer ser atendido, se quejo y me acerco a quienes estaban más graves, entendía que quería que diera prioridad a los más heridos pero el tampoco tenía muy buen estado.

Solo me detuve hasta el atardecer, cuando todos en el campamento parecían estables, mareada y la cabeza golpeándome con fuerza apenas y tuve fuerza para levantarme.

Sentía el sifón quemando mi garganta.

--Bina-- Cassian me ayudó a levantarme.

Debía estar pálida.

--estoy bien -- susurré.

Nego enojado al notar la calidez de mi piel, el jadeo que se extendió cuando di un paso.

--no estás bien-- maldijo cuando me tambalee a su lado-- mierda, debí darme cuenta, llevas toda la tarde en esto.

Y estaba sumamente agotada.

--no me regañes-- murmuré -- ya tendré suficiente con Az.

Cassian al fin sonrió.

--ya lo creo-- intenté dar otro paso pero las piernas me fallaron, Cassian tubo que llevarme en brazos hacia una de las carpas.

Con sumo cuidado me depósito en las mantas, la cabeza parecía estallarme del esfuerzo.

--Cass...-- el mundo dió vueltas cuando quede boca arriba.

--voy por Az-- hablo con rapidez.

Salió de la carpa dejándome sola.

Pasaron dos minutos antes de que Az entrara, su rostro deformado de preocupación.

Lo primero que hizo fue colocar una mano en mi frente midiendo la temperatura.

--mierda-- murmuró cuando noto que era más elevada de lo que debería. --si te sentías mal...

--perdon...-- jadee-- quería ayudar

-- lo se-- depósito una toalla húmeda en mi frente-- pero debes ser consiente de tus límites. 

Me mordi el labio, no era suficiente, tenía que esforzarme más, estábamos en una guerra.

--¿No tenías que discutir con tus colaboradores la información de Hybern?-- susurre, lo que menos quería era que gastará su tiempo en mi, no en momentos tan cruciales.

--eres más importante que cualquier otra cosa -- expreso con normalidad.

--¿Estás enojado?-- susurré cerrando los ojos para calmar el dolor de cabeza.

Soltó una leve risa.

--deberia pero...- acaricio mi rostro, apenas y pude ver la mirada hambrienta que le daba a mi cuerpo--...es difícil cuando estás vistiendo así.

--¿Me queda el cuero Ilyrio?

Sus ojos brillaron levemente antes de besar mi mano. Algo usual cuando estábamos solos, un gesto ocurrente 

--te ves hermosa-- añadió con avidez-- más de lo usual.

Le sonreí a la par.

Los párpados empezaron a pesarme, no se en que momento me quedé dormida, pero si estaba segura de que Az velo mi sueño, cambio mi toalla y acaricio mi mejilla.

(...)

A la mañana siguiente llegó la lista.

La lista de muertos.

Con el corazón encogido revise cada uno de los nombres, la mayoría de ellos habían fallecido anoche, mientras dormía.

La culpabilidad me tenso el pecho.

Mire afligida a Cassian, el sería quien tendría que informar a los familiares.

--lo siento...-- susurré sin saber que más decir.

El nego rápidamente.

--no lo sientas-- expreso-- sin ti, está lista sería el triple. No te culpes.

Pero lo hacía.

Claro que lo hacía.

Por ser tan débil, por tener un cuerpo que apenas y resistía a la magia.

Aunque no quería pensar en ello lo hacía.

Está guerra necesitaba a Clythia.

Y yo solo era la sombra de lo que quedaba de ella.

Cerré los puños con fuerza.

Pronto sería la reunión de los altos lores 

Y si quería ganar esa guerra, tal vez debía buscar más dentro de mi.

Buscar a la fae guerrera que había en mi interior y desatarla.


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top