CAPITULO 23
SABINA
El olor a la sangre fresca se mezclaba con el acero de las espadas, levante la mirada fiera cuando mi peloton sigue adelante, era el tercer ejercito que reducíamos hoy y no seria la excepción.
--mi señora-uno de mis subordinados se arrodillo ante mi, las heridas en sus brazos se curaban con una rapidez leve debido a mi cansancio.
Llevaba cinco días batallando sin descanso, al igual que yo mis tropas empezaban a bajar de rendimiento, aniquilar a este batallón Ilyrio habia sido una prueba de fuego.
--¿bajas?-pregunte sin mirarlo.
--cinco-expreso el.
Fruncí el ceño, eran las primeras muertes en el peloton, las únicas vidas que no habia podido salvar desde que inicio la guerra, necesitaba descanso.
--enviadle un recado al Rey, nos desviaremos hacia el batallón de infantería de mi hermana.
Levanto una ceja en mi dirección, sopesando la opción de ir en contra de los deseos de su majestad.
--mi señora, le recuerdo...
Una ráfaga de poder le hizo callar, lo mire de reojo.
--somos guerreros poderosos pero no muertos vivientes, iremos hacia los batallones de Amaratha y la unidad descansara aunque sea un día, ¿quedo claro?
El hombre asintió, era el doble de grande que yo pero no puso objeción, sabia que si queria podía destriparlo con solo mirarlo, pero no en este estado, no con lo cansada que estaba.
Mi magia empezaba a ir en mi contra desde la ultima batalla, me consumía cada herida de mis guerreros que curaba.
Pero no me detuve.
Camine entre los cadáveres del batallón que acabamos de asesinar, la mayoría de ellos Ilyrios de bastas alas.
Todo el paisaje era aterrador, pero cuando creces entre guerra y dolor empiezas a acostumbrarte.
Cojeando un poco observe la devastación, di un plegario silencioso al caldero para que llevara a todos estos guerreros hacia la eternidad, podrían ser mis enemigos pero batallaron con orgullo y fiereza hasta el final, no podía evitar mostrar mi respeto por ello.
Algo a mi costado se movió, no algo... alguien...
Me gire al tiempo en que uno de los Ilyrios se lanzaba ante mi, habría quedado sepultado entre los cadáveres de sus compañeros y acababa de recobrar el sentido.
La hoja de su daga quedo a centímetros de mi cuello, pero ahí quedo, no la movió.
Sus ojos avellanas quedaron detenidos en los mios, dilatados. Su rostro manchado de sangre le daba un aire salvaje, un guerrero digno.
--hazlo-susurre sin apartar mis ojos de el, estaba tan cansada como para no notar su ataque inicial-vengarías a tus hermanos con un solo movimiento.
No habia miedo en mi mirada, me quede estática observando al guerrero, por el solo hecho de haber sobrevivido a tanto ya merecía mi reconocimiento.
--tu...-- bajo lentamente la daga.
Sus rodillas fallaron, algo en el, en sus movimientos, en su aura me hizo reaccionar, lo recosté entre los cadáveres mirando de reojo a mis tropas seguir su camino, uno de ellos se giro a mirarme pero yo ya fingia un rezo, no le dio importancia y siguió.
--quedate quieto-susurre.
En su pecho sobresalía una herida terrible de espada. Con el poco aliento que me quedaba empecé a cerrarla, solo lo suficiente para mantenerlo con vida.
--¿Por qué...?-susurro, levanto la mirada hacia mi.
Era un hombre bello, fuerte, recordé haberlo visto de reojo casi destrozando a mis compañeros, si no fuese por mi curación este solo Ilyrio habría acabado con mi batallón.
--vida por vida-exprese.
El pudo matarme cuando tuvo la oportunidad pero se detuvo, ahora era mi turno, ante todo estaba el orgullo.
--no lo hice por compasión...-- susurro, sus ojos clavados en mi con un ansia que no supe descifrar.
--¿entonces por que?-insisti, pero no obtuve respuesta, sus ojos seguían fijos en mi con una expresión que no sabría explicar-la próxima vez que me veas, no falles.
Éramos enemigos, deberías odiarme, deberías detestarme no mírarme asi tan...
Me levante, el sol empezaba a ocultarse y las sombras empezaban a crepitar alrededor de el.
Oh...
Solté una risita.
--espero volver a verte Cantor de sombras, vive hasta entonces.
Senti su mirada aun fija en mi mientras caminaba lentamente, mientras me alejaba de el.
Ignore el extraño dolor en el pecho mientras lo hacia.
(....)
Sobresaltada me levante de la cama, era el sueño mas real que habia tenido en meses.
El solo recuerdo me erizaba la piel.
--Az...-- susurre.
Todo llego a mi de golpe, el recuerdo de las ultimas semanas, el rey de Hybern, Az y aquella flecha, las alas de Cassian, Feyre,... oh por el caldero, Feyre.
Intente levantarme, aun sentía el cuerpo adolorido pero no tanto, la sensación de entumecimiento me dio a entender que me habían curado con magia.
--Bina-Mor camino hacia mi con toda prisa, la preocupación distribuyéndose por su hermoso rostro-no te esfuerce.
--¿Cuánto tiempo ha pasado?-pregunte con urgencia.
Mor bajo la mirada.
--tres días.
--¿Dónde esta feyre?
Ya sabia la respuesta pero aun asi...
--en la corte primavera-explico-cumpliendo su promesa de destruirlos.
--santo cielo-tenia la garganta seca.
Mor rápidamente me paso un baso con agua, le sonreí agradecida, estaba mejor de lo que ella creía.
--es una espía directo, Rhys habla con ella - me explico para relajarme un poco.
--¿y los demás?
No queria preguntar directamente por el porque me daba miedo escuchar la respuesta.
--curaste casi por completo a Cassian...-- niega impresionada-le reconstruiste las alas.
Suspire de alivio, asi que no habia tanta restricción en las curaciones como pensaba.
--me alegra oírlo.-me horrorizaba pensar en Cassian sin poder volar, sin esa esencia tan característica suya.
--y Az...-- Mor se mordió el labio.
Su mirada llena de dolor me lo dijo todo.
--se culpa, ¿verdad?
Mi memoria me llevo de vuelta aquel castillo de Hyber su mirada llena de dolor, de frustración, no queria volver a verlo asi...
--lo que te hicieron...-- negó Mor con rabia-se lo devolveremos con creces.
Una semana completa de tortura y humillaciones... ¿Cómo dejar eso pasar?
--aun estamos en la batalla, ¿verdad?
No nos rendimos aun, ¿o si?
--ah claro que si-sus ojos brillaron de rabia-esto solo fue el inicio.
--en cuanto a Az...-- Mor me miro preocupada.
Por su gesto de tristeza sabia que no era un buen tema.
--dale tiempo-me pidió-aun procesa todo, casi te pierde de nuevo, no es fácil para el.
Asentí, pero aun asi el anhelo era mucho mayor que eso.
(...)
Tres días pasaron y Az no apareció por mi puerta, Mor estuvo al pendiente de mi recuperación aunque ya faltaba muy poco, a los dos días ya era capaz de levantarme y al tercer día logre hacer lo que tanto temia.
Mirarme al espejo.
Lograr evaluar el daño real, que tanto me habían hecho, que tanto me habían marcado.
Los moretones y golpes ya habia desaparecido, habían hecho un trabajo increíble, pero solo habían dos cosas que no pudieron ocultar.
Las marcas de latigazos en la espalda generaba una cicatriz irregular por toda la piel, ese no me preocupaba tanto, el que me causaba nauseas cada que veía era esa irregular J a un costado del vientre.
Az lo habia visto, Mor me lo habia dicho el mismo día que desperté, ella misma me sostuvo el cabello mientras desocupaba el estomago después de escucharla.
¿Qué pensaría? ¿Qué habría pasado por su cabeza al verlo?
--¿querias verme? - tocaron la puerta.
Me levante el vestido y rápidamente abri.
Rhysand, con unas ojeras pronunciadas un estrés obvio me saludo.
--si, queria pedirte algo.
Levanto una ceja en mi dirección.
--antes que nada, ¿Cómo estas?-intento ser cordial
Sonrei tensa.
--estoy bien.-aunque la usencia de Az me estaba matando-completamente curada.
--fisicamente curada-asintió.
Me mordí el labio, físicamente, no mental, el mas que nadie lo sabia.
Decidí cambiar de tema, ya habia tenido esta charla con Mor y no estaba lista para decirle mis traumas o mis temores.
--¿puedes llevarme a la casa del viento? Quiero verlas.
Rhysand me miro confundido, por ellas, sabia que me refería a las Archeron.
--nisiquiera te caen bien-dijo con cierta burla.
Y es cierto, Nesta y yo parecíamos perro y gato y mi desagrado por Elain no era un secreto para nadie.
--lo se, pero son las hermanas de Feyre-exprese-y ella no esta para cuidarlas, debo ver como están.
Si mi amiga no estaba aquí para hacerse cargo, con gusto tomaría su lugar.
Rhysand se mostro pensativo, me miro ligeramente y rio... si, el muy bastardo se rio.
--¿Qué es tan gracioso? -reñi molesta.
--soy un imbécil
--ah claro, de eso ya estoy consciente-exprese con ira.
Al fin su ataque de risa paro y me miro, esa clase de mirada letal que acostumbraba a dar cuando estaba centrado, me quede de piedra.
--el día en las vi en la corte primavera, pensé que serias un peligro para ella, que debía protegerla de ti-negó-jamás me alcanzara la vida para agradecerte todo lo que has hecho y sigues haciendo por ella.
Me sonroje a mas no poder por el cumplido.
--es mi mejor amiga-farfulle avergonzada-ella haría lo mismo por mi.
Rhys sonrio, me ofreció su mano.
Con un bufido fingido la tome.
¿Quién lo diría?
(...)
El primero en recibirnos fue Cassian, casi salto hacia mi para abrazarme.
Aliviada note sus alas fuertes y sanas en su espalda.
--¿Cómo están?-mire hacia la casa.
Según Mor, Cassian venia todos los días allí, para verlas.
--es complicado-murmuro el.
--quiero verlas.
Cass asintió, y me guio hacia una de las habitaciones, Rhys se excuso con que necesitaba irse y le ordeno a Cassian llevarme a casa apenas terminara la visita.
La habitación sombría en la que Elain se mantenía me desubico, Elain, la que de las tres hermanas era la mas alegre, estaba sumida en las lagrimas silenciosas.
--¿Elain?
No se movió, no me miro, siguió mirando un punto fijo de la habitación mientras las lagrimas seguían derramándose.
Por un momento senti compasión por ella, como acariciaba ese anillo de hierro entre sus dedos.
--no reaccionara, no come, no habla no...-- murmuro Cassian
--voy a hablar con ella-di un paso para ingresar al cuarto.
--no haras tal cosa.
Me detuve de lleno al escuchar esa voz, esa fiera que conocía tan bien.
--Nesta...-- su hermosura ahora era mas palpable.
Sus rastros finos estaban irregulares por la rabia.
--no tienes derecho a entrar en ese cuarto-farfullo con rabia-no después de que Feyre y tu nos arrastraran en esto.
Me mordí el labio amortiguando un montón de satiras que queria lanzarle.
Me detuve, debía ser comprensiva y entender...
--no vine aquí a pelear-exprese-solo queria saber como estaban
--no es como si te importaramos-rio irónica.
Cass estaba tenso, listo para saltar entre ambas si hacia falta para separarnos.
--la verdad es que no-dije con sinceridad-pero ante todo pronostico si a Feyre, aunque no lo merezcáis por cierto.
Nesta dio un paso hacia mi molesta.
--Ness, no-Cassian se coloco entre ambas.
La mayor de las Archeron farfullo una maldición, me miro con fiereza y dando una retaila de palabras no muy bonita se retiro por el pasillo.
--es un encanto-rodee los ojos.
--ah, si que lo es-ronroneo Cassian.
--ten cuidado con esa fiera Cass-dije al notar el brillo que habia en sus ojos al mirarla-lo digo enserio.
El le resto importancia, ah, pobre chico, no sabe donde se estaba metiendo.
Seguimos caminando por los pasillos hacia la biblioteca, no paso por alto el como Cass intentaba fingir que no se concentraba mas en mi cuando empezaba a cansarme y las piernas adoloridas me hacia caminar mas lento, aun habia cierta secuelas de lo que habia pasado.
--¿Cómo esta el?-no pude evitar preguntar.
La sonrisa de Cass se convirtió en una mueca.
--no se como explicártelo.
Me cruce de brazos desafiándolo con la mirada.
Tenia derecho a saber.
--¿esta bien?
--cuando se trata de Az... no se sabe muy bien cuando esta bien-mascullo tenso-esta en la frontera, espiando a las reinas humanas.
--¿Qué? - palideci-apenas y se esta recuperando y ya quiere volver a ponerse en peligro.
Después de lo que esas desgraciadas no habían hecho...
--quiere tener la mente ocupada y... sentir que esta haciendo algo.
--¿y por eso no ha venido a verme?
--tu sabes porque no ha venido.
Tome aire, ya un poco molesta.
--y le he dado tiempo pero... lo necesito, y se que el me necesita...-- murmure lastimera.
Queria verlo, añoraba poder tocarlo, el ansia me estaba consumiendo día a día.
--y el te lo esta dando a ti igualmente-lo mire confundida-no quiere asfixiarte después de lo que pasaste.
--estoy bien-dije apretando los dientes.
--¿ah si? -bufo Cassian irritado-desde que llegaste no paras de observar a tu alrededor ansiosa como si esperaras un ataque, cada que un sonido metálico se escucha te encoges, intentas disimular tu miedo pero es obvio. Y no te culpo por ello, carajo-expreso con derrota-una semana en ese infierno hubiese roto al mas duro de los hombres.
Me dio un escalfrio darme cuenta que todo aquello que mensionaba Cassian era cierto, sentía una ansiedad constante, una inseguridad nata, un terror hacia el exterior que no se iba.
--no soy una florecita que se marchita-exprese.
--ah claro que no-Cass me señalo-eres fuerte Bina, tienes una mentalidad de acero y te admiro por ello, pero también debes saber tus limites...
--se mis limites-añadi con rabia-y si, puede que tenga miedo, y que me asusta volver a sentirme tan... indefensa. Pero sabes algo, en el mismo instante que vi a Azriel en ese maldito castillo... -- casi sonreí-no tuve miedo a nada.
--Bina...
--llevame con el Cass-lo mire a los ojos-por favor.
(...)
La lluvia empezaba a obstruir mi visión, camine entre los arboles después de despedirme y agradecer a Cass, el guerrero Ilyio no habia notado mi presencia y tampoco mi olor debido a la lluvia.
Sus puños atacaban con fiereza el tronco de un árbol, se notaba que llevaba tiempo en esa actividad, Cass me lo habia dicho, apenas terminaba su jornada de espionaje volvía a la cabaña a entrenar por horas, a desquitar la rabia contenida que aun albergaba su corazon.
Se me removió el corazon al ver la sangre fluir de sus nudillos, se estaba castigando me habia dicho una vez Mor.
--Az...--susurre lo suficiente alto para que me escuchara.
Se detuvo de golpe, su espalda estaba al descubierto, podía ver los músculos tensos y las alas plegadas.
No se dio la vuelta, no me miro, creeia que no merecía verme.
En un suspiro camine hacia el, la lluvia empezaba a pegar mi vestido y cabello, pero no me importo, entre mas me acercaba al hombre frente a mi el calor y temperatura me llenaban aun mas.
--no..-susurro al sentir mi mano sobre su hombro.
La culpabilidad y el dolor en un solo tono.
Me rompió el corazon verlo asi.
Podía decirle mil cosas, pero nada lo convencería.
--por favor-le pedí, necesitaba ver sus ojos.
--no te merezco -soltó.
Negué, colocándome frente a el, tomando su rostro entre mis manos, azul y avellana en una guerra de sentimientos.
Se estaba castigando, la culpa envolvía cada centímetro de sus ojos, habia tanto contraste en ellos con el ansia y el amor que reflejaban los mios.
--¿sabes que merezco? -le sostuve la mirada con fiereza-- ¿Qué merecemos ambos? - el recuerdo de Clythia me embarga, el como me habia mirado aun cuando se suponía que éramos enemigos-merecemos felicidad, y esto que estamos viviendo, esta segunda vida juntos es la oportunidad de lo que merecemos, si se me permitió volver a ti después de la muerte... es porque mi alma, sin importar donde este, humana o fae... va a volver a ti, siempre a ti. Mi ser entero te ama, mi alma te ama.
El dolor subió a su rostro.
Oh por los dioses, mi corazon martillaba con fuerza, no podía estar mas destrozada al ver las línea lagrimas que desendian desde sus ojos ocultándose con las gotas de lluvia.
--dijiste que no volverías a dejarme ir-me incline hacia el, el vestido mojado se pego a su cuerpo-- ¿o es que lo que sientes por mi no es suficiente para cumplir esa promesa?
--Bina...-- me observaba como si no hubiese nada mas hermoso-- ...no tienes idea.
--entonces dimelo-acaricie su rostro insitandolo.
No era tan frágil, tenia que darse cuenta de ello.
--tu alma y la mia cantan la misma melodía-susurro, su mano al fin se habia movido, acariciando mi espalda, descendiendo-cuando te fuiste. Te llevaste una parte de mi, y ahora que esta de vuelta... -- negó-- ...no quiero perderte, no podría, no otra vez.
Tirite, pero no de frio, la sensación de su cuerpo tan cerca del mio, la sensación que me regalaba su cuerpo.
--soñaba contigo, cada siglo-una sonrisa triste apareció en sus labios-pensaba que me estaba volviendo loco, el anhelo de tu recuerdo me hacia tener esa esperanza-solté un suspiro cuando su otra mano tomo mi cuello, obligándome a verlo-solo fue hace unos cien años que reconoci uno de los lugares donde soñe contigo, al lado del muro...
No sabia que decir, deje que continuara con su relato, estaba tan confundida...
--...vole hacia tierras mortales solo para estar seguro y entonces...-- sonrio con pesar-una chica humana, tan joven y llena de vida me vio, no huyo, se quedo absorta mirándome...-- sentía el corazon martillándome con fuerza en el pecho-su hermoso cabello rojo, y aquel par de ojos azules curiosos, eran idénticas, pensé, pero solo supe que eran la misma persona, que era mi pareja cuando me sonrio...-- la potencia de su vos iba en aumento y yo seguía sin poder entender del todo aquella historia-- ...te visite varios días, volví a sentirme feliz, eras... eras todo lo que imaginaba, aun sin tu fiereza de guerrera habia una sombra ahí que te delataba.
No podía ser cierto, no era la primera vez que renacia, no era la primera vez que Az me buscaba.
--¿Qué paso?-susurre.
El dolor volvió a sus ojos y lo lamente de inmediato.
--Amarantha paso, estuve encerrado en Velaris, y no pude volver a buscarte, el lazo que ya se había fortalecido con mis visitas... un día solo se apago.
Nonononono.
Ahora era mi rostro el que se salpicaba de lagrimas.
No solo me habia perdido una vez, cuando pensó que podía tenerme de nuevo volvió a perderme, sin que pudiese hacer nada, sin saber que habia ocurrido.
--y después apareciste de nuevo-soltó una risa débil-cuando pensé que ya te habia perdido para siempre, y supe... supe que no importaba que versión de ti encontrara, la guerrera, la dulce hija de un cazador o... --nego - no me importa, te amare sin importar tus recuerdos, sin importar tu piel, sin importar tus expresiones...-- sus labios rozaron los mios-mi corazon siempre será tuyo.
Temblé.
Me amaba...
No, esa era una palabra demasiado pequeña para lo que albergaba Azriel, para lo que sentía por mi.
No se habia enamorado de mi piel, de mi rostro, de mi nombre...
Amaba con locura mi esencia, mi alma.
Azriel me amaría sin importar mi carcasa, sin importar nada.
--ya te perdi dos veces... -- susurro a su vez-...morire antes de permitirme una tercera.
--no habrá una tercera-le prometí-- ¿no lo ves?-acaricie su rostro con dulzura, pasando mi mano hacia su pecho donde estaba su corazon-no importa que pase, eres mio y yo soy tuya.
Me lance hacia sus labios, deborandolos con una fiereza poco normal en mi, Az no se resistió, no podría, no cuando el lazo tiraba del uno al otro con tanto fuerza como hoy. Sus manos recorrieron mi cuerpo con hambre, posiblemente ya conocía cada centímetro de mi, cada curva por la manera en que sabia por donde tocar.
Mis manos inexpertas acariciaron sus hombros incitándolo a mas.
Mas... mas...
Necesitaba sentirlo, necesitaba su cuerpo mas y mas cerca de mi, calcinándome con ese calor tan único que emanaba de el.
Senti sus manos bajar hacia mis muslos, levantándolos.
No perdi el tiempo y los envolví alrededor de sus caderas, con una velocidad antinatural senti en mi espalda el tronco de un árbol sosteniéndome, sus labios poco a poco desendieron hacia mi cuello, en besos largos y húmedos. La sensación de la lluvia mezclándose con su lengua me estaba volviendo loca.
--Az...-- susurre, al sentir una de sus manos posarse en mi pecho.
Un gruñido gutural emano de su garganta cuando me incline hacia adelante para sentir su magnitud en mis caderas, cielos santos, ni yo misma reconocia mi descaro.
Pero era algo tan natural...
En esta vida no habia estado con ningun macho, ni siquiera mas allá de un beso y aun asi, sentía que sabia que estaba haciendo, como si mi propia alma me guiara hacia el macho frente a mi, una memoria muscular que me instruia a entregarme a el... solo a el.
Observe su pecho descubierto, las marcas Ilyrias decorándole la piel.
--mierda, Bina...-- gruño con el poco autocontrol que le quedaba, me miro a los ojos, el hambre y la lujuria brillando en su máxima expresión-- ...no hay vuelta atrás...
Sabia a lo que se refería, agitada lo mire a los ojos.
No habia duda alguna cuando dije:
--no hay nadie mas para mi...-- susurre, las gotas de lluvia deslizándose por mis mejillas mientras sonreía-- ... solo tu.
y era verdad, no queria a nadie mas, y aunque me obligaran tampoco podría amar a alguien que no fuese el.
Az gruño, el ultimo rastro de control abandono su cuerpo.
Ansiosa me acerque a el, le permiti devorarme con sus labios.
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