CAPITULO 18

SABINA

Curar al alto lord de la corte noche mientras mi mente se encontraba lejos de aquí donde sea que Mor llevo a Feyre no lo hacia apetecible ni para el, ni para mi.

--ay—bufo cuando solté su brazo de forma descuidada.

--¿entonces? ¿Qué paso?—lo reñi con la mirada.

Rhysand no me miro directamente, ladeo la mirada mientras susurraba.

--es mi pareja...

Casi me rei, por el caldero, era tan obvio.

Y ahora mas entendible el por que de la rabia de Feyre.

--no le dijiste—afirme.

El solo asintió de forma lastimera, se notaba muy arrepentido.

--no queria... bueno, queria decirle pero no sabia como se lo tomaría, pero después te vi a ti y Az y dije que no podía ser tan malo.

--y aun asi no le dijiste—le reñi.

--Az no te dijo.

Me cruce de brazos.

--tenia sus razones, después de lo que paso lo entiendo—murmure—Az no se acerco a mi asi, no me prometió ser sincero y ser el equipo maravilla...

Rhysand gruño, sabia que tenia razón, Az jamás se acerco a mi con esas intenciones y i siquiera sabia que queria, en cambio el...

--¿Qué fue lo que paso para que el alto lord de la corte noche tenga estas heridas?—cambie de tema, no me apetecía mucho entrar en detalles de la relación entre Rhys y Feyre.

Bufo, parecía recordar algo desagradable.

--nos encontramos con Lucien, y la corte primavera.

Se me encogió el estomago, hace mucho que ya no recordaba con nostalgia mi viejo hogar.

--¿vieron a Feyre?

--oh si, y dio un gran espectáculo—gruño – creen que están aquí en contra de su voluntad, que le lave el cerebro a Feyre.

--eso es ridículo, enviamos cartas...

--que pudieron ser alteradas por mi, para que no las buscaran mas, para que se rindieran.

--no pueden creer eso enserio, después de que Tamlin la encerrara, después de lo que me hizo...

Era obvio que nos habíamos marchado.

--bueno, siguen convencidos con eso y mientras sea asi, tendremos un aliado menos contra Hybern.

Sopese lo que eso significaba, no era cualquier aliado, era la corte que tenia acceso al muro, la corte que separaba las tierras mortales.

Eran un aliado considerable y por dos muchachas...

--dejame ir—le pedí—ire como representante de la corte noche, y les hare saber que Feyre esta aquí por voluntad propia, sabrá que no fui afectada por ti en cuanto me vean, debo convencerlos.

Rhys rápidamente negó.

--si alguno de nosotros va contigo...

--no iran, ire sola—le exprese, al ver la negativa en su rostro continue—si ven a Mor, a Cass o Azriel, estarán a la defensiva, vamos por una tregua, no mas guerra.

--no es una buena idea—murmuro.

--Tamlin no puede hacerme daño a menos de que quiera enemistarse aun mas con estas tierras, me escuchara si quiere al menos saber de Feyre.—le indique –sere su única oportunidad de recuperarla, no es tonto.

Era eso o que ella fuese, y no permitiría que volviera a ese... a ese lugar.

No después de lo que habia pasado, no cuando ya estaba curando... no ahora que estaba aislada intentando comprender lo que sentía.

Deje caer el ultimo trazo de gasa que cubría las heridas del lord.

Aunque estaban manchadas de sangre, la herida habia cerrado por completo.

--has mejorado—murmuro moviendo las articulaciones.

Le sonreí obvia.

--tome en cuenta ciertos consejos—añadi—en cuanto a Feyre, dejale sola un tiempo, necesita pensar, no debe ser fácil, debe sentir que poco a poco las cosas toman el rumbo después de estar tan perdida.

Rhys asintió pensativo.

Sabia lo que Feyre sentía, pero no se lo dire asi tan fácil, un poquito de sufrimiento al alto lord le vendrá bien para que sea sincero.

(...)

Mor ayudo a arreglarme, me dijo que Feyre estaba bien pero aun necesitaba tiempo.

Me decoro en un vestido verde claro, y decoro mi cabello de flores, un gesto de paz para ir a la corte primavera.

Muy diferentes a los vestidos sueltos y liberales en la corte noche, no podía creer que habia vivido tanto tiempo entre ropajes tan incomodos eso, o que ya me estaba acostumbrando a la vitalidad de Velaris.

Al salir de la habitación el ambiente estaba algo tenso.

Cassian y Rhysand se encontraban en la ala de atrás hablando en voz baja. Az en el umbral parecía mucho mas distante.

--¿Te caíste sobre un jardín o que?—silvo Cassian al fin sonriendo.

--bueno, al menos se ve inofensiva—acepto Rhysand.

Claro, era ideal mostrarme como una indefensa chica para que Tamlin no tomara represarias ni creyera confabulaciones.

--soy inofensiva—rectifique con una sonrisa.

Cassian bufo en clara burla, me habia entrenado los últimos meses, sabia de lo que era capaz.

--ten cuidado—pidió Rhysand – vuelve cuando lo necesites, si notas que algo no va bien...

--estare bien—asegure—cuida de Feyre mientras no estoy.

Camine hacia Azriel, quien parecía tan tenso, como si no hubiese movido un dedo desde que Rhysand comunicara mis planes de volver a la corte primavera.

Tome su mano para intentar relajarlo, su mirada oscura y penetrante me envolvió por completo, era esa mirada fiera de protección que habia tenido el día anterior con ese Ilyrio.

Escuche a nuestras espaldas a Mor regañando a los dos machos tras nosotros para que nos dejaran solos.

Tuve que aguantar la risa, eran como niños pequeños.

--no estes preocupado—indique en un susurro—confía en mi.

--confio en ti – aseguro—en ellos... jamás.

Suspire, después de lo que habia pasado en la corte primavera antes de llegar a la corte noche era obvio que se sintiera resentido o reacio a que volviera.

--Az...

Sus ojos brillaron al escuchar el seudónimo de mis labios, le gustaba que lo llamara asi.

--deja que te acompañe, o Amren o Mor.

--no—me negué de inmediato—lo tomaran como amenaza, además, cada uno de ustedes tienen cosas que hacer, pronto las reinas humanas volverán a aceptar la reunión, Amren esta ocupada con el libro y tienes trabajo que hacer—le exprese seria—estamos en una guerra, hay que tomar decisiones por encima de las emociones.

Az me miro fijamente entrecerrando los ojos, con un reconocimiento único.

--eso fue exactamente lo mismo que me dijiste. Lo ultimo que me dijiste...

Se me retorcio el corazon.

Oh...

--lo siento—susurre, levante una mano hacia su rostro obligándolo a mirarme—aun con todo, volví a ti, lo dijiste antes, siempre volveré a ti, yo igual.

Me incline hacia el, sus labios tomaron los mios en un acto dulce y tierno, una promesa silenciosa, sus manos tomaron mi cabello acercándose a mi, acaricie su rostro, aquel rostro hermoso que estallaba mis mas oscuros deseos.

Mordió ligeramente mi labio antes de separarnos, con la respiración irregular lo observe, ¿Cómo demonios no habia caido ante este guerrero los primeros días?

--cuando vuelvas...-- se acerco a mi oído-- ...no te dejare marchar nunca mas.

Gimotee acercándome mas a el, ojala tuviese mas tiempo, ojala me hubiese lanzado a sus brazos antes.

--cuando vuelva—asegure con la respiración entrecortada –aceptare el lazo de forma formal, no huiremos mas.

Lo mire a los ojos, no era solo yo, el también debía dejar los prejuicios atrás, aceptar lo que sea que estábamos viviendo, este lazo que nos acercaba mas el uno del otro.

--no huiremos mas—aseguro volviendo a devorar mis labios.

Al fin, después de tantos cambios, después de sentirme tan perdida al fin podría sentir que iba por el camino correcto, que llegaba a mi destino.

(...)

Az me llevo volando hacia la frontera de la corte primavera, donde nos esperaban los centinelas de Tamlin, sigilosos miraron al macho Ilyrio que con una sola mirada les hizo temblar.

--Volvere pronto—le asegure a modo de despedida.

Los centinelas sin saludos ni nada formal de por medio me guiaron hacia la mansión de la corte, aquella casa que conocía tan bien, el lugar que en su momento fue mi hogar.

Lucien nos esperaba en la entrada la cara tensa al verme pasar, me escaneo de arriba abajo esperando un cambio drastico, encontrar algún indicio de traición.

--Lucien—exprese con una sonrisa delicada—ha pasado, un tiempo...

Impasible me observo.

--estas bien—murmuro casi sorprendido.

--¿Por qué no debía de estarlo? Lo creas o no, la corte noche me ha tratado muy bien—indique con calma.

--eso veo—frunció el seño al sentir el aroma de cierto macho en mi cuerpo.

No me interesaba que pensaba de mi, ya no, venía a hablar con diplomacia, no con familiaridad.

--¿esta Tamlin?

--llegara pronto para la cena—indico haciéndose a un lado para permitirme entrar. – esta algo tenso por tu invitación.

--pense que nunca necesitaría invitación para entrar en esta casa—solté mientras caminaba hacia el pasillo.

Lucien no se perturbo, solo dijo

--eso lo decidiste tu.

Cerre los puños con fuerza, el collar de sifon brillo ante la alteración.

--no, no fue mi decisión, no del todo—lo encare—este lugar dejo de ser mi hogar no por mi.

Recordar sus rechazos, sus tratos...

--las cosas cambian—dijo entre dientes.

--tambien las personas—exclame con gracia—nunca terminas de conocer a alguien o si?

La casa estaba hecha un caos, los mubles rotos y las pinturas destrozadas.

Tamlin no habia controlado su genio por lo que parece.

El comedor era el único que habia resistido sus ataques, aun asi, algunas sillas mostraban garras y algunos golpes.

--no se lo tomo bien...-- susurre sentándome en el lugar donde antes lo hacia, lo mas alejada de la cabecera.

--cuando Tamlin volvió y ustedes no estaban por ningun lado se volvió loco—expreso pálido—y mas cuando Tarquin nos aviso que Feyre habia ido de visita con nada menos que la puta de Rhysand.

Lo mire con ira.

--vuelve a decirle asi y tendremos un problema—le reñi con rabia—no tenéis ni idea.

Bufo.

--entonces si es cierto, ¿te volviste su amante?

Casi me rio de ello.

--tu y yo sabemos que entre Rhysand y yo nunca hubo nada mas que una buena amistad—exprese—cosa que no puedo decir de ti.

Eso pareció ir a una fibra débil de su ser.

Su ojo mecánico vacilo al mirarme.

--lo lamento—murmuro—se que no fui el mejor después de lo que paso y...

--si si, ya se, no estaban preparados para abrirme nuevamente su corazon—bufe—lo entiendo, pero aun asi duele.

--Bina...

Me quemaba el corazon que me llamara asi.

--¿ahora si soy Bina? Pensé que aun estabas confundido y no sabias si llamarme Clythia, pero tenias razón, las personas cambian, yo lo hice.—lo mire fijamente—y tu igual.

Suspiro cansino, como si no pudiera luchar contra la distancia irreal que habia entre ambos.

--de verdad lo siento—indico—fui muy idiota como para que el miedo me dominara, sigues siendo la pequeña Bina que me trenzaba el cabello y se burlaba de mi mascara.

Tome aire, no iba a dejar que me afectara.

--ya esa niña no existe—le exprese con frialdad—dime Lucien, ¿Dónde esta mi piano? ¿mi violín? ¿mis partituras?...

Las puertas tras de mi se abrieron de par en par, Lucien estaba pálido de la impresión.

--reducidos a cenizas—la voz potente de Tamlin me erizo completa.

Imponente con una tunica roja ingresaba en la sala, inmediatamente la comida decoro el comedor, apetitosa y exquisita

--¿los quemaste?—casi dije riendo, no los guardo, ni siquiera lo intento... simplemente se deshizo de ellos.

Camino hacia el cabezal de la mesa, su mirada fría y tensa, las garras aun avistándose en sus manos, listo para atacar, listo para sus enemigos.

Yo era su enemiga.

--¿para que viniste?

Su contundente voz no me intimido, empecé a llenar el plato de comida con paciencia, ganándome un gruñido de su parte, no me encogi.

Unos meses con la corte noche habia logrado hacer ganar un poco mas de carácter.

--lo decía la carta, vine en representación de la corte noche, para aclarar lo que pasa.

Rio irónico, ni Lucien ni el tocaron la comida.

--¿ahora trabajas para ese bastardo? sabia que para ti nada era suficiente.

--bueno, tu esperabas que me quedara aquí siendo el papel de mueble y para tranquilizar a Feyre, aceptalo—tome un sorbo de vino—si me permitiste volver era por ella.

Crei que yo la ayudaría a pasar sus traumas, que la ayudaría después de lo que paso en bajo la montaña porque el no era ni un poco empático como para hacerlo.

--y te atreves a mencionarla, tu descaro es infinito.

--¿quieres hablar de descaro?—me rei – estamos bien en la corte noche, Feyre si tanto te preocupa, esta feliz y segura allí.

Se levanto de golpe tirando la silla, su ira brillo en sus expresiones, Lucien parecía a punto de vomitar.

--¿feliz? ¿segura? ¡la vendiste!

--¡jamas haría nada para dañarla y tu lo sabes!—lo mire con rabia—fue su decisión irse, y creeme Tam, si la apoye eh incite a que lo hiciera, porque si estaba en mi mano, la hubiese alejado de ti desde el primer indicio de tu estupidez.

Tamlin me miro amenazante, a punto de lanzárseme encima.

--Bina, por favor...--- susurro Lucien.

--vine por eso y... y a pediros que nos dejen en paz, ella esta bien, no quiere volver y no pueden obligarla—tome aire—y si vine a aclararlo es porque lo que menos necesitamos ahora es una guerra interna, no cuando Hybern esta tan cerca.

--¿Qué sabes de Hybern? –farfullo Tamlin ahora mas tenso.

--suficiente como para decirles que se preparen para la guerra, las cortes se necesitaran unas a otras—exprese dejando la copa a un lado. – no solo se trata de una enemistad, tenemos una guerra a la vuelta de la esquina.

--¿a eso viniste? ¿una tregua?

Solté un suspiro, era mas que necio.

--asi es, si quieres que la corte primavera sobreviva a ello, es necesario.

Los colmillos salieron a flote.

--¿crees que mi mejor opción es aliarme con la corte noche? –escupio con asco—no estoy tan desesperado.

Tome aire.

--no, se que tienes mas opciones pero solo esta hará que Feyre no te odia, si te importa lo que ella siente y su futuro...-- me puse de pie, camine unos pasos hacia el y le ofrecí mi mano-- ...aceptaras

Tamlin sin ninguna expresión camino hacia mi, vacilo unos instantes antes de tomar mi mano

Aliviada lo mire, ¿de verdad iba a...?

Solté un grito.

--¡Tamlin!—grito Lucian horrorizado-- ¿Qué has hecho?

Mire a Tamlin sin poder creer lo que a hecho, lo que me ha hecho a mi...

Sus ojos duros cual carbon no mostraron arrepentimiento, solo la sed de venganza fría y calculadora.

Mire la daga que sobresalia de mi estomago.

Intente llamar mi poder, la curación, dolía demasiado

Pero no llego.

Por el caldero, un arma asi que inutilizara la magia solo pertenecia a...

--Seras el regalo perfecto para Jurian.

Saco la daga.

Lo mire con una rabia hirviente.

Dos segundos mas tarde, los soldados de Hybern llenaron la sala, me encadenaron sin piedad y me arrastraron, no tenia fuerzas para luchar.

Permiti que me llevaran.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top