CAPITULO 13

SABINA

--cuidate—me pidió Feyre tensa, me dio un abrazo fuerte y se alejo.

A un costado mas cercano Azriel y Rhysand hablaban, por la tensión en la espalda del alto lord supuse que era referente a su misión en tierras humanas.

El plan era sencillo, Azriel me llevaría a una cabaña cerca del bosque por mi seguridad donde solo el tendrá acceso, me entrenara en las mañana y después se iría reunir con sus espías para sonsacar información de las reinas humanas.

Rhysand le juro a Feyre que no estaría expuesta en lo mas mínimo a una amenaza y que estaría protegida.

--eso debería decirte a ti—la mire angustiada—entrar en la corte Verano para robar...

--estare bien, Amren también nos acompaña.

A mire titubeante, pero aun si quisiera ir con ella no podría ayudarla como quisiera, era humana y torpe y no controlaba la magia que aflojaba de mi anterior inmortalidad, de mi piel fae que ya se habia desvanecido hacia tanto.

Debía volverme fuerte, ser útil, lo que sea que pueda aportar para esta guerra.

--se cuidadosa y por favor—la mire a los ojos—si te sobrepasa solo da media vuelta, no le debes nada a estas tierras, tu ya has hecho suficiente.

Feyre sonrio, se inclino y beso mi mejilla como despedida.

Rhysand la transporto de vuelta a la ciudad dejandonos solos...

Que el caldero me salve, no se como sobrevivire estos días sola con Azriel.

Este aun tenia la vista fija en el lugar donde anteriormente estaba Feyre.

--¿ironico no?—le dije, el frio me hizo castañear—deberíamos ser enemigas, por quienes somos.

Y aquí estaba, con el corazon lleno de preocupación por la mortal ahora fae que un día solo irrumpio en mi habitación en la corte, y ahora...

--no es tan extraño—me ofreció su mano, listo para volar—ambas generáis la misma energía, tal vez fue el destino.

Casi me rei.

--no creo en el destino—sus brazos me envolvieron mientras sus alas se desplegaban—tal vez si en las coincidencias.

Y Azriel se elevo por los aire, aun con la ventisca... ya no tenia frio.

(...)

La cabaña resulto ser pequeña pero acogedora, tenia un comedor y dos habitaciones, un baño y una pequeña salita de comedor, para mi sorpresa Rhysand se habia tomado muy enserio mi comodidad, el cuarto destinado para mi estaba lleno de vestidos, trajes de entrenamiento y varios abrigos, uno mas extravagante que el otro.

La cama estaba pulcramente tendida pero solo fue el pequeño frasco en la mesita de noche lo que me descoloco, era una botellita de vidrio con una sustancia verdosa, a su lado habia un mensaje con la letra pulcra y elegante del alto lord.

"solo por si acaso"

Tome la nota con rabia.

Estúpido Lord de pacotilla, espera a que vuelva.

Su sola suposicion me llenaba de nerviosisimo, pensar en esa posibilidad estando solos...

Si, Azriel se me hacia atractivo, posiblemente uno de los mas hermosos que habia visto, ni el mas bello macho en la corte primavera lo igualaba, y su cuerpo... el solo imaginar su cuerpo sin camisa acercarse a mi tacto, sus manos y su textura deslizándose por mi cuerpo, por mis piernas y lentamente subir...

La puerta se abrió de forma abrupta, observe a Azriel con las mejillas sonrojadas, me coloque entre el y la mesita de noche.

--me voy—indico, su mandíbula estaba tensa, como si intentara pelear con una fuerza invisible.

--p-pense que saldrías mañana.

--mis fuentes encontraron localización de las reinas humanas, no voy a esperar.

No espero mas, como si estuviese huyendo dio media vuelta y salió disparado del lugar.

¿tan malo era convivir conmigo en el mismo lugar?

Bufe, esto iba a ser mas complicado de lo que pensé.

(...)

Dormir sola fue el primer reto, estaba acostumbrada a sentir la calidez de Feyre a mi lado, su respiración... y ahora lo único que escuchaba era silencio, y mas aun lo inquietante de la soledad de la cabaña, sin nadie mas, solo yo...

Era inquietante como supe que el ya estaba de vuelta en la madrugada, la paz y tranquilidad que me embargo en el pecho m permitió caer dormida en solo unos segundos, era cierto que los últimos días habia descansado mejor, el soltar todo ese poder el día en que capturaron al Attor mee lleno de serenidad y calma, como si hubiese soltado una carga muy pesada.

A la mañana siguiente me levante temprano, la cocina estaba llena en cada uno de los estantes, habían frascos de condimentos que no conocía, posiblemente de Velaris.

Tome dos huevos y empecé a cocinar, Alis me habia enseñado un poco en los días aburridos de la mansión en la corte primavera, me alegraba poder ser autosuficiente.

Media hora mas tarde Azriel entraba al comedor, su cabello revuelto y la aspereza en su mirada.

Habia sido un día duro al parecer.

--ten—deje un plato frente a el, mientras me sentaba frente suyo.

Aun estaba algo tensa por la situación pero tenia tanta hambre que no me importo compartir mesa con el guerrero Ilyrio

Tome un poco de pan a medio camino a la boca cuando lo note, Azriel no se habia movido, observaba atentamente la comida en el plato, estático.

--¿pasa algo? – probe el hubo para comprobar que no estaba quemado o en mal estado—se que no soy muy buena cocinera...

--no es eso—dijo con rapidez.

--¿entonces porque...?

No me dejo terminar la frase, empezó a comer como si no hubiese un mañana, de cierta forma vrlo degustar asi mi comida me complacia.

Continuamos con el desayuno, Az me informo de lo que habia averiguado incluso que pudo volar cerca del castillo donde estaban las reinas y el como pudo sobrevolar cerca de allí sin ser detectado.

No hubo movimiento y tampoco se pudo acercar mucho, asi que no se avanzo mas allá de eso.

Asi que empezamos mi entrenamiento, fuera de la cabaña, los arboles estaban llenos de nieve y el frio se me calaba por los huesos, no entendía como Azriel vestido de cuero parecía no importarle el clima

--trajiste el sifon—mas que una pregunta parecía una afirmación.

El lugar donde anteriormente estaba la piedra ahora reemplazada por una igual, ¿Qué lo hacia tan poderoso como para tener que utilizar tantas?

--si, ¿primera lección?

Una diminuta sonrisa resalto en su rostro.

Y entonces entendí porque Rhys me advirtió que Amren no era tan mala... Azriel era peor.

(...)

Dos horas mas tardes estaba en el suelo jadeante y con pocas energías para levantarme, los primeros intentos por que Azriel me mostrara como permitir que el cristal del sifon absorviera la magia para después expulsarla, el permitir que saliera fue fácil, el sifon se alimentaba de mi magia sin reclamo el problema fue expulsarla.

El primer intento termino con un árbol destrozado y una caída abrupta que me dejo adolorida.

--es cuestión de practica, lo hiciste bien—me felicito sentándose a mi lado, aunque con solo ver la frescura de su rostro era obvio que no estaba ni la mitad de cansado a como yo estaba.

--si tu lo dices—observe el basto bosque, el como este me recordaba con tanta colocación en donde estábamos, en el sitio donde debía ser mi hogar pero jamás lo seria.

Azriel suspiro, el frio convirtió su aliento en una nubecita de humo.

--¿Cómo es que terminaste al otro lado del muro?

Estaba pensando lo mismo que yo. Lo irónico que era estar justo aquí.

--es una larga historia—sonreí ligeramente recobrando el aliento—mi hermano y yo quedamos huérfanos, sin mas familia que nos acogiera intentaron separarnos, escapamos a los bosques, demasiado cerca del muro cuando un lobo apareció...-- me estremeci ante el recuerdo—nos miro fijamente y cuando me vio a los ojos ataco.

--¿era un inmortal?

Me abrace a mi misma, no solo por el frio.

--un centinela de Tamlin, enviado al otro lado del muro para romper la maldición, me hice muchas preguntas por años, ¿Por qué Talón me ataco? ¿Por qué pude matarlo siendo solo una niña? – me tembló el labio—y ahora... creo que me reconoció, era uno de los mas viejos en la corte primavera, ¿vio la magia de Clythia en mi? ¿Qué vio en mi para lanzarse sin pensarse ante una niña? – no servia de nada divagar, el estaba muerto y no daría la respuesta, tal vez si nos encontráramos en el otro mundo—sobrevivi... pero mi hermano no

Eso era lo doloroso, han pasado tantos años que ya no recuerdo siquiera el rostro de quien fue mi hermano, no me quedaba nada de el para recordarlo, ni siquiera pude describirlo en el momento que Feyre me ofreció pintarlo.

La mandíbula de Az estaba tensa, aun con sus facciones imperturbables.

--por eso terminaste en la corte primavera...

--no siempre fue malo, ¿sabes? Me senti en casa—me rei ligeramente recordando ciertos hechos—Tamlin me dio una casa, me lleno de caprichos, me educo... me dio todo lo que necesitaba.

Y después me desprecio...

Me dolía recordar los viejos tiempos, el pensar que nunca mas volverán.

--que lo recuerdes de ese modo aun con lo que paso...

Su mirada estaba fija en el lugar donde hace unas semanas atrás era visible un golpe, claro, el lo habia adivinado aquel primer encuentro cuando me acorralo en la casa del viento.

--lo entiendo—añadi con rapidez sintiéndome demasiado vulnerable—no debió ser grato para el tenerme después de todo lo que paso en bajo la montaña, no estaba listo y yo no debi quedarme.

Su hermoso rostro al fin dejo entrever una ligera emoción.

--no fue tu culpa.

Me levante del pastal, el frio me entraba por los huesos, no lo mire cuando dije:

--gracias, pero en ocasiones la culpa va ligada a acciones, debi hacer las cosas mejor.

Mis acciones en bajo la montaña, el modo en que actue, en el que movi las piezas del juego nos condenaron, debi encontrar otro modo, algo mejor... debi hacer mas.

Debi clavarle una daga en el corazon a Amarantha cuando pude, cuando estaba confiada a mi lado, pero no lo hice, por miedo, miedo a recordarla, a amarla y después sufrir por haberla asesinado, por matar a la única hermana aun con el monstruo que era... que egoísta habia sido.

La culpa siempre seria mia, y lidiaría con esto si era mi castigo.

Camine a zancadas hacia la cabaña.

(...)

Los primeros días eran monótonos, desayunábamos juntos y después salíamos a entrenar unas horas hasta que yo este molida y no puedo mas Az se marcha sin comer nada mas y vuelve en la madrugada, lo se porque solo en ese momento me permito dormir. Hemo avanzado mucho mas con los sifones, empezaba a encontrar un punto de equilibrio en cuanto expulsar poder se trata.

Hablábamos un poco pero aun asi Azriel seguía sintiéndose distante, habia un muro de cristal que parecía separarnos aun cuando las charlas se extendían mas y mas, cuando el tiempo a su lado se volvía tan llevadero.

Los tiempos libres los pasaba en la habitación leyendo novelas que extrañamente habían aparecido en mi habitación al día siguiente.

Estaba en el pequeño cuarto cuando el sonido de la puerta me alerto, apenas y estaba atardeciendo, el terror aflojo en mi pecho al pensar que alguien pudo entrar.

Sali de la habitación sigilosa hasta ver a Azriel ensangrentado entrando por el umbral, sus alas descansaban en sus hombros pero la tensión en su cuerpo y la dificultad al caminar me alerto.

--por el caldero—murmure caminando hacia el, su mejilla estaba salpicada de rojo.

La manga de su traje de cuero estaba rota, y de su mano fluia el liquido carmesi sin control.

--¿Qué paso?—lo dirigi hacia la silla mas cercana donde se desplomo de forma descuidada.

--un guardia, tuve que encargarme para que no filtrara la información.

Saque de la cocina un trapo de seda húmedo, no me aparto cuando empecé a examinar su brazo, lo que parecía ser una herida de daga sobresalia en el primer pliegue de la mano por encima de las cicatrices.

--no te muevas.

Azriel miro espectante como el colgante azul empezaba a brillar con fuerza, habia estado practicando en las tardes que se ausentaba.

Lentamente la herida empezaba a cerrar, Az levanto la mirada hacia mi, hacia lo que habia hecho, satisfecha note que lo habia impresionado.

--¿Mejor?

El solo asintió, se veía cansado, seguí limpiando su rostro con la toalla, su mirada cancina volvió a mi, en la delicadeza con que lo trataba.

--no te tomes la molestia-- intento quitarme el trapo para limpiarse el.

Lo mire desafiante.

--no soy una dama delicada, no me molesta-- exprese.

No dijo nada, permitió que limpiará su rostro, sus manos destrozadas...

¿Que había Sido tan terrible como para que dejarán estás marcas?

Noto mi angustia porque simplemente hablo, lo dijo sin tapujos.

--naci siendo un bastardo, a los ocho mis hermanastros me prendieron fuego, no tuvieron ninguna piedad, me abandonaron aún cuando el fuego se extendió-- hablo de forma monótona, como recordando algo lejano y sin importancia-- los guerreros de mi padre fueron los únicos que me ayudaron.

-- eras solo un niño...-- susurré

Sentía náuseas, las heridas eran tan brutales que pensar cuánto tuvo que sufrir ante el fuego, cuánto dolor había pasado para que dejarán esas marcas permanentes.

--ya no importa, paso hace mucho.

-- importa si te hizo daño, importa-- exprese.

Dió un respingo, evadió mi mirada solo así, como si temiera encontrar la lastima.

Pero no era eso, sentía rabia, irá desbordada por lo que le habían hecho

Me sorprendi a mi misma esperando que ya estuviesen muertos, que hubiesen sufrido y mucho

--el pasado es pasado.

--el divertido que digas eso-- deje el trapo manchado de sangre al lado de la mesa-- cuando hay tantas incógnitas en el pasado que necesitan salir a la luz.

La tensión en sus alas, el como se movieron ligeramente, estaba cruzando caminos peligrosos

--si no quieres saberlo, no te pueden obligar...

--nadie me obliga a nada, pero quiero ser útil, quiero saber que paso, porque escondí el caldero del rey, porque Jurian tiene que ver en todo esto y porque me mato -- suspiré -- dime, ¿Me conociste? ¿Crees que...?

Se levantó de un salto, las sombras empezaron a ondular a sus costados, la inquietud de ellas me pusieron alerta, todo en la postura del cantor de sombras  Denotaba peligro, cualquier contrincante cercano se abría alejado al instante

--Az...-- no reaccionó ante la forma de ruego en su nombre-- ¿Tu y yo...?

Se giró hacia mi, me quedé sin aire, el fuego en su mirada era retador, potente, sofocante.

Jamás me había sentido tan expuesta ante la mirada de alguien.

El reconocimiento, la sensación de dejavu me envolvió por completo, levanté una mano hacia su rostro escaneando sus facciones, encontrando curvas familiares...

Había algo en ese contacto tan íntimo... Tan único que tranquilizó mi corazón, estaba en paz, tranquila, como si este fuese el momento de confort que necesitaba, no había tensión, no había miedo.

Y entonces, aún con mi mano acariciando su rostro lo pregunté, era una necesidad saberlo

--¿Que eras para mí?

Su anhelo se quebró en mil pedazos, por sus ojos brillo el dolor, un sufrimiento puro y genuino, jamás había visto tanto en solo unas pupilas.

La textura de su mano envolvió la mía aún descansando en su rostro, la bajo con lentitud degustando del tacto, tan lentamente como si temiera soltarme.

Me miró solo una vez y eso me destruyó, me destruyó su dolor, su sufrimiento, su desahogo...
Había tanto pesar en el.

-- deberías descansar, mañana partimos -- me soltó.

Y eso fue todo, el guerrero Ilyrio que se había metido entre mi piel, que me había desarmado solo con su presencia, camino hacia la puerta y se fue.

No volvió hasta la mañana siguiente.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top