Capítulo 4

Capítulo 4

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 Una semana después de lo sucedido con los jóvenes, una dichosa e importantísima misión surgió, necesitando el respaldo de varios vigilantes para poderla llevar a cabo de manera exitosa.

 Mientras Robin y Batman iban por la calle, persiguiendo a unos maleantes menores que los llevarían directo al refugio de los peces gordos, Nightwing avanzaba estratégicamente por encima de los techos, saltando de un tejado a otro con ayuda de sus asombrosas piruetas, mirando todo desde una perspectiva más aérea. Además, también contaban con el apoyo de Batwoman, quien caminaba entre las sombras muy cerca de los villanos, sin que ellos se dieran cuenta.

 La misión, si bien era trascendente, tampoco era muy difícil, a comparación de otras que ya habían pasado y superado con buenos resultados: se trataba de una venta y compra de sustancias ilegales para alterar el agua de la ciudad, así que el plan era entrar, repartir golpes a diestra y siniestra, arrestarlos, confiscar la mercancía y salir victoriosos.

 Y hasta el momento, todo estaba saliendo bien, sin embargo, como siempre, algo se salía de control. Rahil nunca pensó en lo poco racional que podía ser el nuevo petirrojo, de haberlo sabido, se hubiera prestado para acompañarlos y evitar fallas.

 A tan solo segundos de atrapar a los ladrones, Robin saltó del batmóvil y los atacó, alertando a las otras bandas de refuerzos que tenían esperando con francotiradores. Sin esperar una orden de autorización por parte de Batman, la pájara azul brincó de su fortaleza al rescate del compinche, que gruñó al verla aterrizar a su lado.

- ¡Puedo solo!

- ¡No inventes, Robin! ¡son muchos para ti, te van a lastimar!

- Oh, mira nada más lo que veo, ahora parece que te intereso - en un momento donde pegaron espalda con espalda, aprovechó para susurrarle al oído - te enamoraste de mi ¿no es así?

- ¡Bah, que babozadas dices!

- ¡Oh, no lo niegues, linda! - insistió ya en un tono más alto, puesto que algunos tipejos se acercaron y, mientras los combatía con expertos movimientos básicos de un luchador, hablaba con la mayor - si no fuera por eso ¿porque estarías aquí?

 Tras darle una patada a un hombre que planeaba derrumbarla por la espalda, se giró para mirar al adolescente por debajo del antifaz, frunciendo levemente el ceño.

- Te aseguro que tengo mejores razones por la que venir a Gotham, y tu no eres una de ellas, precisamente...

- Lo sigues negando, baby.

- Eres muy pesado ¿sabes? - bromeó la de azul, andando con un discreto pero hipnotizante vaivén de caderas hasta él, apretándole ambas mejillas cuando estuvieron a corta distancia - vamos, que a Batman no le gustan las distracciones.

- Y me lo dices a mi - dijo irónico, separándose un poco del agarre.

- Pero ahora, por favor, no vuelvas a hacer nada de ese estilo. De no haber estado yo aquí, te hubieran pateado el trasero y con ganas...

- ¡Podía yo solo! - discutió nuevamente, agitando los brazos con frustración acumulada.

- Si, si... lo que digas - con un simple gesto de la mano, le quitó importancia al reclamo sin dejar de caminar al lado contrario en que el chico se hallaba.

- ¡Hablo en serio! ¡un día se los demostraré! ¡a ti, a Batman y a todo el mundo!

- Robin - se escuchó desde el transmisor que los vigilantes usaban para comunicarse - haz silencio y sigue a Nightwing, ella te guiará hasta el lugar que le indiqué. De ahora en adelante, deberás obedecerla, ella tiene la batuta.

- Grrrrrg ¡bien! - ladró enfadado el chico maravilla, haciendo un par de acrobacias para montarse en los tejados junto con la mayor, quien lo esperaba con una adorable sonrisa pintada en los labios - ¿que?

- Eres muy tierno.

- ¡Eso no es cierto!

- Lo que digas, Little Robin - bromeó con dulceza mal disimulada, ocasionándole un gran sonrojo al mencionado.

- Cállate ya.

De techo en techo, con asombrosas habilidades de sigilo, corrieron por toda la ciudad hasta adentrarse en uno de los puntos más oscuros de Gotham, un puerto, más específicamente. La azulina se agachó junto a una gárgola que decoraba, indicándole al menor que hiciera lo mismo, quien muy a regañadientes obedeció.

 Un yate estaba aparcado y frente a el estaban dos hombres de muy aspecto conversando. Detrás de ellos, demás personas, que más bien parecían prisioneros, abordaban cientos de cajas al barco, las cuales probablemente contenían la sustancia que buscaban detener.

- Muy bien, Robin, esto es lo que haremos...

- ¿Que no se supone que nos debíamos quedar aquí, esperando a Batman? - cuestionó burlón, sin embargo, en la cabeza de la fémina pareció prenderse un bombillo.

- Batman... - murmuró en voz baja, más para ella que para el otro - no aprobaría que intervengamos sin él ¿cierto?

- Exacto.

- Bien - una sonrisa se asomó en los finos labios - iremos, entonces.

 Sin dar más ordenes, ella saltó a un callejón, saliendo en silencio y adentrándose en la escena escondiéndose tras los objetos que se hallaban allí. Jason sabía el porqué hacía eso, de hecho, si fuera ella, también lo hubiera hecho y peor... ¡Oh, lo que uno hace para darle su merecido al murciélago!

 El joven maravilla no se quedó atrás y fue tras la acróbata, imitando perfectamente sus movimientos para pasar desapercibido entre los chicos malos.

-¿Batwoman? - la pelirroja se quedó callada, aún escondida detrás de una pared realmente alta - Batwoman, contesta.

- Aquí, Batman.

- Reporte.

- ¿Donde se supone que estás? - regañó en un gruñido, observando la paliza que le estaban dando a los traficantes.

- Hubo problemas en la vía. Al parecer, Riddle está ayudando y resguardando este movimiento, todavía no sabemos sus razones, pero pronto las dirá. ¿Que sucede allá? - habló ahora en un tono más bajo.

- Digamos que tus pajaritos rojo y azul están jugando con los criminales - narró, saliendo a la vista cuando Nightwing los terminó de atar en un poste - te hablo luego, ya vamos a la cueva. Batwoman, fuera.

 Kathy se empezó a acercar a los otros vigilantes, sin embargo, tuvo la corazonada de seguir oculta cuando se percató de que ninguno se había dado cuenta de su presencia, y comenzaron a hablar entre murmullos. La cara de la mayor era todo un poema, por otro lado, la del menor lucía más... atractiva.

- ¿Sabes? nunca me había dado cuenta lo bien que te sienta ese traje - alagó Robin, golpeando en la cabeza a uno de los malos que estaba despertando nuevamente, volviéndolo a dejar inconsciente.

- Ya basta, Jay, que si Batman te escucha no le va a gustar - cortó seca, oprimiendo unos botones en su teclado holográfico. Unos segundos después de hablar, le miró por el rabillo del ojo - aunque tengo que admitir que también te ves bien como Robin ¡claro, yo me veía mejor! pero haces un buen trabajo rellenando esos pantalones - le guiñó un ojo.

- Oh, me gustaría verte en estos pantaloncillos - acotó seductoramente, mordiéndose un labio con poco disimulo. Batwoman enarcó una ceja.

- Contrólate.

- Me podría "controlar" - hizo comillas en el aire - pero estoy trabajando contigo; ese simple hecho me enloquece.

- ¿No estas muy pequeño para decir esas cosas? - guardó el teclado y le acarició el cabello al menor con dulzura.

- ¡Tengo quince, maldita sea!

- Y yo veinte. Está muy mal que me digas eso.

- ¡Son solo cinco años!

- Tu estas en secundaria, y yo en la universidad... está muy mal - le levantó el mentón al adolescente, haciendo que quedaran más cerca de lo necesario - eres grandioso, pero no es correcto.

- Haré que sea correcto.

- Je, buena suerte.

 Asqueándose de tanta palabrería, Kate decidió interrumpir y decirles que regresaran a la guarida, mas su cuerpo le dejó de responder y se entumeció cuando fue espectadora de la cosa, por demás, más extraña de esa noche.

 El pequeño hijo de Bruce se lanzó a los labios de la mujer, quien muy lejos de quitarse o reprenderlo, lo recibió colocando sus delgados brazos en los hombros ajenos. Se devoraban como si supieran que debían y no hacer, qué tocar y qué no; se besaban como dos enamorados que pasaron años y años separados y por fin se volvieron a ver.

 Algo dentro de la pelirroja sintió celos; celos de verlos tan apasionados o felices juntos, ya que ella, hasta el momento, continuaba en un dilema amoroso que no sabría si se podía resolver. Simplemente, se dio cuenta de que su persona sobraba en la escena, por lo que giró sobre sus talones y se alejó lo más rápido que pudo.

 Cuando ya estuvo cerca de la central de la ciudad, usó su comunicador.

- Nightwing, Robin ¿me copian?

 Segundos donde no se oyó nada, hasta que le respondieron del otro lado de la linea.

- Batwoman, ambos presentes. Detuvimos a los maleantes, sin embargo, seguimos sin saber qué hacer con el cargamento ¿que sucede?

- Batman nos espera en la cueva.

- ¿Y las drogas? ¿que demonios hacemos con ella? - el chico hizo presencia, mostrando una respiración agitada. De no saber qué había pasado, juraría que el muchacho estaba enojado y trataba de controlar su rabia.

- Ya le comunicaré al murciélago. Les aviso. Batwoman, fuera.

 Rahil miró a su hermanastro al terminar la llamada. Jason le observaba de igual forma, sin saber qué decir para romper el incomodo silencio que se había formado entre ellos.

- Creo que Bruce estará enojado con nosotros por romper sus ordenes - bromeó la fémina, sentándose junto al otro al final del muelle - fue lindo volver hacer este tipo de cosas... con ustedes, quiero decir.

- ¿Extrañas Gotham?

- De vez en cuando; es difícil abandonar toda tu vida y fingir que no la añoras...

- Suele pasar...

- ¿Extrañas vivir en las calles? - cuestionó curiosa por esa afirmación, mas el compinche negó riendo.

- No exactamente. Se podría decir que extraño las aventuras que tenía siendo un mocoso sin responsabilidades... aunque siendo sincero, se parecen bastante a lo que hago ahorita.

- Comprendo.

- ¿Te puedo hacer una pregunta?

- Por supuesto.

- Me dejaste besarte - Grayson se congeló al presentir de qué iba la interrogación - ¿porque? Me dijiste que esto está mal, pero no lo detuviste... ¿porque? ¿te gusto?

- Estás loco, niño - rió, levantándose con un salto y yendo donde los desmayados atados.

- ¡Te gusto, no lo niegues! - gritó.

- ¡Tu tienes un gran orgullo! ¿no te lo han dicho? - gritó de regreso, dejando un eco expandirse por el lugar.

 Todd continuó mirando a la muchacha, que revisaba el amarre de los criminales. Contrajo las piernas y las abrazó, suspirando en el proceso ¿porque era tan difícil que aceptara que no puede vivir sin él, como él sin ella?

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"Si no disfrutan tanto el capítulo como yo escribiéndolo, es su problema".

 Hola ¿como están? Espero que muy bien. Sé que hice cortito este capítulo, pero lo que quería dar a entender era la relación que pueden llegar a tener en el trabajo nocturno.

 Tardé unos días en subirlo, pues quería alargarlo lo más que pudiera. Estoy satisfecha con el resultado ¿y ustedes?

PD: La imagen de multimedia no es de mí pertenencia; muy al contrario, felicito a la chica que hizo el cosplay ¡le quedó genial!

Las amo.

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