Narradora: Sally.

Jamás olvidaré ese día, el día en que, después de muchos meses tratando de llamar la atención de Sonic, encontré una carta en mi casillero. 

"¿𝙽𝚘𝚜 𝚙𝚘𝚍𝚎𝚖𝚘𝚜 𝚟𝚎𝚛 𝚎𝚗 𝚎𝚕 𝚙𝚊𝚝𝚒𝚘 𝚍𝚎𝚕 𝚌𝚎𝚛𝚎𝚣𝚘 𝚑𝚘𝚢 𝚊 𝚕𝚊𝚜 𝟺:𝟹𝟶𝚙𝚖?"

Mi corazón se volvió loco, nunca me había sentido tan emocionada por recibir una carta, las mariposas en mi estómago revoloteaban en todas direcciones, mi imaginación no paraba de hacerme pensar que, todos los esfuerzos que había hecho por gustarle a Sonic al fin serían recompensados. 

Y es que... el sólo pensar en él me volvía loca de amor. 

[...]

Sonia fue la primera en enterarse de mis sentimientos por él, en cierta parte, era su culpa por invitarme a que pasáramos juntas la tarde e hiciéramos las tareas. En aquel entonces, cuando empecé a tratar con Sonic más allá del salón de clases, noté que era un chico animado, solo con verlo sabías que podías confiar en él, además... es un erizo muy apuesto, o, por lo menos para mí lo es, ya que Sonia siempre me ha insistido en que "Los mejores genes de la familia no se los quedó Sonic". 

La reacción de mi mejor amiga al escuchar mi confesión fue... comprensible. Ella obviamente lo conocía y conoce mejor yo, era mucho más consiente de sus defectos, de sus debilidades, de sus carencias; no quería apoyarme, sin embargo, y luego de insistirle en que sería una buena cuñada, pude convencerla para que me ayudase a acercarme a su hermano.

Me mostró álbumes de fotos, me dijo qué comidas le gustaban y cuáles no, sus gustos musicales, e incluso me presentó con Tails, el mejor amigo de Sonic, para que él le hablase bien de mí.

Y luego de muchos esfuerzos, me encontraba ahí, en camino al patio del cerezo, un viernes por la tarde a las 4:30 exactamente.

Sostenía la carta fuertemente en mi mano.

Los latidos de mi corazón sonaban en mi cabeza con una fuerza incalculable.

No estaba segura de qué iba a suceder. Mi mente daba mil vueltas a la situación ¿Y si alguien más había enviado la carta? o peor ¿Y si se habían equivocado y la habían puesto en mi casillero por error? Eran demasiadas posibilidades catastróficas frente a la única posibilidad de que fuese el erizo que hacía florecer en mí tantas emociones.

Cuando finalmente me encontraba bajo la sombra del árbol de cerezo, aclaré un poco mi garganta para avisarle a quien fuese que estuviera detrás del árbol que ya estaba ahí. Era el momento de la verdad.

Lentamente, observé cómo con timidez salió de su escondite, no lo podía creer, después de tanto esperar por saber quién era el emisor de la carta, después de tanto especular, después de tanto revolver mi mente, ahí estaba él, sí, Sonic, tenía un poco agachada su cabeza, sus mejillas un poco enrojecidas, y sostenía una rosa en sus manos. 

Estaba a punto de llorar de alegría.

Tomé un poco de aire y me atreví a hablar. -¿Tú pusiste esta carta en mi casillero?- Mi voz temblaba un poco por los nervios.

-Sí...- Se detiene un segundo. -Bueno, no.- Se tropezaba con sus propias palabras. - Fue Tails quien la dejó ahí, pero yo le pedí que lo hiciera por mí.- Miró hacia un lado.

-Ya veo...- Traté de sonar como si no me imaginase lo que me iba a decir. -Y... ¿Para qué querías verme?- Él dio un salto.

-Sobre eso...- Miró de mí a la rosa en su mano, sonrió un poco. -Verás Sally... Hace un tiempo descubrí que la tierra es plana...- Dijo risueño.

¿Que QUÉ?

De repente, todas la mariposas se cayeron al suelo, mi corazón, que latía ansioso y emocionado, se paró de golpe, toda la música romántica se rebobinó ¡¿Sonic me había citado para hablar de teorías conspirativas?! 

Tenía que responder algo, disimular y tragarme la desilusión. -¿A- Ah sí?- No era buena fingiendo. -¿Porqué dices eso?- Sonic mordió su labio inferior con el afán de ocultar su sonrisa. 

-Es que... Tú, Sally, eres mi mundo entero.- Me entregó la rosa. Yo aún seguía confundida. Hasta que me di cuenta... ¡¿Me llamó plana?!

Pero, más importante... me llamó su mundo, y, a pesar de sentirme confundida, acepté ese extraño cumplido, o, corrigiendo, ese cumplido que sólo podía venir de parte de Sonic.

No estaba segura de qué responder, mi cara estaba roja, de tan nerviosa que estaba me pinché un par de veces con la rosa que me regaló Sonic, todo mi cuerpo se encontraba sin saber qué hacer. Antes de crear algún silencio incómodo, decidí hablar.

-Em... ¿Eso es un cumplido?- Recuerdo que ladeé mi cabeza un poco.

-Bueno, en parte sí.- Pasó una de sus mano por detrás de su cabeza. -Pero ya hablando en serio, Sally, tu eres una chica muy linda, -Intentaba verme a los ojos.- divertida, y... creo... que me gustas.- Tomó mis manos, a su vez yo sostenía la rosa.

Comencé a dudar sobre si me encontraba en un sueño.

Me había imaginado que eso era lo que me quería decir desde que encontré la carta, me ilusioné con ello a niveles fuera de este mundo, sin embargo, escuchar esas palabras salir de su boca en vivo y en directo era mejor que cualquiera de mis pensamientos.

-Sonic... tú también me gustas, y, me gustas mucho.- Sonreí ampliamente, nos abrazamos.

Y en ese momento, todo fue perfecto.

Todo era nuevo y mágico.

Todo era especial.

[...]

Le envié mensajes cuando llegué a casa de mi abuela, no respondió en todo el día. Aunque eso no me sorprende, podría decirse que ya es normal que nos respondamos los mensajes con horas de diferencia.

Aunque antes no era normal...

Me recuesto en mi cama, y, en lugar de sentir el confort que suelo sentir cuando visito a mi querida abuela, esta vez sólo siento tristeza y ganas de llorar. Tomo aire. Miro las paredes, los estantes, las fotografías. Me produce cierta nostalgia ver las muñecas con las que jugaba cuando era una niña pequeña, las muñecas que con mucho amor me confeccionaba mi viejita.

Tomo la que, hace muchos años era mi muñeca favorita, recuerdo todas las veces que jugué con ella y su compañero, porque, en realidad, eran dos muñecas favoritas, una princesa y su príncipe. Lastimosamente perdí el príncipe hace muchos años en el jardín de niños, nunca he estado segura sobre si lo olvidé en algún lado o si me lo robaron; el punto es, que al pesar de varios intentos, mi abuela nunca pudo hacer otro igual, así que, la muñeca de princesa se quedó sola.

No puedo evitar pensar en que, en algún punto nosotros fuimos como mis muñecas, éramos una princesa y un príncipe. De nuevo, las delatadoras lágrimas empiezan a brotar, intento parpadear rápidamente para evitar que salgan más, pero es un esfuerzo inútil.

Recuerdo cómo es que todo comenzó, aquel día en que le dije que no me sentía bien yendo tan rápido, o al menos para mí lo era, que tenía miedo de que algún día todo se nos fuese a escapar de las manos. Tenía miedo de que sus besos y abrazos pasaran a más en cualquier momento.

Por supuesto, él se lo tomó de forma positiva en su momento, no lo vi molesto ni nada por el estilo, sin embargo, con el pasar de las semanas Sonic se distanció de mi al igual que yo de él, seguíamos hablando, pero las palabras de amor que solíamos dedicarnos a diario, al igual que los detalles como las notitas decoradas con un "Te amo" comenzaron a escasear a partir de ahí. 

Y luego, hace un par de meses, en una cita Sonic quiso retomar nuestra relación tal y como la llevábamos al inicio;  siempre me pregunto si mi reacción fue la correcta, quiero decir, lo abofetee y salí corriendo porque fue lo único en lo que pensé cuando me lo propuso. Cuando intento comprender al Sonic de aquel entonces, incluso llego a pensar en que tenía razón, ya habían pasado varios meses desde decidimos ir más despacio y hasta cierto punto era justo para ambos avanzar en nuestra relación. 

Es irónico, pues fue ese motivo el que  hizo que nos estancásemos más en la monotonía. Puesto que yo no acepté para nada, nos separamos aún más, terminamos de romper la ilusión de que era divertido estar juntos para transformarlo en algo desagradable que sólo hacíamos por compromiso con los que creían que sí nos adorábamos mutuamente.

Siendo completamente honesta, creo que, hasta el día de hoy sigo peleando conmigo misma sobre si de verdad quiero seguir con esto, en parte, porque no puedo evitar se me siga pareciendo tan apuesto y gentil con todos como cuando lo conocí; y, por otro lado, hay una pequeña gran voz en mi conciencia que me dice que lo mejor es dejar de aferrarme a mi fantasía de que él es mi príncipe azul, que debo soltarlo para ser realmente feliz, que, el hecho de que me guste su forma de ser no quiere decir que sea el amor de mi vida. 

Y soy consiente de que, en parte tiene razón. ¿Cuánto he cambiado en estos últimos meses a causa de esta situación? Papá lo mencionó hace unas semanas "Te noto desanimada, Sall". 

Suspiro. Recuerdo la playlist que hice con canciones que me recodaban a él, la primera canción es "Ai Kotoba" (Palabras de amor) ¿Y cuál es la última que guardé? "Just be friends" (Sólo amigos).

Saco un pañuelo y limpio mis lágrimas y ni nariz, ya parezco Rodolfo el reno. Miro nuevamente la muñeca y lloro aún más cuando me doy cuenta de que, de la forma más tonta posible, yo...

También perdí mi príncipe. 

Pero yo sí lo dejé olvidado en alguna parte.

Y encima luego de todo esto sigo intentando aparentar que todo está bien, incluso frente a mi mejor amiga. Recuerdo la escena de ayer, Sonic intentó hablar conmigo en son de paz y yo armé un drama sin sentido. Yo quise armar un drama frente a todos para echarle la culpa de algo que en realidad fue mi error.

No logro comprender qué rayos es lo que busco con todo esto. Me siento terrible. Soy terrible. Yo eché todo a perder, yo soy la responsable de no parar esta bola de nieve que sólo lo está dañando, ya no puedo más con la culpa.

Porque también sé que él sufre, que él también se siente incómodo con todo esto, que él sabe que esto no va ningún sitio desde hace mucho tiempo. Y que por culpa de mi cobardía sólo estoy encerrándonos a los dos en un espacio en el que, ni nos queremos, ni nos damos la oportunidad de estar con alguien más. 

Y así, aún con lágrimas en mis ojos, con la muñeca en una mano y la caja de pañuelos en la otra, decido soltarlo, a Sonic, a nuestro marchito amor, a mi torpe ilusión. Decido soltarlo todo.

Busco con gran afán mi celular, le rezo a Chaos para que Sonic se encuentre en línea y que me quiera responder. Entro a nuestro chat y noto que no ha visto los mensajes que le envié. Vuelvo a pensar en si debería decirle todo lo que siento, comienzo a escribir. 

"Sonic, yo... no encuentro otra manera de decirte esto ahora, pero, ya no lo soporto, a pesar de los buenos ratos y de las risas, no creo ser la persona indicada para ti."

Pienso en escribir más pero las palabras dejan de fluir así que borro el mensaje, en su lugar, solo escribo.

Sally.

Sonic...

Creo que tenemos que hablar.

Al inicio pienso que no me responderá, sin embargo, me sorprende respondiendo casi al instante.

Sonic.

Qué bueno que hayas llegado bien.

Estaba en casa de Tails, por eso no te respondí.

¿De qué quieres hablar?

Sally.

Es complicado hablarlo por mensaje...

¿Podríamos salir el próximo fin de semana a caminar o algo así?

Sonic.

Sí. Después de todo, yo también quería hablar algo contigo.

Sally.

Perfecto. ¿Puedes el sábado a la tarde?

Sonic.

No, sólo la mañana.

Sally. 

En la mañana entonces.

Sonic.

Sí...

Oye, tengo tarea que hacer, pasa buenas noches.

Sally.

Gracias. 

Igualmente.

Ahora sí, me dispongo a desahogarme toda la noche imaginando lo que podría suceder el próximo sábado.

Continuará...

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No podemos odiar a Sally por tener miedo y no saber qué hacer. (╯︵╰,)

Con este capítulo quiero dejar claro que Sally NO es una insensible como podría parecer en capítulos anteriores. Ella también tenía un trocito de historia que contar.

Por cierto, los invito a que voten, chingada madre, que yo veo que leen y no votan eh (Los amo). También síganme en Twitter (GeniusitaP), que si veo apoyo puede que empiece a dar avances por ahí (Si llegan, avisen que vienen de Wattpad).

Les dejo links a las canciones que menciona Sally por si les interesa.

Ai kotoba / DECO*27 ft.Hatsune Miku   ♡'･ᴗ･'♡

https://youtu.be/HZgwaDr_UK4

Just be friends / Dixie Flatline ft.Megurine Luka   (╥_╥)

https://youtu.be/wZfFJDL0dbM

Aguante VOCALOID ( ' ω ')

Bueno emm... ¡Hasta la próxima!