Secreto.
Era el jueves de su segunda semana de clases, las enseñanzas regulares ya habían dado inicio, al lo largo de esos cuatro días conocieron a varios de sus maestros, llevaban unas cuantas tareas para desarrollar en casa y todos comenzaban a tomar el ritmo de las clases. Ya era mediodía, y faltaban unos minutos para que la campana los dejase ir a almorzar, nuestra querida Amy se encontraba callada en su pupitre resolviendo unos ejercicios de inglés en su libro, el profesor les había dado los últimos minutos libres para que aprovecharan a avanzar en la tarea o descansar si deseaban, eso sí, bajo la condición de no hacer mucho ruido.
-Psst, Amy...- La voz susurrante de Blaze la llamaba.
-¿Qué sucede?- Respondió con su voz baja.
-No hace falta que comas con nosotros todos los días, si quieres ir a almorzar con Sally, Miles y Sonic puedes hacerlo, no te preocupes por mí...-
Ya había ido a comer con sus otros compañeros un par de veces, aunque el que Blaze hiciese mención directa de eso era atípico en ella, sin embargo no le puso mucho cuidado y asintió.
El profesor miró la hora en su celular, hizo un anuncio.
-Muy bien chicos y chicas, sé que todavía no ha sonado la campana pero los maestros tenemos una reunión para evaluar qué tal estuvo la primera semana de clase.- Explicó despreocupado. -¿Quién es el o la delegada?- Preguntó.
Miles levantó la mano. -Soy yo, profesor.- Respondió demostrando un poco de nervios.
-Okey, Mr. Prower, lo más probable es que la reunión se extienda un poco, asegúrese de que todo esté en orden mientras los profesores estamos en reunión.-
-Entendido Señor.-
-Quiero que todos colaboren con su delegado para mantener el orden en aula, obedezcan y pórtense bien, Right?.-
-Right.- Contestaron en coro los alumnos. El profesor se retiró. Un par de minutos después sonó la campana.
Salieron pues, Sonic, Sally, Tails, Sonia y Amy, se dirigían a la cafetería a almorzar, a pesar de que Amy llevaba consigo su almuerzo hecho en casa, igual quiso hacerle compañía a los chicos.
Se la pasaron muy animados mientras comían, en especial Amy y Sally, al fin habían conocido al alguien con quien podían compartir su gusto musical.
-Es que no miento Amy, mi concierto favorito es "Futuro mágico 2017" es que te lo juro, todo en ese concierto es simplemente perfecto...- Fangirleaba Sally.
-No te lo puedo criticar, Sally; pero déjame decirte que por bueno que sea el de 2017, el concierto que mejor introducción tiene en el de 2016.-
Realmente llevaban una charla bastante amena, por su parte Sonia jugaba al "Happy birds" en su celular, Sonic y Tails tenían su propia charla casual, hasta que Sonic le hizo señales a Tails para que viese detrás de él.
-Sonic de verdad no te entiendo, ¿Por qué quieres que-. -El zorrito no terminó su frase, en cambio una cara de sorpresa se apoderó de él. -Hola Cosmo.-
-Hola Tails, disculpa que te moleste mientras estás almorzando, sólo quería que me aclarases una duda.- Enunció dulcemente la chica de verde
-Claro, dime.-
-El lunes en la reunión no me quedó muy claro si el reporte de las actividades por mes será por sección, o sea, primero A uno y primero B otro, o si entre ambas secciones tenemos que colaborar.-
-Ah, con respecto a eso, dijeron que esperásemos al que el consejo estudiantil tomara la decisión, supongo que nos dirán entre mañana y el lunes.- Respondió el de las dos colas mientras desviaba un poco su vista,
-Ya veo... Muchas gracias Tails. -Sonrió y se fue.
Tails sentía como de a poco su mezcla de nervios e incomodidad se desvanecía permitiéndole inhalar profundamente y exhalar sus tensiones; hasta que se percató de la potente mirada de su amigo.
-Supongo que quieres una explicación...- Le dijo al azul al ver su mirada pícara. -Resulta que ella es la delegada de su clase, no tenía ni la más remota idea hasta que la vi en la reunión del lunes.-
-No me digas, qué casualidad.- Decía con una más que gentil, aterradora sonrisa.
-Sí... La verdad es que me sorprendió mucho, bueno, supongo que no lo concideré cuando acepté el cargo.- Dio un trago a su refresco y vio su relog, casi ahogandose al descubrir que faltaba poco para que tueviran que entrar al salón, como delegado no podía darse el lujo de llegar unos minutos después.
-Lo siento Sonic, ya voy al salón, dentro de nada van a tocar la campana y es mejor que vaya a ver si todo está en orden por allá.- Se retiró.
-Amy, Sally.- Llamó, ellas lo vieron con intriga, no se habían enterado de lo ocurrido. -Misión cumplida.- Sonrió ampliamente mientras hacía un gesto de amor y paz con su mano, las chicas imitaron su acción, de repente, Amy lo vio atentamente, exceptuando cuando la había llamado Amalia en lugar de Amy, le había parecido un buen chico, un poco rebelde pero bueno en el fondo, él se veía muy bien cuando sonreía.
Sus pensamientos se vieron interrumpidos por la campana, los chicos se dirigieron rápidamente al salón de clases, Miles se encontraba al frente de la clase guardando el orden, Amy esperaba ver a Blaze sentada en su lugar ya que ella comía su almuerzo en el salón, extrañamente, ella no se encontraba ahí, la buscó con su mirada pero no estaba en el aula, era muy extraño, decidió acercarse a Miles para comentarle la situación.
-Miles, tenemos un problema.- Esas cuatro palabras borraron la cara de tranquilidad del de ojos celestes.
-¿Qué sucede?- La vio tratando de no verse muy afectado.
-Blaze no está, ella come acá, no puede ser que llegue tarde a clase, tu sabes cuán responsable es.- Comentó con expresión preocupada.
-Ya veo, tenemos unos minutos antes de que los maestros salgan de la reunión, ve a buscarla, iría yo pero tengo que quedarme a cuidar acá, no te preocupes por el tiempo, si viene el profesor y no has regresado le diré que estás herida y que Blaze te llevó a la enfermería.- Explicó su idea.
-Entiendo, pero espera... ¿Vas a mentir por mí?- Amy lo vio con extrañeza.
-Sólo porque eres mi amiga, y sólo por esta vez.- Guiñó su ojo.
Amy asintió, estaba preocupada por Blaze, corrió por los pasillos buscando algún indicio de su presencia, la buscó en los baños, fue a la enfermería pero la gata no se encontraba ahí, por muy improbable que pareciera también buscó en la cafetería, obviamente no estaba.
Cada vez se quedaba con menos opciones, y con menos tiempo, Miles le dijo que no se preocupara por eso, pero ¿Y si Blaze estaba herida y al borde de la muerte sin nadie a su lado? De sólo pensarlo se sentía mal, hasta que se le ocurrió una idea, regresó al segundo piso, pero no a su salón, sino al salón de al lado, el objetivo ya no era Blaze, estaba segura de que si alguien debía saber algo ese era Silver, se asomó por la ventana con un poco de incomodidad, no vio al plateado, ni ella ni él estaban en donde deberían estar, subió al tercer piso, no tenía opción, buscaría en la azotea.
Según prestó atención en la semana de ambientación, la azotea está prohibida, más que todo para evitar posibles accidentes desafortunados, pero era una opción que le quedaba y debía de buscarla ahí.
Estaba frente a esa puerta prohibida, normalmente estaba totalmente cerrada, pero en esta ocasión esta se encontraba entre abierta gracias a una piedra que hacía de cuña. La abrió lentamente, estaba tan cansada que ya no tenía aliento ni para gritar el nombre de su compañera. Caminó por el lugar, no había rastro de ella, o almenos no hasta que se asomó a una pared y la vio no sólo a ella, sino también al erizo que se hacía llamar su mejor amigo; en una escena de lo más tierna del mundo, una escena que, descartaba la posibilidad de que ellos fueran sólamente mejores amigos.
Contuvo el aliento, no podía creer lo que sus globos oculares estaban divisando; se encontraban sentados ahí en el suelo, abrazados, pero no de cualquier manera, o por lo menos no una que fuese normal entre amigos, Blaze se acurrucaba en el pecho de Silver de tal manera que parecía que descansaba plácidamente con sus ojos cerrados, mientras el albino le proporcionaba dulces besos en la frente, algo que jamás hubiese esperado ver, aunque comparado con lo que harían a continuación, eso no era mucho, Amy vio cómo Silver tomaba delicadamente la mano de Blaze y la acariciaba, la felina levantó el rostro para encontrase con el del erizo, ambos cerraron sus ojos y lentamente unieron sus bocas en un tierno beso lleno de amor.
Amy se escondió con la cara totalmente roja, no entendía qué estaba sucediendo; sólo tenía una cosa clara, debía pensar en lo que iba a hacer, no podía simplemente llegar e interrumpirlos, no podía dejar que supieran que ella estaba ahí, y aunque consiguiera regresarlos a la realidad, se sentiría muy mal por hacerlo, pero recordó en dónde y cuándo estaba, Miles le encomendó encontrar a Blaze, ya lo había hecho, y de seguro algún compañero de Silver lo estaría buscando.
Se estaba quemando las neuronas, no tenía idea de qué hacer, hasta que una idea fugaz cruzó su mente, ya tenía un poco de aliento, por lo menos lo suficiente para gritar el nombre de su amiga desde la entrada de la azotea, tomo aire y lo decidió, no quería hacerlo realmente, pero no tenía opción. Se paró en la entrada y gritó el nombre de la felina mientras rogaba para que esta la escuchase, dio unos cuantos pasos y volvió a gritar, de pronto escuchó la voz de su amiga llamarla.
-¿Amy?- Preguntó tranquila.
Amy se sonrojó al recordar la escena de hacía unos instantes, pero tenía que hablar y hacer como si no hubiese visto nada a pesar de sus nervios. -¡Blaze!- corrió hacia ella. -Te he estado buscando como loca por toda la escuela, ¿Qué estás haciendo acá?.-
-Yo... Suelo venir acá a pensar, me gusta mucho la vista, ¿Porqué me buscabas?- Preguntó confundida.
-¿Es que no escuchaste el timbre? Las clases comenzaron hace veinte minutos.-
La gata abrió los ojos grandemente y un ligero rubor se hizo presente en sus mejillas. Era obvio que de tan concentrados que estaban, ni siquiera habían escuchado la campana.
-N- No te preocupes por la excusa, Miles me dijo que mentiría diciendo que estábamos en la enfermería, tenemos que irnos, Blaze.- Comenzó a halarla del brazo mientras caminaban rumbo al salón, cuando entraron de nuevo a los pasillos Amy decidió ignorar la piedra que mantenía la puerta abierta, después de todo, era consciente de que el erizo blanco todavía se encontraba ahí, y no quería dejarlo atrapado.
Finalmente llegaron al alula, Miles seguía al frente de sus compañeros, aparentemente la reunión se había extendido más de lo esperado, el zorro al ver a las chicas soltó un notorio suspiro de alivio. Amy se acercó a explicar.
-Lo siento, pero no escuchó la campana.- Excusó con una sonrisa cansada. -Gracias por dejarme ir a buscarla, Miles.-
-De nada... Oh, por cierto, Amy, ya no eres solo mi compañera, llámame Tails.- Los ojos de Amy se iluminaron de alegría al escuchar esas palabras, era su primer amigo oficial.
-Está bien, Tails.- Sonrió y fue a su lugar a esperar a que llegase el profesor con que tuviesen la clase.
Trataba de despejar su mente, pero no podía evitar sentir la mirada de Blaze sobre ella, de seguro estaba teorizando sobre lo que Amy pudo y no pudo hacer visto, Blaze habló.
-Amy, sobre lo de ahora... no le cuentes a nadie que me encontraste ahí, no quisiera ganarme un castigo.- Sonrió nerviosa.
-No te preocupes, haré como sino hubiese pasado nada.- Respondió la rosada.
[...]
La última hora de clase al fin había finalizado, en esta ocasión a Amy le correspondía ayudar con el aseo del salón, Blaze decidió esperarla y le pidió a Silver que se adelantara.
La eriza rosa se puso en situación, después del incidente de ahora le tocaría caminar a solas con Blaze, quien seguramente trataría de averiguar si vio algo, si ella se enteraba de que Amy los encontró a ambos besándose en la azotea de seguro iba a matarla; bueno, tal vez exageraba, no iba a matarla en el acto, de seguro le daría una semana para dejar todo organizado para su funeral.
A pesar de hacer todo lo posible para permanecer en el salón de clases la mayor cantidad de tiempo, el momento de regresar a casa había llegado.
Ambas caminaban por las calles residenciales, como no iban con Silver, tuvieron que ajustar un poco su ruta, es por eso que se encontraron con unas máquinas expendedoras.
-Mira Amy.- Señaló las máquinas. -¿No quieres una bebida? -
-Sí...- Asintió con un poco de nervios, no era tonta, sabía que esa sería la oportunidad que Blaze usaría para interrogarla.
Compraron una bebida cada una. Amy dio un sorbo a la suya. -Ah... cómo se nota que ya necesitaba un descanso.-
-Sí... yo también.- La de color lila contempló su bebida. -Amy... sobre lo de hoy en la azotea.- Amy la miró. -No creas que voy ahí a menudo, es... sólo por días especiales...- Comentó seriamente a pesar del casi imperceptible tinte en su rostro.
-Descuida, almenos para la próxima ocasión ya sé dónde encontrarlos.- Sonrió mientras se regañaba en su mente ¡¿"Encontrarlos"?! Era "encontrarte", Blaze la miró de repente, un sudor frío se apoderó de ella.
-Amy...- Pronunció seriamente mientras observaba fijamente los temblorosos ojos de la eriza. -¿Qué viste en la azotea?. - Su voz firme hacían que Amy sintiese más miedo y nervios.
-Yo...- Ya no tenía salida, lo mejor era decirle la verdad. -Te encontré a tí y a Silver en... en...- Suspiró derrotada a la no encontrar manera de expresarse.- Bueno, ya sabes.- El recordar el tierno momento la hacía sonrojarse.
La felina cerró sus ojos con resignación y suspiró, ya no tenía nada que ocultar, lo sospechó desde un inicio, o mejor dicho, desde que no cerró la puerta al salir de la azotea. Trató de controlar su vergüenza, para así, confesar.
-Amy... no quiero que pienses cosas raras sobre nosotros, te lo explicaré todo con una sola condición, y esa es que guardes el secreto, ¿Podrás?.- Amy respondió de manera afirmativa. -Bien, Siver y yo... Estamos juntos desde hace mucho, cuando empezamos la relación acordamos que no demostraríamos nada en público...- Hizo un pausa. -No creas que es por algo malo, es que sólo que...- Sonrió un poco. -No nos hacía falta decírselo al mundo, no queríamos ser como esas relaciones que se toman de la mano en público y hacen sentir incómodos al resto, nosotros sólo... Nos necesitábamos el uno al otro, es por eso que somos "mejores amigos"... aunque si te digo la verdad, creo que él es mi mejor amigo, así como yo su mejor amiga, ¿Así debería de ser, no? Que la persona que...- Paró para pensar mejor la expresión. -Quieres... Sea tu mejor amigo. - Terminó.
-Eso... Es muy hermoso; jamás pensé ustedes dos se quisieran así... En especial por cómo eres con los demás, no me malinterpretes, me caes bien, pero por cómo te llevas con Sonic cualquiera diría que eres fría.- Sonrió.
-Sí... Me lo dicen más seguido de lo que quisiera.- Ambas rieron. -Debes mantener esto en total secreto, le diré a Silver que sabes, pero ni aún cuando estemos los tres sólos lo menciones, sería incómodo.-
-Lo prometo.- Alzó su dedo meñique. Blaze entendió y así hicieron su promesa.
-Será un secreto, secreto de amigas.-
Amy se sorprendió, la chica fría con la que pensó que jamás podría establecer una amistad firme la había llamado amiga.
[...]
Ya tenía oficialmente dos amigos, y si en la cuenta metía a Silver, eran tres, no eran sus conocidos, no eran sus compañeros, eran amigos. Se lo contó a Cream, ella se alegró por Amy, de a poco ambas estaban aprendiendo a sobrevivir en la escuela la una sin la otra, de alguna manera, eso era bueno.
Continuará...
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Amo el Silvaze, ¿Ya se dieron cuenta, no? XD
La pregunta de la semana es... ¿Les gusta el Silvaze? Los estaré leyendo.
Bueno emmm... ¡Hasta la próxima!
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