Ah sí, tener una relación sana está sobrevalorado.

-¡Ya te lo había dicho! No puedo ir contigo el domingo, iré a visitar a mi abuela todo el fin de semana.- Vociferó la chica de ojos azules mientras que el erizo la perseguía por el pasillo.

-¡¿Disculpa?! Me gustaría saber el momento exacto en el que lo dijiste porque no recuerdo que me hayas dicho eso.- Llamaba la atención de todos aquellos que se encontraban en el pasillo.

-Existe algo llamado atención, si me pusieras un poco de ella talvez recordarías cuándo lo dije.- Entro al salón de clases.

-Sally, vuelve aquí.- Toma su mano y baja su tono de voz. - Sí recuerdo que dijiste que no estabas segura sobre si podrías ir, pero no me lo confirmaste, por eso compré los boletos.- 

-Pero yo sí te confirmé que no podría ir. Te mandé un audio.- Dice mientras saca su celular y abre la media muerta conversación con su novio, revisa entre los mensajes, pero no encuentra lo que busca.

-¿No está, verdad?- Toma ambas de sus manos. -Parece que se te olvidó enviarme el audio.-

-Ay no... Sonic, lo lamento.- Posa su frente en el pecho del erizo, este la abraza suavemente. -Estaba tan segura de que sí te había dicho, que preferí enfadarme contigo y montar todo este drama antes de creerte. De verdad, perdón.-

-No pasa nada, Sally. Sé que has estado estresada con lo de tu abuela y las tareas, yo debería de disculparme, yo quería presionarte a que sacaras tiempo para mí, cuando, tendría que apoyarte antes que otra cosa. - Se separa de ella. - ¿Volvemos con los chicos, los dejamos a medio almuerzo.- 

Sally asiente y ambos regresan por los pasillos hasta la cafetería como si nada hubiese ocurrido. Como si fuesen una pareja totalmente distinta. 

Mientras, Amy intentaba procesar lo que acababa de presenciar. No entendía cómo podían ser tan distintos de un momento al otro, no entendía la necesidad de armar tal escena frente a todo el mundo, no entendía cómo funcionaban ellos como pareja. Volteó a ver a sus amigos, Silver y Blaze, quienes seguían comiendo con normalidad. La gata, al percatarse de la mirada de su amiga, soltó un suspiro y habló.

-¿Qué? ¿Nunca los habías visto pelear?-

-No es eso, es que... fue raro.- Dice la eriza con desconcierto.

-Y esto es sólo la punta del iceberg...- Advierte la felina. 


[...]

Siendo ya el sábado de esa semana, el erizo despertó temprano, le daba pereza moverse e incluso abrir los ojos; se suponía que ese día iba a salir con su novia al cine. Pero no podía por que ella se fue a visitar a su abuela.

Aunque tampoco estaba seguro sobre si ella seguía siendo su novia realmente.

Era complicado encontrar el punto donde todo pasó de ser luz y amor, a una rutina que se esforzaba por parecer la pareja perfecta ante todos, pero que tristemente estaba hueca. Cuando menos acordó, los mensajes, tanto de Sally como de él, tardaban horas e incluso días en ser respondidos, hasta el punto en el que, ambos sabían que estaban mintiendo cuando decían que "estaban ocupados". Ni hablar de los mimos y las pequeñas muestras de cariño, ¿Cuánto tiempo llevaban sin besarse? Se sentían como si llevaran una relación a distancia, siendo incluso compañeros de clase. 

Ese era otro punto que le producía un poco de tristeza, siempre estaban juntos en la escuela, pero no es como que hablaran mucho entre sí, solían estar callados en las clases, en los descansos ambos preferían hablar con otros compañeros antes que entre ellos; y en los almuerzos, que se sentasen en la misma mesa no quería decir que fuesen a hablar realmente, y si lo hacían, lo más seguro es que acabasen con alguna pequeña discrepancia.

Desafortunadamente, ninguno hacía mención sobre esas cosas. Y era comprensible, ya que, realmente sería incómodo hablar de eso; pero tampoco ninguno se esforzaba por intentar mejorar la relación. 

Era mucho más fácil seguir fingiendo que todo estaba bien, frente a todos, y frente a ellos mismos.

Suspiró, se levantó y medio ordenó sus sábanas. Salió silenciosamente de la habitación, pues, no quería despertar a su hermano Manic. Se lavó la cara, fue a la cocina, ahí se encontraba su madre alistando su comida para poder irse al trabajo.

Ella era maestra de música, trabajaba de lunes a sábado todo el día para poder cubrir la mayor cantidad de gastos posibles y darles lo mejor que podía a sus hijos, ella daba lo mejor de sí. 

-Buenos días ma, ¿No vas un poco atrasada? Ya son las 7:13.- Indicó.

-Buenos días. Ya sé que voy tarde pero es que me atrasé dejando algo avanzado para el almuerzo, así Sonia no se queja tanto.- Respondió presurosa.

-Déjalo así, no se va a morir por cocinar un poco más, vete ya.- Le dijo mientras alejaba las manos la mayor de los utensilios de cocina.

-Está bien, ya me voy.- Tomo rápidamente sus cosas y se dirigió a la puerta, sin embargo, regresó a la cocina para dejarle indicaciones a su hijo mayor. -En las noticias dijeron que hoy iba a llover, pongan la ropa a lavar y tiendan temprano, no se les olvide que esta semana a Manic le toca limpiar el baño y sacar la basura, recuérdaselo.-

-Anotado, ¿Algo más?- 

-Denle señales de vida a su papá. - Con, eso dicho, se retiró. 

Esa última petición era recurrente en ella, a pesar de que ya no estuvieran justos, ella nunca le impidió a su ex marido ver y hablar con sus hijos, pues era consiente de que ellos no eran los culpables de que su separación; además, era consiente del amor que sus hijos le tenían a su papá. 

Sin su mamá en casa, se sirvió un taza de café y encendió el televisor, luego tomó su celular con la intención de desearle un buen viaje a Sally; cosa que prefirió no hacer. Le envió un mensaje a Tails.

Sonic.

Buenos días, señor delegado.

Ocupo ayuda con química :]

Tails.

Ya te dije que no me digas delegado :)

Puedes venir hoy en la tarde, a partir de las tres.

Sonic

Oki Doki :D

Luego de que durante la mañana él y sus hermanos trabajasen en los deberes del hogar, a pesar de las quejas, a pesar de que era fin de semana y que los tres preferían descansar, hacían sus labores con tal de ver a su progenitora feliz cuando está regresara a casa.

Cuando ya fue la hora, Sonic se duchó, se vistió a manera de no parecer un vagabundo y se disponía a salir a ver a Talis, pero antes de salir de casa revisó su celular, tenía dos mensajes de Sally, los leyó desde la pestaña de notificaciones para no tener que conectarse y responder, luego de ello, guardó su celular y salió con su cuaderno.

Y, aunque llevaba su cuaderno de química, lo más seguro es que iba a recibir una clase de orientación para la vida por parte de Tails.

Continuará...
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Ya sé, me quieren matar.

Y los entiendo.

Sólo, espero aprender a balancear el tiempo que paso escribiendo con el que paso haciendo otras cosas. Y si quieren ver qué idioteces hago y digo casi a diario los invito a pasar por mi Twitter @GeniusitaP, por ahí me pueden recodar que debo parar de morir aquí.

Ahora la pregunta de esta ocasión ¿Con cuántos cuchillos vendrán a mi casa a matarme por no actualizar? Espero que ninguno ;-;

Bueno emmm... ¡Hasta la próxima!

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