16; ¿Sentimientos?

Las cosas no deberían ser distintas, pero para Min Yoongi lo eran, no podía evitar que al momento de permanecer con los ojos cerrados, mirase una y otra vez aquella escena, Minho sonriéndole a alguien más, él sintiendo el dolor en su pecho y sus lagrimas resbalando por sus mejillas, pero esas imágenes se iban casi por completo y eran reemplazadas por Park Jimin... justo en el momento en que se interpone para que dejase de mirar, justo en su pequeña discusión, le había pedido con todas sus ganas que le dejase solo, pero no lo hizo, y no estaba seguro de querer agradecerle ese hecho, porque ahora mismo se sentía extraño.

Yoongi no podía comprender del todo lo que le pasaba, pero estaba seguro de que esto no era nada bueno, porque ahora de sólo pensar en Park Jimin, aquel alfa gruñón que lo había obligado a salir con él solamente para que Minho no se le acercará, ahora solamente tener el nombre en sus pensamientos, lo hacía sentir calor en sus mejillas, hacía que su corazón diera un vuelco en alegría, e inclusive hacía que su animal interno moviera la cola en alegría.

—¡No! —dijo con fastidio mientras cerraba sus ojos con fuerza—. ¿Qué me pasa? No debería seguir pensando en ese tonto...

—¿De qué tonto estás hablando, omega llorón? —Yoongi dio un pequeño salto al escuchar esa voz, se giro de inmediato para encarar a ese alfa, Jimin mantenía sus brazos cruzados por sobre su fornido pecho, y elevaba una ceja mientras lo miraba como preguntándose que demonios le pasaba.

Maldición. Ahora que lo miraba... Yoongi definitivamente no se sentía nada bien.

—N-nadie —dijo el omega y estaba maldiciendo una y otra vez a la estúpida e intensa mirada del alfa que parecía no querer despegarse de él—, ¿n-necesitabas algo?

Jimin entrecerró sus ojos al escuchar esas palabras, algo no estaba bien, y tenía que averiguarlo, porque Min Yoongi estaba raro, desde hace un par de días que lo está, después de lo que había pasado entre ambos, ese omega lo evita un poco, se trata de esconder inútilmente detrás de su amigo Jungkook, también lo ha visto ir corriendo a la cafetería para comprar su almuerzo e irse de nuevo corriendo a un lugar que al parecer era un escondite, también estaba el hecho de que ahora trataba de ocultar su aroma lo más que podía con neutralizadores, y además estaba ese pequeño hecho de verlo a los ojos y apartar la mirada en cuanto sabía que lo estaba mirando directamente a los ojos, como ahora lo hacía.

—Mírame cuando te hablo, omega —Yoongi apretó sus labios con fuerza ante ese mandato—, ¿qué te pasa? Te has comportado de lo más raro en estos días, aunque siempre te has comportado extraño.

—¿A qué viene eso? —y Jimin había olvidado ese otro detalle, el omega se sonrojaba a más no poder ahora, como en ese preciso momento, lo había mirado a los ojos, pero el sonrojo en su rostro era tan notorio, el rostro de Yoongi ardía en vergüenza—. ¡No soy raro!

—Lo eres —Jimin soltó un largo suspiro—, escucha, lo que paso hace poco... —Yoongi trago saliva con pesadez, ¿por qué demonios le tenía que recordar la mayor vergüenza de toda su vida? Y espera sea la última—, ya paso, y si estas pensando en seguir hablando con Minho, será mejor que lo olvides, ahora estás conmigo.

—No estaba pensando en hablarle —Jimin sonrió ladino, y sin querer había provocado que en el omega incrementarán los latidos de su corazón, ¿acaso Jimin quería provocarle un infarto? El omega no supo que decir, porque ahora parecía que Jimin era ese príncipe encantador que tanto estaba buscando y que visualizo por mucho tiempo en Minho.

—Eso es bueno, omega llorón —Jimin dejo de cruzar los brazos sobre su pecho—, estás progresando —y quizás el encanto se termino un poco, porque Park Jimin coloco su mano izquierda sobre la cabeza del omega para después revolver sus cabellos con algo de fuerza.

—¡Ya, Park! Duele —dijo el omega sacudiéndose un poco y alejándose del alfa un par de pasos, Jimin soltó una suave risa ante esas palabras.

—Sigue así, mientras más dejes de tener esa ferviente necesidad de ir corriendo como perro hambriento tras Minho, mejor para tu probre corazón —Yoongi frunció el ceño.

—¿Qué clase de comparación es esa?

—Es sólo una comparación —Jimin se encogió de hombros sin mucho interés—, no olvides que nos iremos juntos después de clases.

Yoongi frunció el ceño no comprendiendo la razón por la que Jimin decía eso.

—¿A dónde se supone que me llevarás?

—Tendremos una cita —las facciones del omega se relajaron levemente, pero por dentro sentía que pronto iba a explotar.

Una cita...

¡Una jodida cita! ¿En qué demonios estaba pensando Park Jimin? ¿Ambos en una cita? Era como hacer que el imponente y destructivo Godzilla, tuviera una cita con una frágil y delicada mariposa, ¡un completo desastre! No quería imaginar lo que pasaría en esa dichosa cita, aunque Yoongi ya podía ver todo hecho un desastre, terminaría siendo regañado por ese alfa gruñón, quien no estaría para nada de humor en todo momento y seguramente se la pasaría lanzando sus blasfemias a cualquier persona, le diría todo el tiempo lo enano y llorón que es y lo terminará haciendo enojar y discutirán para que después el alfa se quede con la última palabra y él se quede en silencio llorando internamente por la mala suerte que tiene.

¡No quiere pasar por todo eso!

—¿N-no crees que sería mejor dejar esa c-cita para después? —Yoongi estaba asustado, puede que ahora vea a Jimin como un alfa atractivo y con sentimientos puros muy en sus adentros, pero sigue siendo un chico que no sabe como tratar con delicadeza a un omega como él, no quiere llorar de nuevo.

—He dicho que saldremos y punto —Yoongi sentía que iba a llorar de la impotencia que estaba sintiendo por querer gritarle a ese alfa que se fuera a donde nadie más lo viera en la vida—, te gustará, iremos a comer y quizás al cine si te portas bien.

—¿Si me porto bien?

—Ajá —Jimin sonrió con diversión—, si no estás de llorón como de costumbre, consideraré en llevarte a ver una película, cariño.

—¿C-cariño? —y de nuevo las mejillas del omega comenzaron a adquirir un color rojizo, el alfa dejo de sonreír y Yoongi simplemente aparto la mirada.

Jimin necesitaba descubrir algo, porque ese omega estaba actuando demasiado extraño, esos sonrojos, esa timidez tan repentina, sólo le estaban indicando una cosa, y quería ver si sus sospechas eran ciertas y si lo eran, era un problema.

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