*vulnerabilidad ante ti.

Advertencia: Capítulo sensible.

∆=Escena con Eduardo. 

Gracias por su atención...

¢¢¢¢¢¢¢¢¢¢¢¢¢¢¢¢¢¢¢¢¢×¢¢¢¢¢¢¢¢¢¢¢¢¢¢¢¢¢¢¢

Observó en silencio para después sonreír, sosteniendo su mejilla adolorida. Sus pupilas contraídas se movían al compás de su agitada respiración, acompañada de lágrimas cristalinas. La sonrisa no era del todo voluntario. Pero ya no podía controlar sus propias expresiones.

No tuvo de otra, arregló su prenda y forzó su mejor sonrisa, una sonrisa que toda dama tiene que tener.

¿Verdad...?

•°•°•°•°•°•°•°©•°•°•°•°•°•°•°•©•°•°•°•°•°•°•°•°

Sin importar el que, lo sujetó y lo estampó contra la pared, provocando que el hombre grite de dolor. Acto que provocó la atención de los demás, alertados(no todos) de que le sucediese algo a su amigo. La chica sabía que si seguía sujetándolo de esa forma seguirá gritando y llamando la atención, por lo que no tuvo de otra que colocar el filo de la navaja en su cuello. Trayendo consigo un quejido de sorpresa por el hombre.

La puerta se abrió de golpe, revelando a 3 personas, quienes al ver a la chica se quedaron como roca, no solo de la impresión sino también por el filo que habitaba en el cuello de su amigo.

Ella los observó con detenimiento, cada integrantes era igual a su mundo con la diferencia de que tienen 'aspectos' distintos. Suspiró y empujó no tan fuerte a la dirección de los contrarios, el chico al aterrizar fue recibido por sus compañeros.

"¿Q-Quién eres, y qué h-haces aquí?." Preguntó primero el de sudadera azul brillante, escondiendo a una chica de sudadera gris casi blanco detrás de él. La original captó al instante de quien se trataba.

"...Soy ____, ahora, ¿el por qué estoy aquí?, eso no les incumbe. No es que me vaya a quedar." Pausó estoica y monótona. "Aparte de que la otra versión de Edd me observa mal."

El que se suponía que era el Edd brillante, tenía un intenso olor a alcohol que provocaba que los que integraban en el ático arruguen la nariz, excepto la antedicha quien capaz, lo soportaba.

Chasqueó la lengua notoriamente exasperado. "¿Esperas un cartel de bienvenida o qué?, no tengo porq--"

"Te tranquilizas, ¿ok?. Por lo menos un mínimo de respeto no vendría mal." Interfirió sin abandonar sus expresiones. Acción que de alguna forma lo hacía sentir provocado. "Y si te pones a juzgarme sin ni siquiera ver lo primordial, ¿quién demonios te crees?."

El alcohólico apretó sus dientes con fuerza, así como sus puños.

"H-hum, disculpen, p-por favor no peleen..." Una voz tímida y angelical fue suficiente para que la atmósfera tensa se pause y dar paso a un ambiente empático. La dueña se trataba de una ____ que apuntaba directamente a lo tímido, sus ojos amanecer eran más brillantes de lo normal, su cabello estaba bien peinado y a diferencia de la original, su atuendo era de tonos claros. Al ver que todos la veían(y la penetrante mirada de su contra parte) se achicó. "E-eh, si su a-actitud te hizo querer h-hacer eso, p-perdónalo. É-él...--"

Con la yema de su dedo guardó el filo causando que provoque un ruido filoso o cortante, poniendo la piel de gallina a los otros.

Su naturaleza estoica y magistral, incitaba a los otros a descubrir más de ella. "No te preocupes, no puedo quedarme después de todo, pero eres muy amable. Welp." Lentamente se dirigió al espejo, y se preparó para entrar. "Adió--"

"¡Espera!." Alzó la voz, apresurada. Sintiendo como unos pares de ojos curiosos la observaban por tal comportamiento. "¿H-hay más de nosotros?." Incluso si era la contra parte más adorable con l que se topó, no haría excepciones.

"Lo siento, pero no puedo contestar eso. Por mientras, guarden en un lugar seguro este espejo, no cualquiera lo podría tener..."

Y con eso aclarado, volvió a su mundo.

Dejando a los espectadores intrigados.

...

. . .

°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°

Sin dejar de estirar su manga, exclamó. "¡Por favor!, eres la mayor y tienes autoridad, ¡vamos juntos!."

La castaña suspiró cayendo débilmente en el insistir del contrario.

"Z#######, sabes que estoy ocupada...¿Olvidas lo que pasó la última vez que ella se enteró?." Habló sin dejar de barrer, sabía que comenzaba a caer en la tentación, sería divertido pero traerá una consecuencia.

"Por favor....apenas puedo pasar contigo, aunque sea por nuestra última vez, acompañame y no te arrepentirás..." Ni tan frío ni tan cálido logró exclamar, gran parte era cierto...pero la niña no quería tener que lidiar con nuevas marcas.

Se arrepentirá, pero su único amigo se irá, no volverá y esta será la última oportunidad de que pasen juntos.

Pensó mucho, y lo decidió. "Yo...iré a pedir permiso, no te vayas sin mí...."

El de cabello azabache rió por aquello, dedicando después una sonrisa de perlas. "Nunca me iré sin ti...incluso si hay distancia entre nosotros, ____."

Ella sonrió débil y lentamente, fue a cumplir su palabra.

Sabiendo que cargará con más dolor, pero que lo valdrá...

•  •  •

Aquello pensamientos solo provocaba daño psicológico, la pregunta incesante que torturaba a su mente era, ¿por qué se presentan ahora?, ¿y justo cuando experimentaba después de tanto tiempo, la felicidad?. Lo poco que estaba a su alcance era colocar sus manos en su cabeza en un intento de callar las cuestiones, pero ni eso funcionaba, sus cansados ojos miraban frenéticamente en todos los lados para librarse de los puntos negros que la recordaban su estado de debilidad, y que decir de su respiración cuan asmática se volvía en segundos dolorosos. Necesitaba aire, necesitaba calmarse. Sus labios temblorosos intentaron decir algo, pero sus cuerdas vocales quedaron en acuerdo para no soltar ningún ruido. Sin que se diera cuenta, cayó de rodillas impotente, con un corazón que tomaba el trabajo de martillo ruidoso. No había nada que hacer, si realizaba alguna acción como dirigirse al patio, la verán y cuestionarán su intranquilo aspecto.

Mantuvo silencio.

. . .

                 ¡Toc~

                          toc~!

"¡____!, ¿estas ahí?. Escuché un ruido y me preocupe, si estas, por lo menos dejame verte." Una voz de tono preocupado dijo desde la otra parte, el dueño de la voz se trataba de Edd.

. . .

"¿____...?," pegó su oreja y captó ya respiración intranquila. "Voy a en--"

Alertada, se forzó a sí misma. "¡NO!, e-eh, ahora no es un buen momento..." Por tal brusca acción, su garganta agonizó. Alzó sus labios para hablar. "Me caí, es todo pero ya me recuperé..."

"...Dejame entrar."

"Edd, ahora tengo poca ropa..." Mentía, pero valdrá. "¿O tanto deseas verme~?." Intentó burlarse, encubriendo su estado actual, sintiendo todavía aumentar su dolor, inexplicable.

El de verde quedó en silencio por un minuto, "B-bien, vendré a verte después." Avisó y se retiró.

Una vez que verificó que el chico cola se alejó, en silencio, se arrastró hasta el escritorio mientras sentía la presión del aire aplastándola, recogió su navaja.

Y cayó, 

     entregándose a la oscuridad...

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Edd intuía en el fondo, que algo realmente serio estaba sucediendo, pero no sabía el qué. Aparte de que cada segundo, la sensación se volvía más inquietante, como si el aire lo castigará por no realizar ese acto. Suspiró para luego colocarse recto y mover sus dedos sin precisión alguna. Hasta que el chirrido de la puerta lo sacó inmediatamente de todo pensamiento, quitando todo rastro de preocupación y dar lugar al alivio. ____ entró con su caracterizada sonrisa estoica, trayendo consigo dos latas/refrescos de Cola.

"Hey, chico cola, ¿por qué tan serio?."Al pronunciarlos de forma tan tranquila, yendo a su dirección y entregar el refresco frío.

Edd lentamente sonrió, y aceptó el refresco. "Hey, ____. No es nada, estaba pensando, pero ya se me pasó." Dijo casual mientras abrió su refresco, y guastoso lo bebió. "Y...¿qué hay del otro?."

"Este es mío, tonto. Sé que adoras la Cola, pero yo también quiero así que te aguantas."

Avergonzado, apartó la vista. "¡N-No!, ¡y-yo no tengo n-ningún problema en c-comprtir contigo, e-en serio!."Tartamudeó nervioso, sintiendo más vergüenza al ver como ella se burlaba de él.

"Tranquilo, ahora, cambiando de tema. ¿Querías decirme algo?." Aun sonriendo, presentía que las cosas no concordaban aquí, tal vez se vea calmada y con su típica sonrisa, pero sus ojos cansados pedían de forma desgarradora ayuda. Lastimosamente, esa última parte no lograba captar el de sudadera verde.

Incapaz de percibir lo intangible, dio dichosa sonrisa. "Solo quería confirmar que te encuentres bien, pues Matt vino corriendo al explicarnos tu situación. Pero verte intacta, manifiesta que estas bien." Dijo aliviado, dejando ceder a sus manos a la comodidad de la cama.

Ella asintió sin más, y hermética se retiró. Dejándolo en incógnita absoluta, pero involuntario.

Sus globos oculares viajaron reflexionantes en dirección del frío refresco burbujeante, lo miró sin saber que hacer aun si los minutos avanzaban. Tarde o temprano, se verá obligado a inspeccionar la caja negra que escondía tan hermético ____.

Mientras la menor no se encontrara en la casa, tendrá que atender aquel asunto. Sin contener su intriga, decidió revisar por los alrededores y fijarse si su presencia merodeaba. Seguro de que no paseaba cerca, fue directo a su cuarto a por dicha caja, recordando su escondite lo sacó silencioso y se deshizo de la tapa, al ver el contenido hizo contacto con este y observó detalladamente las cartas, fotos y unas llaves de aspecto antiguo. Uno a uno, esparció y observó, todas las cartas de alguna forma delicadas eran destinadas a nombre: Mamá, Sebastian y Z#######(las letras estaban ilegibles y borrosas). Una foto cayó en sus manos como pluma, la hizo planchar/enderezar y miró el contenido.

Este trataba de un niño y una niña, la niña se notaba de que se trataba de ____, pero el niño no le era conocido. Edd inspeccionó serio más de cerca, el niño tenía un cabello brillante color azabache desordenado y unos penetrantes ojos ónix semejante a la intensa noche. El simple echo de no saber quién era y por qué se veían tan felices juntos, provocaba que nuevas incógnitas circularan una tras otra en su preocupada cabeza. Un intenso escalofrío hizo darse cuenta del pecado cometido, sin más, guardó apresurado las cosas y lo devolvió a su sitio original. Seguido, salió del melancólico y nostálgico cuarto. El extraño impulso de no proseguí con su búsqueda lo hizo cuestionarse de la dicha sensación que experimentó, la voz preocupada ante lo que observó de su subconsciente lo martillaba de dudas y miedos, enterándose que aquella chica tenía que dar explicaciones lo cual provocaría que la baja se sienta traicionada con que haya cotilleado en sus asuntos privados. Y eso llegaría a ser impredecible...

•••∆•••∆•••∆•••∆•••∆•••∆•••∆•••

Era gracioso, la gran diferencia entre sus manos, la de ella era pequeña y suave como almohada mientras la de él, era grande y duramente áspera. Por alguna extraña razón, sentir su mano era como caer dormido, pero si no la soltaba, seguirá siendo raro. Carraspeó y continuó mirando la gran pantalla. La menor sentada de forma cómoda, cotilleó con su mano la bolsa de palomitas y agarró una porción duradera. Acción vigilada por él.

"¿Estas seguro de que podré ir sin que me vean?, sospecharan de cosas indebidas." Susurró sin dejar de masticar y sin despegar su vista en la pantalla.

Si miran desde su ángulo y el de él, es decir, de ambos mandos, hay gran porcentaje de concluyan lo que no es. Pero todo estaba planeado, si los cálculos no fallan, sus amigos saldrán(vaya coincidencia). Por lo que áspero junto su fuerte acento dijo: "No lo sabrán, eso sí, deberás de realizar algo por si las moscas." 

La susodicha se silenció, se recostó y volvió su atención ante la gran pantalla. 

No transcurrió demasiado como para que la película concluyera, y ambos se dirigieran camino al hogar del español, cosa que no tomó mucho. ____ al confirmar que todo esté aislado, así como el de camisa verde oscuro, Eduardo la dejó pasar mientras ella aceptó dócil. El nombrado la guió al ático, lugar donde se la pasarían realizando cuadros y alguna que otra clase para la menor.

--En otra parte.--

Cansado del silencio, levantó la vista al intelectual, ofreciendo una sonrisa de repente. Causando desconcierto al rubio. Sin contenerse más, exclamó;

"Oye, Mark. ¿A dónde vas todas las tardes?, acaso...¡¿encontraste a una chica?!. ¡Y sí f--!"

El jersey lila pálido al escuchar aquellas palabras salir sintió nerviosismo, ocultándola bien y sin descomponer su compostura lo calló de golpe, frustrado en el fondo por meterse de esa forma en sus cosas. "¿Qué te hace pensar dichas ridiculeces?, solo voy a leer, no seas idiota." Carente de emociones habló, trayendo decepción impensable al castaño claro que segundos más tarde, bajó la cabeza un minuto, aun levantándola luego. 

Algo no estaba claro, por ende, preguntó inconscientemente. "¿Entonces quién se encontraba contigo en el parque?, no podía ver con exactitud su rostro, además de que no quería interrumpirlos." 

Eso ya lo consideró como signo de alerta, al parecer va a tener que reunirse en el hogar de los libros(biblioteca). "Mira, Jon," Dijo fríamente enviando escalofríos al bajo. "No quiero que te metas en mi vida personal, por lo tanto, alejate." El de camisa azul al escuchar su amenaza, asintió tembloroso y sin dilación, prosiguieron con escasas palabras.

--Con Eduardo y ____.--

Incapaz de concluir su risa al querer la disposición del aire lo espujó, pero falló inútilmente, pues solo provocó que el robusto la acorralara y la torturaba más. Intentó otra vez, mas el español la tomó de la muñeca y la puso encima de la cabeza, mientras su otra mano jugueteaba con su estómago ganándose más risas necesitadas.

"¡B-basta!, ¡jaja, n-no--jaja!, ¡p-par-ra jaja!." Intentó hablar, no sabía cuanto más iba a aguantar sentir sus ásperos dedos jugar en su suave piel. El castaño oscuro rió grave, disfrutando tenerla en su poder. Hasta que finalmente decidió perdonarla, haciendo que ____ respire agitada y se quede acostada en el piso, donde fue torturada.

Sin borrar su sonrisa engreída, se dejó caer en el suelo, riendo de su estado. "La próxima no vayas a echar de nuevo la pintura, o serás castigada." 

La de gris sin poder expresarse por su falta de aire, levantó perezosa el pulgar como señal de aprobación. Para después darle un débil golpe en su torso, trayendo más motivo para burlarse de ella. Al estar más relajada estiró la mano y así, Eduardo la estirase para que pueda sentarse adecuadamente, trayéndola a su lado. 

"Bien~, no volverá a suceder." Pausó y sacó su celular para volver a la realidad. "De todas formas... Ya no te molestaré, tengo que volver." Dijo levantándose, sacudiéndose y dar una mano al español, quien al escuchar sus palabras suspiró y tomó su mano.

No queriendo que termine, volvió a su carácter de siempre. "Aún así, gracias por venir. Ven, irás desde la ventana para que no te vean salir por mi casa." Dijo serio, y la guió hasta su habitación para que pueda salir, como lo suele hacer. "Adiós, enana. Recuerda portarte bien."

            (∆•••∆•••∆)

La baja giró los ojos, para luego, ágilmente saltar en ventana a ventana y aterrizar en la suya, la abrió y se adentró. Lafayette, al percatarse de su dueña, corrió y la saludó con un humilde maullido.

Ella sonrió estoica y acarició a su amiga felina, realizado eso, se dirigió a la cocina notando la falta de almas que deberían estar rondando, sin contar al gato gris atigrado. Suspirando, se echó en el rojo sofá. Hace tiempo que no experimentaba la tranquilidad...¿por qué no ahora?.

Aunque eso no signifique que no se preocupe por la ubicación y estado de los antedichos.

Sin dilación, encendió la televisión en busca de algo entretenido, aun que una idea fugaz corrió en su mente, vería lo más visto por personas como ella, las mismísimas películas de terror. Ansiosa ubicó en el canal que necesitaría, hasta que un portazo fue la aguja de su burbuja, sintiendo un gusto amargo de que la hayan irrumpido, se giró brusca y feroz. Encontrándose con sus queridos amigos, los tres al visualizarla, se dirigieron hacia ella para después asustados pararon(excepto Matt) de golpe al ver su 'feliz' rostro.

"¡____!." Exclamó el narcisista feliz para luego abrazarla y seguido, tener que alzarla para esto. "¡Es una lastima que no hayas estado antes!, fuimos en el mar porque enc--"

"Muy bien, gracias." Dijo fríamente con desgana, ganando una mirada de pura confusión de parte de el de ojos azules y no tuvo de otra que bajarla. "Estoy feliz de que no hayan muerto, ahora, si me disculpan, voy a estar con; la televisión, mi gata y yo." Dicho eso, se acostó en el sofá. Edd frunció el ceño y sin aguantarse, fue tras ella y la abrazó.

Demasiado abrazos para ____, roja por la desventaja de su altura, intentó salir de sus brazos, mientras el líder la acercaba más y con cariño. De fondo, se escuchó la risa de Matt así como la grave risa del bajista.

La castaña estaba atrapada en sus brazos. "¡Edd, sueltame, o te las verás conmigo!." Amenazó, mas fue en vano. Pues era mentira, y el mayor lo sabía, por lo que la alzó por los aires juguetón. "¡N-nooo!." Su orgullo, fue bateado...

Edd rió simpático con sus mejillas regordetas de tanto reír. "¡No te soltaré, latita de cola~!."

"¡'•JODEEER•'!." Tras estos, el narcisista y el bajista se sujetaban sus estómagos, rojos de reír. Como el día se acababa, tenían que ir a sus respectivas habitaciones...

*********†***********†**********†*******

Había esta escuchando su nombre alrededor de cinco veces, pero no iba a abandonar la santa calidez con la que era abrazada y sin mencionar el dolor de cabeza. Edd, cansado de tener que volver a pronunciarla, fue directo a su cuarto, para abrir las cortinas y dar la bienvenida a los rayos del sol. Aunque ella no pensaba lo mismo, sujetó su manta y la subió por encima de su cabeza celebrando victoria en silencio, victoria que duró solo cinco segundos al captar como Edd quitó al portador de la calidez. Al sentir el frío chocar con su cálida piel, se retorció no solo por eso sino también por la chocante luz.

"Ay nooo, odio la luz..." Habló cansada, mientras vaga intentaba cubrirse con sus manos, con extraño dolor punzante.

El de verde al presenciar su actitud, la sacudió. "Vamos, latita de cola, tienes que levantarte." Dijo suave para intentar convencerla, pero al ver como se encontraba más pálida de lo normal, se desconcertó. "¿____...?."

"Tengo... Frío..." Desesperada, arrancó de su manta de las manos del mayor, colocándose de nuevo y dejar de temblar. Edd más confundido, lentamente acercó su mano en su frente e intentar confirmar sus dudas. Siendo confirmas al instante al sentir como este se encontraba caliente más de lo inusual, se apartó y suspiró.

"____, vuelvo enseguida traeré el termómetro, no te muevas." Dijo y fue al baño, a por el botiquín donde guardaban todo tipo de material de emergencia(Remedios, vendaje, inyección, etc). Al poco ratal volvió para tomarle la temperatura. Donde luego de realizar aquello, su temperatura llegaba alrededor del 38,1C°, signo que señalaba a cuidado. Por lo que tuvo que mojar un paño/trapo y colocarlo encima de su frente. Suspirando. "Lo siento, ____. Debí venir a ver como estabas..."

Lo miró lentamente, cansada. "Mhe...no importa." Dijo monótona y vulnerable.

"¡Sí importa!" protestó de repente ante tales palabras, "si no venías era porque algo sucedía, no puede ser que se me haya escapado eso..." Pausó decepcionado de sí mismo y prosiguió. "¿Cómo es que te entró esto así como si nada?, el clima esta adecuado como para que te encuentres con la temperatura alta..."

____, silenciosa, cerró los ojos, notoriamente cansada. Sabiendo que fue lo que provocó el aumento de su temperatura, entregándose al cuidado del castaño preocupado. Por supuesto, el amante de cola tendría que quedar a cuidarla, la pobre posiblemente se sienta incapaz o indispuesta. 

Unos pasos fuertes se oyeron, dirigiéndose a la habitación de la susodicha, abriendo la puerta lentamente, el de azul abrió sin esfuerzo la puerta, curioso y levemente preocupado. Confirmando la mitad de sus dudas al ver al mayor frunciendo el ceño de preocupación.

Levantó una ceja y miró desconcertado. "¿Qué sucede con ella, Edd?." Preguntó acercándose más para inspeccionar.

"Se despertó con la temperatura alta, por lo que me quedaré a cuidarla, antes de que se ponga peor..." Dijo suave, sin dejar el paño, y con la mirada puesta en ella.

Tom no dijo nada y la observó, identificando al instante con solo mirarla, su dolor silencioso. Suspiró algo agotado y afectado. "¿Necesitas que le traiga el desayuno?."

"Por favor."

"Ya vuelvo..." Dijo y se retiró, algo apresurado, poniéndose en el lugar de la menor. Escasos segundos después regresó con un plato de tostadas y una taza de café con leche, osea, algo sencillo. Entregando así a la afectada.

Ella dio un 'gracias' bajo y comenzó a comer, hambrienta. El bajista soltó una leve risa por presenciar su comportamiento.

Edd, el resto del día se quedó asistiendo a la latina, aveces, Matt venían para entretenerla y charlar, así como Tom, quien tocaba a Susan mientras su amiga daba su criterio o simplemente, charlaban graciosos. 

Hacían todo tipo de actividad para animarla, pues cada ves que entraban a su habitación, sentían algún aura melancólico por más de que la dueña mostrara lo contrario. El de verde notó que su antes caliente temperatura dejaba de insistir, para dar lugar al recuperamiento de la nombrada, dejándola descansar.

Al día siguiente, Tom despertó primero y decidió ir a ver el cuarto de ____, al no verla ahí aparte de Edd quien sí dormía en un costado de la cama, fue a la cocina al escuchar ruidos, donde ella se encontraba ahí, intentando alcanzar el tarro de galletas que se encontraba en el fondo de una de las encimeras. Su concentración no duró mucho al escuchar como el de cabello de púas reía de su situación.

Ella gruñó y dejó de intentar estirar sus cansados dedos de tanto intentar. "Tch, ¿quieres dejar de mirar?, me molesta." Dijo sacando aire a dura apenas, seguido, Tom soltó un bufido burlón al ver que la chica acudía a la silla. "¿No tienes nada mejor que hacer, más que burlarte?."

"¡Ja!, sabes te ayudaré, empiezas a darme pena." Habló con su grave voz sin quitar lo burlón, se acercó.

"No necesito t--¡eh!." Calló abruptamente al sentir como el británico la agarraba desde su cinturacintura, alzándola y así pueda cumplir lo suyo. ____ gruñó y acercó sus manos al tarro, para enseguida ser alejada de este y escuchar la malvada risa del británico. "¡Caraj*, Tom, no hagas eso o mi puño impactará en tu ort--!"

"¡Tranquila, jaja!." Dijo entre risas. Con el ceño fruncido, sujetó finalmente el tarro de galletas, para luego ser bajada por el de azul. "Ja, ____, tienes que comer bien o no crecerás." Cada frase que salía de su boca la cual retenía sus impulsos de lanzar una carcajada, era un boleta para ser mandado al infierno por la mujer que tenía en frente, y posiblemente, también ir sin sus órganos reproductivos...

Hasta que una mano impactó en su mentón, rozando también su barba afeitada(que parecían puntitos y daba cosquilla al tocarlo) para después ser apretada y obligarlo a mirar a una dirección, cruzando sus ojos negros como el vacío con ojos atardecer determinados.

Se veía tan calmada, demasiado para su gusto. "Tom~, ¿aprecias tu vida?." Habló sin emoción alguna, con una sonrisa colgada en sus labios rojizos.

El de azul podía jurar como una fuerza incomprendible lo quemaba vivo, lentamente, asintió en silencio sin saber cómo defenderse. La castaña demostró una sonrisa de dientes, dando dominio ante tal situación en un parpadeo.

Sin explicación, sus facciones cambiaron a una más pacífica y liberó al bajista de su agarre.

"Por cierto, me hace gracia tu barba, je~."

Y lo dejó solo, quien perdido, la siguió con la mirada.

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Ese mismo día luego de almorzar, fue al parque en busca de la madre de la relajación y la ausencia del sonido exceptuando, la de la naturaleza. Sentada bajo un árbol de lapachos. A lo lejos, pudo identificar una cabellera algo larga y bien peinada, el encantador; Patryk.

Entusiasmada y humorística lo saludó con la mano, haciendo que este venga a su dirección. "¡Patryk!, ¡qué sorpresa verte!, ¿cómo te trata la vida?." Exclamó sonriendo estoica. El castaño oscuro correspondió el gesto, con el viento cuan envidioso, movía de forma ondeada su cabello.

"Pues estoy bien, la verdad. Las cosas van bien en el ejército, eso explica porque estoy algo relajado. Gracias por preguntar..." Dijo ladeando su comisura, pausando por un segundo, la miró algo incógnito. "Por cierto...Paul me dijo que te tiraste sorpresivamente encima de él, ¿cómo justificas eso?." Esta vez, dijo algo severo, pero dudoso.

Ella sin deformar, contestó. "Sobre Paul, cuando lo veas, dile que lo siento. Pero pensé que un extraño, irrumpió en nuestro hogar en plena madrugada..." Con la verdad habló, Patryk, notando la honestidad en sus palabras, asintió. Y sin demostrar la vergüenza que lo consumía, se rascó la nuca sin 'perder' su imagen.

"Lo siento por eso. Gracias por decírmelo." Disculpándose por la acción de su compañero, dio a flote algo de vergüenza. "En fin, tengo que irme. Adiós, ____." Dijo ya calmado, alejándose después de ella.

"Oye, Patryk."

Confundido, se volteó al escuchar su nombre. "¿Huh?."

"Me gusta tu estilo." Dijo estoica, señalando su ropa que ahora portaba dicho hombre.

Patryk rió entre dientes, al apreciar la atención de ____ hacia su estilo contemporáneo, la cual él vestía. Luego de eso, se dispuso a irse.

(∆∆∆)

Al ver que Patryk no se encontraba más en su campo de visión, cerró los ojos, dejando que el viento golpee su rostro. En total armonía.

"¿Quién era él?." Una voz áspera y grave habló fríamente, rompiendo la paz de la antedicha al oírlo tan severo. 

Sin inmutarse dio aliento. "Un conocido. ¿Cuánto llevas ahí?." Dijo calmada, y abrió un ojo, observando así la carencia de expresión que presenciaba del español. 

"Acabo de llegar." Dijo sin borrar su fría expresión, amenazante se acercó y se sentó junto a ella. Silencioso. Descansando sus codos en sus rodillas.

Ambos quedaron en silencio alrededor de dos minutos, escuchando sus respiraciones que obedecían al compás de las hojas en movimiento. Inesperadamente, el español al ver los  rebeldes mechones de la chica, cuidadoso los orientó por detrás de su oreja, admirando sus intrigantes ventanales de su alma. Para darse cuenta luego, lo que había hecho. 

Rápidamente, apartó nervioso sus oscuros ojos. "¡Ejem!," aclaró la garganta, "tu cabello se desordenó un p-poco, así que lo ordené..." Dijo sin atreverse a mirarla, sintiendo como una gota de sudor bajaba en su mentón y su corazón bombardeaba como martillo.

____ tenía una mirada perdida por lo que él hizo, inexperta, apartó la mirada al cielo. "No importa..."

De nuevo, quedaron en silencio. ____ dejo sus dedos explorar por el brillante césped, Eduardo por mera curiosidad, observó su pequeña mano, deteniendo sus impulsos de querer acariciarlos. Mas, acercó su mano, a unos centímetros para que se rosen.

Suspiró por lo que iba a ser. "...¿Por qué sigues conmigo, ____?." Preguntó escondiéndose, por más de que sus ojos demostraban poder, había pizcas de tristeza infinita. Cuan duro lucía él, más infeliz era.

Ella lo observó, intentando identificar lo que mataba su esperanza, aunque no encontró el que, sonrió, dando a conocer en esa sonrisa varios sentimientos que al presenciarlos, llorarías. Eduardo la miró al realizar aquello, con sus penetrantes ojos inquietantes. 

Ella rió débil. "¿P-preguntas e-en serio?," tembló, tapando su rostro ahora adolorido procurando tapar sus rebeldes lágrimas. Lágrimas que pincharon en el corazón al español. "Y-yo...r-realmente, te considero un a-amigo. Y-y si dudas de m-mí...Te dejaré s-si quieres." Su sonrisa temblante, que no podía continuar su oración, fue suficiente. Una mano pesada se enlazó con la suya acariciándola. La castaña levantó la mirada confusa, cruzándose con la mirada de el de verde, quien miraba piadoso, pues ver a una mujer llorar rompía su alma. Su fuerte pulgar acarició suavemente su mano pequeña, disfrutando el calor que ofrecía, curioso la dejó ahí.

Suspiró, ladeando una pequeña pero tierna y significativa sonrisa, mirando y sintiéndose identificado con sus cansados ojos así como las de él. "L-lo siento, ____. E-en serio, perdón..."

Incluso si ya se disculpó, se sentía apenado. ____ sonrió sin borrar del todo su expresión dolorosa, le permitió que haga contacto. Fugaz y consolada por sus palabras arrepentidas, lo observó. Sin necesidad de palabras, expresó su agradecimiento, para ser correspondida al instante por él. Mientras Eduardo susurró un bajo y audible 'Gracias...' más tranquilo por estar en presencia ante la comprensión en persona.

                           *******∆*******∆********

"Ja~, ____, ¡tu cabello es muy suave~!." Dijo sin dejar de juguetear sus largos dedos en la cabellera de la chica. "¡Me encaaanta!."

Ella hizo de sus labios una línea recta, y descansó sus codos en su rodilla. Mientras el alto aprovechaba de la diferencia de altura alegremente, sin discernir el verdadero humor de esta.

El de sudadera azul gruñó enojado, y el de verde cada vez se sentía incómodo. Tom, sin dejar de mover su pie impaciente, explotó. "¡Joder, Matt!. ¡Si vas a estar aquí por lo menos CALLATE, o deja en PAZ a ____!." Dijo escupiendo con veneno en sus palabras, harto. No era el único, Edd también lo estaba pero lo contenía y no lo mostraba.

El de ojos azules vivaces se encogió al escuchar su tono, especialmente, en las palabras resaltadas. Haciéndose bolita rápidamente de lado de la menor. Edd respiró lentamente, con un tic, en busca de la calma. Hasta realizar una media sonrisa.

"Puf, legalmente, no podemos estar en paz ningún '•put#•' minuto." Habló la baja, con un tono monótono. Sin apartar la vista del televisor.

Edd, al recordar la traducción de dicha palabra, frunció el ceño, junto con una mueca. "¡____, no digas eso!. ¡Es muy maleducado!." Regañó algo enfadado, aunque la expresión y las palabras siguientes de la latina, lo sorprendió.

____, sin interesarle que sus palabras sean tan crudas y perturbadoras, lanzó una mirada indiferente, señalando lo hipócrita de lo que había dicho. 

"Y es muy maleducado buscar en cosas que no te incumben, y más si no tienes mi autorización, Edd."

. . .

Su corazón paró, así como su respiración. Sintiendo el sudor frío...

Como si una fuerza lo obligaba a quedarse, no pudo moverse, el mismo aire, lo castigaba. Aunque Tom y Matt no prestaban atención, el mayor, Edd, podía jurar, como la gravedad lo empujaba hacia a bajo. ____ no apartó la mira en ningún momento, mas aquella tensión invisible cortaba y replicaba a Edd por sacar lo dicho.

El de verde sentía como se meneaba, hasta que el ruido del timbre lo trajo de la cruda realidad.

La de gris, estoica se levantó, y sin esperar, fue a la puerta a recibir aquello. Mas Edd, no podía retener tanto tiempo las ganas de marcharse, y posiblemente, llorar...

____ al llegar a la puerta, la abrió, encontrándose así, con el que interrumpió...

Solo abrió más los ojos, al ver el contenido que portaba...

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Próximo Capítulo: 15-16-17 de Junio.

Si el capítulo les pareció algo triste, perdón. A continuación, voy a aclarar cosas;

∆)Si no les gusta las escenas con Eduardo, entonces, solo ignoren la. Pues, sinceramente, la razón por la que es integrado, es porque no tengo el por qué odiarlo. 

¶)Si eres muy sensible...quisiera ver su reacción en los siguientes capítulo. Por lo que aviso de antemano.

★) NO crean que será el típico "Solo han pasado tres días y siento algo por ella". Si crees que será así, este es el lugar equivocado. Y no te lo tomes como amenaza.

*) Llego a ser algo estricta con mi historia, y cruda si te metes con ella. Aquí no habrá Oc's metidos, porque desapruebo eso en una historia seria.

{Posiblemente notaron mi buen humor}

Dejando todo eso atrás, ¡espero que les hayan gustado el capítulo!♥

Pd: ¡Tengan un buen día~!.
















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