*Recapitulando el pasado.

⚠Advertencia: Escenas fuertes.

Se supone que no debería avisará de que habrá escenas fuertes, pero prefiero prevenir cosas.

^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^

El resplandor dorado del sol entró sin permiso por la abertura de la ventana, iluminando así victorioso por la habitación. Con agilidad, afiló la tenaz hoja proveniente de la sofisticada navaja ahora libre de sangre ajena.

Una brillante sonrisa se dibujó en sus gordos labios, festejando de nuevo, el hecho de conseguir su segundo objetivo. Ya tenía los planos, y ahora, los nuevos documentos de los recientes reclutas, sólo faltaba otro plano, pues el anterior fue robado del Ejército Negro, mientras que el segundo, tiene un cierto valor por el Líder Rojo.

Lo cual, es sospechoso...

Paró su ágil acción y observó detalladamente de este. Algo relacionado con esos planos perturbó rápidamente su conciencia, no por nada, sus vigiladas acciones marcarían apego constante con dichos planos. Ella misma lo notó en su segundo retorno, es decir, hace unos minutos. Si eres perspicaz, sabrías de sobra que perjudicaría a una masa(sociedad).

Este pensamiento provocó un gran suspiro profundo de su parte.

Guardó su navaja de buen filo bajo unos libros de su estantería, y con desgana, fue a cambiarse de ropa a una casual. Es posible que el chico cola llamé desde las escaleras para el desayuno, cosa que últimamente, la mujer no realizaba a causa de cansancio constante por sus actividades.

Realizado todo, fue por el pasillo y se dirigió a paso de tortuga, junto a su buena felina, Lafayette, quien caminaba con los igualmente aires que la dueña hacia la cocina. Donde se encontraba el mayor.

"Hey, Edd..." Saludó pacífica, dirigiéndose en silencio a la mesa para esperar su plato, en este caso, sus pancakes hechos con mucho amor.

El castaño sonrió con su típico semblante alegre, contagiando en el fondo a la baja. "Buenos días, ____. ¿Qué tal estas?." Preguntó interesado por ella, sin quitar mucha atención a los calientes y llamativos pancakes.

La respuesta: Cansada.

"Genial~, pero con hambre." En parte, era cierto.

Él rió simpático entre dientes, aveces su amiga llegaba a dar las mejores y cortas respuestas. "Pues ya no sufrirás, los pancakes estarán listo en dos minutos." Dijo algo entusiasta.

Ella soltó una diminuta carcajada. "Cuento contigo, Edd. Por cierto, ¿Matt y Tom aún no se levantaron?, y yo que pensaba que iba ser la última..." Vaciló estoica en sus palabras.

Edd negó. "Nha, posiblemente Matt se despertó ya, solo que estará teniendo su ducha de belleza."

"Ah," dijo atónita, sabía que Matt llegaba a tener secciones para él solo, pero, ¿ducha de belleza?. Bueno, Matt es... Matt. "Ya veo."

"Sin embargo, Tom vino fuertemente borracho ayer..." Dijo serio, mas en su tono traicionero se notaba la preocupación cargada.

____ se ahogó con su saliva. "¡¿Qué?!, ¿¡y no me invitó?!." Dijo paranoica, sujetándose sus mechones.

El de verde se volteó desconcertado, no se esperaba esa reacción. A lo cual, la baja reaccionó.

"Quise decir... ¿Y no sabes el motivo?, es decir, Tom se suele pasar de tragos. ¿Pero fuerte?, eso es nuevo." Dijo calmada, con leves sospechas en su voz. Fingiendo que su antigua reacción no existió.

"Bueno... Teorizo que tal vez... Haya sido problemas emocionales." Dijo el castaño sedoso, evidentemente, este suceso le tenía en guardia y preocupado. Él deseaba firmemente, que no haya tenido relación con la 'charla'. "¿Podrías levantarlo?."

"'•Que paja•'..." Dijo entre suspiros devastadores, se levantó y fue a pasos grandes a la habitación del bello durmiente. Abrió de golpe la puerta, se acercó a él y habló. "Tooom, arribaaa. Rápido que pierdo tiempo de vida." Dijo débil, brindando algún que otro empujón al alcohólico.

Segundos más tarde, se despertó gruñendo por el dolor, efecto provocado por las vastas bebidas alcohólicas que consumió. Ella suspiró.

"¿Qué mierda... ____?." Preguntó semi despierto, era obvio que tenía una gran migraña devorando su sentido común. Así como olvidándose que solo traía unos shorts negros para dormir, dejando al descubierto su buen torso.

Ignoró desinteresada este detalle. "Ven, te daré pastillas..." Dijo ayudándolo a siquiera pararse, Tom no cuestionó y ciegamente, se dejó llevar por ella debido a su confianza.

____ lo llevó a la sala de estar y lo hizo sentar suavemente en el sofá vino, seguido, fue rápidamente por dichas pastillas, regresó con estas y un vaso de agua, entregó al bajista. Tom lo aceptó indudable y los ingirió sin perder tiempo.

"Gracias..."

"De nada." Dijo inexpresiva, prendió la televisión y tiró el mando al bajista, el cual fácilmente, lo sujetó ágil. "Te traeré el desayuno."

La baja fue a la cocina, encontrándose con Edd y Matt, colocando los platos y demás.

"¿El desayuno esta listo?." Preguntó la castaña. "Buenos días, Matt."

"¡Hey, ____!." Saludó vivaz, brindando seguridad en el habla, junto a su aura brillante.

"El desayuno ya esta listo, ¿y Tom?." Preguntó desconcertado, mientras servía en los platos los deliciosos pancakes.

"En la sala, se lo llevaré." Sin nada más que añadir, agarró dos platos y dos vasos con sumo de naranja, y se dirigió a la sala. Donde entregó su parte a Tom, acto seguido, se dejó entregar a la comodidad del sofá.

Realmente, no se encontraba mucho que observar en la televisión, se supone que estaría dando 'Los gatos', pero fue interrumpido por las noticias de última hora.

"El Líder Negro ha logrado acabar con esta ardua batalla. Mas el Líder Rojo comenzó con el secuest--" Comentó serio el presentador, antes de que termine la oración, brava, cambió de canal la baja, con cierta frustración ilegible. Tom ignoró esta acción y la dejó estar. Pero la latina solo colocó en un canal más entretenido.

"'•Tch, cree que podrá con nosotros•'..." Murmuró con un tono muy turbio pero a la vez indescifrable para el contrario. No preguntó por traducción al ver su humor. "Tom..."

Sin dirigir mirada, contestó aburrido. "¿Hum?."

"¿Por qué carajos te emborrachaste más de lo usual ayer?." Cuestionó inexpresiva, prestando atención a sus expresiones y a la vez, comer.

Él quedó en silencio por un minuto, con su mirada, dio a entender que era a causa de un tema que se necesitaba hablar en otra parte debido a que, podría encontrarse ciertas... «Chusmas». La castaña perspicaz dio una disimulada sonrisa.

"No importa, ¿te apetece ir conmigo al bar a la noche?." Calmada y estoica mencionó, mas sacó al descubierto su celular y escribió algo. “Hablaremos afuera de este, es más seguro.” Lo mostró, el de cuencas vacías leyó mentalmente el mensaje, a lo cual aprobó levantando el pulgar.

"Claro, te veo allá..." Habló inexpresivo, mientras vigilaba la entrada y sus alrededores detectando al instante movimientos predecibles, estaba en lo cierto, esos dos andan de chismosos. Quitó y utilizó su celular y escribió la siguiente frase. “Mejor, esos dos nos están escuchándonos ”.

Rodó los ojos en blanco, de sobra lo sabía, pero el solo hecho de mencionarlo, era digno de un suspiro. "En fin, hasta tarde, Tom." Dijo estoica y se retiró hacia la cocina(escuchando atentamente pasos algo silenciosos precipitados a sus lugares).

Viendo como 'desayunaban' como si nada hubiera sucedido, ella lavó ágilmente sus trastos y los guardó en la alacena, acompañada del silencio que creaban los dos hombres que se encontraban tras suyo, fingiendo inocencia. La de blusa negra se sentó demandante enfrente ellos. Ganándose miradas de confusión por estos, pero con miedo y nervios internos.

"Y... ¿Cómo estás, Matt?." No estaría mal 'torturarles' un poco, ¿no?.

El de pecas sonrió nervioso. "A-Ah, muy bien. Gracias por p-preguntar, je~. ¿Y tú cómo estas?." Contestó con apuro, tragando rápidamente para evitar atragantarse en el acto.

Rió internamente. "Estoy perfecto, después de todo," descansó su brazo derecho en Edd y el otro en Matt, para acercar a los dos nerviosos. "Me siento feliz de estar con las personas que siempre confían y no me defraudarían." Exclamó 'inocente', con su sonrisa fresca, demostró confianza cegada hacia los hombres. Disfrutando placenteramente por su actuación, reprimiendo los impulsos de lamerse los labios.

Ambos temblaron por el escalofrío que causaba su voz en ellos, castigándoles y dejando deliberadamente sus pecados escalar en sus columnas, sintiéndose miserables al presenciar como su amiga demostraba el cómo confiaba ciega a ellos(mas no veían la verdad).

Aunque su acción de tortura no era para nada considerable y hasta incomprensible, deben tener en cuenta el factor de que estuvieron oyendo conversaciones ajenas. Saben discernir y tuvieron educación ética, ¿por qué hacerlo intencionalmente?.

Sin añadidura, los liberó y se preparó para comenzar sus actividades cotidianas. "En fin, ya no les molesto, iré a hacer mis deberes." Comentó, deshaciendo su expresión a una inexplicable. Dejándolos con la consciencia que los martillaba sin compasión.

Edd y Matt quedaron en silencio al visualizar como se marchaba y se disponía de sus cosas, sus horas restantes de día estaban contados con el arrepentimiento, quien impaciente les recalcaba sus acciones.

El hombre de cuencas negras entró para dejar sus trastos en el lavadero, encontrándose así con los ahora pensantes y perdidos en el espacio a base de sus actos.

Él levantó una ceja denunciándolos indirectamente, tenía indicios del por qué sus rostros cublpables, que por poco, rozará la mesa de madera.

"... No daré una aportación..." Y sin más que explicar, depositó dichos objetos en el lavadero, retirándose silencioso hacia su habitación.

Esto ni siquiera ayudó para devolverlos a las realidad, lo único de acción impotente que realizaron, fue quedarse deprimidos y hasta atónitos.

^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^

El hombre de uniformes rojo soltó un jadeo desesperado por la ausencia de aire en sus ahora infectado pulmones, las frías gotas de agua que caían y se mezclaba con la sangre de su rostros, manchaba rápidamente el gris piso. Enseguida, las rebeldes lágrimas deseosas abandonaba de sus ojos, cosa que se convirtió en sollozos suplicantes ante el robusto y fuerte hombre de vestiduras elegantes negra que observaba sin piedad al interrogado.

Junto a sus poderosas auras, fulminó febrilmente con sus ojos ónix, y volvió carente de emociones a preguntar. "Te diré una vez más. ¿Dónde. Esta. Su base?." Cuestionó entrecortado y amenazante, por su mirada, provocaba derrumbe en el soldado torturado.

Tembló, sollozando ruidosamente, daba todo su esfuerzo físico y mental para seguir fiel a su ejército. El ejército Rojo.

El de nacionalidad francés apretó su puño, al ver cómo no cedía, asintió hacia sus manos derechas, los cuales captaron el mensaje. Fieros, colocaron una toalla en su rostro cubriéndolo por completo, e impacientes, lo sumergieron en el gran cubo de agua helada. Oyéndose los desesperantes y ahogados gritos del ejército contrario. Así hasta ver que pataleaba como un animal, viendo que se ahogaba e ingresaba en sus pulmones, lo sacaron bruscos y removieron la toalla.

Se levantó de la silla de metal, inexpresivo y volvió paciente, con su interrogatorio.

"¿No te diviertes?, porque podemos hacerlo más animado si quieres..." Inesperadamente, lo agarró de la garganta tenazmente, observando como el soldado se retorcía por el agarre desgarrador. "¿Dónde esta?."

Lloró incesante, su vida peligraba, y si seguía así morirá en el acto. Se arrepentía por esto, a fin de cuentas, traicionará a su cínico líder. A duras, abrió la boca.

"¡S-Se supone que estaría c-cerca del río T-Támesis, pero c-cambiará de ubicación y n-no s-sé d-dónde e-es!, ¡p-por f-favor, piedad!." Gritó dolorido, por poco sentía las punzantes y contaminantes bacterias ingresando en su organismo.

El robusto tomó un tiempo para suspirar calmado, sin efecto, miró a sus soldados. "Lleven lo a las celdas, Blake, contacta me con ella."

"Sí, señor." Respondieron al unísono, el primer hombre, llevó descuidadamente a la víctima para llevarlo a las dichosas celdas. Mientras el estadounidense, fue tras la sala de este seguido de su superior, llegando así a un cuarto oscuro y con computadoras y personas analizando estados relacionados al ejército.

El de nombre Blake, fue a por unas de las computadoras de última generación y recién nueva, introdujo unos dígitos al lugar de contraseña y busco contactar con la mujer. Mientras los expectantes inspeccionaban y buscaban la ubicación del ejército contrario estudiando el vídeo del interrogatorio.

Esperaron pacientes a que coja el llamado, hasta que se cumplió, una voz femenina se oyó en la otra línea.

"Agente: 0428PJ, presente. ¿Cumplimiento de?." Cuestionó con monotonía intensa que lograba sorprender por tal firmeza que los restantes en la sala.

"Agente: 0428PJ, vaya a la ubicación que le mandaremos a través de su dispositivo, de ahí se filtrará e intentará conseguir los planos. Tenga cuidado." Ordenó autoritario y helado, pero con cierta serenidad, a diferencia con sus soldados, él era exigente, frío y helado. Sin embargo, aunque no sea su soldado, y si era franco, ella era su favorita.

Al escuchar atentamente el objetivo/misión, afirmó dispuesta. "Anotado, lo tendrá por hecho. Agente: 0428PJ, fuera." Cortó una vez pronunciadas las últimas palabras.

Hecho esto, se giró en dirección contraria, es decir, de frente hacia los presentes. Y aclaró la garganta.

"Escuchen bien, quiero que manden un comunicado al señor Golden, avisen le que prepare sus armas, él se encargará de buscar la base original del Líder Rojo, viaje todo pagado y partirá el Jueves. Mas, una vez que la agente haya conseguido los planos, pongan se manos a las obras." Habló captando la atención de todos gracias a su potente voz gutural. Los inspectores asintieron coordinados y con agilidad, teclearon en su tecnológico computador.

Su acompañante original, con un semblante intrigado, alzó la ceja izquierda. "¿Qué sucederá cuando el señor Golden se entere de la presencia de la agente...?." Aunque parecía un asunto diminuto, ambos sabían muy bien como será el predecible comportamiento de los dos opuestos.

"Yo me encargaré de de esos dos, por ahora, averigua el avance del señor Golden, mientras yo me quedaré direccionando a ellos(los inspectores).

—Salto del tiempo...—

Detallada en sus habilidades, ingresó(de nuevo en esta semana) el conducto gris y polvoriento, no es que esto le incomode mucho ya que su traje y sus nuevos lentes la ayudarían a ver y pasar estas cosas, pero le ponía fastidiada el hecho de que las suplicas, las quejas, los gritos de torturas y los susurros no eran para nada disimulados o siquiera, discretos o respetuosos. Aunque sus fuertes impulsos de gritarles y enseñarles respeto era intenso, como lo hacía con los chicos, se contuvo fuertemente hasta llegar a la sala donde se encontraba dichos planos.

Realizó un prefecto salto silencioso desde el conducto y el piso, observó sus alrededores y se aseguró la ausencia absoluta de todo ser vivo que la descubra. Segura finalmente, se dirigió a los planos que se encontraban en la mesa de metal, pero algo no concordaba...

Que ella recuerde, así no lucía los planos, el último que casi estuvo en sus manos la última vez, tenía un robot bien estructurado y con el plano cartesiano. ¿Pero esto...?.

Lo sostuvo y lo analizó de cerca, tenía un muy mal presentimiento con el presente y el material descansado en sus manos. Hasta que su serena respiración paró en seco al sentir el material bélico(arma de fuego) en su nuca, aplicando presión.

Oh, no...

"¿Fuiste tan crédula en caer en la trampa?, demonios, y yo que pensé que eras la mejor..." Una cínica y gruesa voz fuertemente acentuada de forma nórdica susurró en la punta de su oreja, lanzada con el más deseoso veneno en sus intenciones. La baja escuchó como bajaba el seguro a su arma, impaciente. "Voltea te, perra."

Joder, este era el momento en el que armaría una exitosa estrategia para perder al cínico de atrás. Ella se volteó, sin miedo, su identidad no se revelaría, después de todo, esos lentes tapaba desde su frente hasta la punta de su nariz, hecho con la última tecnología asiática. Mas en el fondo, estaba consciente de que para él saber su identidad estaba de sobra. Pero al menos ayudaba a esconderse de sus soldados.

Él sonrió victorioso, al fin la tenía en frente, por lo que colocó el arma en su frente esta vez. Y burlón exclamó.

"¿Algo que aportar, perra~?."

Sonrió. "No cantes victoria."

Él deshizo su cínica sonrisa y con una muecas, la fulminó. Preguntándose qué demonios planeaba. Apretó el gatillo para disparar.

Mas astuta sujetó su muñeca haciendo que disparara en su momento en el concreto, el robusto frustrado por librarse de su muerte fatal, golpeó con la cola de la pistola su frente distrayendo la así, para golpearla con la rodilla su estómago. Cayendo al piso por esto.

"¡¿Sabes que no olvido aquella vez que me jodiste la mandíb--?!" Fue interrumpido al sentir como una patada aterrizaba donde estaba ubicado su órgano reproductor. Por tal contraataque, se arrodillo sosteniendo dicha parte en un pobre intento de detener el intenso dolor. "¡Mierda!. ¡M-Maldita perra!." Exclamó dolorido, ¡¿entre todos los lugares, tuvo que ser ahí?!.

No había necesidad de un recordatorio para que se levantase y corriera hacia los conductos, Tord no iba dejar que se escapase victoriosa una vez más por lo que del tirón la sujeto desquiciado por la pierna y la aventó hacia una de las mesas más cercanas.

Lentamente, se encamino a ella con una sonrisa escalofriante, la latina soltó quejidos, se recargó a cuestas sobre su codo, realmente dolía.

Soltó una carcajada inhumana y a la vez sepulcral, realmente se va a divertir con ella... "Tch, eres una jodida perra, ¡¿crees que te escaparás de mí?!." Al estar frente a ella unos centímetros, se arrodilló con auras amenazante, observando y disfrutando verla quejarse. "Hum... Es una pena que aceptaste a inicios unirte a mí, eres una excelente candidata. Pero al parecer el destino tenía otros planes..." Fingió lamento inexistente, realizando hipócritamente una mueca para reforzar la actuación. "Pero que mal~..."

Ella crujió los dientes. "Joder, ¿me llamas perra y luego haces tu teatrito hipócrita?, seguro tienes problemas mentales..." Burló, esquivando su mirada áspera con burlas. "Y segundo, querido, lo que nunca aprendes, es festejar antes~." Dijo realizando, luego de tanto tiempo, su sonrisa indescifrable para él.

Frunció el ceño. "¿Ah, si?, ¿qué te hace decir eso, mujer?." Cuestionó impaciente, no le gustaba que jugarán con él de esa forma.

"¡ESTO!." Dijo fuerte, para velozmente golpearlo con el arma de fuego que se encontraba cerca de ella, asegurándose de golpearlo de lo más tenaz posible en su rostro.

"¡A-AH, PUT*!." Gritó con dolor potente, ese ataque es posible que le deje alguna cicatriz o moretón, pero la sangre interrumpió sus quejidos al observar como gota de sangre caían en su nariz y labio. "¡M-Mierda!."

El nórdico se tambaleó al intentar ponerse de pie, el dolor era mucho, hasta el punto de desear que no se le haya roto algún hueso pequeño, o peor, que de le haya movido. Lanzaba quejidos desgarradores con los ojos fuertemente cerrados, y al abrirlos, se percató que la chica ya no se encontraba a sus alrededores.

Aspecto que lo enfureció mucho, desquiciado comenzó a gritar y maldecir, tirando y pateando todo a su alrededor por la furia.

"¡PATRYK, PAUL, VENGAN AQUÍ!." Exclamó impacientado, sin importarle quedar sin voz, sólo quería que sus más leales compañeros acaben con la existencia de la menor.

Los pasos pesados y precipitados no tardaron en venir donde él, los dos nombrados jadearon sorprendidos por el aspecto desdichado de su Líder.

"¡ATRAPEN LA DE UNA VEZ, LA QUIERO AQUÍ!."

No faltaba más palabras como para que el de cejas gruesas y el de cabello impecable corrieran en su búsqueda.

Mientras su Líder murmuraba hasta el más inútil insulto dirigidos hacia ella.

Aunque el hecho de que ambos fueran a traerla, no lo lograrán, pues todo fue planeado hasta para el miserable error cometido.

—En otro lugar...—

Ambos hombres ubicaron de forma impecable el corazón con chocolates adentro y una carta pidiendo disculpas, junto a este regalo, había un peluche en forma de lobo. Sabían que ____ no era el tipo de chica a la cual deberían regalar chocolates y cosas clichés, por lo que, para no parecer tan cursi, compraron un peluche en forma de lobo.

El narcisista así como el gordito sonrieron complacidos con su trabajo, ahora solo faltaba ordenar más su habitación(no era exageradamente desordenado, pero había cosas fuera de lugar). Edd se encargó de ordenar el escritorio y Matt, la estantería de madera, donde habitaba todo tipo de libro.

"Wow, ____ si que lee mucho..." Murmuró asombrado el de pecas, ya había estado husmeando en la habitación de la menor, pero no se detuvo a mirar con detenimiento.

Edd rió suavemente. "Sí, a ella le encanta leer..." Dijo tranquilo, sonriendo ante sus palabras al recordar el cómo era el modo de lectura de la menor.

"A todo esto, ¿dónde fue?." Preguntó preocupado, desde la mañana que lleva ausente en la casa y eso, se nota mucho.

El castaño sedoso hizo una línea recta con sus labios, mientras acomodaba las cosas. "Dijo que iría a un lugar... Creo que, ¿a hablar con su jefe de trabajo?, no recuerdo bien..." Habló dudoso e inseguro, ciertamente, olvidó lo que la baja le dijo.

"Hum..." Dijo pensante Matt, para luego sujetar y después acomodar el penúltimo libro de Poesía en su lugar, percatándose al instante como una fotografía de aspecto antiguo caía en sus manos. "¿Y esto?, Edd... ¡Mira!." Exclamó con sorpresa. El susodicho se giró al emisor, captando el objeto en sus manos.

El mayor se acercó curioso y sujetó la fotografía, para enseguida abrir su boca algo sorprendido. En este mostraba a cuatro personas felices: un hombre(el padre), una mujer(la madre), una niña y por último un tierno bebé de expresiones angelicales en brazos de su madre sonriente.

"¿Será...?." Cuestionó inseguro el de ojos océanos, claramente hipnotizado con la fotografía.

"Sí." Corto Edd con seguridad, sin dejar de mirar la fotografía, pero especialmente, a la pequeña ____. "Es la familia de ____..."

Matt abrió los ojos, lo inspeccionó y lo confirmó. Se trataba nada más y nada menos, que la familia de la de gris.

"Guarda lo en su lugar de nuevo, no quiero que ella se enoje por esto." Dijo serio, francamente, odiaba estar en malos términos con su mejor amigo. Para Edd, se sentía como si su corazón se rompiera cada vez que sabe que algo esta mal debido a él. La quería mucho.

Matt asintió, Edd tenía razón, así como él, se sentirá deprimido y se volvería muy frío y serio si esa clase de situación ocurriera. Indudable, depósito la fotografía en el estante, exactamente, en donde se había caído.

"Listo, ahora, ¿no deberíamos empezar con el almuerzo?." Preguntó con emoción en su tono, mientras hacía una sonrisa divertida.

"¡Cierto, vamos, antes de que llegue!." Exclamó el castaño vivaz, esto iba ser divertido para ambos.

El amante de cola y el narcisista se dirigieron a la cocina, quitaron las ollas, los ingredientes y cuchara de madera.

"¿Listo para hacer el mejor almuerzo de disculpa?." Dijo suave y sonriendo refrescante el mayor.

A lo cual, en repuesta, el pecoso asintió energético. "¡Por supuesto!." Sonrió tierno.

Ambos se prepararon y se pusieron manos a la obra.

Mientras Tom observaba con burla ante los lloriqueos de Matt para cocinar, acompañado de su petaca y su refrescante smirnoff.

—En un lugar lejano de Inglaterra.—

Su indiferente mirada zafiro recorrió por el aquel lugar algo desierto, quitó su guantes y se encargó, en un santiamén en desbloquear los dispositivos que requerían de contraseña, abriéndose así las pesadas puertas de metal.
Tronó sus articulaciones e ingresó en unas de las puertas con las iniciales: 'T. L.', con cada acercamiento sus pisadas pesadas resonaban por la sala, demostrando superioridad desconocida. Hasta llegar a su objetivo, el antiguo panel de control, de su mochila gris sacó una pequeña caja negra de energía, el cual se supone como función, es que debería encender el panel.

Llevó un tiempo largo para que este encendiera el antiguo panel, cuando finalmente realizó toda la operación, emitió una diminuta luz amarillo del aparato. Haciendo que todo el panel, se ilumine e iniciara de sección, junto dígitos que indicaba programaciones de entrada. Él rubio cenizo se inclinó y tecleó rápidamente en este, buscó la imagen que necesitaba, es decir, planos anteriormente pensados por el ejército contrario. Dio 'Entrar' y descubrió originalmente los planos ocultos.
Un robot con las más últimas tecnologías, junto con una altura sorpresiva y gigante, dobló sus facciones con frustración, así que esto era lo que aquel cínico tenía en mente.

"¡¿Quién anda ahí?!." Gritó una enfurecida voz, pues se supone que este lugar no debería ser accesible para los alrededores y solo los superiores, quienes debían pedir autorización.

Gruñó en lo bajo, del tirón quitó el aparato, apagando así rápidamente el panel, sujetó bien los materiales portados y escapó por una de las puertas cercanas que conducían a un cuarto de limpieza y una extraña escotilla que llevaba a bajo tierra. Al parecer, tendrá que ir por la segunda opción. Puesto a que se escuchaba unas aceleradas pisadas por saber quién era el intruso.

\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\

"Querida, ¿alguna vez te dije lo delicioso que cocinas?." Exclamó metiendo grandes bocados, sin ni siquiera molestarse en no ensuciar su barba, regalando miradas coquetas a la mujer que se encontraba a su lado.

Dicha mujer rió ligeramente sonrojada. "Muchas veces, querido."

'Que repulsión siento...' Pensó la adolescente sin alzar la mirada, centrándose en su plato, comiendo silenciosamente posible y tragando los impulsos de lanzar vulgaridades hacia el 'cerdo'(para ella) que tenía a su lado.

El hombre ubicado en la cabecera de la mesa sonrió, pero no duró mucho al dirigir su atención en su supuesta 'hija'.

"El director llamó de nuevo, ____. ¿Puedes explicar por qué su falta de honestidad?." Habló frío y brusco, no era la primera vez, es más, perdió la cuenta incesante.

Ella entre cerró los ojos con el ceño fruncido, apretó su tenedor y gruñó mostrando ligeramente los dientes, para ella, él no era el indicado para estar hablando de honestidad. Debido a que observó por la mañana a su padrastro con otra mujer besándose luego de su trabajo, y no fue la primera vez que presenciaba esto, sin embargo, los otros eran mentiras descaradas hacia su madre, su hermano y ella. Pero esto, ya era severo.

El menor de todos, el hermano menor de nombre Sebastian paró de comer, y lanzó su inocente mirada preocupada hacia su hermana mayor. Él sabía las oscuras cosas que han estado pasando, junto y gracias a su hermana.

"¿Por qué no mejor te pudres?, que yo recuerde, no pedí que me hables."  Respondió sin consideración, sin molestarse en mirarlo, pero sabía de sobra que su comentario enfado a su padrastro a tal grado que su madre colocó su mano en el antebrazo de este, mirándolo con piedad para que sea gentil con su hija.

Exasperado, suspiró. "¿Puedo saber por qué utilizas ese lenguaje conmigo?, ¡yo te enseñé muy bien que era la honestidad y el respeto!. ¡¿Por qué no los cumples, por qué no puedes ser como yo?!."

El castaño claro soltó un jadeo sorpresivo, y en defensa se levantó brusco de su silla, asombrando dicho comportamiento a los padres.

"¡Por favor, papá, den la una oportunidad más, ella n--!" El padrastro lo interrumpió.

. . .

"¡Ya tuvo suficientes oportunidades, y ya no las tendrá, este ya es el colmo!." Exclamó dejándose llevar por su rabia, con su hijo no tenías problemas, pero que la esté defendiendo a la insolente no toleraba.

. . .

"¡Sí, pero no es culpa suya, ella ha sufrido mucho!." Dijo preocupado el menor. Mientras su madre silenciosa, observaba nerviosa.

. . .

"¡¿Y?!, ¡se supone que debería ser feliz, se supone que debería seguir MI ejemplo!, ¡¿y qué hace?!. ¡Esas barbaridades!."  Exclamó gutural, al borde del grito, parándose esta vez bruscamente.

Esa fue la última gota...

Herida, sujetó el centro de mesa y lo aventó duramente contra la mesa de vidrio, provocando que de este, se disperse violentamente los trozos de vidrio. La madre gritó horrorizada, así como los hombres.

"¡Eres un hijo de puta!, ¡¿crees que no te vimos?!, ¡¿acaso creíste que podías ir como si nada y besarte con esa mujer?!. ¡ENGAÑAS A MI MADRE, IDIOTA!." Gritó fuertemente soltando lágrimas doloridas, sin importarle el posible estado de su garganta. Y por supuesto, las consecuencias.

La madre soltó un jadeo de sorpresa, sus pupilas se achicaron. No podía creer lo que escuchaba. "¡¿Q-Qué... Cesar, es cierto?!." Gritó casi al borde de las lágrimas.

El hombre se alarmó, pero hipócritamente, negó. "¡Vamos, Victoria, sabes que no haría eso. Además, he hecho de todo para que tus hijos me amen. Pero ELLA sólo mete ideas descaradas en su pobre hermano Sebastian!."  Exclamó fingiendo indignación.

El castaño claro abrió la boca apresurado de hablar en defensa, pero la madre interrumpió.

"¡¿Es eso en serio, ____?!."

"¡¿Disculpa?!, ¡mamá, te pido que reacciones, este hombre te esta usando!." Dijo verdaderamente indignada, preocupada por lo que ocurría.

"¡¡¡SUFICIENTE, ____!!!." Gritó exasperada, pero mayormente, cansada... "¡Lo único que has hecho cuando Cesar vino, es odiarlo y hasta perseguirlo exageradamente!. ¡¿Por qué no puedes aceptarlo?!."  Exclamó con lágrimas suplicantes, cayendo incesantes en su rostro.

Ella calló, pero abrió la boca para hablar nostálgica. "Papá era único..."

La madre tembló entre lágrimas, pero se las secó enseguida. "Larga te de mi casa..."

Sebastian abrió los ojos y su boca, espantado. "M-Mamá..."

"M-Ma--" Intentó hablar, pero la detuvo.

"Fuera, ya no quiero verte..."

Ella bajó la cabeza, y soltó varias lágrimas, herida por lo que escuchaba. "No puedo creer que prefieres más a él que a tu propia hija..."

"¡HE DICHO QUE TE VAYAS!." Gritó con rabia, y brusca, la sujetó de su cabello.

La hija intentó suplicar que se detenga, así como su desesperado hermano, pero era inútil. Finalmente, la madre abrió la puerta y tiró sin compasión a la primogénita al frío piso.

******************+*****************************+******************

Respiró con dificultad, luego de estar varias horas limpiando y atendiendo sus heridas, decidió ir cansada y decepcionada a casa. El Líder Rojo si que fue despiadado con ella, no se imaginaba como sería en una batalla real...

Incluso si el sol estaba radiante y fuerte para ella, se disponía a irse a su hogar. Mas el sentimiento prolongado, insistente y fuerte golpeaba su columna, algo le decía que de seguro, se trataba de cierto canadiense stalker.

Se volteó veloz, y así fue, a unos pasos tras ella él se encontraba siguiéndola y vigilándola desde lejos. Él se percató de esto y nervioso y avergonzado, sonrió temblando y saludando con la mano. Al ver que la latina se acercaba fiera a él intentó escapar, pero huir de ella fue imposible.

"¡H-Hey, _-____!." Saludó feliz, aunque su expresiones temblorosas y nerviosas, complicaban demostrar aquello en su voz.

"¿No sabes que es grosero lo que haces?." Preguntó amargada, mirándolo con los brazos cruzados y demandando.

Él rió tembloroso. "E-Es que m-me preocupó verte con ese aspecto.... Por cierto, ¿qué sucedió?."Cuestionó sorprendido y preocupado, era extraño, demasiado, ver con esas pintas a ____. Pues ella sabía cómo defenderse, ¿no?.

Ella suspiró, sabía que si esquivaba la pregunta, él empezaría a ponerse muy insoportable y la seguiría.  "Unos hombres intentaron... Llevarme." Excusó cansada.

Hellucard realizó una expresión alarmada exagerada, pues unas de sus personas favoritas esta físicamente lastimada debido a unos desagradables hombres.

"¡¿Estas bien?!, ¡¿te duele algo?!, ¡¿sigues virgen?!, ¡¿te roturas te algún hueso?!. ¡¿¡QUIERES QUE LLAME A EDD!?!." Todas sus palabras precipitadas preocupadas y nerviosas por su salud llamaron la atención de la muchedumbre curiosa.

Ella rodó los ojos. "NO, grac--"

"¡Entonces te llevaré!." Exclamó alarmado, para luego, sin avisar, alzarla de forma delicada en sus brazos y salir disparado de ahí hasta la casa. Mientras la chica gritaba que lo soltase desesperada, recibiendo respuesta preocupadas por Hellucard, quien negaba en dejar la.

~~~~~~~~~~~^^^^^^^^^^^~~~~~~~~~~~~~^^^^^^^^^^~~~~~~~~~~~

P. Capitulo: 4 de Agosto.

Lamento que este capítulo se haya estrenado tarde, pero hubo problemas técnicos(de wattpad) y en el momento que hacía las correcciones no me sentía bien.

Ahora en adelante, avisos importantes serán dichos en mi perfil. Por lo que si sospechan por el hecho de que el cap. no se estrenó o algún otro problema, consultar en mi perfil, por favor.

En el próximo capítulo hablaré de un tema: El genero se Ringo. Se supone que en la serie, es hembra, mas voy a arreglar ese asunto. Pues en este libro, lo canon es lo primordial.

¡Muchas gracias por leer y por su atención. Pero especialmente, gracias por las visitas y votos, eso realmente es una prueba de que quieren este libro!. :')

Y como siempre, me despido. ¡Que tengan un bonito día~♥! ;)

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top