*Guardando nuestro secreto.
Llave:
Lengua de señas: "^Es así.^"
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Se podría decir que nada malo pasó, ¿verdad?. Es lo que quería creer. Esperó paciente una respuesta, pero ninguno confesó.
Matt balanceó su visión en ambos. "¿Y entonces?." Inexplicablemente, su tono cambió bruscamente a uno impaciente y enfadado, cruzando sus brazos.
El de ojos cafés carraspeó nervioso con las gotas bajando por su frente y como último recurso, forzó una sonrisa tembloroso. "¡N-nada, n-nada!, ¡¿v-verd-dad _-____?!." Habló apurado, dirigiéndose a la nombrada con una mirada suplicante.
La de ojos atardecer lo miró nerviosa, para después reír forzado. "¡Nada de n-nada, ahora si me disculpan...tengo que guardar las compras!." dicho eso, se retiró dejando al nervioso líder y al de cabello de zanahoria insatisfecho.
El más alto se volteó a su dirección en busca de repuestas, claramente enfadado, acción que alarmó a Edd.
Buscó una escusa creíble. "Este...y-yo, recordé que...tengo que, ¡seguir limpiando. Me voy!." Dijo apurado y volvió a lo suyo.
El narcisista no pasará de alto esto...
Aprovechando que el narcisista estaba ocupado pensando, la de gris fue por detrás del castaño y lo agarró con fuerza desde su capucha. Edd se volteó sorprendido ante el movimiento fiero.
"¡¿Estas loco?!." Susurró severa la latina, acercándolo más a su rostro para intimidarlo y demostrar su enojo. "¡Matt pensará cosas alocadas!." Dijo ahora con un tinte rosa en sus mejillas, frunciendo el ceño.
Edd no podía responder debido a la posición en la que estaban, intentó escapar de su agarre dando pasos hacia atrás, mas solo chocó contra la pared, acorralado. "¡N-No me mires a-así!. Sabes que no fue intencional..." Dijo susurrando rojo mientras cerraba los ojos, incluso si ella es baja sigue siendo intimidante con su expresión. "Sabes que no quería hacer eso......" Habló inaudible y arrepentido. Su expresión fue suficiente para hacer recapacitar por como estaban. Lentamente, lo dejó en libertad causando sorpresa en él, quien al ver a la menor, se agachó hacia ella. "____..."
"Lo cumpliré." Dijo murmurando rendida. "Después de todo, no fui justa..."
El de verde abrió totalmente los ojos preocupado. "No estas obligada a hacerlo." Con inseguridad en su tono, intentó leerla en sus ojos.
La de gris negó, honesta. "No, no...lo haré."
Él la observó, sin borrar su semblante para luego asentir no muy convencido. Segundos después volvió a lo suyo. Y ____, fue a guardar los suministros.
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"¡¿A qué te refieres con 'nos queda solo 4.000.000 de soldados?!." Carente de emociones pero con gran furia en su voz exclamó ronco, con un movimiento brusco repentino, acción causante de su cabello ahora más desordenado cabello. Su ronca y a la vez áspera voz, llamó la atención terriblemente de unos cuatro soldados que se encontraban junto a él, con identidades distintas, asustados lo observaron, nunca lo habían visto así. El de cabello ónix suspiró. "Mira, Dominik, si no arreglas eso ahora, ese comunista tomara ventaja de ello y sabes lo que pasará después... Consigue nuevos reclutas, y si las cosas no se solucionan con eso...Entonces..."
El del otro lado más confundido a más no poder, intentó que prosiguiera. "¿Entonces...?." Preguntó el nombrado, sin ninguna emoción.
"Entonces, contactaremos con ella..." Dijo a duras, era la solución.
Sería riesgoso, pero sólo ella sabe qué hacer con él, el Líder Rojo...
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Con victoria, restregó el mando en su fruncido rostro. "¡Ja, idiota!." Su insulto manchó la dignidad del hombre de ojos negros por novena vez en el día, mas el británico la empujó fuera de su vista, tirándola en la alfombra.
Lo único que consiguió fue la sínica risa de la mujer que con cada segundo se retorcía de tanto reírse, mientras se burlaba aún más de él con su idioma natal. El alcohólico en un intento de callarla, la pateó sin dañarla, cosa que realizó en vano al verla esquivar y llorar riendo. Empezaba a frustrarlo.
"¡Joder, ____, CALLATE!." Gritó desesperado sabiendo que su dignidad era azotado de forma torturosa.
Aunque solo fue vilmente ignorado, provocándolo y dejándolo rojo de furia. "'•¡En tu cara weon, te pasa por PUT--!•'"
Su tolerancia colapsó, y antes de que prosiga, decidió callarla a la fuerza. "¡ENANA DE MIERD--!'
"¡¿Qué es todo ese escándalo?!." Se requería de una voz autoritaria para calmar el griterío, una voz que tendría gran repercusión así como el silencio sepulcral, nada menos que un Edd al límite de cansancio.
Las paranoicos se miraron entre si, con escasez de idea para dar defensa ante el juez. El bajista sabiendo que fallaría en su argumento pero determinado, abrió la boca para hablar, acción tomada al instante por la castaña con conocimiento en el tema.
Diligente alegó la mujer. "Lo sentimos, Edd. Nos estábamos discutiendo, pero no es la gran cosa. Puedes seguir tranquilo con lo tuyo..."Respondió eficaz y pacífica, enderezando su postura.
Tom solo quedó en silencio sin nada que aportar, quien diría que no saldrían tan perjudicados. Sencillo, permaneció y demostró acuerdo en dicho argumento. El líder del grupo aflojó todo rastro de estrés, suspiró y negó.
"Bien..." Comenzó su nueva tolerancia. "Sólo... No quiero que ocurra algo no imprevisto, después de todo, ambos llegan a ser extremos...Si me necesitan, estaré en la cocina." Proclamado aquello, fue más tranquilo a la cocina, donde salió y volvería a sus deberes.
El de abrigo azul respiró necesitado, aunque se difícil de asimilar o creer, la mirada de Edd al estar carente de expresiones y se refleja fácilmente la frialdad, sentías como si ahogabas impotente. La chica lo observó con una ceja levantada, a diferencia del hombre a su lado, ella no experimentó lo mismo, se podría decir que al pasar mucho tiempo con el mayor la hizo verlo de manera distinta. Aspecto que Tom no lograba distinguir de ella.
Confundido, decidió consultar. "¿Cómo diablos estas tan calmada?."
"Si quieres saberlo es a través del tiempo; debes de explorar y experimentar para comprender." Sus palabras solo trajo más dudas e intrigas de parte del contrario, sin ver lo oculto, impaciente, pidió claridad. "Esfuerzate, Tom, eres capaz y lo sabes. Te acabo de dar la respuesta como un chupete se tratase." Regañó por su negligencia, el británico solo salió un tanto ofendido por el comentario, pero reconocía que tenía razón.
"Bueno...supongo que tienes razón."
"Es porque ES la pura verdad." Juzgó monótona, el europeo asintió al percatar la revelación enfrente sus ojos. Luego de algunos minutos de silencio, la menor se sacudió el polvo y se sentó en el amado sofá. "Cambiando de tema...desconecta la play. Presiento que alguien vendrá dentro de...dos minutos..." Su propio comentario la hizo subir la mirada hacia el techo, dudosa. Tom obedeció desconcertado, guardando al instante el objeto en una caja de su mismo tamaño, y volvió junto a ella.
El solo hecho de haberse ubicado a su lado, como ella lo dijo: dos minutos después, alguien tocó ansiosamente la puerta, como si su vida dependiera de ello. Con solo escuchar aquel golpeteo familiar, la mujer se escondió usando el mediano cuerpo de Tom, casi indivisible. Causándolo confusión por el comportamiento visto. El amante de cola al oír que llamaban en la puerta, se dirigió pacífico y con media sonrisa al ver que todo esté en orden, abrió y recibió a la visita vivaz.
Era el rubio canadiense. "¡Hola, Edd!. ¿Cómo estas?." Resplandeciente saludó contento de ver a su amigo/ídolo. El robusto sonrió mostrando su alineada dentadura.
El alcohólico apretó la mandíbula y cerró tenazmente su puño al oír su cantarina voz.
"¡Hola, Hellucard!. ¡Estoy bien, gracias por preguntar!, ¿por qué no entras?." Dijo simpático, dando espacio para que el nombrado entre, quien con gritos internos de emoción, aceptó indudable. "¿Y qué te trae por aquí, Hellucard?."
Sin gastar un segundo, contestó. "Sólo quería visitarlos y saludarlos, o ver a ____, después de todo hace tiempo que no la veo."
Dichas frases que con rapidez se esparcieron por el aire hasta llegar a oídos de la antedicha, quien inquietantemente, se escondió aún más, con la vista perdida. Tom aportó, por lo que no se movió ningún milímetro, incluso si quería huir a su cuarto y no oír al canadiense.
"Oh, ____ está ahí," señaló hacia el sofá al lado de Tom, con la sorpresa de que ella ya no se encontraba en su lugar. "pero...si estaba ahí..." Dijo rascándose la nuca, desconcertado. Tom al escuchar la declaración se volteó sorprendido, sin encontrar nada. ¿Cómo escapó sin ser vista?.
El de remera negra se deprimió al notar que ella no se encontraba, a lo que bajó la cabeza. "Awww, yo quería verla...Oh bueno a la próxima, supongo..." Dijo sin borrar su estado y se dirigió a la puerta principal.
El de verde sintió pena verlo desanimado, por lo que intentó subir su ánimo. "¡No estés triste, ____ hace lo mismo con nosotros las 7/24 horas al día!...lo cual, comprendemos tu dolor..." Incluso si sonó animado a la primera, sus últimas frases lo hizo mirar al piso y disminuir su tono.
El rubio, atónito, alzó el rostro. "¿En serio...?. ¿Cuál fue una de ellas?." Preguntó intrigado.
El emisor levantó la vista al techo, colocando un dedo en su mentón para pensar. "Pues...."
Flaaashbaaack~
"¿Y qué quieren almorzar?." Preguntó el líder, cerrando la puerta detrás de él. Los tres se miraron entre sí, mientras permanecían frente a su casa.
"Hum..." Tom comenzó a pensar. "¿Pizza...?."
"¿Espagueti?." Cuestionó Matt, buscando aprobación.
"¿Hamburguesa?." Preguntó la menor, emocionada.
Los hombres se voltearon hacia ella, extrañados.
Edd se acercó a pasos lentos a la latina, acompañafo de un semblante serio y preocupado. "____, como tu mejor amigo tengo que decirte que...andas muy glotona." Dijo nervioso, mas la frustrada mirada de la castaña lo hizo separarse de golpe, con miedo.
"¡Y QUE SI CONSUMO MUCHO, SIGO '•PUTAMENTE•' SEXY!." Gritó frustrada dando una pose extraña pero atractivo a la vez, seguido, pasando sus manos en sus curvas. Los chicos no sabían si seguir mirando o cerrar la boca. "'•Quien no se resistiría a este lindo cuerpo~•'" Habló con la ventaja de que no se encontraba nadie alrededor con hablar español.
"'•Yo, por ejemplo~•'" O tal vez sí.
Al captar la áspera y gruesa voz dominante que casi ronroneó, los presentes dieron a conocer de quiénes trataban, Eduardo, Mark y Jon. Sin medir las consecuencias, los tres adultos cambiaron sus semblantes a uno serio y frustrados por su simple presencia. Edd dio un paso hacia adelante y, cruzando sus brazos, los observó con rencor. Ocupándose de que su robusto cuerpo cubriera la presencia de la menor.
"¿Qué quieren?."
El español ante la simple pregunta formulada, lanzó una carcajada junto al rubio sofisticado, ganándose una mirada con odio del británico castaño.
"¿Qué queremos?, fácil~. Tal vez...una hermosa muñeca que tienes tras tuyo~♥." Cada palabra estaba fuertemente dicha al acento español y con toques seductor, mientras achicaba sus ojos cafés oscuros apasionados.
Tom apretó los puños hasta notar se sus blancos nudillos, Matt realizó una mueca de desagrado total acompañada de una mirada fulminante, y Edd, tensionó repulsivo sus músculos. Eduardo carcajeó profundo, era gracioso verlos con esas muecas que demostraban total furia hacia él. No iba a permitir que hablara así como así, no es su amigo, por lo tanto, mientras ellos estén ahí, no dejaran que pasen el límite. El de verde aguantaba sus internas ganas de lanzarse hacia el español, por ende, cerró los ojos unos segundos suspirando y los volvió a abrir, amenazante y severo.
"Mira, Eduardo. Su nombre es '____', no 'muñeca'. Así que si sólo viniste para estorbar, pues ya lo haz hecho, ahora largate." En sus palabras era evidente el veneno, con una postura intimidante y enderezada. El alcohólico y el narcisista no tardaron en copiar la misma acción, sin deshacer sus muecas repulsivas.
"¿Por qué querría estar con alguien como tú?." Mencionó crudamente y con recelo el de pecas polvoreadas, con minúscula burla dirigida.
El español quedó en silencio unos segundos para luego remplazarla por una sonrisa egocéntrica y cínica. Sin que ellos se lo esperen, Eduardo se recostó por la valla junto con sus gruesas y algo velludas manos, provocando un ruido feroz y escalofriante para muchos, los tres británicos se sobre saltaron leve mente por el escándalo.
"¡¿Y si la preguntamos qué opina?!. ¡Estoy seguro de que será más feliz conmigo!." Su tono cínico impresionó un poco a sus acompañantes, mientras sus penetrantes orbes penetraba el alma especialmente, de Edd.
El dibujante apretó los dientes al punto de oírse un crujido perforador, demostrando sus encías. Aquel comentario eran boletos de golpes destinados en el rostro del español por parte de Matt y Tom.
Frustrado, contestó. "¡Bien, pero obviamente nos elegirá!." Aludió y se volteó hacia su espalda...descubriendo su ausencia. "¡¿Q-qu--?!, ¡mira lo que hiciste!." Culpó cansado, al límite por lo que había provocado.
Mas Tom fue el único en percatarse de la falta de su presencia unos segundos antes, aspecto que lo dejó sin habla.
El contrario deformó ofendido sus facciones. "¡¿YO?!, ¡pero si creí que estaba detrás tuyo, perdedor!."
"¡Oh, eso quiere decir que desapareció misteriosamen--!" Edd respondió con tono sarcástico, hasta que el bajista irrumpió.
"Al parecer sí..."
"¡¿Qué?!." Exclamaron los dos lideres, atónitos, quienes se voltearon inmediatamente al emisor ante el mensaje.
Flaaashbaaack~
"Oh..." Dijo simplista Hellucard, seguido movió las piernas alegremente aprovechando que se encontraba sentado y con mucha atención a Edd. Tom suspiró exasperado por novena vez en la mañana, tenerlo cerca de él era un suplicio total. "Entonces están acostumbrados."
El mayor asintió con cierta soledad. "Sí..."
"¡¿Puedes. Irte. Ya?!." Dijo entrecortado el británico de abrigo azul, sujetando el puente de su nariz frustrado.
Con un poco de miedo, se alejó dudoso del alcohólico. "¿P-por q-qué?."
El mayor sintió la gota gorda bajar por su nuca, sabía de lo que Tom era capaz cuando estaba frustrado. Por lo que nervioso, habló. "¡Es que...--!" buscó excusa. "¡Tengo que limpiar todo el lugar y Tom me ayudará, así que te veremos pronto!." Dijo sonriendo nervioso pero creíble.
Hellucard solo se encogió de hombros, y sonriente asintió. Obediente, se despidió. "¡Adiós, chicos. Los veo pronto!." Dijo y salió, ansioso por verlos de vuelta.
"¡Por fin!." Dijo el de azul aliviado, como si una carga desapareciera.
El gordito rodó los ojos, negó y cruzó sus brazos. "Tom...deberías empezar a comportarte decente, especialmente ante Hellucard."
El nombrado solo lo miró fulminante. "Tch, claro." Habló sarcástico y con los ojos achicados.
"¿Ya se fue?."
Ambos hombres, los cuales se exaltaron brutalmente, se voltearon ante la voz que aparentaba inocencia.
"¿____, dónde estabas?." Preguntó el castaño oscuro que al instante se levantó y fue a su dirección, confundido.
"Estaba con Matt ayudándolo con algunas cosas de su cuarto, ¿algún problema?." Dijo estoicamente, con la vista en frente. Edd negó aliviado por su declaración, demostró una sonrisa cálida y revolvió su cabello.
"¡Oye!."
"¡Ja!." Se burló Tom a lo lejos.
"Olvida lo. Dijiste hace rato que irías a una parte, ¿quieres que te acompañemos?." Cuestionó con calidez en el trato hacia la de ojos atardecer.
Ella negó, ladeando su comisura en una media sonrisa. "No te preocupes, volveré pronto."
"Bien, ten cuidado." Dijo con preocupación, para luego darla un abrazo de despedida.
"Adiós, enana. Vuelve intacta." Dijo a larga distancia el bajista, serio.
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Lo lindo del día, era el perfecto clima soleado que habitaba en el cielo, así como el delicado y a la vez fuerte viento. Tal vez sea cierto que el tiempo avanza de forma acelerada, pero para ____ no, la clave es ser solamente observador y encontrarás el por qué. Dicha mujer fue a un vivero(lugar donde venden flores), aprovechando el buen clima que presenciaba.
Al llegar, decidió consultar con la mujer mayor que se encontraba regando algunas de las flores. "¿Puedo ayudarte, señorita?." Preguntó servicial, sonriendo con sus finos labios.
La de gris asintió serena. "Sí, en realidad, ¿qué flores representarían; perdón, amor y la paz?."
La encargada investigó los cansados ojos de la chica que se ubicaba frente a ella, de alguna forma, logró encontrar culpabilidad intrigante...
"Las flores que dan una perfecta representación de lo que haz nombrado, son los tulipanes o lilums, las rosas y orquídeas."
"Gracias, señora."
"No hay de que, si no encuentras fácilmente las flores, puedes ir a preguntar a mi sobrino, el se encuentra justo al lado de las rosas. Espera, lo llamó por ti." La señora dejó en el suelo la regadera y se volteó hacia atrás. "¡Malachite, ven por favor!."
La chica abrió los ojos al escuchar el nombre.
No pasaron ni dos segundos y el susodicho vino ágilmente al lado de su pariente. Al ver a ____, se sorprendió, acto seguido sonrió vivaz. Dirigió la atención a su tía, y empezó a mover las manos para realizar las señas.
"^¿Se te ofrece algo tía?^." Comunicó sin esfuerzo. Lastimosamente, para ____ era difícil comprender.
La mujer asintió sonriente, y enseñó a la chica. "Malachite, necesito que guíes a la señorita a la sección de tulipanes, lilums, rosas y orquídeas. Por favor."
"^Claro, tía. Ven, sigue me.^" Y con eso, la guió a dicha sección. Rápidamente, al captar la confusión de la castaña quitó una pequeña libreta, así como un bolígrafo y escribió. "^¡Que gusto verte de nuevo, ____!, ¿qué te trae por aquí?."
Ella lo leyó. "Pues, quiero comprar algunas flores que representen: el perdón, la paz y...el amor. Sólo...voy a visitar a una persona..." Dijo serna, mas su voz decayó abruptamente ante la última frase.
El de ojos esmeraldas decidió no cuestionar al ver su dolorida mirada decaer, y aunque no demostraba dolor directamente, lo presenció. Ambos llegaron a su destino, el pelinegro agarró una buena medida de tulipanes, luego rosas y después orquídeas, los junto para que parezca un hermoso ramo. Hecho todo, calculó y dijo el precio a la baja, quien pagó lo correspondido.
"Gracias, Malachite. ¡Espero verte pronto!." Se despidió la latina, con un pequeño gesto con la mano, mientras sostenía firmemente con la otra mano el ramo.
El mudo sonrió y escribió en su libreta. "^¡No es nada, espero reencontrarme contigo también, realmente me gustaría conocerte!.^" Contento, lo demostró.
Ella sonrió cálida por esto. "¡Yo también, adiós Malachite!." Dijo y se retiró, el nombrado se despidió resplandeciente con su mano, esperando un reencuentro.
Pero la curiosidad del hombre no podía dejar de consumirlo, ¿por qué querría ella comprar flores con aquellos significados?, no lo sabía, pues aún no la conoció correctamente. Lo único que rescató ver, fue como ____ iba lentamente hacia una dirección donde no muchos iban...
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Después de que la chica se retira de hacer...algo, se dirigió como destino a casa. Durante ese transcurso, pudo notar como una pequeña figura se balanceaba infantil y alegre por la rama de un árbol, la cual era de estatura menor, por lo que la persona no podía lastimarse. Curiosa se acercó, escuchó como una dulce risa brotaba del presente, al parecer era un chico, finalmente pudo identificarlo mejor. Era Scribble Tom.
La castaña sonrió estoica, segundos más tarde, el pequeño captó la presencia de la chica. "¿SeÑoRiTa, eS uStEd?." Entusiasmado, se bajó rápido y corrió hacia ella. "¡No PUEde sEr Es usTeD, La ExTRañé!." Dijo y sin un segundo más, se lanzó en sus brazos. Su alegría era innumerable.
Ella rió al sentir sus pequeños brazos rodear su estómago, como muestra de afecto, la de gris acarició su particular cabello puntiagudo, como su amigo Tom. "¡Qué alegría verte, Tomme!."
"¡a Mí TaMBién mE alEgra VeRlA!." Dijo resplandeciente con su tierna inocencia, y se apartó del abrazo, acto seguido sujetó sus manos. "¡oJAla mIs aMiGos esTuVieraN aQuÍ PaRa COnocerTe!," ilusionado la miró directo a sus ojos, hasta que una idea fugaz aterrizó en su cabeza. "¡¿Y si tE loS PreSenTo AhoRa!?, ¡pOr FavOr, aCepTe!." Debido a su brillante idea, salto entusiasta.
Dudosa, contestó. "No sé..."
"¡POr faVor!." Exclamó insistente, dando la mejor mirada de cachorro para que acepte. "¿Siii?." Realizó un puchero irresistible.
Miserablemente, cayó fácilmente. Suspiró y asintió rendida pero ansiosa. "Esta bien, vamos."
El pequeño saltó de victoria. "¡¡SíÍÍ, VaMOs!!." Dijo y la tironeo para que la siguiera, con delicadeza claro. Scribble Tom, a pesar de que se encontraba ansioso, fue sutil.
--Salto de tiempo...--
"¡LA eNcantArá, Lo JuRó!." Dijo sin soltarla y sin dilación, abrió la puerta de metal sucio y oxidado.
Para evitar problemas rápidamente, la llevó al pasillo, donde un montón de puertas de metales se encontraban y con ellos números, al pasar cerca, se podía oír conversaciones, susurros, quejidos o hasta respiraciones. Scribble Tom logró esquivar las cámaras de seguridad, iba a ayudarla, pero ____ ya lo resolvió. Todo en aquel lugar, la ponía en guardia junto con una expresión indescifrable. Al parecer llegaron a un destino, este trataba de una puerta de metal reforzada y con un número impregnado: 420. El infante logró abrirlo como si de un puzzle de primaria se tratase, lo abrió y la agarró de la mano, él la llevó adentro. ____ estudió la gran habitación blanca y de temperatura media, mas percató que adentro se encontraban unos dos chicos, uno le era conocido en cambio el otro, no.
"¡CHicoS, LleGué. MIren A QuiÉn TraJé!." Entusiasmado elevó la voz, seguido, señaló a la resiliencia en persona.
Uno de los chicos, más conocido como Tomatoredd, levantó la cabeza sorprendido pero de alguna forma ansioso, a diferencia del que se encontraba a su lado, el hombre de sudadera rojo y azul, levantó una ceja, juzgando.
Tomatoredd se levantó del piso y se acercó a la mujer sin tardarse, con una sonrisa y sus ojos cansados dio bienvenida. "¡Hola, ____!, ¿cuánto tiempo?." Saludó con las ganas de dos voces y una calmada, mientras una permanecía callada.
Estoica, colocó una mano en la cintura. "Heya, Tomatoredd. Realmente ha pasado mucho tiempo."
Él asintió riendo leve. "Síp, la verdad."
El pequeño Scribble Tom levantó los ojos con sorpresa y felicidad. "¡¿CoNoCiste a La SeÑoRiTa ____?!." Exclamó.
"Hace como dos semanas." Dijo el alto, con las cuatros voces, algunas contentas y otras calmadas.
"¡GeNIal!."
"¿Puedo preguntar qué demonios ocurre aquí?." Una voz carente de emociones interrumpió, cortando el dulce encuentro. Dicho dueño perteneciente al de cabello acaramelado los miró un tanto impaciente y desconcertado, especialmente a la mujer, que no solo la miraba con desconcierto sino también con desconfianza.
La baja rió y dibujó una sonrisa gatuna, lentamente se dirigió a su dirección, comportamiento que puso en guardia al robusto de ojos gris sin alma y negro vacío total, con un semblante frío y amenazante.
Este comportamiento alteró a Tomatoredd, mientras Scribble Tom tuvo ansiedad...Pero el de cabello jengibre sabía de lo que ambos eran capaces.
Estoica estiró la mano hacia él y monótona, empezó. "Un gusto, soy ____~. ¿Cómo prefieres que te llame?." Incluso si es una presentación particular, era original.
No borró sus facciones, seco, correspondió el apretón. "Torm." Dijo sin más.
La baja lo observó fijamente a los ojos, así como él que tampoco apartaba la mirada. Ambos aprovecharon para estudiar las ventanas del alma del otro y conocer lo primordial. Mas el hombre encontró solo misterio y dolor.
"E-eh" Tomatoredd habló nervioso. "¿Y-y si hacemos a-algo?."
"¿Cómo qué?." Dijo brevemente frío el británico-noruego. "Larry vendrá dentro de una hora para una hojeada."
"¡¿Y Si dIbuJamoS?!." Cuestionó ansioso el pequeño de todos, aunque para los adultos no era la gran cosa, para el menor sí. Tomatoredd asintió tembloroso, al parecer su mente se ubicaba en conflictos internos, Torm asintió seco y ____ sonrió en modo de respuesta. "¡WíÍÍí!."
El pequeño corrió emocionado hacia una mesa celeste de plástico, donde se encontraba hojas, crayones y lápices de todos los colores. Los adultos lo siguieron y cada uno se sentó en un extremo. Y comenzaron con lo suyo. Aveces Scribble Tom hablaba animada mente con la mujer, así como Tomatoredd, quien disfrutaba y reía de su compañía, agradeciendo que las cuatros voces masculinas interiores permanecían en constante atención ante la chica. Torm sin consideración alguna, interrogaba a la latina, provocando incomodidad al alto y al pequeño, no la dejaría en paz hasta obtener información de la extraña. ____ no le molestaba en absoluto, solo reía internamente de diversión, al final resulta que el de ojos grises y negros se retorcía silenciosamente y frustrado en su trampa ante los comentarios estratégicos de la baja. El resto del tiempo transcurrió normal, los cuatro terminaron dibujando según su preferencia: Tomatoredd un gato(por Edd), Tomme un retrato de sus cuatros amigos, Torm se hizo a él mismo bebiendo alcohol mientras veía hentai y ____, se dibujo en la playa en el atardecer...mientras comía. Tomatoredd terminó riendo por la de gris que comenzaba a entrar en hambre.
"¿Ya TieNes qUe IrTe?." Tomme preguntó decepcionado y deprimido al ver como la chica se despedía de todos, preparándose para volver a casa. El pequeño no quería soltarla.
"Lo siento, pequeño, volveré otro día si quieres." Lo ánimo, con una sonrisa cálida.
El bajo al escuchar esto, se le animaron las orejas. "¡¿En SeRio?!."
"Yep."
"¡¡VivAaaAA!!."
El de cabello de jengibre se acercó tímido pero con una pequeña sonrisa en sus labios. "Fue un placer tenerte aquí, m--nos divertimos muchos..." Se corrigió al instante, avergonzado.
Ella dio una palmada en el hombro al alto. "No hay de qué, los veré pronto."
Él sonrió tímido y ansioso por sus palabras. "Esperare..."
"¡¡AdiÓs, SeÑoRiTa, la exTrañAré!!." Exclamó el infante, mientras la abrazaba. La antedicha rió por el cosquilleo que había causado eso.
"¡Adiós, Tomme!."
Al ver que todos se despidieron de ella, el robusto se acercó por detrás y como si no tuviera alma, habló. "Te acompañaré hasta la salida..." Dijo haciendo contacto visual, con recelo.
Mas la de gris no se dejó intimidar. "¿Por qué no?." Ladeó sus comisuras peligrosamente.
El hombre de vestimentas coloridas cada vez que percataba que ambos dialogaban, tenía un terrible ataque de ansiedad, pues temían, que ocurriera algo imprevisto. Torm y ella llegaban a ser un tanto inestables cuando menos te lo esperas y eso lo confirmó aquel día cuando lo derrotó en el parque, cuando Tord tomó control. Aunque ____ esta más cuerda que el masoquista que se encuentra ahora mismo en su lado, sabrá qué hacer.
El robusto frunció su ceño y apretó la mandíbula, lo estaba probando aquella mujer. "Vamos..." Dijo casi al borde del gruñido. Gloriosa, lo siguió hasta la puerta, cuando ambos salieron, el alto suspiró tembloroso, ganándose una mirada inocente del pequeño.
Los dos caminaron serenos en el pasillo, como acompañante un silencio sepulcral feroz y tensionado. Era la oportunidad del alcohólico y cínico de interrogarla como se debe. Fiero la empujó hacia un cuarto de limpieza, asegurándose de que nadie lo vea, la tiró en el piso acorralándole.
"Habla, mujer. ¿Cuáles son tus intenciones?." Preguntó severo, carente de emociones. Mientras la apretaba aún más.
Pero lo único que ocurrió fue que de impacientó al ver que ella rió monótona, ¿por qué se reía?, ¡¿no debería de reaccionar?!. Al instante, las piernas de la chica lo rodeó desde la cintura y se abalanzó en él, clavando sus cortas uñas en su piel. Torm gruñó de dolor, pero fue cortado al sentir como un filo rozaba en donde se situaba sus cuerdas vocales.
"Si te impacientes no encontrarás las respuestas. ¿Quieres saber quién soy?, entonces sé prudente, más mis intenciones son nobles. A diferencia de los tuyos." Cada frase lo hacía retorcerse ante su aliento cálido que rozaba en su oído, lo peor de todo, es que parecían que sus fuerzas eran retenidas o anuladas, mientras gotas de sudor bajaba en su frente.
Esta mujer se ganó su atención, pero más su rivalidad...
Lo siguiente que supo, fue que la chica salió encima de él y sin esfuerzo, se dirigió hacia la salida...
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¿En realidad creía que se iba a librar?, con su fuerza, la sujetó de la cintura y la abrazó dominante, victorioso. "'•No te librarais de mí~.•'" Susurró severo.
"O-oye, deja, tengo que irme." Susurró nerviosa al sentir como la apretaba más.
"Hum...no~." Gracioso, negó.
Ella gruñó frustrada y rendida, esto no podía suceder ahora, la pobre intentó liberarse, porque si no lo hacía los chicos notaran que se esta tardando aún más de lo normal. Hasta ya empezaba a ponerse roja..."¡Eduardo, tengo que irme, en serio!."
El hombre suspiró en derrota, la soltó para que pueda seguir con lo suyo. "Bien, pero no olvides que me debes algo."
"Te traeré un cuerpo si es necesario."
"Muy graciosa." Dijo sarcástico, con los ojos en blanco.
"¡Joder, voy tarde. Adiós, Eduardo!." Desesperada volvió a correr camino a casa, mientras el castaño oscuro reía de ella al ver como casi se tropezaba.
(∆∆∆)
--Salto de tiempo...--
"¡____, llegaste!." El narcisista gritó emocionado, para después abrazarla y agacharse para que pueda alcanzarla.
La baja no dudo en corresponder el abrazo, pero el hecho de que Edd y Tom no estén en la sala, se le hizo raro. "¿Y los chicos?."
El de ojos azulados la bajó, sonriente. "O pues, Edd obligó a Tom para que lo ayude con la cena."
Un cubo de agua fría de realidad, hizo que la castaña se despertase. "¡¿Cena?!."
Matt asintió y confundido por su comentario, la miró preocupado. "¿No te diste cuenta de que ya ha anochecido...?." Preguntó.
Ella solo quedó callada y con vergüenza negó.
El de pecas rió de ternura por su desconcentración, cálido, colocó su mano en su hombro en forma de consuelo. "¡No te preocupes, nos llega a pasar también!. Por mientras, ¿me ayudas a organizar la mesa?." Dijo él, ansioso de que ya no hará solo el trabajo.
"Claro, vamos."
Los dos fueron a cumplir con el trabajo, ____ colocó los platos y centro de mesa, Matt los utensilios y vasos. Les tomó menos de dos minutos arreglar todo, más tarde, Edd trajo la cena junto al bajista. Edd y Tom al percatarse de la llegada de la chica, preguntaron como fue su día, mientras disfrutaban de la comida. El tiempo transcurrió y Matt decidió limpiar todo, así como Tom(obligado por el mayor) guardaba los platos y utensilios limpios.
Finalmente, llegó la hora de descansar para los cuatro. El narcisista dio las buenas noches, al igual que Edd. Y todos se dirigieron a sus habitaciones. A diferencia de la latina, que tendría que ir al cuarto del líder. Apenas se vistió y cepillo y fue a cumplir lo suyo. Al llegar, Edd ya se encontraba listo para dormir.
Soñolienta, se acercó a la cama. "Oye, haz me un lado..."
Dócilmente, se apartó para que la antedicha pasará, ella cuidadosamente entró en la cama y se quedó en el lado izquierdo, y el mayor en el lado derecho. ____ cubrió su cuerpo con la caliente manta, para luego sentir el peso de otro cuerpo usar también de esta. Incluso si estaba arrepentido, la chica sintió cierto nerviosismo, y más aún cuando Edd la abrazó delicado desde su espalda.
"Y-yo...¿puedo seguir abrazando te?." Preguntó susurrando nervioso por la respuesta próxima.
Sinceramente, a ____ no le molestaba la calidez que aportaba el torso de su amigo en su espalda, más bien se sentía...cómoda.
"Bien..." Dijo relajada, pues el sueño empezaba a consumirla y más a un con el cuerpo reconfortante de él.
"Buenas noches, ____." Susurró cariñoso.
Ella sonrió cálida. "Buenas noches...Edd."
El mayor la apretó más hacia él, sintiendo ambos así, la calidez del uno con el otro...
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Próximo cap.: 5 o 6 de Julio.
Mis queridos weones, perdón por la tardanza...Estaba con mierdas de estudios y cosas así.
Ahora la cuestión es: ¿por qué me tomará casi dos semanas actualizar?, porque quiero continuar con otra historia. De Julio actualizaré después del 8, pues estaré ausente en wattpad por tres PUT♥S días, ¡se libraran de mí, seguro festejaran!.
¡Pero...!
El lado bueno es que habrá lluvia de capítulos. (Nota p/ seguidores de 'Op! Matt x Lectora': especialmente, dirigidos a aquellos que esperaron mucho para ese día(?
¡En fin, espero desde mi más incompleto corazón de que les haya sido de agrado este capítulo!.
P.D: Miren debajo de sus camas si hay algún monstruo...~
#JalenAlGanzo7u7
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