—Necesito que nos digan todo lo que sepan, necesitamos información y sé que ustedes la tienen- digo en un tono imperativo.

—No podemos dar información así como así, nos torturarían, para darte la información que buscas necesitamos un duelo, si ganan les damos la información, sin decirle nada de esto a nadie y si pierden no les diremos nada y volverán por donde vinieron- explica aquella Águila calva gigante parlante.

—Trato Hecho- dice Marco -¿Cuándo y dónde?

—Pasado mañana aquí mismo, más les aprovechar sus poderes- responde en tono retador aquella otra águila.

—Eso haremos- responde intimidante Marco, parece que se le olvida un pequeño detalle demasiado importante en esta situación.

—Muchas Gracias, hasta pasado mañana – digo y Nos retiramos de aquél lugar y nos fuimos al apartamento.

Un frío impresionante esta vez NO se apoderó de nosotros y del pasillo al abrir la puerta, antes había una leve capa blanca azulada en todo el lugar, ahora se ha desvanecido y como todo hielo de dragón, no dejó marca alguna, prefería ganar alguna hipotermia o alguna otra enfermedad que estar sin Xenerius, Marco Cierra la puerta.

Como es viernes a eso de las 5 pm salgo a Dreams y realizo mi jornada laboral común y corriente, hoy no ha vuelto el chico que me habló la semana ante pasada, no ha vuelto desde entonces, cuando voy a salir me encuentro con mi jefe.

—Camile, hola, te andaba buscando, necesito que vayas con dos amigas mías y les digas que necesito que llamen a Terran y le comuniquen conmigo para que me pague un favor que me debe, diles que es urgente, no sé si las conoces, son dos águilas calvas gigantes que son parlantes y viven en el otro lado de la ciudad -Ay jefe, si supiera que de allá vengo- iría yo, pero tengo que ir a otro asunto, prometo recompensarte ¿me haces el favor? -dice algo afanado.

—Por supuesto, no hay problema- respondo finalmente mostrándole una sonrisa.

—Hasta pasado Mañana Camile, mañana no estaré por cuestiones de trabajo, hasta luego, voy con algo de afán - se despidió y salió a correr.

—Hasta luego- respondo algo extrañada.

De todas manera necesitaba ir a visitar las, tomo rumbo a aquel lugar inhóspito donde ellas habitan, son un par de Águilas Calvas gigantes que pueden hablar, saben todo lo que pasa dentro y fuera de la dimensión, poseen información de extremo valor para todos, saben hasta si te has o no masturbado alguna vez, se dice que manejan más información que el internet terrestre y el Internet de m-91 juntos, saben manejarla a tal punto que no han sido asesinadas porque son inmortales, y tienen una memoria tan buena que en definitiva no es buena idea meterse con ellas. Compro dos ratones comunes dentro de una cajita con huecos para que respiren y los guardo en una mochila.

Sé que ellas saben qué está pasando, saben de este virus, no quisieron decir nada al gobierno y a nadie de los que está intentado evitar que continúe la epidemia.

Al llegar todo está lúgubre, tuve que tomar la linterna de mi teléfono y usarla para no caerme en medio del negro de la noche tan profundo que hay, el negro es profundo, más oscuro de lo normal podría decir. Empecé a subir una escalera de madera y me pego contra una tabla, no la vi, duele.

Les busco por todos lados, no les encuentro, a saber dónde carajos están, su poder fue inmortalidad, así que sé que no se encuentran muertas o la mataron, su cuerpo es inmune a cualquier cosa que pueda matarlas.

No las encuentro, deben estar durmiendo, creo, a lo mejor se fueron a cazar, subo a la parte más alta que veo, apenas es visible la luna, su color morado claro es espectacular, a comparación de la terrestre, en M-91 sólo muestra a su alrededor azul cuando es lunada, y la lunada es muy extraña, ocurre en algunas fechas especiales y generalmente nuestro poderes son más fuertes y abundantes, para quienes están hasta ahora aprendiendo a usarlos es más fácil perder el control sobre ellos, por eso se sugiere que cuando cae la noche, los niños más pequeños estén dormidos.

Apunto la linterna hacia el cielo, no las veo, saco los ratones que compré y abro la caja, sin dejar que salgan, elevo la caja lo más alto que puedo estirarme y los ratones empiezan a hacer ruido, tal vez ellos sí pudieron verlas y yo no, pero non pasa nada, sólo se escucha el viento, y un sordo sonido de silencio que es interrumpido por el chillido de los ratones, nada, me duele el brazo, bajo la caja y la cierro, entonces un sonido de alas, creo que son ellas, ojalá y lo sean, tardaron mucho, mi brazo se acalambró, duele, pero sobreviviré.

—Mira a quién tenemos por aquí, pero si es Camile.

— ¿Qué te trae tan tarde por aquí, pequeña? Estás algo lejos de tu casa, de tu novio y de tu vida.

—Mi jefe me mandó a buscarlos, el dueño de Dreams.

—Qué quiere ahora.

—Les manda a decir que necesita que llamen a Terry - explico.

—Ah, es por Terry, creí que buscaba otra vez a su misterio - dice fastidiado uno de ellos.

—Traje ratones, no sé si quieran.

—Por supuesto, las vimos, supusimos que eran el reemplazo de ese pequeño dragón que iban a robar y Marco salvó.

— ¿Cómo así? -pregunto perdida.

—Nos das los ratones y te contamos, pero no te enteraste por nosotros.

—Trato hecho -saco lo ratones de la caja, al parecer ya se multiplicaron, hay seis, de pronto no me fijé, el miedo hace que se dividan en dos iguales, si hay una pareja se dividen en tres y no en dos, es una mutación extraña que tienen, por eso es preferible regalarles a ellas de este tipo de ratones, en lugar que de los modificados genéticamente para que no lo hagan. Dejo la caja abierta en el suelo y me corro unos pasos de para atrás, los veo comerse los ratones uno a uno y finalmente girarse a verme a mí.

—Pequeña Camile, si sólo no creyeras en el cien por ciento de lo que te dicen todos, cariño, Marco NO se encontró ese huevo por casualidad, iba a hacer un estudio sobre los elementos de los dragones y cómo actúan, entonces notó algo extraño, estaban robando un huevo y el vigilante de turno había sido dormido con Cloroformo, el huevo cayó tras un tropiezo, la mamá dragón de ese huevo los congeló en el intento, de terminar su escape y cayeron congelados -comenta una.

—Camile, nosotros vimos todo, él dijo querer evitar que el huevo cayera en manos de ellos de nuevo, no se había dado cuenta de que los habían congelado, no hasta que volvieron hace dos días a la dimensión de él, intentó protegerlos, a ambos y te pidió ayuda diciendo haberlo encontrado, en teoría no mintió, es más, sólo evadió la historia completa, cuando él vio caer el huevo, bajó rápidamente a por él y lo llevó a casa -concluye la otra.

—Eso quiere decir que me mintió ¿Es la primera vez que lo hace?

—No te mintió con malas intenciones, tampoco te mintió, más bien no te contó todo, además sólo buscaba protegerte y ayudarte, te ama - dice una de ellas.

—Cami, el apartamento No salió al precio que tú conociste, él invirtió parte de sus ahorros en él, habló con la señora y él pagó un poco menos de la mitad, prometieron no contarte nada, al otro día fuiste y miraste el apartamento y quedaste maravillada, él sólo hizo la transacción y pagó su parte.

—Él sabía que yo quería hacer eso por mi cuenta, no sólo su apoyo moral, no económico -digo hecha furia.

—Cálmate, es normal, está enamorado, no lo puede ocultar sin hacerte un regalo así no sepas de él, llevan tantos años juntos niña, que cada día se le hace un poco más difícil ocultarlo -dice una de ellas.

—De hecho por eso de que no cumples 17 hasta dentro de casi medio año, no puede legalmente ser nada tuyo, porque sólo hasta esa fecha volverá a ser legal su relación, por ahora estaría fuera de la ley-complementa la otra, mis lágrimas salen, lo amo y es muy lindo conmigo, pero no quiero que me mienta.

—Sabemos que le correspondes, pero no somos cupido para andar diciendo quién siente qué, quiero que olvides que dijimos, por el momento es posible que no quieras hacerlo, pero créenos, no es bueno apresurarse, mira, tu dragón ya no podrá volver a salir, Marco quiso que pudiera volver, pero la madre lo encontró y él no pudo hacer nada, cayó inconsciente , sabes que no volverá a salir de allí conforme cumpla sus 3 semanas y sólo faltan una semana y un día - lloro, esto es lo que buscábamos saber.