Al despertar me encuentro cubierta por una cobija y con Xenerius en mis brazos, un olor a comida que invade mis fosas nasales y una música suave que invade el apartamento, pero se siente un tanto vacío. Me levanto y alzo a Xenerius, él se despierta y me quedo viéndolo y analizándole.

Es un dragón blanco con un matiz lila demasiado claro, su piel por defecto brilla y se parece a la diamantina, sus alas aún se encuentran débiles, así que no puede volar y no podrá hacerlo Hasta tener una semana, sus garras son cortas pero afiladas, son como dagas en forma de garra.

Su cuerpo es aproximadamente de medio metro de alto y uno completo de largo, está más grande que ayer, notoriamente, el crecimiento de los dragones bebé es muy brusco, cuando cumpla dos semanas tendrá que medir metro y medio o un poco más y debe de estar Lo suficientemente saludable como para poder lograr que sus alas resistan su propio peso y querrá volar.

Creo que debería explicar el porqué de su nombre, Xenerius es el nombre del personaje favorito de Marco en la saga La última viajera del tiempo y aunque el mío es la abuela loca de la protagonista, también me gusta mucho él. Xenerius es una gárgola que ayuda al desarrollo de la historia y su trama, aunque sólo puede hablar a la protagonista, se hace notar de otra escupiendo agua.

Entonces Xenmerius empezó a moverse entre mis brazos y le solté, empezó a correr y se tropezó, afortunadamente no rompió nada en su camino, o eso pensé hasta que sonó una bandeja cayendo y un hueso lastimado por el impacto, eso dejará marcas.

— ¿Estás bien?- pregunté al ver como Marco regresaba a ser visible y notar a Xenerius lamiéndole.

—Sí, divinamente, es muy cómodo esto y más aún con él bañando me están baba, ojalá no estornude.

—Xemerius ven acá - llamé y hecho eso viene corriendo y salta a mis brazos, entonces me levanto y camino Hacia Marco para ayudarlo a parar -Príncipe ¿todo bien?

—Excelente, princesa- entonces empiezo a oler las sardinas y Xemerius salta de mis brazos- sólo quería bañarme en agua de sardinas para tener la atención de Xemerius -dijo con sarcasmo mientras Xemerius por su parte se comía las sardinas invisibles del suelo- te ayudo- comentó haciendo las visibles.

—Príncipe ¿en verdad estás bien?

—Sí, debo ducharme- tomó sus cosas y se fue al baño.

—Te amo - susurre mientras lo escuchaba maldecir por su olor.

Entré a la cocina y encontré el desayuno preparado y decorado de forma cuidadosa, es increíble el esfuerzo tan hermoso que hace por esto.

A pesar de que no hacemos más que molestar entre risas y juegos, me encanta su manera tan linda de él al esforzarse cuando quiere, en parte por eso he conseguido estar donde estoy ahora, gracias a su ayuda y apoyo durante esto.

El mesón de la cocina se encuentra lleno de comida preparada con mucho detalle, por ejemplo, el queso que hay está rallado sobre el huevo frito que se encuentra sobre ambos platos y un poco derretido, las bebidas tienen espuma y el pan está caliente, sólo el conoce que ese tipo de detalles me encantan, pero creo que todo esto es mejor que sea sorpresa.

Escucho cerrar la llave y un golpe, un "estoy bien" y me siento en la cama, escucho abrir la puerta del baño y luego la del cuarto donde estoy, está en toalla.

— ¿Podrías girar te? Por favor- pide al verme.

—Como si no te hubiese visto antes.

—Camile, va en serio, por favor gira, por respeto a ambos, gira- pide- o me voy - entonces me acosté y me puse a ver la pared - ni se te ocurra girar.

—Habló el que se hace el fantasma cuando yo me estoy cambiando- entonces por el rabillo del ojo noto que está usando sus poderes y es invisible.

—Camile te recuerdo que no soy tan bobo como para dejar que me veas desnudo- me giro y lo veo de forma retadora- no de nuevo- no quito la mirada- además que me faltan el pantalón, la camisa y calzar me.

—Bueno pues- me vuelvo a girar - tampoco es gran cosa- entonces Xenerius llega saltando/corriendo o eso creo por el sonido de sus garras contra el suelo, aunque aun es algo debil como para producir mucho entonces lo encuentro de regreso en mis brazos -¡mi bebé!- digo feliz cuando sube a mis brazos y veo como el desconcierto de Marco hace que se vuelva visible, está sin camisa, olvidaba que tiene chocolatinas por estómago-Xenerius mira como tu padre se viste -le digo y veo a Marco ponerse rojo.

Xemerius ruje y salta a los brazos de Marco quien lo atrapa y da un abrazo - ¡mi bebé! -imita y luego le da un giro, acabo de recordar que mi mejor amigo está bueno, jajajaja que morbo, debo dejar de pensar en eso -Xenerius mira que tu madre no es capaz de quitar la cara ni de morbo al verme, ni de celos al ver que estás conmigo ¿puedes entretenerla mientras me pongo mi camisa? -entonces me lo entrega.

—Según el trato, eres mío te guste o no, bueno eres mi mejor amigo, eres más mío que de cualquier noviesita- digo.

—¿Y si vos fueses esa noviesita?- pregunta y algo de mí quiere responder, un sí.

—En ese caso hipotético serías más mío que de cualquiera- dicho eso me giro porque siento que la cara me quema de tanto arder.

—¿Te sonrojaste? - veo que se acerca y me cubro la cara con Xemerius y él por su parte ruje -te ves tierna, aunque prefiero verte enojada, así te ves más tierna que nunca, aunque siempre seas tierna- se sincera.

—No estoy sonrojada- niego.

—Si lo estás.

—No, no lo estoy.

— ¿Qué quieres perder?

—No tengo nada que perder.-

—Entonces no me pondré la camisa, me quedaré así por hoy.

— ¿No te dará frío por Xemerius? Dijiste que usaríamos sacos, entonces me muestra un caso de cremallera, se lo pone y lo deja abierto- eso es algo.

Me levanto y tomo mis cosas -Te amo mucho y demás pero tengo mis cosas en mi casa, así que es mejor que yo me vaya.

—Desayunamos y te vas.

Antes de irme llegó Marco y Xemerius no me quería dejar salir, pero conseguí hacerlo. Una vez llego al bar y veo al mismo chico de ayer, se para y se me acerca.

—Hola- digo al verle.

—Hola, ayer ibas de salida, tu novio tenía afán, no me dio tiempo de invitarte un trago o algo parecido ¿gustas uno?

—No puedo, tengo prohibido tomar en mis horas de turno, perdóname, voy tarde a reportar me con la banda, disculpa- sigo mi camino.

—Hola chicos- comentó recién llego.

—Hola Camile, hoy presentaremos algo un tanto más viejo a lo acostumbrado, estábamos pensando en que como se acerca el aniversario de Dreams, podríamos hacer una presentación de canciones viejas por conmemoración y demás.

—Vale, estoy de acuerdo.

—Camile, necesito hablar contigo- comenta mi jefe.

—Hola- saludo con nervios -Claro, en qué soy buena.

—En muchas cosas, pero ahora necesito hablar sobre tu colegiatura.

—Por supuesto ¿Sucede acerca lo fuera de lo común?

—He notado que eres buen estudiante y que tus promedios van bien, pensaba en darte un aumento para ayuda de tus estudios.

— ¿¡En Serio!?- digo en un grito ahogado de la emoción.

—Sí, pasa a mi oficina más tarde a firmar el documento.

—Sí señor.

—Ahora ve y deslúmbralos a todos- me muestra una sonrisa de boca cerrada y se va y yo vuelvo a lo que estaba.

—Bueno, entonces cantemos del "grupo niche" de artistas y grupos similares ¿No?

—Exacto, Camile por favor encargate de memorizar las letras que no te sepas y si algo cuentas con nuestra ayuda.

—Vale- tomé el cuaderno con las canciones y noté canciones tan antiguas que mi abuela decía disfrutar de pequeña.

Recuerdo que su favorita era "espumas" y que lo había día en el cuándo ella ponía música no sonara.

Por mi parte "el camino de la vida" me fascina, me encanta ver como relata algo tan simple y a la vez tan complejo como la vida y su ciclo en una letra tan hermosa, nos da un resumen desde un punto de vista romántico y hermoso, sin duda alguna una verdadera obra de arte.

Luego encontramos unas un tanto menos viejas como "mi novia ya se está poniendo vieja" la cual nos relata de una forma orgullosa como queda una madre después de todos sus esfuerzos y dedicación invertidos hasta si vejez. Encontramos canciones como "Tania" "En los años 1600" "Así es como empezaron papá y mamá" y parecidas.

Me encantan esas canciones, me gusta su narrativa y su forma se expresión tan fantástica, tienen la capacidad de cambiar tu forma de sentir y ver las cosas tan grande que asombra.

Para el final de la noche y mi turno, pasé y firmé el nuevo contrato y me fui a casa, estaba cansada y sólo quería llegar y dormir, como mi apartamento quedaba más cerca que el de mis padres, decidí dormir allá.

Xemerius estaba durmiendo cuando llegué, conforme me sintió se levantó y se puso a llorar.

—Xemerius, calma cariño, aquí llegó mamá- di un bostezo - vamos a dormir- llega caminando a mí, suelto mi bolso y lo alzo a él -¿Qué tal tu día, pequeño?

—Grrr- entré al cuarto y vi a Marco congelado.

—Mier...-me detengo al recordar a Xenerius - descongélalo -ordeno dejándolo en el suelo.

—Grrr -me mira triste y lo sopla, el hielo se vuelve escarcha y finalmente desaparece

—Es tu padre, no puedes congelarlo porque sí y ya - lo miro con decepción- él es quien te da de comer y te cuida cuando no estoy, quiero que le pidas perdón- exijo.

— Grrr- suelta un par de lágrimas y corre a abrazarlo.

— ¿Qué le hiciste, Marco?

— Le mostré mi lengua.

—Que loca- digo envuelta en risas y mi papel de madre furiosa se hace trizas entre las carcajadas, veo la cama- sigan así, yo no soy Hermes ni nadie por el estilo para evitar eso, buenas noches- me recuesto.

—Cami Nosotros te queremos mucho- dice Marco haciendo cara "tierna" y mostrándome la cara de Xemerius.

—Ajá, ni que yo fuese Vaca, la cama alcanza para los tres, acuéstense y duerman - digo perezosa es que es una cama estilo matrimonial, luego escucho a Xenerius estornudar y todo se vuelve negro y frío, demasiado.