10
—Lo siento Camile, aceptaré si quieres que esto acabe - dice triste abriendo una maleta y dejándola en el suelo recostada.
—No, no es eso, no pedí eso, no me refiero a eso - digo con leve fastidio e irritación - sabes que no me refería a eso.
—Pues fue lo que entendí- toma sus cosas y las mete en la maleta —No pienso haber hecho nada malo hasta el momento, pero en vista de tu reacción, mejor me iré, tal vez se arreglen las cosas si no seguimos como estamos, aún es muy pronto para que estemos de esta manera.
—Entiende que yo te amo, que no te estoy echando, eres tú quien se quiere ir.
—Camile, cuándo habíamos peleado por este tipo de cosas.
— ¿Nunca? -Digo confundida.
—Exacto, la convivencia nos está jodiendo.
—A ver ¿me estás diciendo que póngale que en un futuro, siendo mayores, si nos da por irnos a vivir juntos, vas a tirar la toalla a la primera discusión? -Digo indignada -Esto es el colmo- digo con cierto tono de ironía -Está bien, toma tus cosas y lárgate, no mejor aún, quédate aquí, yo me devuelvo a casa de mis padres. -Tomo mi bolso aprovechando que había ido a lavar mi ropa a casa de mis padres mientras remodelaban el lavadero para poder poner las cosas mejor y que tengo sólo mis útiles allí, dejo las llaves en la mesa al lado de la puerta y salgo, corro para salir de allí.
— ¡Camile! - Me detiene saliendo a la calle - No, entiende, no estás viendo todo el panorama, las cosas no son como las pintan, entiéndelo, bueno sí lo son, pero no de esa manera, permite que tu rabia te deje ver más allá.
—Ver más allá de qué, dese cuenta que no ha hecho más que mentirme en el último tiempo, que más allá de no saber qué pasó con Xemerius cuando entraron al portal, todo ha sido mentira- Digo con rabia a flor de piel.
—No Camile, las cosas no son así - Levanta mi cara y me obliga a verle-, te amo, no soy capaz de perder tu confianza de esa manera, no es necesario mentirte, mira princesa, te lo he dicho miles de veces y hasta más, te ayudaré hasta el fin del mundo y más, estaré apoyándote hasta el infinito y más allá, no importa lo que suceda, aquí estoy, lo he estado por más tiempo del que soportan nuestras memorias, lo sabes.
—Pero entonces por qué mentirme, no hay motivos, me hubieres dicho.
—No habrías soportado mi ayuda en ese aspecto en especial, me habrías rechazado - Dice acercándome a él y parece que ya no habla del dinero.
—Tal vez no, de pronto hasta aceptaba, sabes que no siempre respondo igual a las cosas -Mis ojos arden por estar brava - ¿No confías en mí? ¿Por eso me mientes?
—No Camile, las cosas no son así, confío en ti, lo hago ciegamente y lo sabes, sabes que pondría mi vida en juego por ti, sabes que confío más en ti que hasta en mí mismo, eres consciente de eso- mi vista se nubla.
—No mientas -cae una lágrima, malditos sentimientos- no me mientas a la cara de esa manera - quiere limpiar la gota salina que cae por mi rostro con su otra mano, pero muevo la cara, entonces me abraza de la cintura con esa mano sin quitar la otra de mi rostro. Si supiera que no es porque mi confianza en él está hecha trizas estaría besándolo sin razón- No lo hagas porque sólo terminas de dañar lo que ya dañaste, porque sólo empeoras todo, me mientes mirándome a los ojos, me mientes en mi propia cara ¿qué intentas? ¿Buscas verme la cara de esa boba que cree todo, esa a la que le dicen lo que sea y ya todo arreglado, problema solucionado? Pensé que me conocías mejor que esto -otra gota cae, lo miro con desprecio, pero esta vez la quita con el pulgar de la mano con la que sostiene mi cara.
—Lamento ser así, temo perderte Camile, temo que todo lo que hemos pasado se caiga y se rompa al punto de perderse, temo que no haya manera de arreglarlo, temo que no puedo volver en el tiempo a arreglarlo todo, temo que soy un estúpido, pero joder, sólo soy un estúpido contigo, que lo único que evita que ni siquiera me fuera de este lugar hace ya muchos años fueses tú y que aun así te perderé, me temo ser un idiota, pero este idiota te ama -dice y esta vez a él se le salen las lágrimas y soy yo quien las quita de su cara.
—No tenías por qué mentirme, nunca hubo razones valederas para hacerlo, lo sabes perfectamente, lo sabes mejor que nadie - me acerca más, nos separan escasos milímetros.
—Camile, te diré algo que me guardo hace mucho tiempo, algo que me carcome el corazón seguir guardándolo, en parte es la razón para estar aquí justo ahora -sin saber cómo es posible me acerca un poco más de la cintura y baja la mano de mi cara, la pasa a mi cintura y empieza a ver mis labios y mis ojos de manera intercalada, algo en mí anhela que se acerque de una maldita vez y otra muy bajito me dice que recuerde que es mi mejor amigo, que recuerde el pasado, en cambio una más fuerte dice que me acerque yo — Tú, Camile, ya no me cabe duda, en verdad, en serio, me gu...—Karen llega y me abraza por la espalda, nos abraza a ambos, nos soltamos y un sin sabor me queda en la boca, se mezcla con unas ganas de haberla mandado junto a Victoria o que se hubiera ido con Karina y sus padres.
—Hola chicos ¿interrumpo algo? -pregunta con incomodidad, ay hermanita, si tan sólo supieras, si tan sólo hubieras analizado lo que pasabas antes de llegar o por lo menos hubieres tardado unos minutos más.
—No tranquila, ya nada, yo me iba, vamos a casa Karen, tenemos meses que actualizar- digo.
—Hasta luego Ma... dónde está Marco- pregunta.
—No sé- digo viendo alrededor, a lo mejor se hizo invisible- vamos- digo sin ganas y un par de lágrimas caen, pero una mano las quita, de forma rápida y precisa, no sentí más allá de sus dedos por un segundo o tal vez menos, pero siento que se aleja rápidamente, se escuchan pasos corriendo que se alejan.
—Siento que sí interrumpí algo, mejor me voy a casa, sólo venía a decirte que tu tía irá esta noche a la casa junto a tu prima a hacer una noche de películas- saca su teléfono, no presto atención a lo que hace, dejo mi mirada perdida en el suelo del camino.
—Gracias, volveré a casa y dejaré que todo vuelva a la normalidad, tal vez fue hasta un error irme en primer lugar - digo con tristeza.
— ¿Aún no se declaran? -Pregunta extrañada- o ¿se pelearon y terminaron?
—Ay nena, me temo que ni siquiera me estaba diciendo muchas verdades, sabes que así no hay ni formas para tener una relación, cuanto no daría por dejar la cobardía y haberlo besado hace tanto tiempo -digo con tristeza - pero tampoco debía mentirme - me vuelven a arder los ojos y empiezo a llorar - lo amo con vida y media enteras, no sé ni en qué forma la amo, lo veo y ya no siento mariposas, ahora siento un zoológico entero vuelto loco porque siquiera me mire, siento que cuando lo veo quiero correr, saltar a él y besarlo como si no hubiera un mañana, hasta que ni siquiera sienta los labios, hasta que mi lengua se duerma de bailar junto a la suya y que de tantos besos nos sinceremos y entendamos que ya es imposible negarlo, que - la lágrimas me impiden ver bien- ya no sepamos ocultarnos nada, bueno, ese pensé, pero al parecer vivía en una ilusión.
—Camile, Manita de mi vida, hace rato no te veía así, no es simplemente un capricho, niña, estás enamorada, ya no hay de otra.
— No Karen, no entiendes, no puedo estar enamorada, no puedo querer nada más allá de una amistad con él, es mi mejor amigo, ya fuimos novios una vez y no lo logramos, sabes que no resultó, que lo único que logramos fue lastimarnos el uno al otro -Me abraza.
—No sabes cuánto deseo verte feliz Camile, no tienes ni idea de hace cuanto quiero que todo mejore para ti, carajo, te lograste ir de casa, en todo este tiempo tu tía no había mandado a nadie, hace casi un mes que todo iba como tú querías- mis lágrimas mojan su ramera cuando dejo caer mi cabeza en su hombro.
—Lo siento, no hay de otra, ya lo arruinamos todo- estamos paradas en medio del camino, abrazadas y no he hecho más que llorar desde que él se fue, he llorado desde que salí del apartamento - no sé si haya marcha atrás -digo casi sin voz- ya no sé nada.
—Vamos a casa Camile, una tasa caliente de chocolate te ayudará a sentirte mejor- volvemos a caminar y en cuestión de minutos estamos en el apartamento tomando tazas de café porque se acabó el chocolate y mi tía no me ha pasado el dinero del mercado de la casa, además de que faltan algunas cosas, la alacena está casi intacta.
—Camile, vamos a mi apartamento, tengo galletas para acompañar esto, podremos hablar un rato mientras – invita.
—Manita, si te soy sincera tengo ganas de dormir, es que ayer vine y dejé las cosas para lavar, arreglé y puse orden a todo, quite polvo y demás cuando salí de estudiar, luego fui a Dreams y llegué a dormir después de hacer un par de favores, ni siquiera hablé con Marco, después del almuerzo le dije que si el recordaba que odio las mentiras, que si él ya no confiaba en mí para contarme las cosas y nos pusimos a pelear, Manita, me enteré de mucho anoche como para quedarme callada. Creo que ya era hora de demostrar que esa venda se había caído, que ya no necesitaba más falsas palabras, más engaños.
—Vamos y me sigues contando abajo, no vaya a ser que llegue tu tía y nos interrumpa -que se entere de cosas como estas y no, deje así, vamos y comemos galletas - Me levanta con uno de sus brazos y me lleva casi a rastras a su piso, abre la puerta y cuando entramos a su cuarto un olor tipo vainilla invade mis fosas nasales.
—Extraño a Marie Ann- digo triste al recordar que ella siempre usaba perfume de vainilla- me hace demasiada falta su olor a vainilla, nuestras tardes hasta tarde en vela estando en casa de alguna de las dos, los ricos postres que preparábamos juntas, los vídeo juegos con ella, ninguno de ustedes sabe jugar, bueno Vicky sí pero ella no juega porque se la pasa en Ballet y Alejandro rara vez se deja ver, extraño nuestras competencias y nuestra amistad completa, extraño las comidas de su madre, los consejos que nos daba y los trucos que nos enseñaba para todo, hasta para los vídeo juegos, les extraño tanto - no puedo parar de llorar - me hacen mucha falta.
—Si es por video juegos, puedes enseñarme y juego junto a ti, no se sabe nada de su existencia desde hace un mes, lo sabes, ni siquiera volvieron a casa, primero se fue Marie Ann y luego se fue hace mes y medio y su madre hace un mes y una semana, pero no se conoce de su paradero.
—Eso ya lo sé, Karen, sé también que peleamos demasiado fuerte el día que se fue y me arrepiento por completo de haber peleado así con ella, es que demonios, hasta cortamos amistad por ese estúpido, él por su parte se fue con ella, soy la peor al dejar que se fuera sin arreglar nada, pero no pensé que desaparecería esa misma noche - me entrega un paquete de galletas que sacó de encima de la nevera y lo abro.
—En tu defensa, ella tampoco debió pelear así.
—Es que Karen, fuimos amigas desde que tengo uso de razon y de memoria, su madre fue amiga de mi abuela y prácticamente todo lo que aprendimos nos lo enseñaron ellas dos, hasta que mi abuela murió, entonces todo lo asumió la madre de ella, dime cómo no encariñarme con mi mejor amiga en el mundo y mi casi tía - mi voz se empieza a cortar y me sueno con un poco de papel que tomé del baño, tiro el papel a la cesta y empiezo a comer.
—Vamos, deja el tema, ya no hay vuelta atrás, es ilegal viajar en el tiempo, destruyeron la única máquina que lo logró hacer y todo lo referente a ella, no existe ese poder y tampoco esa posibilidad, el pasado déjalo enterrado y sigue adelante, ya no hay vuelta atrás. –Recuerda.
—En vacaciones quiero ir a visitar a Mariana, tal vez ella me ayude a sentirme mejor, siempre me entretiene estar con ella, quiero alejarme un poco de todo esto, dejar de lado por un tiempo todo y simplemente dejarlo así. —digo sin más
—Mariana es esa humana del circo con la que tienes muchas fotos ¿verdad? -pregunta perdida.
—Sí, lo último que supe era que entraba a la universidad.
—Los humanos estudian todos los temas muy rápido, ella no pasa de 17 años y ya va ahí, ellos tienen afán siempre, tienen ganas de acabar con todo muy pronto, no se detienen ni siquiera a disfrutar aunque sea de un simple respiro, se creen imparables, invencibles, esas máquinas capaces de dar todo e ir contra todo y seguir como si nada, mira, nosotros nos tomamos nuestro tiempo y espacio, vamos con algo más de calma en la vida y estamos hasta más desarrollados que ellos. -dice
—Nuestra existencia es más antigua que la suya, mientras ellos apenas ven en comienzos del 2019 después de su Dios, nosotros vamos casi un milenio adelantado, sólo se le resta media década, mira, nosotros no tenemos combustibles fósiles y ellos hasta ahora intentan soltarlos, hasta ahora empiezan con la inteligencia artificial, nosotros en cambio ya convivimos con robots, nosotros ya logramos hasta que sientas y tengan racionalidad, logramos que la supuesta revolución de soltarnos se acabara, somos hasta amigos ahora, nosotros tenemos características distintas a las suyas, nosotros tenemos poderes, ellos NO.
—Sí, eso es verdad, ellos aún ni siquiera se ponen de acuerdo para tener paz mundial o para acabar la pobreza mundial, nosotros tenemos eso ya terminado, aquí las cosas son diferentes a allá, nosotros somos diferentes -Se come una galleta.
—Ellos son mejores que nosotros en mucho, pero no se dan cuenta -concluyo finalmente y empezamos a comer.
La cafeína y el dulce me quitan las ganas de seguir llorando tras un rato, me quitan las ganas de dormir producidas por el cansancio acumulado y las lágrimas derramadas.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top