un nuevo conocido
No tenía muchas ganas de volver a comenzar mi vida desde 0, pero no tenía otra opción, era eso o tener que lidiar con mis problemas por toda la eternidad. No era la primera vez que me tenía que mudar, ni mucho menos era algo que me gustaba, había perdido muchos amigos por todas las veces que me terminaría mudando, había dejado de intentar tener amigos, no sentía la necesidad de buscar amigos sabiendo que siempre terminaría por mudarme nuevamente a otro lugar.
Entré sin dudar a la escuela, era mi primer día de clases y tenía que adaptarme a todo un nuevo lugar, los viajes largos, los días fríos... Por suerte tenía conocidos en ese lugar, no sentía que tenía que esforzarme mucho por conocer a gente nueva. Me dirigí a mi salón y me senté en una de las sillas, el ambiente era calido y la gente era agradable incluso algunos no dudaban en hablarme, aunque a pesar de eso, por razones obvias, no me molestaba en hablar mucho.
La clase no era muy interesante, mucho menos los temas que daban, pero lo que más disfrutaba eran los tiempos de descanso, donde podía ir a el patio a hablar con un viejo amigo, pero hoy había pasado algo diferente, una chica de mi salón se me acercó a hablarme.
"Hola ¿Hiciste el trabajo de matemáticas?" Fue lo primero que me dijo, no podía evitar juzgarla con la mirada: bajita, pelo rulado, ojos cafés... Me perdí por un momento en su mirada, por lo que respondí sin pensar.
- si, lo que pude... - no estaba seguro de que nota me habría sacado, pero estaba seguro que había desaprobado, pero no quería sonar poco inteligente, por lo que me limitaba a decir poca información al respecto. - estoy un poco oxidado en matemáticas. -
- si... Yo creo que me voy a sacar una nota baja, no soy buena en matemáticas. -
No parecía ser una chica tonta, tampoco parecía ser de las que se las pasan estudiando. En ese momento estaba en shock, estaba buscando a mi amigo y su presencia me hacía poner nervioso por alguna razón. Estaba buscando la clase de arte, pero realmente no sabía donde estaba, por lo que no tuve mejor idea que usar esa excusa como tema de conversación.
- ya que estás acá... ¿Tenés alguna idea de dónde está la clase de arte? Estoy buscando a alguien, me dijo que la clase de arte estaba frente al baño, pero realmente no encuentro la clase. -
- curiosamente hace unos días yo también estaba buscando la clase de arte, o tampoco me dijeron donde queda, así que no tengo ni la menor idea - sus palabras me llenaban de curiosidad, no tenía mucho sentido que ella buscara un salón que no es suyo, pero a pesar de mis dudas, me plantee que yo estaba haciendo lo mismo.
Antes que pudiera decir algo, la chica me interrumpió con una voz suave y acercandose demasiado, lo que me dejaría encerrado.
- ya qué estamos acá... - la chica me mostró su teléfono, tenía en la pantalla la aplicación para agendar contactos, lo que me hizo deducir rápidamente lo que quería. -hay que conocer gente nueva. - sus palabras me provocaron una sensación de incomodidad, sumando la extraña situación de la distancia entre nosotros. Los nervios me segaron, no sabía que hacer, por lo que hice lo primero que se me ocurrió para salir de esa situación.
- eh... Bueno. Yo voy a... Seguir buscando el salón, así que cualquier cosa voy a estar por... Allá. - apenas agendé mi número, caminé hacía los baños de los colegios, esa situación me había puesto realmente incómodo, pero mientras pensaba sobre ello, sometiendome a pensamientos de duda , noto como alguien interrumpe mi camino y me apunta con el dedo indice, como si me conociese.
A juzgar por su forma de mirarme, comprendí que era uno de mis viejos amigos, realmente no hicimos nada relevante, pero aún así fue un poco esperanzador haberme encontrado con un ex compañero de clases, lo suficiente entretenido como para olvidarme de cualquier preocupación que sentía.
Pasaban los segundos y terminé por olvidarme de lo sucedido, pues no había vuelto a ver a la chica en todo el día, mi mente volvía a la completa normalidad, pero al llegar a mi casa noto como tengo un mensaje sin leer: "hola, soy yo, la chica de recién, solo quería saludarte" era de deducir que ese mensaje me lo había mandado apenas obtuvo mi número, pues había tardado más de 5 horas en notar ese mensaje. No dudaba en responder sus mensajes como cualquier persona normal, era una chica bastante simpática y agradable. Me habló por un rato hasta preguntarme si quería sentarme con ella el suguiente día, a lo que acepté sin dudar, pues no me vendría mal tener un amigo en el salón, aunque esto iba en contra de mis leyes. No estaba muy seguro de por qué quería sentarse conmigo, realmente no me conocía, pero a lo mejor simplemente quería formar una amistad con una persona nueva, todo lo depararía el futuro.
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