Capítulo XVI
En la vida hay tres tipos de amor, el primero que creemos que se nos va la vida, el segundo. Dónde creemos estar seguros y entregamos todo, sin falta ese tercer amor que termina siendo el último y verdadero sin darnos cuenta.
Anónimo
XVI
De la nada se apagaron las luces justos cuando me estaba vistiendo.
Al bajar me percató que ha encendido una vela.
—¿Qué ha pasado? —pregunto, acercándome a ella.
—Se ha ido la luz, supongo que es por la lluvia, aún no para de llover.
Estamos frente a una diminuta vela, viendo como el fuego la va consumiendo poco a poco.
—¿Has estado muy callado?
Giro mi rostro al de ella.
—No se por dónde comenzar.
La miro por unos segundos. El resplandor de la vela alumbra su rostro y hace que sus ojos azules brillen un poco más.
—Creo que tú tienes algo que contar. - pronuncio.
Tomó la vela y se dirigió a un estante saco dos copas y una botella. Se acomodo a mi lado sirvió un poco de vino.
—Lo siento no ingiero alcohol. — dije, rechazando su copa.
Solo sirvió un poco para ella y procedió hablar.
—Mi nombre es Grace Garzas, soy abogado, no ejerzo y creo que nunca lo haría, no me va mucho eso de las leyes.
Probo un poco de su copa y continúo.
—Naci acá en España, mi madre me obligó estudiar leyes es una profesión familiar, debía seguir con la tradición. Era la regla para luego hacer lo que yo quisiera.
Detallaba cada movimiento, cada gesto, podía percibir que estaba algo nerviosa.
—¿Cómo fue que diste conmigo? — interrogue.
Hizo otra pausa tomó más de su copa.
—Ho ve despacio. Dije, dejando salir una sonrisa.
—Eres una hermosura cuando sonríes. —dijo, al servirse un poco más de vino.
Sin poder evitarlo, me ha hecho sonreír una vez más.
—¿Siempre dices lo que piensas?
—Solo si es de mi interés. —me miro fijamente mientras mordía Su labio.
No deje de mirarla ni por un segundo.
—Déjame lidiar con esto a mi manera. —espeto.
Le di una señal de aceptación.
—Una vez graduada, me fui de casa, mi familia no le agrado está decisión así que, no supe de ellos, llamadas ocasionales de mi madre queriendo convercerme volver, mi respuesta siempre ha Sido no y la de ella es siempre colgar.
Su voz se quebraba, exalo y continúo.
—incursione en el mundo libre, vieje de mochilera, conocí lugares maravillosos siempre conmigo estuvo mi cámara acada lugar que llegaba tomaba una fotografía, viaje para Argentina conocí a un argentino, mi cámara se enamoró de él.
Resulta que este chico firmaba a artista fotográficos, luego de unos meses de conocernos fuimos a mi departamento y vio mi trabajo, me dijo que tenía talento.
Me presento a personas, hice mi primera galería de arte y ese mismo año me propuso matrimonio, dije si sin pensarlo. Es ese amor que no fue ni como el primer amor, ni como el segundo, es ese amor tercero y definitivo, vas a lo seguro. Viajamos, nos divertimos. Todos querían firmar conmigo y presentar mi arte.
A los dos años de estar casados nos enteramos que tenía cáncer ...
Hizo una pausa, sus ojos comenzaron humedecerse, dejo la copa vacía al tomarla de un solo jalón, procedió a servir más.
—Nos dijeron que ya era tarde, estaba avanzado, no quisimos resignarnos, luchamos, el lucho, solo duramos casados dos años. El no quería más quimio, su cuerpo lo rechazaba.
Una lágrima rodó por sus mejillas, quería decirle algo, ese algo no serviría de nada así que guardé silencio, seguí escuchando con mucha atención.
—Hace unos meses atrás, antes de firmar contrato y venir acá, soñé, quizás sea una locura o delirios, pero estoy segura que soñé contigo y tu bebé, los ví una y otra vez en mis sueños, también había una mujer jamás la he visto solo me sonreía.
La mire frunciendo mi rostro, totalmente sorprendido.
—¿Qué estás diciendo?
—Si se que es una locura, poco creíble. Vine acá por qué tengo una presentación y fui a tomar fotos a un hospital y te Vi allí con tu bebé en brazos, a dónde fuera estabas tu, llegar a tu casa fue una confusión que no supe salir de ella, como te iba a decir.
¡Hey! Vengo de otro país y te he soñado.
—Fue más fácil mentir y burlarte de mi.
—Si, fue más fácil mentir, jamás quise burlarme de ti.Todo esto se salió de control.
Una noche antes del juicio, fui a ese hospital y busque información, ese día todo fue una locura, y el punto es que lo solucione no podía entrar al jucio y que me descubrieran.
Tomó mi mano y me miró fijamente.
—Lo siento, debes creerme.
Sus ojos, esa mirada solo expresaban sinceridad.
—Creo que perdí mi trabajo, yo no mandé las fotos que debía enviar, no he podido hablar con mi amiga, mi presentación se supone que será pasado mañana.
Me acerque un poco más a ella, dejo la copa de vino a un lado apollo su cabeza en mi pecho, mi mentón quedó justo en su cabello, así nos quedamos, hasta dormirnos sin darnos cuenta.
***
A la mañana siguiente un olor de tocino me ha despertado, me levanté un poco adolorido.
Pasar la noche en el suelo no es divertido.
Camine a la cocina allí estaba ella reluciente haciendo el desayuno.
—Buenos días. — dije, al mirarla esbozando una sonrisa.
—Buenos días, guapo. —se aproximó a mi, dejando un beso en mi mejilla.
Sirvió el desayuno tocino, pan tostado muy tostado, digamos que un poco ahumado para no decir quemado y unos huevos revueltos, pasados un poco de sal.
— ¿Tu siempre cocinas? — Dije, con un tono de burla.
—La verdad nop —afirmó, entre cerrando sus ojos y llevando sus manos a su rostro.
Sin querer dejo salir una carcajadas tomó su cámara que estaba justo al lado y le tomó una fotografía.
—Esta horrible ¿Cierto?.
—No, está delicioso. — menti, comi todo rápidamente. Y continúe. - pero a la próxima cocino yo.
Camine a dejar todo en el lavado, al girarme, fui sorprendido por su cámara.
—Entonces ¿Habrá una próxima vez? —se aproximó más a mi, nuestras miradas se unieron, me deslice despacio hacia su oído.
—Tal vez —susurré.
Nos apartamos entre risas salimos a su jardín jugamos con su mascota luego de un rato me ha pedido hacerme unas fotos.
En cada pose nos reímos, llegó la hora de ir me. Antes de subir al auto nos miramos una vez más.
—Gracias, señor Sebastián.
—Gracias, señorita Windows.
Soltó una carcajada.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top