A veces debemos dejar salir eso que sentimos, aunque el medio sea una canción.

Sj

Una Semana Después.

—Siento un poco vacía la casa sin la presencia de los muchachos, ya me había acostumbrado a las ocurrencias de Juan y la risa escandalosa de Janeth, Alice con su dulzura, lo reconozco los extraño.

—¿Qué te parece si vamos a buscarlos y salimos algún lugar? —expreso Grace emocionada.

—Y Sebastián JR. —acote.

—Dame un momento. —tomó su móvil, se alejo hacía la cocina.

—Solucionado, acabo de hablar con Alice y muere por ver al bebé.

Le hice un gesto de aceptación se aproximó a mi, su cuerpo se encontraba encima del mío, poso mis manos en sus glúteos, me miraba con picardía, su sonrisa, su manera de mirarme es una de las cosas que más adoro de ella.

Subí mis manos sutilmente por su espalda, la pose en su cuello, nos besamos, un beso tierno tímido y quizás podría decir que inocente. Ella me llenaba de nervios, pero había algo en particular que no me dejaba ir más allá.

—Lamento que tengamos que dormir en el sofá cama. -susurre, sintiendo Cómo nuestros suspirar se convierte en uno solo.

—Dormiría contigo debajo de un puente si fuese necesario. —indico ella, dejando caer una vez más sus labios a los míos, dejando en mi su dulzura.

La temperatura comienza a elevarse.

Odio tener que interrumpir.

— Se que deseas ir al siguiente paso, pido disculpas, aún no puedo. —dije, un poco apenado, siento mi rostro ruborizarse.

—Mire señor Sebastián —expreso en un tono seco- continúo —Por ti esperaría lo que fuese necesario. —enfatizó en un tono dulce, posó sus manos en mi rostro elevando mi mirada justo a la de ella.

Ese brillo en su mirada enamora.

Al levantarnos dirigió su mirada justo a mi parte íntima, mi amigo se encontraba listo y firme. Sus ojos se abrieron de asombro dejando salir una carcajada.

—Vaya, otros también quieren opinar.

Tocan la puerta, sin pensarlo mucho ella tomó la Manilla y abrió, era la vecina que siempre ha venido cuando yo estoy solo a pedir azúcar, para su sorpresa abrió Grace.

Para sopresa de Grace ella entro sin nadie invitarla, añadiendo a eso que yo me encontraba desnudo de la cintura hacia arriba y con mi amigo aún firme sin ningún tipo de timidez.

Ni la pastilla azul causa tanto efecto.

—¡Vecino! -exclamo con asombro y los ojos abiertos como si fuese la primera vez que ve algo de esa magnitud.

Tome el cojín del sofá, colocándolo allí siendo así mi primer impulso.

Lo normal habría Sido correr, solo me paralice.

—Joder, que atrevida. —refunfuño, la peli azul.

—Perdón vecino solo quería un poco de azúcar. —pronuncio sin parar de hacerle un escáner a mi cuerpo con su mirada.

Le hice una señal a grace con la mirada que le buscará la dichosa azúcar. Con el rostro fruncido busco lo pedido.

Para sopresa de todos, vacío el frasco de azúcar encima de la coqueta vecina. Quien abrió la boca con sorpresa se dió la vuelta y salió del lugar.

—Recuerde vecina que esto no es supermercado.

Al cerrar la puerta, dejamos salir las carcajadas que ahogaba nuestro ser.

Horas después.

Mi peli azul maneja mientras Llevo en mis brazos a mi campeón que no deja de mover sus manita balbuceando no se que cosa, me llena de felicidad verlo tan lleno de vida.

Al llegar Juan y Janeth se sorprendieron.

—Bueno ya hombre no es para tanto solo ha pasado una semana. Se que extrañas a este pechito para sollozar tus penas. —dijo Juan entre risas.

—Que decís, si tú está mañana hasta has llorao extrañando al paliducho este. —Soltó entre risas Janeth.

—Que decís mujer si tú también lloraste conmigo -recalco Juan

Todos nos miramos y entendimos que extrañarnos era mutuo.

Dejamos al campeón con Alice, Grace llevaba el mando del auto, dimos unas cuantas vueltas buscando un lugar donde pudiésemos pasarla bien.

Al fin llegamos a un lugar que no era restaurant pero tampoco era un bar, mucho menos disco, un lugar agradable que pintaba bien, llamado "La Voz"

Al entrar los gritos desenfocados de alguien que "canta" aturdió nuestros tímpanos, los 4 nos miramos con ganas de salir, justo antes de lograrlo una luz nos enfocó.

Bienvenidos a "La Voz" el lugar donde puedes pasar momentos agradables y dedicar una canción.

Ambos nos quedamos paralizados, hasta que Juan, camino al lado contrario y subió a la pequeña tarima, entre susurros intentamos llamarle fue imposible.

Nos dieron una mesa, casi serca de la tarima, disfrutamos del momento de mi amigo contando anécdotas, cantando y haciendo reír a todos en el lugar.

No era un espacio grande, tampoco pequeño, simplemente acogedor.

—Debiste ser comediante. -exprese, al tenerlo a mi lado.

Disfrutamos del lugar viendo cómo pasaban y cantaban unos, súper afinados, otros no tanto. Era un momento de risas contagiosas para todos.

Una vez más Juan tomó el micrófono todos aplaudieron al verlo, está vez el hizo subir a Janeth, se dieron un beso cantar. Afinaron la voz y dieron paso a la canción.

La canción a sonar : Kany García y tommy Torres

Una canción perfecta para ambos no cantan mal.

Llevamos ya tantos inviernos ganando batallas
Perdiendo las fuerzas
Buscando barrer, en el suelo, aquel resentimiento
Que, a veces, se cuela
Y dejo que un beso nos salve
Que baje la temperatura y vuelva a encontrarte

Todos aplaudían yo les Silbaba emocionado al verlos allí juntos, enamorados como la primera vez.

Quédate
Para que sobren las razones y nos falten años
Quédate
Que, cuando estamos juntos
Nada puede hacernos daño
Quédate y bailamos, ahí, en la cocina
Vamos a tirar al viento la rutina
Llévame al verano en que nos abrazamos
En aquella esquina

Al bajar ellos, me sorprendió al ver subir a grace no se en que momento se levantó y en segundo ya estaba allí, la luz enfocando su belleza.

Canción a sonar Alex ubago estar contigo.

Estar contigo
Es como tocar el cielo con las manos
Como el sol de un primer día en verano
Como en un cuento
Estar contigo

Estar contigo
Desvelando uno por uno tus secretos
Descubriendo todo lo que llevas dentro
Lo dejo todo
Por un momento de estar contigo
Yo siento que tu compañía
Es el mejor regalo que me dio la vida.

Sentía un escalofríos en la boca del estómago al escucharla cantar.

A demás canta hermoso.

Vivir contigo es mi deseo
Es todo lo que quiero hacer
Porque a tu lado puedo ser
Solo yo mismo
Solo yo mismo

Antes que pudiese bajar de la tarima tome su mano, pedí una silla y la senté dónde su visión quedase perfecta hacía mi.

—Ok, estoy nervioso, no canto igual de hermoso que tú. Pero igual quiero que que tú me regales unos minutos.

Canción: Pablo Alborán. Solamente tú.

Regálame tu risa
Enséñame a soñar
Con solo una caricia
Me pierdo en este mar

Las personas de inmediatos comienzan aplaudir yo solo enfoco mi mirada a ella, mis manos tiemblan y estoy seguro que mi voz aún más.

Regálame tu estrella
La que ilumina esta noche
Llena de paz y de armonía
Y te entregaré mi vida.

Por su mejilla rodaba una lágrima.
A lo lejos lograba escuchar los gritos de Juan, seguí mirándola sin parar.

Haces que mi cielo vuelva tener ese azul
Pintas de colores mi mañana, solo tú
Navego entre las olas de tu voz y

Tú, y tú, y tú
Y solamente tú
Haces que mi alma se despierte con tu luz
Tú, y tú, y tú...

Guíe mi mano a la de ella ambas manos parecían estar en una montaña de hielo, y así continué aquella melodía.

Al terminar nos abrazamos, nos dimos un beso a petición del público.

De camino a casa continuamos hablando de la anécdota de hace unos minutos atrás, dejamos a los muchachos en casa, mi bebé se encontraba profundamente dormido.

En segundos ya estábamos en la puerta de la casa.

—Está noche no podré quedarme.

Me sorprendió

—¿Tan mal cante?

—No seas tonto, (risa) debo ir a casa ver a mi mascota, darle de comida a menos que quieras venir conmigo.

Uff tentador.

Buenas primero que nada quiero dar las gracias a todas aquellas personas que se han tomado la libertad de leer está historia.

¿Que tal el Karaoke? 😱
Yo morí de ternura

Me encanta las locuras de Juan.

Ya casi nuestra carta de amor llega a su final falta poco

¿Que hará el señor sebastian?

Se va o se queda?

Ya lo sabremos en el próximo capítulo.

No leemos En una carta de amor.