Capítulo IV

 IV

Capítulo IV

Comienzo a sudar frio, mis ojos se humedecen mi corazón palpita más de lo normal, intento tomar el control de mi cuerpo, en mis manos tengo una carta escrita por alguien que jamás volverá hacerlo, caminé hacia el sofá me hundí en él, dejando los paquetes a un lado, respiro profundo secando mis lágrimas y me dispongo a leer.

Para: Mi Amado Sebastián

Fecha: Una fecha refleja el pasado y yo quiero que te enfoques en el presente.

Un Nuevo Comienzo.

Regreso a ti una vez más amado mío hablemos con mayor serenidad, no niego que lo del bebé me ha dolido que gilipolla tirarte a una tia en un baño y dejarla en estado, eso te pasa a ti y bueno a ti. Pero no estoy enojada la vida es así hay errores de errores y siempre quisiste ser padre.

Dios te ha brindado la oportunidad, no hay que sentirse mal por no decirme nada, o por no disculparte, eso sinceramente no fuera arreglado nada, creo que nuestro último año juntos nos olvidamos uno del otro, nos centramos en cosas diferentes que nos hicieron a un lado, reconozco que fui muy orgullosa, miedosa en no poder decirte las cosas, pero sentí mucho miedo de reconocer que jamás te daría un hijo, y aun mas no quería reconocerle a la muerte que si me estaba llevando. Tú has sido mi vida ... Igual no tengo nada de que arrepentirme y tú tampoco ¡ok!

La última noche que hicimos el amor, me susurraste que no eras capaz de hacer una vida sin mí, una vida desde cero y sabes una cosa, no te has dado cuenta, pero ya lo estás haciendo mi amor.

Antes de continuar quiero que hagas una cosa, ve al estante de libros, con sumiso cuidado busca en una caja mi Mp3, si ese que solía ponerme para hacer yoga.

¡Mueve ese Culo!

Mis ojos saltaron de asombro, en un momento sentí a Leslie allí a mi lado dando órdenes, solté una pequeña sonrisa, caminé al estante efectivamente en una pequeña caja se encontraba su más preciado objeto su mp3.

Continué:

Ya lo tienes, bien, quiero que escuches la numero tres. Nickelback - Never Gonna Be Alone, esta parte es mi favorita:

"si alguna vez piensas rendirte, no te dejare caer cuando toda esperanza se haya ido sé que puedes continuar, juntos tomaremos al mundo te abrazaré hasta que el dolor se haya ido".

Al terminar la canción dejo el mp3 a un lado, camino a la cocina bebo un vaso de agua, sentía mi garganta seca, esa sensación de sed como si fuera corrido un maratón me apoyo en el mesón, lagrimas caen, risas vienen a mí, son un sinfín de emociones que comienzo a sentir, vuelvo una vez más al sofá.

Continuo sus líneas.

Se que tienes miedo y constantemente te has hecho esta pregunta ¿Por qué no yo? No se la respuesta solo sé que todos los días es un comienzo. Todos los días estamos desde cero así que, vive cada segundo, el tiempo está pasando mucho más rápido, ten la seguridad que nunca estarás solo desde este momento ...

Yo solo soy una historia de tu vida, digamos que ... bueno ... soy, como esos libros que tienen finales inesperados. Mi sebas... habrá muchos más, yo solo fui una mala autora con ese final del asco. Hay más historias que esperan ser leídas y sabes que es lo mejor, que ahora tú serás el autor, ¡vamos cabezón! te toca escribir ahora tu historia, ahora dependerá de ti ese final, así que no lo arruines encerrándote en casa, no lo arruines apartando a todos, recuerda que en una historia necesitas personajes no puedes ser tu solo y el mini tú, (de cariño) necesitaras de esos personajes, el necesitara una bonita historia, en fin, un nuevo comienzo.

Conserva nuestra maravillosa historia, sin importar ese final, recuerda que antes de eso tuvimos momentos únicos. Por favor, no tengas miedo de crear nuevas historias, gracias por ese honor de ser mi esposo, te estaré eternamente agradecida.

Seca esas lágrimas, te vez muy lindo mientras lloras, lo siento siempre me causo ternura esa cara que pones al llorar, y dejad de hacerte el chistosito y decir que estas sensible porque llevas mi corazón no seas gilipollas, sabes bien que el de los dos siempre fuiste el más sensible.

PD: los sobres adjuntos deberás abrirlo en los momentos indicado, como están ordenados cada uno, tienes que obedecer, te pinchare el culo si desobedeces, así que levanta ese ánimo que yo estaré a tu lado dándote ánimo, bueno metafóricamente estaré a tu lado a través de las notas te ayudare a tener un nuevo comienzo.

Una ultima cosa, quiero que prestes atención a esto:

Hay momentos en la vida que no todo el mundo obtiene lo que quiere y debemos aceptar que a veces perdemos una batalla. Debemos renunciar a seguir perdiendo el tiempo. Aceptar que no somos dueño de la verdad y esta muy bien, eso es lo único que no puede ser, creernos dueño de la verdad.

Al terminar de leer me sentí tranquilo, menos solo, como si Leslie no se fuese ido, sentí alivio hacia tiempo desde que se fue que no sentía algo así. 

El llanto del pequeño me hizo volver en si, Sali de prisa, estaba rojo de impotencia por haberle hecho esperar.

—vamos campeón no es para tanto— le hablo mientras me balanceó de lado a lado, bajo a la cocina, su llanto ya comienza a ponerme nervioso, para mi mejor suerte tocan la puerta.

—Un segundo. —grito mientras dejo calentando un poco en baño de maría el biberón.

Al abrir la puerta una mujer atractiva, cabello es tendido color violeta, no podía quitar mi mirada de su cabello.

— Soy ...

— ¿No le huele a quemado? — Pregunto, interrumpiéndola antes de que pueda presentarse.

Giro mi rostro de lado a lado intentando percibir el olor a quemado.

— ¡Oh! Joder, el biberón. — dije, exaltado corrí a la cocina.

Toque precipitadamente el biberón estaba muy caliente sin querer lo tiro al suelo al sentir lo caliente en mi mano, el pequeño creo que lo he asustado llora con mucha más fuerza.

—joder, ¿como puedes hacer tanto escandalo siendo tan pequeño? — pronuncie, sin dejar de balancearme.

—Venga, ya le ayudo yo. — pronuncio la voz amigable de aquella mujer de cabello violeta.

Sostuvo de forma cuidadosa en sus manos al pequeño, le hablo con una dulzura como si estuviese segura que el entendía cada una de sus palabras, y al parecer así fue, logro calmarlo, ella se iba alejando hacia la sala de estar sin dejar de hablarle.

— ¿Tu papi, que te hizo? ¡sí! Te ha asustado, ya paso, ¿tienes hambre? ¡sí! Ya vamos a comer— ya con el biberón en la mano camine hacia ella.

— ¡Aquí tiene! — pronuncie, un poco apenado, ella no deja de hablarle tomó el biberón y se lo ha dado.

La observe una vez más, vestía un jean negro, una blusita de tirantes color blanco que adornaba con un blazer negro, unos conversen blancos, frunce el ceño extrañado por su atuendo relajado pero serio, juvenil,  mostraba frescura, piel blanca, ojos azules, un pirsin casi in notable en su nariz.

Debe tener unos 26 años

Luego de unos minutos

— se ha dormido — —indica, atrayéndome en sí.

Subimos a la habitación ella misma acostó al campeón, abrí la puerta paso delante de mí, al bajar las escaleras subió su brazo derecho para acariciar su cabello violeta dejando a la vista un diminuto tatuaje que posaba en su cadera, incline un poco mi cabeza para ver mejor, se me hizo un posible descifrar de que trataba así que me incorpore al ella girarse.

— bueno ahora sí creo que puede presentarse, —expreso, enfático dándole mi mano.

Ella con una sonrisa algo nerviosa toma mi mano, no dejaba de mirar a todos lados menos a mí.

me presento.

— Sebastián Cooper.

La miro haciendo énfasis que me indique su nombre, ella suelta mi mano y la eleva a su cuello, dándose así una pequeña caricia.

—Soy,  ... Pieldelobo ... Lic. Digna Pieldelobo

Sostengo una línea en mis labios sin querer.

—Perdone ... solo que ... ¿en serio ese es su nombre? — expreso, sonrojado intentado hablar con la mayor seriedad posible por mi estupidez, de tener que preguntar.

—¿Tiene algún problema con eso? —pronuncia, posando su mirada en mí, un poco confundida.

— No ... digna usted de llevar ese nombre. Es decir... — es aquí donde comienza la mayor estupidez del hombre, hablar sin pensar.

—Se esta burlando de mi —indica, sin dejar de mirarme

Solo digo ... que, que su madre seguramente siempre pensó que usted sería una mujer digna de llamarse digna ... su padre, me supongo que el apellido es de su padre... ¿sabía usted que lo lobos siempre andan en manada? — suelto, tanta verborrea que no me puedo callar, me estoy hundiendo en mi propio lodo.

—Por favor diga algo y cálleme —expreso, cerrado mis ojos de la vergüenza.

Ella muestra una media sonrisa.

— Mi visita es para entregarle esta notificación —expone, saca de una carpeta una hoja y me la entrega. —que tenga buen día, señor Cooper — pronuncio, dándome la espalda dirigiéndose a la puerta, con rapidez.

Joder, mis ojos se ponen en blanco al leer la hoja que me ha entregado, observo y ya no está, corro hasta poder alcanzarla en su coche.

— ¿De qué trata esto? ¿Cómo que una citación al tribunal del menor? — pregunto mientras observo como arregla su cinturón de seguridad, seguido arregla el retrovisor.

— No sé qué más quiere que le diga, allí está todo claro —Expuso.

—¿Quién solicito esto? — pregunto, preocupado, continuo un poco agitado, — Esto dice Jimena ¿Quién es? ¿Por qué solicita la custodia de mi hijo? — hablo sin parar, hasta sentir que me falta el aire.

— Ya debo irme señor Sebastián.

Subió el vidrio sin decir nada más, dejando mis preguntas al aire, camine tras el carro golpeando su ventana, mientras algunos vecinos me miraban con cierta sorpresa jamás habían visto eso en mí, creo que jamás me han visto en nada.

Recuerdo que Leslie siempre me decía que era mejor hacer algo diferente y que ellos viesen a no hacer nada, igual hablaban entonces mejor demos cotorreo, a veces en plena calle comenzaba a discutir, haciendo que todos juntaran las miradas en nosotros, lo hacía tan real que hasta me abofeteaba y entraba corriendo a la casa, al llegar a casa, seguían los gritos mientras miraba por la ventana como las vecinos se quedaban parados mirando a la casa con cara de supuesta preocupación, eso siempre le causo risa por horas,

Eso estaba pasando en este preciso momento, todos me miraban, alce mi mano y saque mi dedo medio regalándoselos a todos con un gesto de desprecio, la verdad eso se sintió bien, camine de regreso sintiendo que algo poco agradable me venía encima.

¿Quién carajo es Jimena?

¿Por qué quiere a mi hijo?

Preguntas van y vienen sin respuestas.

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