Advertencia: Este capítulo tiene contenido 🔞.

Mi nombre es Won Kim Esther.

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Casa de Carmen Alvarado, Corea del Sur, Seúl. En el presente...

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Una lluvia nos cayó encima antes de poder salir a la tienda cercana para comprar los cosméticos que me faltan antes de que comience las audiciones que seleccionarán a las futuras candidatas para convertirse en Idol bajo la supervisión de la Empresa JYP Leader In Entertainment. (Allí también trabaja la banda masculina del K-Pop "Stray Kids") Nada más con pensar en ellos me muero de la emoción. <<Ojalá pudiera cantar con ellos algún día...>>
No obstante, los imagino bailando conmigo al son de la melodía de su canción "Maniac" mientras sigo cada paso de baile de su video perfomance. He perdido la cuenta de las incontables prácticas que he ejecutado para perfeccionar cada paso, cada movimiento, cada giro a solas antes de ensayarlo con un grupo femenino que participa también en los cursos intensivos de coreografía juvenil dados por un maestro de la escuela. Y así como practico y bailo las coreografías de la banda hasta quedar perfectas, lo mismo hago con otras canciones. Luego de bailarlos hasta la perfección, los pasos que ejecuto bajo la boca abierta de mis compañeros y el orgullo de mi maestro de baile y mi abuela, invento coreografías basadas en las de ellos o hago unas completamente diferentes: Más complicadas, más rápidas y más sensuales. A mi estilo.

Cuando la cesa la canción de Stray Kids, "Maniac" ...: suena mi teléfono.
Tomo un respiro antes de contestar al Sr. Woon Bin, mi maestro de baile y profesor de Educación Física en el instituto. Me pongo nerviosa al recordar que falté varias veces a su clase y he estado estresada por pedirle a mis compañeros de salón los apuntes que mandó, pero siempre ha sido un problema llevarme bien con ellos: todo el mundo se burla de mi aspecto, llamándome conejo feo o fantasma. Como si me importara un bledo sus palabras, pero para burlarme de sus expresiones cuando me seleccionen en las audiciones que se realizaran en la semana entrante, prefiero fingir que me afectan un poco, aun así, sigue siendo un fastidio interpretar ese papel.

-Sr. Woon Bin. Digo a modo de saludo.

- ¡Buenos días! -saluda en tono alegre, normalmente es así cuando está de buen humor -Mira, tus notas están bien, lograste sacar un A en todos los exámenes incluido el de química.

-Muchas gracias, estaba preocupada porque había faltado a sus clases.

-Descuida, sé que estas entrenando mucho para las audiciones de la semana entrante.

- ¿Cómo lo sabes? No recuerdo habérselo dicho, raras veces que le dirijo la palabra a no ser que sea necesario. Aunque, en los últimos meses he hablado más con el que mis propios compañeros de clases, y en realidad es muy útil dando consejos de bailes, entre otras cosas para ser un hombre casado y sin hijos en sus 24 años de edad recién cumplidos.

-Tus compañeros de clases esparcieron el rumor en estos días, no dejan de reírse de ellos -ahora él se echa a reír -Si supieran que si tienes más posibilidades de ser aceptada que las demás candidatas se quedaran mudos de la sorpresa.

Ambos nos reímos.

-Aun no es seguro, tengo que ver su reacción en cuanto a mi apariencia particular.

-Tranquila, seas albina o no tienes potencial, incluso podrías suplantarme en la Academia de Baile, tienes madera para ser profesora y celebridad.

-No digas tales cosas, ambos sabemos que usted es el mejor maestro de baile que he tenido.

-Me halagas. ¿Vas a ir hoy?

-No lo sé, está lloviendo muy fuerte.

-Puedo pasar a buscarte.

No es mala idea, iba a ir con mi abuela al Centro Comercial para comprar los cosméticos, pero ya está al tanto que dentro de un rato voy a la Academia de Baile aun si este lloviendo porque tengo sombrilla, o porque una compañera que toma clases de baile conmigo ya me ha hecho el favor de llevarme cuando está lloviendo. No hay necesidad de despertarla de su siesta. Ni de que se entere que él me llevará.

-Ok, se puntual.

Luego de hablar otra cosa con el antes de colgar el teléfono, llevo mis cosas hacia mi habitación para ducharme y vestirme: Me pongo una falda de cuadros color rosa junto con un cinturón escarchado gris para combinar con la chaqueta blanca sin mangas que cubre mis hombros desnudos, entre tanto que me pongo un top negro y unas medias pantis ligeramente transparentes del mismo color que me llegan hacia la mitad del muslo. Zapatos deportivos negros, bolso del mismo color donde meto un poco de ropa, comida para saciar mi hambre si hago una pausa al bailar, y varias botellas de agua. Me maquillo con un poco de labial y polvo para rostro antes de recogerme el cabello en una coleta de caballo. Cuando tengo las cosas listas bajo para dejarle una nota a mi abuela, como de costumbre, antes de oír el automóvil que está en la entrada. Ya ha cesado la lluvia.

***

Completamente desnuda, mi cuerpo es toda una tentación para los que se fijan en los detalles que la ropa holgada que me pongo suele ocultar: cintura sensual, piernas largas y esbeltas, resaltando más mis caderas anchas y pechos grandes. Gracias a los ejercicios y los bailes he logrado mantener un cuerpo sensual que acompaña mi rostro angelical e inocente que la mayoría confunde al de una niña o muñeca de porcelana.
Dejo mi ropa en el suelo para caminar provocativamente hacia al hombre que, completamente vestido, no deja de devorarme con la vista, hechizado por esta belleza tan extraña y exótica que pocos valoran, perdiéndose de mis encantos afrodisiacos.

-Ven, ábrete de piernas para mi...

Me suplica, yo lo complazco. Me recuesto sobre el escenario envuelto en sombras y tinieblas, nada más iluminados por la linterna de nuestros teléfonos que expone la desnudes de mi cuerpo. Nadie va a venir. Se suponía que hoy vendrían, pero ya todos le avisaron al Sr. Woon Bin que no iban a poder venir para sorpresa nuestra, y ya que estábamos aquí y a solas...

Me pregunto si su esposa sospechará de esto alguna vez...

No es que me guste, pero tampoco puedo negar que es guapo. Solo hago esto porque hice un trato con él: ya que nadie sabe que soy su favorita, el será juez de las audiciones para seleccionar a las candidatas a Idol. Algo que hasta él le tomó por sorpresa, pero al ser el mejor profesor de baile de esta comunidad, le permitieron ser uno de los jueces para la selección estadal. Por supuesto, no dependeré de eso, él solo jugará su papel cuando ve que los demás jueces reconocen mi talento, pero no me apoyarán por mi aspecto. De todos modos, si su intervención no será necesaria en todo caso, igual me gustaría sentir el placer y la lujuria que quiero experimentar antes de que me agobie el trabajo en el futuro. Es posible que no tenga tiempo para estas cosas.

Se acerca. Me besa vorazmente, sin aliento. Aturdida por su lujuria, él me abre delicadamente la comisura de los labios para permitirle acceso a mi boca, introduciendo su lengua a la mía con frenesí. Me pone encima de su virilidad; envolviendo mis piernas alrededor de su cintura. Sigue besándome. Sus labios, lentamente, va recorriendo mi piel desnuda. Lame lascivamente mis pezones hasta que quedan erectos. Sus caderas se presionan más a la mías hasta sentir su miembro erecto penetrar las paredes membranosas que se contraen a cada embestida. Jadeo cuando su pelvis hace presión en mi interior: empujando, penetrando aquel órgano hinchado que anhela ser saciado. Sus embestidas van volviéndose más salvajes, arrancando de mis labios gemidos entrecortados. Mis senos rozan su torso ancho y musculoso, luego, su lengua tortura mis pechos hasta que me arqueo para él en tanto que sus embestidas me penetran violentamente. Gimo, gimo a pesar de que quiero ahogar el sonido húmedo que brota de mis labios. Sus manos agarran mis caderas, estrujando perversamente mis pechos y muslos. Respiro con dificultad al sentir la sangre ardiéndome del deseo prohibido que me provocan sus caricias, sus roces. consumida por el orgasmo tras sentir su semilla rociada en mi cavidad vaginal, que arde por el acto consumido. Sigue dentro de mí durante varios minutos, respirando ambos entrecortadamente. Cuando nuestra respiración se restaura, su boca me posee, reclamándola. Miro el reloj. Ambos nos separamos y agotados nos volvemos a vestir.

Fue mi hermana menor quien me lo enseñó. Gracias a que una amiga de nuestra madre es una popular actriz, mi hermana tuvo la oportunidad de entrar en una prestigiosa escuela de teatro y cine para jóvenes talentos. Y es verdad que ella tiene el talento y el carisma de ser una actriz. La verdad, se ha vuelto tan buena que, nuestros padres ya no pueden detectar las mentiras que salen de su boca.
Gracias a eso, esconde muchos secretos.

Solo yo conozco todas sus travesuras porque me aseguré de investigar cada acto ilícito que ha cometido: tantos que me ha dejado boquiabierta al principio, a medida que desenmascaraba su verdadera cara, pude revelarlos para que mis padres dejaran de verla como la "dulce niña de mami y papi" que tanto daño me hizo. Es verdad, tengo a mi abuela, pero aun así quiero demostrarles que se equivocaron con menospreciarme o ponerme a un lado. Claro, no sucedió porque me mostro el lado oscuro de la fama que mi abuela no me había contado: La prostitución. El chantaje. La adicción. La explotación laboral. Ella no lo conocía, y fue un choque para ella en un inicio, pero asegura que el dinero lo vale todo.

Si quieres algo, debes dar algo a cambio...

-Así es como funciona Hollywood y toda esa mierda... -me confesó en una ocasión que nuestros padres no estaban y cuando descubrió mis intenciones de revelar sus trapos sucios -Si quieres algo, debes dar algo a cambio. En el caso de la mujer, la prostitución y el chantaje son buenas armas si sabes usarlas. Por ejemplo... ¿Quieres un papel principal en una buena película? Deles el coño y te darán el papel y el dinero. No solo sucede en la actuación, también en el mundo de la música y el modelaje. Obviamente tienes que tener talento y belleza para triunfar, si no, el público no te va a querer, pero para que el público llegue a amarte tienes que ganarte a los que están detrás de escena o los encargados o los directores.

Yo estaba estupefacta.

-Claro, eso no significa que lo debas hacer todo el tiempo. Lo ideal es no hacerlo, y punto. El problema es que a veces no tienes opción, en el mundo del espectáculo hay cosas que están en juego. Dice, soltando una bocanada de humo que sale de sus labios, sosteniendo en sus labios un cigarrillo. Solo tiene 13 años. Apenas una niña, aunque por dentro esta tan podrida y no hay rastros de la niña dulce e inocente que adoran mis padres. Eso se perdió mucho antes de que entrara en ese mundo...

- ¿Y no puedes denunciarlos? -le pregunte, consternada -Solo tienes 13 años, eres una menor de edad. No pueden hacerte eso.

-Sí, sí, pueden... -hay rabia en su mirar -Si los denuncias o haces algo que los dejan mal, pueden hacerte la vida imposible: publican una foto vergonzosa de ti o de tu familia, o venden información personal a algún reportero para publicar chismes que podrían destruirte, o suben en YouTube un video de ti teniendo relaciones sexuales con alguien más. ¿Quién crees que saldrá perjudicado? ¿El hombre? -se echa a reír, una risa amarga -...Estamos en Corea del Sur. Aquí la mujer sale perjudicada si denuncia algo. ¿No has visto la noticia del suicidio de esa cantante que vimos hace poco en televisión?

Entonces lo recuerdo. Una joven Idol de una banda que no conozco fue atacada por sus propios fans y repudiada más todavía al ser subido en las redes sociales un video de ella teniendo relaciones íntimas con su pareja...acto que se consumió antes de que la pareja cortara su relación. Antes de que la artista descubriera que el bastardo la grabó y publicara ese video antes del suicidio de la cantante. ¿A quién le echaron la culpa? A ella. Y no es la primera. Está bien, mi hermana tiene razón, pero no yo me imagino haciendo tales cosas. ¿O sí? Dudo que me lo vayan a pedir si muchos aseguran que soy fea.

-Ok, pero eso no significa que vaya a hacerlo con tus métodos.

-Tal vez no, pero igual tienes que saber cómo complacer a un hombre si te ves obligada a hacerlo.

- ¿Qué? Todo el mundo me considera fea.

-Eso no tiene nada que ver: si ves que las cosas están en tu contra, si ves que todo tu esfuerzo ha sido en vano, pero, igual no quieres rendirte, debes hacerlo si quieres conseguir lo que quieres. El talento te da el éxito, pero aquello te abrirá muchas puertas si quieres demostrar al mundo tu vocación. Por ejemplo, quieres ser cantante, y tienes el talento. Uf, pero hay un problema: te ven fea, tu cabello es horrible o simplemente te dicen que no tienes la imagen para brillar según ellos. Ganaste la competencia o fuiste seleccionada como ganadora de su concurso, el problema es que tu apariencia no los convence. ¿Qué harías?

No lo sé...

Siempre me ha atemorizado en pensarlo. Se que debo tomar una decisión: rendirme o participar en otros concursos. Ninguna de las dos opciones es factible, y menos cuando sé lo ambiciosa que soy. Ya me doy cuenta que pese a las cosas que me enseñó mi abuela para encaminarme al buen camino...a la final soy una manzana podrida como mi hermana.

-Tienes dos opciones: O sales llorando de ahí y renuncias todo lo que has sacrificado o luchado. Casi todos toman la primera opción. O...: puedes complacerlos, y ellos te darán lo que quieres. Todo tiene un precio. Si lo haces, todos verán tu luz. ¿Y cómo van a ver tu luz si ellos tienen los directores, los jueces, los encargados o la empresa son lo que eligen quienes van a brillar? ¿Y cómo van a permitir que brilles si no les das algo a cambio en caso de que vean un defecto en ti? Muchos lo han hecho y han logrado cumplir sus objetivos, jugando bien sus cartas, porque hay quienes hicieron lo mismo y no les fue bien porque no supieron jugar. Es igual que el ajedrez, o así es como lo considero.

Después de esa conversación, le pregunte qué es lo que quería. Ella sonrió.

-Te enseño mis trucos, las estrategias y los juegos que hay que jugar si quieres sobrevivir en el futuro como una Idol del K-pop por si te hace falta en el futuro, lo vas a necesitar...según consideres apropiado usarlos, claro. Es elección tuya. Y a cambio, tu no revelas nada de mis secretos. ¿De acuerdo?

Borrando todo lo que había recopilado de ella en mi laptop, y enseñándome ella todo lo que sabía y lo que estaba aprendiendo, sellamos nuestro Trato.

Y aquí estoy.

Preguntándome si valdrá la pena todo este riesgo que estoy corriendo. Ni siquiera ha llegado la competencia y ya estoy haciendo esto. Creí que no iba a recurrir a eso. creí que no era necesario con todo mi esfuerzo, pero hace semanas atrás, una compañera que tomaba clases de baile en esta academia participo en uno de esos concursos, pero para otra agencia de música. Tenía lo que se necesitaba: No solo el talento, el carisma y la simpatía que arrebataría la atención del público, también la belleza. Era muy hermosa, dulce y adorable, a pesar de que era tan delgada como un palo de escoba, aunque la mayoría de las Idol son así, eso es lo que se le exigen. Puedo haber sido seleccionada, todos creían que sería la ganadora, y no fue así, los jueces no la eligieron porque sus rasgos faciales no cumplían con los estándares de belleza coreano. La verdad es que no tiene sentido. Ella sí los cumplía, el público coreano la amaba lloviéndole votos y corazones en sus redes sociales. Todo el mundo quería que ella fuera elegida. Volvió a casa con las manos vacías. La única forma de volver participar y ganar era hacerse una cirugía plástica para que su rostro tuviera la belleza que cumpliera los estándares estéticos coreanos, el problema es que debes ser muy joven para participar en esos concursos y cuando ella se haga la cirugía estará "vieja" para la industria.

Entré en pánico.

Si ella no pudo ser seleccionada a pesar de ser una de las mejores candidatas... ¿Qué posibilidades hay de que me rechacen por ser albina? Muchas. <<No tienes madera de ser cantante. -oigo la voz de mis padres -Si la gente no te acepta por tu apariencia, menos van a aceptarte la agencia de Idol. No entiendo porque te esfuerzas tanto, tal vez no llegaras a debutar, si acaso y por pura suerte te seleccionaran, pero nunca debutaras como Idol, ni como solista ni como miembro de laguna banda...>> Las palabras horribles que llevan mis padres diciéndome por años me atormentan. Siento que no tengo opción si quiero asegurarme que me seleccione la agencia al menos. De una forma u otra.

Tengo que ser Idol de un modo u otro.

***

-

¿Cómo te fueron las practicas?

-Bien, como de costumbre. Respondo con una sonrisa al ver a mi querida abuela horneando galletas. El olor es dulce, cálido, acogedor, igual que ella. En Venezuela, ella solía hacerme muchas cosas para merendar: dulce de mango cuando llegaba la época, cachapas con queso y cochino frito, cuando llegaba la época. Panes dulces o jugos de frutas.

Después del sexo, vinieron inesperadamente unos compañeros que cambiaron de opinión o lograron venir con la lluvia. Nadie se dio cuenta del acto que consumamos, y así será. Empezamos a calentarnos con estiramientos antes de ponernos a bailar al son de algunas canciones de BTS una y otra vez. Nos deteníamos cuando alguien cometía un error, y cuando seguían cometiendo las fallas trataba de ayudarles en algo. Aconsejándoles. Guiándoles. Me gusta lucirme con mis perfectos movimientos sincronizados, pero, también enseñarles algo. Varias veces me pregunté si además de ser Idol, también seria profesora de baile. Si no consigo cumplir mi sueño... ¿Me conformaré con ser tutora de danza? No suena tan mal, si no puedo ser una famosa Idol, podría ser una reconocida tutora de danza. No me imagino hacer otra cosa además de bailar y cantar. No me quejo si trabajo como cajera de alguna tienda o limpiando pisos, con tal de ganar el dinero y vivir bien. Aunque sería extraño no bailar y cantar para el público, siendo el centro de atención. Ser la estrella que ilumina el escenario. Sin embargo, me he vuelto adicta a esa ambición. Al punto en que estoy dispuesta a hacer cualquier cosa con tal de conseguir esa meta. El problema es que la culpa y la vergüenza hacia mí misma me carcome. Arrepintiéndome haber hecho ese trato con mi hermana menor. El miedo a no ser elegida o considerada por los jueces por culpa de mi apariencia me impulsa a hacer estas cosas, sin evitar en sentirme estúpida por ello.

- ¿En qué estás pensando, cariño? La voz de mi abuela me trae al presente. Me doy cuenta que he estado mirando la nada, inmóvil, en la cocina. Ella sirve dos platos de galletas de chocolate con un vaso de leche cremosa. Mi estómago me ruge de hambre.

-Qué hacer si no gano la competencia.

- ¿Y porque no lo harías? A veces mi abuela deposita mucha fe en mí.
Le confieso todas mis dudas. Lo que le sucedió a aquella joven que no seleccionó. Lo que me enseñó mi hermana...todo lo que me explicó sobre el lado oscuro de la fama, lo que a veces hay que hacer para conseguir lo que quieres, mientras las lágrimas deslizan rebeldemente mis mejillas. Sin poder contener este miedo. Estas dudas. Esta presión. Esta vergüenza. Le cuento de mis encuentros con el profesor de baile, lo que hemos hechos. No miro su expresión. No la miro. La verdad, no sé porque estoy diciéndole todo esto. No sé por qué estoy desnudando mi alma a mi abuela. Le cuento la conversación que tuve con mi hermana. Lo que la gente ha estado murmurando a mis espaldas...no creí que me afectaría tanto. No cuando recuerdo nítidamente sus palabras, sus voces, sus venenos en las palabras susurradas...

-Ay mi niña... ¿Por qué no me dijiste todo esto antes? -su voz es suave, dulce, y acogedor como esas galletas sin tocar -Tal vez no debí presionarte tanto. No creí que llevabas tanta presión encima, si hubiera sabido...

Su dedo limpia unas cuantas lágrimas. Estaba llorando a mares, me doy cuenta. Levanta mi rostro para mirarla.

-Después de todo lo que has ensayado y sacrificado... ¿sigues dudando de ti misma?

-No puedo evitarlo -tartamudeo a causa del llanto, sintiéndome avergonzada conmigo misma, por no ser capaz de vencer mis inseguridades -toda mi vida la gente se ha burlado de mi aspecto y me han subestimado por eso sin importar cuantas veces les demuestre lo contrario...no es como en Venezuela. Aquí, las cosas son mucho peores.

-Lo sé, yo también me di cuenta. Pero... ¿Por qué hiciste eso con él? Ni siquiera eres mayor de edad, mi cielo.

-Mi hermana menor me lo enseñó...

-Ya me lo dijiste, pero eso no justifica que tengas que hacer esas cosas por tu ambición, mi niña -me acaricia el cabello como si fuera un gatito -no digo que no tengas sexo si eso es lo que quieres, pero ese tipo de cosas podrían perjudicarte, me preocupa que empiecen a aprovecharte de ti de esa forma porque tú lo iniciaste. Aunque me sorprende que tu hermana haya hecho esas cosas...lo cual no debería sorprenderme, ya sospechaba que algo había cambiado en ella.

-No sé qué hacer, me preocupa que todo mi esfuerzo haya sido en vano por culpa de mi albinismo... ¿Por qué tuve que nacer así? Ya es complicado ser normal.

Mi abuela suelta una risa.

-Supongo que es mi culpa por no habértelo dicho, simplemente no imagine que tendrías tantas dudas de ti misma por esa confianza que reflejas cada vez que te subestiman...no creí que fuera solo una armadura para ocultar tus miedos e inseguridades.

-No tengo opción, abuela. ¿Y a que te refieres? ¿Qué es lo que no me habías dicho?

No dice nada por unos segundos, está pensando.

-Si me prometes que hablaras con el profesor y le pides que ignore ese trato que hicieron, te lo digo: no quiero que se aproveche de ti en el futuro por ese acto, dile que solo querías divertirte un poco porque no tienes pareja o algo así. Esa es la excusa de las chicas latinas, al menos.

-Bueno, no está muy lejos de mis motivos: la razón por la que también lo elegí, es porque temía no disfrutar de esas cosas en el futuro si mi vida y tiempo estará dedicado al cien por ciento en mi carrera.

Ella se echa a reír.

-Dios mío, a veces me recuerdas a mí misma cuando tenía tu edad.

Arqueo las cejas al oír eso. Suelto una carcajada también. Ella sale de la cocina pidiéndome que espere, calmándome un poco de las emociones que me sacudieron, terminándome de comer las galletas. Cuando regresa, trae consigo una caja grande de regalo envuelto en cinta y papel hermoso. Elegante.

-Iba a dártelo cuando ganaras la competencia, pero tras lo sucedido hoy, creo que lo vas a necesitar si quieres calmar tu nervios y dudas.

- ¿Qué es eso? No creí que ella me haría un regalo.

-Ábrelo, te va a gustar.

Intrigada, rasgue el envoltorio para abrir la caja: hermosos hebras abundantes y largas teñidas de un azul zafiro de incontables tonos acompañaba un conjunto adorable y sexy, junto a un micrófono adornado por piedras preciosas y unas joyas divinas que parecen hechas de zafiro y diamante. No pude contener mi asombro.

-Pensé que, en caso de que esos esos jueces fueran idiotas, este conjunto y esta peluca te ayudarían a aceptarte, de todos modos, los Idol suelen usar esas cosas con frecuencia.

No vi error en su criterio.

No obstante, supe que, independientemente si me aceptaban o no la empresa, tenía a alguien en quien confiar si las cosas salían mal. Y eso me daba un alivio enorme. Podía contar con mi abuela sin importar que. Me sentía afortunada por ello. Muy afortunada y agradecida.

Nota de la autora:

Holissss, espero que les este gustando el capítulo. Dato curioso de este capítulo es que lo escribí inspirada en la serie coreana "Enmascarada" así que ya todo tiene sentido. Me encanta el personaje de la abuela. Alguien tiene una abuela un poco loca pero que es como una amiga tuya? Ahora hay que ver si la protagonista logra pasar el concurso. Que creen que pase?

Besos de sangre 🔪😘😘😘😘🕳️

Hasta la próxima actualización ✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨