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Desde aquel momento Félix y yo estabamos más unidos pero yo no sentía nada amoroso hacia el y parecia que el si, no quería lastimarlo, me había ayudado y lo apreciaba muchísimo. No era su culpa que mi corazón estuviera tan vacío y llenó a la vez.

No había vuelto a ver a Luka, ya no hablabamos si quiera por mensaje, pero lo extrañaba a pesar de que sentía rencor por la desconfianza que había surgido de su parte y aunque es inmaduro, me dolía porque puso en juego nuestra relación, aunque nunca formalizamos nada, nunca lo vimos necesario.

Lo extrañaba demasiado.

Pronto cumpliría Jade y Nathaniel planeaba una fiesta sorpresa para ella, no tenía mucho tiempo para ayudarlo pero colabore con el dinero para recompensarlo aunque realmente no lo hace del todo; no podía respirar con el trabajo aunque era bastante entretenido visitar otras ciudades aunque fuera por reuniones.

Casi nunca estaba en casa, por ello tuve que dejar a Sparkie otra vez con mis padres, con la persona con la que más pasaba tiempo era con Félix que me visitaba en las noches cuando llegaba del trabajo.

Además de eso, últimamente me sentía vigilada, sentía que me seguían. No tenia enemigos y quien era más provable de cometer una locura contra mi era Kagami que despues de una semana fue encarcelada por fraude, falsificación de documentos y acoso.

Podría estar exagerando pero no tenía un buen presentimiento, no podría dejar el trabajo para resguardarme de cualquiera y menos podía ir a la policía en busca de ayuda sin pruebas, me tomarían por loca y hasta yo lo creería.

Pero hay personas que dicen que es un sexto sentido, yo lo creo.

[...]

- Esta bien, dile que ahí estaré. - hablé al chico que ahora hacia de mi secretario, me había informado que mi ex jefe necesitaba renovar el contrato que tenía con la empresa así que yo misma iría para afinar unos detalles y ver que podíamos hacer para perfeccionar lo que estaba mejorado. Además, habían pasado dos semanas desde que no pasaba por allá sería lindo pasar a saludar a los que siempre considerare mis colegas y amigos.

Al salir del gran edificio me dirigí a la disquera, para mi suerte la calle estaba casi despejada y podía apresurarme un poco; llegué y me dirigí hacía donde estaba Massimo, aunque algo idiota lo extrañaba.

No fue necesario buscarlo porque lo vi dirigiéndose hacia mi sin notarlo. Lo detuve y el levanto su mirada confundido quedándose en shock.

- ¿Qué haces aquí? - cuestionó bastante contento.

- Vengo a renovar el contrato que tiene la disquera con la empresa.- expliqué y el asintió comprendiendo, me observó curioso y habló:

- ¿Irás al cumpleaños de Jade hoy?- preguntó esperanzado y yo asenti con una pequeña sonrisa.

- Espero verte ahí, sino no te invitare a mi boda.

¿Boda? ¿Se va a casar? ¿En qué momento todo paso tan rápido? Quedé perpleja, unos cuantos días lejos y Massimo iba a casarse.

- ¿Te vas a casar?- cuestione impresionada a lo que el negó divertido. No tarde en fruncir el ceño, ¿se burlaba de mi inocencia?

- No aún, tengo pensado en proponerle matrimonio a Lya la siguiente semana.- explicó y pude notar cuan feliz lo hacía eso. La sonrisa de bobo lo dejaba más que claro. Me alegraba en demasía que hubiera decidido pedirle matrimonio a Lya, tenían varios años juntos y que dieran ese paso sería hermoso.

- Me hace feliz saber eso, y hablamos más tarde necesito ir a dónde el señor Rodríguez. ¡Nos vemos!- me despedí y procedí hacer a lo que realmente venía.

[...]

- Bueno, entonces quedamos así. - me levante y estreche la mano con mi anterior jefe, nos despedimos y baje para irme al trabajo nuevamente. Era algo tedioso eso de "ir y venir" a todos lados pero no me quejaba, me gustaba mi trabajo.

- ______...- habló alguien a mis espaldas al estar cerca de la salida del gran edificio. Gire en mis talones y noté a la única persona con la cual no quería toparme al venir aquí.

- Luka... ¿Cómo estas?- fui cortés y el sonrió a penas.

Como siempre su cabello negro con puntas azules estaba desordenado, dándole un "look" algo cansado, que a su vez dejaba toda la atención en su rostro, el cual tanto me gustaba.

- Bien, desde hace unos días he querido hablar contigo...-menciono rascándose la mejilla nervioso.

- Dime de que quieres hablar tengo unos minutos antes de irme, te escucho.- solté tratando de no sonar fria o amargada.

- ¿Podría ser en privado?- pidió y yo solo lo observé expectante. No quería volver a rechazarlo para poder sentirme bien conmigo misma, pero no quería lastimarlo tampoco.

- Dime de una vez, Luka.- ordene sin sonar muy borde. Aunque creo que eso pareció.

- Es sobre nosotros...- suspiró y yo sólo bufe para disponerme a irme pero sujeto ni mano, lo que me provocó una calidez inimaginable en el pecho.

- Por favor Luka, con eso otra vez no.- solté en voz baja algo frustrada, aunque lo quisiera escuchar no podía, sería perder mi dignidad después de todo lo horrible que me dijo alguna vez.

- Solo escuchame, por favor.- rogó y sentí como atrapaba mi otra mano y las escondía entre las suyas.

Lo extrañaba pero no podía. No quería que me lastimara. No, no, no.

- No es momento tampoco, Luka...- comenté tratando de alejarme pero el me siguió. Terminamos fuera del edificio captando la atención de algunos transeúntes que por ahí pasaban.

- Te lo ruego, escuchame y si después de eso decides no estar conmigo no insistire más...- habló y pude ver la desesperación en sus ojos.

- Te lo prometo.- sus ojos se posaron sobre los míos logrando lo que tanto evitaba, sin pensarlo mucho desvíe la mirada sintiendo mis mejillas sonrojarse.

- Luka de verdad, yo no quiero escucharte...- hablé mientras me alejaba y veía mi auto al otro lado de la calle esperando que alguna magia o poder me transportara dentro de el.

- No puedo...

- ______, por favor...- pidió con la voz entrecortada y yo lo observé mientras cruzaba la calle.

- Adiós, Luka.- me despedí sintiendo mi corazón quebrarse más de lo que estaba pero un grito de su parte y su figura acercándose con velocidad fue lo último que vi después de sentir un fuerte golpe.



Maratón 1/3

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