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- ¿Vas a contarme qué fue lo que sucedió con Luka? - cuestionó la pelinegra dándole un trago a su bebida. Lya me observo y yo solo suspire dispuesta a contarle a mi ex roomie lo sucedido con el músico.

Dos días después de la fiesta, Lya vino a visitarme de improvisto y a los pocos minutos de ella haber llegado, Jade me mando un mensaje diciendo que le abriera la puerta que necesitaba tener razones suficientes para acabar al de puntas azules. Deteniendonos justamente en este momento.

- Una tarde después de no haber sabido nada de él en todo el día Lya me llamó para que le afirmara que salía con el, para luego decirme que en las noticias había aparecido que Luka había confirmado su relación con Kagami, fue de la noche a la mañana. - expliqué sin más.

Ni siquiera él me había dado razones para alejarse de mi, solo aquellas palabras que recordarlas provocaba estragos en mi corazón y mente, tal vez las cosas entre nosotros hubieran sido distintas si me hubiera explicado el porqué, yo estaba dispuesto a escuchar sus razones, comprenderlas y tratar de ponerme en su lugar, ese día que fui a verlo... Aúnque me rompiera el corazón...

- ¿Acaso no te dijo Por qué? - yo simplemente negué.

Ella no tardo mucho en ponerse como loca. Dios se apiade del pobre pelirrojo.

- ¡Me va a escuchar!... ¿Qué haces? No ves que estoy tratando de decirle hasta del mal que se va a morir...- tomó su teléfono para intentar marcarle pero se lo arrebate evitando que lo hiciera.

Suspire pesadamente. Era bastante complicado tratar de explicar algo que ni tu entendias, ya le dije a Luka lo que sentía al respecto, conocía lo que pensaba y en ese punto todo se había acabado lo que sea que hayamos tenido, ya que él no lo consideraba una relación amorosa.

- ¿Y no has pensado que tal vez no quiere decirte las razones? - insinuó la hija de mi superior pensativa.

- Entonces... ¿Por qué me dijo todo eso? - cuestione.

Era más para mi que para ellas, pero tal vez todo lo que me dijo es algo que era necesario que supieran.

- Cuando lo fui a ver para hablar con el y pedirle una explicación... - comencé diciendo para luego relatarles todo lo que él me había dicho.

- Y del poco tiempo que tenía conociendolo nunca lo había actuar tan frio y distante...

Y eso era lo que más me dolía, al verlo tan indiferente al tenerme en frente, como si no le importara como pudiera sentirme al respecto y la forma en la que me miraba me helaba la sangre... tal vez lastimaba el hecho de ser mi primer amor porque en toda mi vida hasta que apareció el, no me habia fijado en un chico, tenía mejores cosas que hacer que enamorarme y más cuando veía a mis amigas sufrir por sus novios, no quería pasar por eso pero heme aquí, sufriendo por un hombre.

Aúnque ya no duele tanto como antes...

- Eso no es algo normal en Luka... - susurro la pelinegra.

Comprendía eso, su actitud no era la misma, no es común que se comporte de aquella manera. Así tuviera poco tiempo con el, sabía que no era de actuar así.

- Conozco a Luka desde hace tiempo y no actuaría asi a menos que este muy molesto, menos que te haya tratado así a ti, a Luka le gustaste desde antes de que ustedes se conocieran, ______. - mencionó dejándonos a Lya y a mi bastante confudidas.

- ¿Mientras hablabamos por la aplicación? - cuestione y Lya me observo interrogante.

Cierto, ella no sabía como nos conocimos realmente o eso creo. Muchas veces le sigue el juego a Massimo. Pensé.

- Nosotros nos conocimos por medio de una aplicación de citas que Jade instaló en mi teléfono. - ella asintió.

- No, Luka antes de la aplicación ya sabía de ti y estaba interesado en conocerte. - comenzo a explicar.

- Antes de empezar a salir con Nathaniel ya nosotros nos conocíamos y por él conocí a Luka, las veces que hablabamos te mencionaba sin pensar, incluso varias veces le mostre a los chicos fotos de ti. Cuando finalmente empece a salir con Nath me confeso que Luka quería conocerte, te le hacías bastante interesante y bueno podrás imaginarte como me puse. - río aplaudiendo haciéndome parpadear varias veces incrédula.

- Planeaste con Nath, juntarnos... - mencione, eso ya me lo había dicho.

- En efecto, querida amiga, todo lo anterior lo tenía bien oculto. - sonrió.

- Todo iba perfecto, y de no ser por Kagami nunca hubieramos tenido nada porque preocuparnos. - mencioné y Jade me miro extrañada.

- ¿Kagami? - yo asenti.

- Muchas veces me amenazo para que me alejara de Luka e intento sabotear algunas de nuestras citas. - explique y le tendi mi teléfono con todas las pruebas.

- Incluso a veces pienso que Kagami amenazó a Luka para salir con el, pero recuerdo como actuo él y esa idea se disipa.

- No sería extraño, ¿sabes? - cuestionó Lya.

Después de entregarme el teléfono dejando de ver las conversaciones donde la japonesa me amenazaba e insultaba se mostró bastante pensativa.

- Si todo eso hacía con tal de tener a Luka, ¿por qué no amenazarlo con algo que te afectará?. Lo tendría comiendo de su mano...

Un recuerdo fugaz pasó por mi mente, las palabras de la japonesa al estar en mi oficina me habían golpeado con fuerza: " ...- Sabes, me alegra el hecho de que por fin Luka haya recapacitado y haya venido hacia mí.- ". Era probable, considerando lo que me ha dicho Jade...

- Si así fuera, debió hablarlo conmigo... Así lo hubieran amenazado con mi vida, seguiría a su lado y buscariamos una solución ambos. - hable mientras mantenía la cabeza baja sintiéndome triste.

Sólo escuchaba a Jade comer, Lya se encontraba callada y ambas me observaban. Suspire con pesadez y tome mi bebida de golpe.

- Sólo espero que de apartir de ahora todo sea un poco más llevadaro, considerando que comenzaré terapia con el primo de Adrien, y no sé tal vez en un futuro pueda hablar con Luka y aclarar todo, me diaculpare por la forma en la que dije las cosas y por lo menos llevar una relación de trabajo menos incómoda. - concluí.

Las chicas me observaron con una leve sonrisa y yo les correspondi una igual, la conversación que terminabamos de tener me liberó, desahogar todos mis pensamientos al respecto a lo sucedido con Luka tranquilizo mi alma. Como sí de un sedante se tratara.

[...]

El edificio era bastante elegante y con un estilo antiguo, los pasillos estaban solitarios, el ambiente era bastante frio y podría jurar que era otoño por el aroma a hojas secas que lo caracterizaba. Me encontraba en el edificio donde vive Felix, pues ayer después de que las chicas se fueran acordamos la primera sesión después de salir del trabajo, que por cierto me exigió pedir un descanso, decía que debía de estar en calma esta semana para poder evaluar mi comportamiento después del dia de hoy, asi que ahora tenía el resto de la semana libre.

Después de un rato caminando pare frente a la puerta con el número indicado en el mensaje que me había enviado. Toqué una vez y basto para que saliera.

- La paciente ha llegado. - comento con tono elegante y burlón.

Sonreí y el me cedió el paso a su hogar, observe el interior y el lugar era bastante amplió, una espaciosa sala con muebles de un material parecido al terciopelo color beige, una mesa de cristal en el centro con una figura dorada adornandola, por otro lado estaba la cocina bastante amplia de gabetines de roble oscuro y una gran isla en el centro donde habían cuatro butacas, habían puertas de roble oscuro al otro extremo del lugar y supuse que eran habitaciones y sanitarios. Me llevo a un lado apartado y abrió una puerta corrediza dejando ver un pequeño consultorio. Entre primero y me indicó sentarme en uno de los sofas individuales que habían.

- Espero estés libre despues de hoy... - comento mientras buscaba unas cosas dentro de un gabinete que había.

- Si, no fue muy complicado y encontre a alguien de confianza para que fuera mi suplente y así no descuidar nada. - suspire. Espero que esta semana sin trabajar sirva de algo.

- ¿A quién condenaste? - habló burlón y solo reí sarcástica.

- A mi madre. - reí y me observo sorprendido, aúnque luego nego divertido.

Tomó asiento frente a mi en el otro sofa mientras anotaba todo en una carpeta gruesa blanca, me observo neutro. Estaba analizandome.

- Bien, primero quiero que me digas qué situaciones cotidianas te han provocando ansiedad... - me observo y suspire.

- El trabajo y problemas personales que me cuestan mucho resolver o situaciones inesperadas. - expliqué primeramente.

- ¿Por qué? - cuestionó haciendo referencia a lo que había mencionado.

- Siento la obligación de hacer todo a la perfección y debo solucionar todo para así evitar que pase a mayores o que suceda algo que no me agradaría. - dije y el tomaba nota de lo que decía.

- Dame un ejemplo vivido de una situación de trabajo que te haya puesto ansiosa. -pidió dejando la carpeta a un lado.

Le relate con detalles la perdida del contrato de Luka, como me había sentido y todo lo que pensaba en el momento. El permanecía sentado escuchando lo que salia de mis labios, al finalizar de contarle el se mantuvo en silencio por unos minutos.

- Bien. Ahora un problema personal o situación inesperada... - pidió para luego tomar nota.

Esta vez relate el incidente con Jade en mi departamento, señalando como había llegado al punto de hiperventilarme demasiado ocasionando la perdida de consiencia, cosa que a él pareció hacerle ruido.

- Los ataques de ansiedad no se caracterizan por la perdida de consciencia, el que te hayas desmayado me indica que te cuesta controlar los ataques de ansiedad. ¿Cómo te has tranquilizado en otras ocasiones? - cuestionó mostrando un rostro tranquilo.

- Las pocas personas que lo saben suelen ayudarme a tranquilizarme y tomar cafe me tranquiliza bastante. - explique.

- Bien, comprendes que situaciones te ponen ansiosa y ese es el primer paso para poder controlarlo, pero te desesperas porque piensas cosas que siquiera son probables y eso te ocasiona ataques... Lo primero que debes de hacer es dejar el café, eso te coloca mas enérgica y es estimulante por la cafeína. - Explicó y yo frunci el ceño.

- Sustituye el café, por té y aunque también contiene una sustancia estimulante, es más relajante. - continuó razonando.

Yo lo observaba en silencio, viendo como el parecia leer lo que había anotado en su carpeta.

Es atractivo.

Pense. Sin mover mis ojos de si rostro logre percibir su figura en aquel sofa. Vestía un suéter gris y unos pantalones negros, bastante jovial; su cabello estaba peinado hacia atras como aquel día en la fiesta, estaba sentado de piernas cruzadas donde reposaba la carpeta que leía.

- Debes dejar de pensar tanto, en sentido que: en vez de pensar situaciones, manten la cabeza fría y piensa en soluciones, no actues antes de pensar. Tu controlas tu mente, no es al revés. - habló cerrando la carpeta y guardandola en el librero donde habían muchas más, noté que tenía mi nombre.

- No debe ser tan complicado... ¿cierto? - dije insegura. Como me creía capaz de hacer eso, también me creía completamente incapaz.

- No, si haces lo que te digo verás que será más facil y llevadero, además tengo un pequeña prueba para ti... ¿Informaste en la disquera que tendrías suplente? - cuestionó.

- No, se supone que mi mamá notificará eso... - comente.

- Bueno, dile a tu madre que ya no lo hará. Necesito que estés en descanso sabiendo que estás dejando tu puesto vacío... Así es como aplicaras lo que te dije, porque estoy seguro que al no tener a nadie cubriendo tu puesto, esa cabeza tuya pensará bastante y tendrás que controlarla además de buscar una solución a ello que no implique regresar a la oficina. - Explicó con una sonrisa en el rostroy yo sentí palidecer de golpe.

- Pero, se acumularan las... - me interrumpió negando.

- Nada de peros, debes aprender a controlar la ansiedad así que no te negarás. ¡Ah, se me olvidaba! - habló cuando nos pusimos de pié al finalizar la sesión.

- Mientras estés en descanso, has actividades de provecho, que despejen tu mente y te hagan relajarte o divertirte un rato. Sal con amigas, visita a tu família. Esas cosas ayudan bastante. - masajeo mi hombro derecho con suavidad.

- Lo haré, y gracias... - le sonreí.

Espero todo salga bien.

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