31
Luka Couffaine
...- Ella tiene razón, solo serías una distracción para ella y viceversa...
- Creo que tenemos que hablar... - ella estaba frente a mi puerta y Kagami en la sala. Sabía muy bien a que venía y debía de terminar con esto ya. Mientras más rápido pasaran las cosas, menos doleria. O así lo veía...
La deje pasar y pense muy bien las palabras que había escuchado antes, las cuales eran las únicas que me hacían hacer todo esto. Las que me permitían seguir. Eschuche hablar a la japonesa, sin dudas su falsedad era demasiada.
- ¡Que sorpresa tu visita, ______! - desde donde estaba la tensión entre ambas era palpable. Cerre la puerta y me acerqué a ambas.
- Kagami. - le dijo a la pelinegra sin un atisbo de sonrisa, o si quiera otra expresión.
- Mmm... Cariño deberías irte. Nos veremos mañana, ¿Sí?. - llame a Kagami para que se marchara, por más que esto fuera su culpa, la conversación que pudiera a llegar a tener con ______ no era de su incumbencia.
De reojo observe sus acciones y a los pocos segundos sentí como Kagami me besaba, ocasionando que el ambiente se pusiera mas incómodo de lo que ya estaba. Pase saliba por mi garganta y hable con indiferencia:
- ¿De qué tema quieres hablar? - simplemente permanecí de pié frente a ella.
- Me debes una explicación y que sea razonable, por favor. - la observe tratando de comprender que sentía pero no pude notar nada.
- Explicarte, ¿Qué? - le cuestione indiferente, como si no supiera de que estaba hablándome. Desvíe la mirada a las paredes de mi departamento.
Su cuerpo se levanto frente a mi y pude escuchar como reía sin gracia, la observe fijamente y en sus ojos pude ver tristeza. Le estaba haciendo daño.
- Debiste habermelo dicho antes de que me enterara por boca de otros... Si de algo me arrepiento, Luka... fue de haber confiado en ti. - soltó y no pude evitar sentirme la peor persona del mundo.
Aprete con fuerza la mandíbula y deje que sus palabras taladraran en lo mas profundo de mi ser.
- Si no te alejas de ella, me desare de ella y echaras a la basura todo lo que ha logrado hasta ahora. No quieres eso, ¿Cierto?...
Me recordaba las palabres una y otra vez a mí mismo. Eso era lo único que me mantenía en pié.
- Pudiste decirmelo cuando te llamaba. Nada te costaba decirme que ya estabas con otra persona... Nada te costaba decirme te deje por otra. - estaba siendo brusca, tajante. Sin titubear.
Sólo la había visto así una vez, pero no se compara con esta.
- Pero es cierto, cambiaste de teléfono.
Si, había cambiado de número teléfonico a penas la decisión fue tomada. Debía de alejarme de ella sentimentalmente porque físicamente era casi imposible, siempre la vería en el trabajo. Hacer eso nos evitaria tener contacto después de la disquera.
- Disculpa por no decirte que es lo que hago con mi vida. - solté con brusquedad, ella solo asintió. Duele tratarla así.
- Está bien, Luka. - sus ojos estaban cristalinos.
Nunca voy a perdonarme esto...
- Está bien... A partir de ahora solo habrá una relación de trabajo entre nosotros. - suspiro.
- ¿Cuándo hubo algo más? - respondí y su rostro se mostro sorprendido. Sentía mi corazón romperse en pedazos pero no había vuelta atrás.
Podía ver su ansiedad invadirla, sus ojos cristalinos y sus labios estaban entre abiertos soltando suspiros pesados. Yo mismo me estaba condenando a estar sin ella. Me condene a que probablemente me odiara.
- Lamento haberte hecho perder el tiempo, Luka... - se puso de espaldas a mi, tomo sus cosas y se dirigió a la puerta.
- Ahora entiendo como te sentiste... - comprendí lo que quiso decir y me dolió que pensara que fuera así, aúnque era lo que parecía... abrio la puerta y antes de salir solto unas últimas palabras:
- Espero no te arrepientas de lo que hiciste.
[...]
No pude dormir en toda la noche, el pecho me dolía y el nudo que estaba en mi garganta me ahogaba. Después de haberla visto ayer mi alma estaba destrozada.
- Es su relación o su trabajo de años... tú decides Luka.
Pero me destrozaria más el hecho de que sabía que ella era capaz de dejar todo por lo que tanto trabajo por mi, y aúnque se que se hubiera levantado, no me permitiría que ella hiciera eso. Sí era su futuro como profesional o una vida a su lado, prefiero verla en la cima guiando la carrera de muchos artistas, como lo hacía con la mía.
Tener a Kagami encima era una molestia y solo llevábamos tres días, sí estaba en la disquera ella estaba ahí, sí estaba en mi de departamento también iba y podría jurar que sí iba al baño ella seguramente me seguiría. Ahora tenía que buscarla para llevarla a su casa pues me había pedido/ obligado a que la llevara, así me presentaría a su madre.
Ya tenía un rato buscándola hasta que desde el fondo de un pasillo pude escuchar su voz altanera y falsa. Camine hasta el lugar percatandome a donde habia ido a parar la japonesa. Era la oficina de ______.
¿Qué queria conseguir?
- ... Él no era para ti, linda. Lo siento tanto. - esa era Kagami, sin duda. Me detuve a escuchar.
- Nosotros nunca tuvimos más que una relación de trabajo, además tener pareja no es algo indispensable en mi vida como lo es en la tuya. ¿No es así, Kagami?. Luka no es necesario en mi vida, como lo es en la tuya. Así que sí querías restregarme en la cara que ustedes dos salían debiste de buscar a alguien a quien de verdad le importará, su reacción hubiera sido completamente distinta a la mía. - esa era ella y no pude evitar sentirme mal. Eso me lo había buscado.
Mi corazón dolía al saber que lo que le dije la alejó de mi... lo siento tanto.... Escuche movimiento dentro del lugar y me tense, sentía mi cuerpo paralizado. Queria ver su rostro...
- Así que por favor te agradecería que salieras de mi oficina. No tengo tiempo que perder. - le exigió a la japonesa y al salir nos observo a ambos.
- Luka, Kagami. - luego de eso simplemente se fue. Simplemente vi como se alejaba, con la frente en alto y con pasos seguros.
- Deja de verla así. - refunfuño la asiática a mi lado clavando sus uñas en mi antebrazo provocando un mueca en mi rostro.
Había dolido.
- Ahora estás conmigo, asi que olvidate de una vez de esa tipa. - me soltó con brusquedad para luego empujarme al pasar por mi lado.
[...]
La entrevista ha avanzado bien, algunas preguntas que las fans envian, otras del público y varias del entrevistador; para conocerme más supongo, saber planes a futuro y esas cosas. Aúnque tenía el presentimiento de que todo cambiaría de repente, siempre sucede algo.
El entrevistador me observo y sonrio levemente.
- Muy bien sabemos que confirmaste tu relación con la esgrimista Kagami Tsuguri, pero muchos de la audiencia y el público que nos ve en casa quieren saber que tipo de relación tuvieron tu y ______ Evans, la vicepresidenta de Rrecords, donde firmaste...
Lo sabía y sinceramente no queria responder a eso, no queria seguir negando lo que sentía pero el universo esta empeñado en que tenga que hacerlo.
- Así que, cuéntanos...
- Nosotros nunca salimos o estuvimos juntos, solo fueron rumores. - respondí con simpleza. No quería dar muchos detalles.
- Si no tuvieron nada, como explicas esto... - tan rápido como soltó eso se mostro una foto de ella y yo basándonos.
Ese día no lo olvidaría.
- No creo que en una relación de trabajo hayan besos de por medio...
Mi corazón comenzo a latir con fuerza y disimuladamente observe el reloj en mi muñeca que al instante se encendió dejando ver una foto de nosotros dos que casualmente nos tomamos ese día. Disimuladamente lo apagué y me dispuse a responder.
- Solo fue un beso, nosotros nunca tuvimos algo más que una relación de trabajo. - respondí indiferente, me mentía a mi mismo una y otra vez, además de mentirle a todos...
- Ese beso no significo nada porque realmente nunca sentimos algo más por el otro. - recorde ese día con detalle y quise sonreír.
- Viendolo de ese modo, me atrevo a decir que fue un... ¿Experimento?. Digo, si ninguno sentía algo por el otro seguramente era para probar eso... ¿no? - cuestionó. No, no queria probar nada.
- Podría decirse que sí... después de un tiempo llegó Kagami a mi vida y me di cuenta de que era la indicada, por la cual verdaderamente mi corazón late... - ______. Era su nombre el que debía de estar en esas palabras. Era quién verdaderamente amaba.
[...]
Después de haber preparado todo para el concierto y haberme tragado las ganas de abrazarla por todo lo que había hecho, Massimo me había enviado a avisarle que todo estaba listo. Al llegar a su oficina llegue y toque hecho un monojo de nervios.
Alguien abrió la puerta y note que era el albino estilista que estaba fuertemente atraído por ella.
-... Au revoir ma lune. - fue lo último que dijo para luego salir y empujarme con brusquedad aúnque espacio tenía de sobra para salir. Suspire.
- Si, adiós... - respondio ella surmergida en todo el papeleo de su escritorio, no había notado mi presencia.
- Massimo me envió a decirte que ya todo estaba listo. - comente observando como detenía lo que hacía sin mirarme, hasta que despues de unos segundos volvió a lo de antes ignorando mi presencia conpletamente.
- Está bien... - respondio con simpleza.
Me observo sin levantarla mirada y dijo:
- Si eso es todo, puedes irte. - y volvió a ignorarme.
Sentía mi pecho doler y mis ojos arder. Estuve unos segundos más observandola y luego chasque mi lengua saliendo del trance que tenía.
- Si, me iré. - solté sonando bastante grosero a mi parecer.
Sentí una lagrima caer de mis ojos así que me fui cerrando la puerta con fuerza para ocultar el sollozo que había salido de mis labios. Por suerte hoy no vería a Kagami hasta la hora del concierto.
Caminé sin rumbo fijo sintiendo como las lágrimas se deslizaban por mis mejillas. De un momento a otro choque con alguien y solte un susurro ofreciendo disculpas, mi mirada estaba fija en el suelo. No quería que vieran mi rostro. Iba a irme pero la persona me detuvo y luego levanto mi rostro.
- Tienes que decirle, Luka... aúnque no debas. - Limpió mis lágrimas y solté un sollozo negando.
- Ella no puede enterarse Lya, no le digas nada por favor. - le suplique, era la única hasta ahora, que sabía lo que había sucedido y al igual que yo estaba en total desacuerdo.
- Luka... - susurro entristecida. Sorbi mi nariz y solte un suspiró.
- Sigue el plan solamente, ya lo que tenías que hacer, lo hiciste. - dije con una sonrisa triste.
- Ponernos en su contra causará problemas, Kagami le lavo el cerebro.
- Te prometo que lo haré desistir de esto, el la conoce, si cambia de opinión puede hablar con ella y expli... - la interrumpi.
- La he lastimado demasiado en tan poco tiempo y aúnque eso suceda siento que me detestara por no haberle dicho y buscar una solución juntos... - comente.
- no hay vuelta atrás, Lya.
[...]
La observe desde el escenario llagar al área presidencial, se veía hermosa y solo pude sonreír. Se percato de mi mirada y solo paso de ella, mientras avanzaba la observaba su temple que siempre me gustaría. Cuando finalmente tomo asiento fije mi mirada al público finalizando la penúltima canción.
- ¿Les ha gustado el concierto? - cuestione al público quien grito afirmando.
- A mi también me ha encantado compartir con ustedes... Pero muchas cosas buenas tienen final, así qué les regalaré una última canción... La cual escribí para una persona especial. - la observe y ella conectó su mirada con la mía, y aúnque me hubiera gustado cantarsela a ella, ellos nos estaban viendo así que fije mi vista en la asiática.
Todos verían que la canción es para Kagami, pero solo mi alma y mi corazón sabrían que es para ella. Porque fue escrita por ella.
Tan misteriosa como el triángulo de las Bermudas. Tan hermosa como las costas de La Havana. Y Tan ella como solo ella sabe ser...
[...]
- Iremos, quieras o no. - habló la azabache furiosa lanzandome la ropa que quería que me pusiera.
- Habrán personas importantes y hay que mostrar que salimos.
- No te basta que ya lo sepa la gente. - espete soltando la ropa en mi cama.
Estaba molesto, me controlaba, agredía y amenazaba. Me sentía harto de todo esto pero no podía quejarme a menos, no a voz pública.
- No, cariño... - solto burlesca. Se apego a mi cuerpo y se restrego en mi mientras me tocaba produciendome asco.
La separe bruscamente de mi y la observe con desaprobación. Ya había pasado un mes y cada día que pasaba junto a Kagami era más difícil. Un mes desde que no la tenía a ella a mi lado.
Nunca pense que Kagami fuera así...
- Vete de mi casa. Nos veremos en el bar. - hable con frialdad para luego darle la espalda.
- No te quiero ver. - solté sin más.
Ella salió de mi habitación y luego escuche como avento la puerta de la entrada. Me senté en la cama frustrado y guarde la ropa que la asiática había sacado. No queria ir. No quería hacer nada. Me he sentido horrible conmigo mismo y la sensación aumentaba con el pasar de los días. Las canciones que escribía eran terriblemente tristes y desde el concierto solo salgo para cosas importantes, ir a la disquera, una que otra entrevista y para ver a mi madre y hermana, esta última no tardó en notar mi estado haciéndome contarle todo al respecto y después de los involucrados y Lya, Juleka era la única que sabía fuera de ellos.
Después de varias horas me arregle, un traje azul marino y debajo el saco una camisa rosa vieja la cual tenía detalles del mismo color del traje. Busqué a mi hermana y luego de un rato llegamos al bar donde al bajar las cámaras me inundaron al igual que las preguntas. No se como podían tener tantas y sin repetir ninguna...
Le dije que se adelantara y entrara con confianza que la buscaría dentro de un rato, por lo menos tener la compañía de mi hermana me tranquiliza, así podía asegurar que la asiática no se me pegara como una garrapata por tanto tiempo.
Sonreí para unas cuantas fotos y cuando estaba dispuesto a entrar Kagami me abrazo con fuerza, me observo de pies a cabeza y fruncio el ceño. Posamos juntos esta vez, aúnque no tenía ganas.
- Ese no es el traje que te dije que te pusieras... - susurro entredientes mientras sonreía a las cámaras.
Simplemente la ignore y a los pocos segundos pude sentir como pellizcaba con fuerza la piel de mi espalda por sobre el traje ocasionando una mueca en mi rostro.
- No me ignores, cariño. Eso no me gusta. - se acerco a mi rostro y me beso.
La aleje de mí, la observe con reproche y entre al lugar sin hacerle caso, por suerte la prensa la entretenía bastante. Encontre a los chicos despues de un rato y noté como Juleka apenas estaba llegando con ellos.
- La convencí de venir, no la he visto nada bien... - escuche la voz de Massimo mientras me acercaba.
- Le dije que trajera a alguien que le hiciera compañia, no sé sí lo haga pero no quiero que este sola, lo de Luka fue un detonante en su sistema pero desde hace unos días ha empeorado y... - Finalmente hice acto de presencia y todos los chicos me saludaron, me sente a un lado de mi hermana.
- ¿Crees que realmente venga? - cuestiono Alya dándole un trago a la bebida que tenía. Sabía perfectamente de quien estaban hablando.
- Realmente no lo sé, que me lo haya dicho no asegura que lo haga... - suspiro el rubio frustrado.
- ¡Quiero tomar! Y no vas a evitarlo más. - exclamó dandole un golpe a la mesa y observo a su pareja quien permanecía a su lado con una mirada desaprobatoria.
Se levanto y se desapareció un rato mientras hablábamos de cualquier cosa. Después de unos minutos llego con las manos cargadas y detrás de él venía la asiática exigiendo saber mi paradero.
- Kagami, ven aqui. - la llame y la senté a mi lado.
- Espero te comportes porque aunque a ti no te interese mucho su amistad ahora, a mi si... - le susurre en el oído y ella desvió su rostro enojada, pero al menos hizo caso. Era lo poco que conseguía de ella, que me permitiera estar con mis amigos en paz.
Y pensar que cambió tanto de un momento a otro, o tal vez siempre fue así y solo lo mantuvo bien oculto. Ni siquiera la caja de Pandora.
- Ebrios no vamos a estar, pero de aquí ninguno se va sin haber hecho esto. - habló y soltó una risa estruendosa.
Hicimos una especie de reto de shots que me hizo recordar el día que ______ y yo estuvimos en su casa haciéndonos preguntas. Luego de una hora Lya fue a donde estaba su padre porque la había llamado, mientras nosotros hablabamos de distintas cosas matando el tiempo.
- Luka, quiero bailar un rato. Vamos. - la japonesa me jaló repentinamente llevándome a la pista de baile donde habian bastantes parejas.
[...]
- Deja de verla. - me susurró con molestia en mi oído sintiendo su aliento alcohólico llegar hasta mi nariz y simplemente la ignore mientras veía como ella se dirigía con Adrien quien estaba con alguien idéntico a el.
¿Por qué vino con Adrien?... es algo repentino...
- ¡Nos vamos! - exclamó frustrada y jaló mi brazo llevándome a un lugar apartado mientras sus pasos eran tambaleantes.
- ¿Qué sucede contigo Kagami? - le cuestione molesto al estar lejos del gentío casi cerca de los baños.
- Deja de actuar como si no fuera tu novia, como si no estuviera presente Couffaine. - espeto y desvíe el rostro, su aliento me daba náuseas. Estaba demasiado ebria para mi gusto y gracias a los cielos no había formado un espectáculo.
- Yo no siento nada por ti y debes de entenderlo, tu conoces muy bien las razones por las que estoy contigo así que no te hagas la desentendida.... Porqué el que yo no esté con ella, es tu culpa. - le recalque y de un momento a otro mi mejilla ardía.
- Eres un bastardo, te doy todo y aún así la prefieres a ella... - me miro enojada y sus pasos hacia mi ocasionaron que entrara... al baño, al parecer. Entro y cerro la puerta con seguro.
- Tu nunca serás ella. - nuevamente sentí su mano estamparse contra mi mejilla.
- Serás mío como sea Luka. - me empujó haciéndome entrar a un cubículo donde caí sentado en la tapa del inodoro para luego sentarse arcadas sobre mi, mientras yo trataba de quitarla de encima. Beso mis labios con fuerza y me aguante las ganas de vomitar, me contenía porque era una mujer.
- ¡Estás loca! - la separe de mi y nuevamente me golpeó para luego tomar mi rostro y clavar mis uñas en el.
- ¡Olvidate de ella de una maldita vez! - exclamó y me beso nuevamente pero esta vez sujetando mi rostro mientras se restregaba sobre mi. Esta sensación era espantosa.
Soltó mi cara y tomo mis manos llevándolas a su cuerpo para que la tocara mientras inclinaba su cabeza hacia la mía para no dejar de besarme. Tense mis manos al sentir su cuerpo cerca de ellas e inmediatamente apreto su agarre para luego posicionar una de mis manos en su entrepierna y moverla con ayuda de la suya, masturbandose.
Aparte mi mano de golpe y la empuje haciéndola caer al suelo, para luego limpiarme los labios con la manga de mi traje. Me sentia asqueroso, incluso sin heber llegado a más.
Lo que habia hecho la japonesa era abuso.
Lave mis manos y resfresque mi rostro en el lavamanos, para luego secarme con unas servilletas estaba furioso y me sentía impotente. El nudo que tenía en mi garganta era asfixiante. Salí del baño con la respiración agitada y como si para mi ser no fuera suficiente con lo que acaba de suceder, ella estaba ahí con el tipo que estaba antes con Adrien. Sentía mis ojos arder.
Se veía feliz y eso me reconfortaba de alguna manera pero me dolía verla con alguien más. Ahora la comprendía. Se levanto y empezo su caminata hasta esta zona. La intercepte y rápidamente la aparte de la vista de la gente.
- ¿Por qué estás con ese tipo? - le cuestione sin pensar, mantenia mis manos apretadas contra la pared donde la tenía acorralada, aún me costaba respirar con normalidad.
- Eso a ti no te concierne en lo absoluto. - soltó brusca e intente no derrumbarme frente a ella, la necesitaba. Solo quería abrazarla y no soltarla nunca. Nunca más.
- ¿Primero con Adrien y luego con ese? Me estás matando ______... - cuestione sin pensar dejando que las palabras salieran.
- No creo que duela tanto, como me dolió a mi... Déjame en paz. - trato de apartarme pero lo evite envolviendo mis brazos en su cuerpo evitando que escapara de mí.
Solo quería estar un momento con ella.
- Luka...
- Dejame estar así un poco más, te lo ruego... - suspire tratando de no mostrar como me sentía ahora.
La sentí relajarse y esconder su rostro en mi pecho dándome tranquilidad, esto era lo único que necesitaba...
La sentí tensarse y luego senti un gran dolor en el pié haciendome gemir de dolor. Me habia pisado para alejarse de mí. No entendía porqué pero dolía. El corazón me quemaba.
Con una mano presione mis ojos sintiendo las lagrimas salir y trate de retener mis sollozos. Limpié mi rostro con la manga de mi traje y suspire. Me acerque hasta donde estaban los chicos y observe como ella se iba de ahí con su bolso, rompiendome aun más. Habia ocasionado que se fuera.
- ¿Qué sucedio? - escuche a Lya quien se habia acercado a mi preocupada junto con mi hermana.
Yo simplemente permanecia callado.
- Luka...
- No es importante... yo voy a irme. - anuncié tragando saliva sonoramente.
- Juls, si quieres quedarte te dejo el auto y me voy en taxi, por ello no hay... - me interrumpió.
- Luka, me voy contigo y vas a tener que contarme lo que ocurrió. No estás bien... - solte un sollozo y senti a mi hermana abrazarme con fuerza. Lya solo observaba preocupada.
- Eso quedara para después, solo quiero irme de aqui... - hablé y Juleka se separo de mi para observarme.
- Lya despidenos de los chicos por favor. - dije y ella asintió para luego abrazarme.
- Todo estará bien, te lo aseguro. - dijo en mi oído.
- Cuidense. - se despidio y nosotros solo sonreimos para irnos del lugar.
Necesitaba respirar de todo lo que me asfixiaba.
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