24
Miercoles, 3 de Julio 2020.
- El número al que usted ha llamado, no puede ser contactado en éste momento. Por favor intente más tarde. - habló la contestadora.
- ¿Sigue sin contestarte? - pregunto el rubio sentado frente de mi, asenti. Desde ayer he intentado contactarme con el de puntas azules pero la mayoria de las veces su teléfono aparece apagado u ocupado.
- Es extraño que no conteste, y casualmente ayer su auto estaba aquí... no me aviso que venía, tampoco... - comente pensativa.
- Tal vez vino a la disquera y se fue rápido... Tranquila, estoy seguro que se comunicará contigo cuando pueda. - supuso el rubio, sólo suspire resignada y aparte mi teléfono.
- Si, supongo que lo... Adelante. - conteste al escuchar la puerta de la oficina siendo tocada.
- Disculpe la interrupción, pero el señor Rodríguez desea hablar con usted en este momento. - Explicó la asistente del antes mencionado y me puse de pié para ir con ella hasta la oficina de mi superior.
- Vuelvo en un momento, si quieres puedes quedarte... - dije a Massimo, el asintió y finalmente nos fuimos hasta la oficina de mi jefe.
Al llegar su asistente entro y rápidamente salió sediendome el paso, el llegar lo vi sentado detrás de su escritorio revisando unos documentos "supuse" al sentirme dentro de su oficina levanto la mirada y se dispuso hablar.
- Señorita Evans... ¿Cómo ha estado? - cuestionó aúnque su tono de voz era ahogado, como si algo le preocupara. Eso era extraño.
- Bien, dentro de lo que cabe... claro esta, ¿y usted? - respondí tranquilamente analizando cada gesto que el hombre hacía.
- Bien, pero necesito que me reporte como va todo lo referente al concierto de Jagged y Luka... Es este fin de semana, ¿ya está todo listo? - cuestionó entrelazando sus manos sobre el escritorio.
- Con los representantes de ambos ya nos encargamos de todos los arreglos... Desde la publicidad del evento, hasta la transmisión del mismo. Todo esta en orden, el viernes se hará la revisión de audiovisuales para asegurar que nada ocurra en último minuto. - Expliqué notando como se había enderezado en su asiento y me inspeccionaba con la mirada.
- ¿Incluso los permisos? - cuestionó perspicaz, estaba dudando, por primera vez, de mi trabajo.
- Incluso los permisos señor. Me encargue de asegurar los permisos con el alcalde y contaremos incluso con la Policía parisina, para la seguridad del concierto. - confirme con el ceño levemente fruncido.
- Muy bien... no sé porque dude de ti por un momento. Ya puedes retirarte. - y mis teorías se confirmaron. Eso era nuevo.
- Esta bien, aúnque también tenía que hablar algo con usted el día de ayer pero estaba ocupado. Hay una situación que se ha estado presentando durante la semana respecto a la relación que tengo con Luk... - fui interrumpida.
- Es sobre eso y la prensa, ¿no es así? Ya eso está resuelto, ¿Tiene algo más que decir? - cuestionó tajante, se veía tenso. Negue y después de haber pedido permiso para retirarme así lo hice.
[...]
El ambiente era incómodo, la tensión podía palparse. Jade estaba frente a mi, finalmente le habían quitado el yeso y tenía muy pocos días desde la operación para corregirle la fractura que obtuvo por merito propio y su estupidez, en la nariz. Ella jugaba con su comida mientras masticaba lo que había en su boca, bien sabía que tendría que irse pronto.
- Jade... Sabes que... - Ella me observo sin alzar el rostro, yo tragué en seco tratando de no sentirme más tensa de lo que ya estaba y cuando iba a seguir hablando, me interrumpio.
- Me iré pronto, no debes preocuparte por eso. Se que me lo merezco pero no tenías que tratar de recordarmelo. No tengo hambre, buenas noches. - dijo y se marcho a su proxima ex - habitación dejando su plato sin terminar.
Suspire rendida ante su actitud y tome su plato y el mío para lavarlos, mientras lo hacia solo podía concentrarme en pensar en que se habia convertido nuestra amistad de años. A pesar de que a mis padres nunca les agrado Jade ellos nunca me prohibieron tener una amistad con ella.
Jade era quien hacía que me divirtiera en la escuela y en la casa, le conte todo sobre mi y ella a mi todo sobre ella, sabe que cosas me gustan y cuales me disgustan, nunca he querido cambiarla pero si que mejorará.
Tal vez e sido muy dura al tratar de que mejore pero ella ya era una adulta, y esta bien tener sus momentos infantiles pero no todo el tiempo, debia a prender que existían responsabilidades, que tenía que respetar el lugar donde vivía y que un trabajo no se toma a la ligera así sea trabajar de cajera en un super mercado.
Las puertas a más oportunidades se abren dependiendo de la responsabilidad y dedicación que le pongas a tu empleo.
Quizas a esa cajera la asciendan a jefa de operaciones, y después a gerente. Nunca se sabe y es por eso que debes de luchar y hacer bien las cosas.
Jade pretendia tener un trabajo de alto nivel de la noche a la mañana sin siquiera haber terminado la universidad.
No lo criticó pues trabaje con personas que nunca lograron terminarla pero ahora tienen grandes negocios.
Hace algunos meses se logró reestablecerse de la crisis económica por la que paso pero eso se vio afectado cuando empezo a ir a fiestas más seguido, y el problema en sí no eran las fiestas, eran que no sabía controlarse con el alcohol.
Trabajaba de niñera pues tiene mucha afinidad con los niños, era una familia con bastante dinero con dos gemelos a los que cuidar pero trabajaban todo el día, todo iba perfecto hasta que fue ebria a cuidar de los niños, la pareja no se había dado cuenta (no se como no pudieron darse cuenta de algo tan evidente) se fueron al trabajo y cuando llegaron encontraron a Jade dormida en el sofa de la sala y un gran y asqueroso charco de vómito a su lado, mientras que los niños se habían quedado afuera en el jardín durmiendo con el perro.
Todo un desastre. O así lo veía yo.
Desde ese día dejaron de llamarla constantemente, solo cuando no tenían a quien más recurrir. Y a pesar de que me duele mucho tener que echarla del departamento en los momentos que atraviesa ahora, es momento de que aprenda a tomarse las cosas más en serio.
Mis pensamiemtos fueron interrumpidos por el sonido de mi teléfono sonar, asi qué me acerque a mi bolso y lo tome notando quien me estaba llamando.
- Hola, Lya ¿Qué sucede? - conteste, ella no acostumbraba a llamarme.
Hubo un largo silencio por unos minutos, donde parecía una tonta diciendo: ¿Alo?, ¿Aloo?, ¿Lya? Hasta que finalmente escuche un suspiro.
- Tú estás saliendo con Luka, ¿cierto? - cuestionó con un aire intranquilo que me dejo bastante desconcertada.
- Si... ¿Por qué?
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