20


- ¿Qué harás por la mañana? - cuestionó cantarin con una voz suave. Sonreí y solte una leve risa para luego responderle.

- Ir al trabajo como todos los días... - respondí obvia a través de la línea. Escuche como reía levemente mientras yo simplemente sentía mis mejillas calentarse por escucharlo reir.

Algo tan simple como su risa ocasiona una reacción en mi cuerpo.

- Creo que no fue la mejor forma de comenzar una propuesta para una cita... Ahm... - pauso un momento, imaginaba como estaría, mordiendo levemente su labio inferior con vergüenza, ocurria la mayoría de las veces.

- Aja... - insistí a continuar de manera dulce para luego soltar una carcajada que probablemente no lo ayudo mucho.

- Se que soy un chiste para ti, pero no lo hagas tan evidente ¿quieres? - burló irónicamente, yo solo pude reír aún más. A veces creo que pasa mucho tiempo con Massimo, más de lo que me gustaría.

Porque la estupidez de ese rubio teñido se contagia, y más que la peste negra. Por suerte mis padres me vacunaron contra eso, pero ahora creo que se arrepienten.

- Bueno, continuando con mi petición fallida de una cita... ¿Qué te parece si te busco, luego vamos a desayunar y finalmente nos vamos al trabajo? Y lo mejor de esta oferta es que todo lo haremos juntos, ¿Qué dices, la tomas o la dejas? - cuestionó socarrón.

- La tom... - un sonido fuerte y seco interrumpio mis palabras haciendome brincar del susto y dejándome extrañada, me mantuve en silencio tratando de escuchar con atención el ambiente.

Nada volvio a sonar, fue un simple sonido, de golpe y seco. Me inquietaba de gran manera, había sido en mi departamento y la única despierta era yo.

Una voz me saco de mis pensamientos y fue entonces donde me di cuenta de que había dejado de hablar con Luka.

- Oye... ¿Todo bien? - cuestionó con un tono preocupado. Yo me dispuse a salir de mi habitación.

- Si, todo... Luka, te pondré en alta voz. No cuelgues, dame un momento. - encendí la luz de mi habitación y verifique que todo estuviera en orden porqué tal vez algo se calló y no me percate, pero en efecto todo estaba perfectamente ordenado. Como siempre.

Salí de ahí y fui inmediatamente al area principal donde estaba la sala y la cocina, encendí las luces y mi sorpresa fue gigante, aúnque la preocupación y el enojo me invadieron repentinamente. ¿La razón?.

Jade, que se suponía estaba dormida en su habitación se encontraba tumbada boca abajo en el suelo de la cocina y un pequeño charco de sangre junto a su rostro.

- Luka, tengo una emergencia... te llamo dentro de un ra... - fui interrumpida de improvisto por el.

- ¿Qué ocurrió, todo esta bien?... ¿Estás bien? - cuestiono rápidamente, a la vez que yo me acercaba corriendo a la azabache tendida en el suelo.

- Jade creo que esta inconsciente, no sé que sucedio... - explique brevemente.

Posicione su cuerpo boca arriba y coloque su cabeza en mis rodilla manchandome con la sangre que había en el suelo.

- Jade... ¡Oh Dios!... - susurre/exclame preocupada.

- ¿Qué le sucedio? - habló relajandose un poco, pero yo no conteste. Inspeccione de donde provenía la sangre y observe que se había roto la ceja aúnque también por la posición en la que cayó rompió su nariz y de ella también brotaba sangre, aúnque en menos cantidad.

- Jade... Jade... ¡Jade!... ¡Maldita sea, Jade! - la llame y efectivamente estaba inconsciente, su rostro estaba pálido y la ropa (que evidenciaba su salida a una muy probable fiesta) estaba desarreglada. Acerque su rostro al mio y percibí su aliento. Estaba ebria. 

Retire su cabello del rostro y quite sus tacones. Tome el teléfono y le hablé a Luka:

- No me habías contestad... - le interrumpi cuando intentó hablar.

- Lo siento Luka, pero te pondré en espera. Necesito una ambulancia... - escuche su respuesta e inmediatamente llame a emergencias dando la información necesaria.

- ¡Maldición Jade! - exclame con impotencia, ver como su inmadures la llevo a mentirme y que le ocurriera esto me enfurecia, y no ayudaba en nada el hecho de sentir como un nuevo ataque de ansiedad invadía mi ser por ver tanta sangre salir de su rostro y no poder hacer mucho para detenerla.

Sentía como de mi rostro caían lágrimas rápidamente mientras que trataba de evitar que esa "tal vez" insignificante herida dejara de brotar sangre a montones. No sabía que hacer y me estaba desesperando.

Los minutos de espera por la ambulancia me parecian eternos y sin final alguno, además que con cada segundo que transcurria mis latidos aumentaban haciendome sentir peor. La cabeza me dolía a montones y mis manos temblaban desesperadamente, estaban llenas de sangre y era un detalle más que no me dejaba estar un poco más tranquila.

Limpié las lágrimas con mi antebrazo pero inmediatamente se esparcieron más por mi rostro, comencé a hiperventilar de los nervios. Esto no iba a terminar bien, necesitaba que la ambulancia llegara ya.

- ¡Maldición Jade... despierta! - suplique llegando a mi límite, me retire la sudadera que tenía y me limpie las manos tratando de calmarme pero no me ayudaba pues verlo también lleno de sangre no ayudo.

No debí esperar que lo hiciera.

- ¡Dios mío, por favor ya! - necesitaba que todo lo que me estaba abordando dejara de hacerlo, me sentía fatal y cada vez era peor.

Mi respiración era irregular. Jale mi cabello hacía atras y deje que mis ansiedad recorriera libremente mi ser... ya no detenía la sangre pero seguía saliendo, ya no detendría mis lágrimas y no importaba, mis manos no dejaban de temblar y en un resumen de las cuentas, me ahogaria nuevamente en la ansiedad que sentía. Que inutil.

- Es por aquí... - escuche a lo lejos y a los pocos segundos escuche la puerta del departamento abrirse acompañado del sonido de las pisadas veloces dentro de la habitación.

- ______, ¿Qué te su... Oh, Nena... - sentí sus brazos levantarme y sujetarme con fuerza. Luka había venido.

No supe el momento en el cual me quitaron a Jade de las piernas...

[...]

Su mano acariciaba mi cabello dándome calma y envolvía mi cuerpo en paz, el relajante que los doctores me inyectaron hace algunos minutos ya estaba surgiendo efecto y agradecía que en el hospital me hayan brindado algunas cosas para limpiarme.

Luka me cantaba al oido dandome calma, aún salian pequeñas lágrimas de mis ojos pero en menor cantidad y aunque estaba relajada físicamente, mi enojo aún estaba presente pero no lo hacía notar.

- ¿Te sientes mejor? - susurro levantando mi mentón regalandole pequeñas caricias, solo asenti y cerre mis ojos sintiendo sus caricias a plenitud aunque solte un suspiro pesado. A los segundos unos pasos se escucharon.

- ¿Ustedes acompañan a la joven Bellerose? La... - suspiro interrumpiendo sus palabras, nos colocamos de pie y nos dispusimos a escuchar.

Que no sea nada grave. Por favor.

- La Joven tuvo una ruptura en su cabeza, ruptura en la ceja izquierda, fractura del tabique y esguince en el pie derecho... - En ese momento sentí como todo se detenía.

No podía haber sucedido tanto con una simple caida, aúnque no estaba en el momento del suceso. Era increíble la consecuencia que puede tener tomar como desquiciado, porque de esa manera tomaba Jade y no me imaginaba alguna otra razón para explicar su estado de ebriedad.

Sentía como el enojo que habitaba en mi interior crecía, y apretaba mis manos en puño con gran fuerza.

- ¿Se encuentra bien? - cuestiono una voz. Devuelta a la realidad, note como el doctor y el músico me observaban expectantes.

- Si, no se preocupe... puede continuar doctor. - sonreí forzosamente.

- Muy bien, como comentaba. la paciente tuvo una fractura en el tabique y por la posición que tomo el hueso habrá que hacerle una operación para evitar que se le complique respirar... con respecto al tobillo en unos veintiún días serán suficientes para su recuperación. - comento el doctor mientras revisaba una planilla que tenía entre sus manos. Solo me límite a asentir.

Escuche el sonido de unas ruedas y a los pocos segundos divise a Jade en una silla de ruedas siendo transladada por un enfermero. Nuestras miradas chocaron y pude notar como estaba en sus cinco sentidos, su rostro denotaba vergüenza y culpa, a esto solo pude dirigirle una mirada de decepción y nuevamente gire mi vista al doctor sin prestarle atención.

Con dificultad pude escuchar como susurraba un "lo siento" al pasar junto a mi, observe al doctor.

- Yo pagaré la operación. ¿Cuándo sería? - cuestione tajante refiriéndome a lo mencionado segundos atrás. La silla de ruedas se había detenido.

- Sería después de quitarle el yeso. Estará movilizandose con muletas y eso suele cansar a la mayoria de los pacientes, dejándolos sin aliento, por ello no sería buena idea realizarle la cirugia aún, pero debe mantenerse en reposo por la misma fractura. - explicó el doctor observando a la morena.

- Muy bien doctor, gracias y Jade... cuando te recuperes de la operación buscaras a donde ir, no vivirás más conmigo. - y finalmente me gire a verla.

Su rostro mostraba sorpresa y tristeza, sólo endureci mi semblante y la mire fijamente a los ojos.

- Te pedí una sola cosa y no pudiste hacerla, encima me mentiste y pusiste en riesgo tu integridad física... ahora que conoces las consecuencias de tus actos esperó mejores tus acciones. - ya había tomado mi decisión.

- ______ yo... - intento hablar pero la interrumpi.

- Eres mi mejor amiga y te amo, pero si quieres seguir viviendo conmigo después de recuperarte tendrás que demostrarme tu madurez, sino olvidate de volver a vivir conmigo. - y aún así, tenía una pequeña oportunidad de enmendar su desastre.

Un sollozo escapo de sus labios y las lágrimas salieron de sus ojos, el enfermero incómodo con la situación finalmente la llevo a su habitación, el doctor con una leve sonrisa (que parecía más bien una mueca) se retiró y Luka que al igual que los anteriores hombre había sido un espectador silencioso del momento, simplemente me abrazo por los hombros aúnque lucia levemente anonadado.

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