15
- Esta bien mamá, adiós. - me despedí y suspire con gran cansancio, nada estaba saliendo bien a mi parecer.
Jade y yo aún seguiamos sin hablarnos del todo, el trabajo se ponía cada vez más complicado, cuando me doy cuenta que siento cosas por Luka ya a el le gusta alguien más y ahora mi madre me ha dicho que mi padre ha enfermado.
Estaba sumamente estresada y aúnque una de esas situaciones fuera una completa tonteria me afectaba, estúpida ansiedad del demonio. Tenía noches en vela, mis manos temblaban demasiado y el dolor de cabeza junto el dolor que se instala en mi pecho es insoportable, el café esta dejando de calmarme y no me ha pasado por la cabeza medicarme, de tantos ataques de ansiedad que me provoca todo lo que me rodea me volveria dependiente, una completa drogadicta.
Trataba de tranquilizarme pero me costaba bastante y mas teniendo en frente tanto que firmar y redactar. Tome mi cabeza entre mis manos y la aprete tratando te calmar el dolor lo cual obviamente no funcionaba. Golpee con fuerza mi escritorio y tome una pluma dispuesta a terminar todo lo que tenía en frente.
Después de unos minutos con gran esfuerzo terminé, pero mi estado no mejoraba. Mi mente rapidamente ayudo a empeorar las cosas, la idea de qué mi padre podía estar grave y sucederle algo me invadió, además de los distintos pensamientos relacionados con el trabajo y yo viendome despedida, todo parecía empeorar en mi cabeza.
Comencé a tronar mis dedos con fuerza tratando de calmarme. Escuche como llamaban a la puerta de mi oficina, no conteste necesitaba tranquilizarme.
Esta vez mi mente se invadio de mis recientes discuciones con mi mejor amiga, el pensar que a ella no le importaba en lo más mínimo me enojaba y entristecia a la vez, repentinamente la imagen de Luka con otra chica pasó por mi cabeza dandome una incómoda sensación en el pecho. Volvieron a llamar.
- Estoy ocupada. - dije entrecortadamente. Ahora no, maldición.
- ______, ¿Estás bien? - cuestionó la persona tras la puerta, era Lya. Que se vaya por favor.
- ¡Si, solo estoy muy ocupada! - Solloce. Toque mis mejillas y efectivamente estaba llorando, mis emociones estaban explotando y mi cuerpo se estaba desestabilizando.
Escuche sus pasos alejarse y me dispuse a soltar todo lo que contenía dentro sin dejar de tronar mis dedos. Me sentía muy mal, era como si te clavaran diez mil dagas en el pecho y como tener una bomba en tu cabeza. Nuevamente volvieron a llamar a la puerta y una vez más no contesté. Escuché como la puerta era abierta de golpe y por ahí entro Massimo quien al verme rápidamente me abrazó. El sabía que estaba pasando.
- Hey, mirame. - pidió, yo negué no queria que me viera así, me era vergonzoso, me sentía incapaz de hacer algo en este momento viendome como una torpe.
Escuche como alguien susurraba en la habitación, Massimo se separo de mi y yo mantuve mis ojos cerrados tratando de detener mis pensamientos. Sentí como ponía sus manos sobre las mias acariciandolas, haciendo que poco a poco las relajara. Eschuche pasos alejarse supuse que Lya se había marchado.
Massimo seguía acariciendo mis manos cosas que hasta ahora iba funcionando, respire profundamente y me dispuse a verlo, levante mi mirada y abrí los ojos. No era Massimo era Luka. Beso el dorso de mis manos, se agacho frente a mi sin soltarlas colocandolas en mi regazo.
- ¿Te encuentras mejor? - cuestionó con voz suave. Yo solo asenti limpiando los rastros de lágrimas que quedaban en mis mejillas.
Desvíe mi rostro, lo menos que queria era que me viera así. Débil, quebrantable y enferma.
- Nunca me dijiste que tenías ansiedad...
Solo pude observarlo y mantenerme callada, evitando pensar perdiendome en su mirada. Solo quería irme de ahí.
- Solo quiero descansar. - solté sin pensar, el me sonrió con ternura y tomo su teléfono enviando un mensaje rápidamente. Luego me observo y se puso de pié, tomo mis cosas dejándome extrañada.
- Entonces vamos a casa a que descanses. - mencionó, me levante despacio de mi asiento y el me abrazo por los hombros, salimos de la oficina y el entro un momento ordenarla y cerrarla.
Nuevamente salió y volvio abrazarme, llevandome hasta su auto, yo entre sin decir nada solo queria ir a casa, a pesar de haberme tranquilizado bastante aún sentia esa extraña sensación en mi pecho. El subio al auto y nos dirigimos a mi departamento, donde me llevo hasta el y entro.
- Ahora, ve a cambiarte. Ponte algo más comodo mientras yo te preparo un té. - ordenó, yo solo asenti y fui a mi habitación.
Me observe en el espejo y sentia vergüenza de mi, no debi permitir que el me viera así, tengo un maldito problema y deje que lo conociera, que viera ese lado de mí que solo conocían tres personas sin contar a mis padres.
Entre al baño y lave mi rostro quitando todo rastro de maquillaje y lágrimas de el, cepille mi cabello y lo deje suelto, busque entre mi ropa una pijama y me la coloque, me acoste en mi cama observando al techo perdiendome en la nada, sumergiendome en mi ser, dónde sentía y pensaba más.
Mírate. Tan débil e indefensa. Tan destructible y controlable. Con tantos problemas. Escuche una voz en mi cabeza, siempre aparecía en estos momentos donde era vulnerable, solo servia para empeorar mi situación.
Escuche la puerta de mi cuarto abrirse y vi a Luka entrando por ella algo apenado y con una taza en las manos.
- Disculpame haber entrado así, como no contestabas entré. - explicó, me sente en la cama y le regalé una pequeña sonrisa. Se acerco a mi.
- Espera un momento para tomarlo, está muy caliente.
Tome la taza y el inmediatamente me la arrebato de las manos, la dejo en mi mesa de noche y atrapó mis manos entre las suyas. Volvio acariciarlas.
- ¿Qué sucede? - susurre, mi voz salía con mucho esfuerzo. Me miro tiernamente.
- Estabas temblando otra vez. - explicó sonriendome. Yo baje la mirada apenada.
- Lo siento, no me di cuenta. - respondí, sentí como tomaba mi rostro y lo levantaba haciendo que lo observará.
- Tranquila. Sabes algo... no te había visto sin maquillaje, te ves mucho mas hermosa. - dijo con una brillante sonrisa a la vez que con su mano apartaba de mi rostro algunos cabellos rebeldes que caían sobre el.
- Pero si lo habías hecho... - mencioné recordando el día en que vino a casa a buscarme para ir al auto cine pero que al final los planes cambiaron.
- Pues hoy te ves más hermosa, además pareces una galleta de chispas de chocolate. - comparó con diversión y solo pude sentir como mis mejillas enrojecian al instante.
- ¿Qué clase de comparación es esa? - cuestione riendo suavemente a la vez que el también lo hacía.
- No sé, tal vez tus pecas me recuerdan bastante a una galleta con chispas de chocolate. - explicó señalando a mi rostro a lo que yo solo pude taparlo con mis manos mientras reía.
- Basta... - susurre tímidamente, el lograba ponerme nerviosa en menos de un segundo y usando una sola frase.
Lo observe a traves de una pequeña abertura que hice con mis dedos y estaba sonriendome nuevamente, lo ignore y tome la taza de té empezando a tomarlo. Su rostro cambio repentinamente, ya no sonreía y mantenía su ceño fruncido. Levante la vista hacia el sin mover mi rostro, lo analice muy bien y no me había percatado que se encontraba sentado en la silla de mi peinadora, su postura era recta y parecía analizarme a detalle.
- ¿Que sucedió? - interrogó tomandome desprevenida, yo lo observe por encima de la taza y tomo mi mano desocupada.
- ¿Qué provocó que te sintieras así ______? - beso el dorso de mi mano.
Suspire y me gire quedando frente a frente, lo mire y realmente quede en blanco, con respecto a todo lo que me sucedia era muy cerrada o como el dijo la primera vez, la muralla china me rodea, no muchas personas logran saber mis problemas aúnque Luka me transmitia mucha confianza incluso más que la misma Jade.
- Hay tantas cosas que me preocupan. Mi padre enfermó y me asusta pensar tanto en que pudiese empeorar; mi amistad con Jade en unos pocos días se deterioró y por pensar que puede acabarse me hace sentir muy mal; el trabajo me tiene agotada, muchas personas con quien hablar, documentos por firmar, cartas de solicitud que redactar y todo porque quiero que tu carrera sea excelente y temo ser capaz de arruinarla si algo saliera mal. Y... - suspire, el me observo expectante.
Pense muy bien mis palabras y lo internalice, tome un gran sorbo de té y esta vez fui yo quién tomo sus manos acariciandolas.
- Se que tal vez me arrepienta de esto... Desde hace un par de días me di cuenta de lo mucho que me gustas y se que en tu vida puede haber alguien más. - explique observandolo fijamente el se vaia anonadado y tenía sus mejillas algo rojas.
- Entiendo muy bien el que te guste alguien. Además de que apenas soy una novata en todo esto y nos conocimos hace poco. - reí amargamente.
- Todo tiene una solución y para la suerte de ambos tú último problema también lo tiene. Me gustas ______, muchísimo. - soltó dejándome atontada, mis respiracion se entre corto y sentí como mi ritmo cardíaco descendía.
No dije nada al respecto, solo sentí como sus labios se juntaron con los míos otorgandome el beso más tierno. Sus labios eran suaves y se movían lentamente junto con los míos.
- Te quiero ______. - soltó el de puntas azules al pegar su frente con la mía separandonos finalmente.
- Tambien te quiero Luka.
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¡Feliz Año nuevo! está es la primera actualización del año. Tenemos nueva portada, espero les guste. ♡
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