Las cosas entre Jade y yo han estado muy tensas esta semana, ella a pesar de lo que le dije sigue saliendo hasta el amanecer sin ni siquiera avisar que estará hasta tarde, haciendo que mi ansiedad provocada por el estrés de no saber a que hora llegará o si lo hará, aumente. No dormía esperando a que avisará a ver si cambiaba la actitud demandantemente infantil e inmadura que tenía y me hiciera ver que podía tener una responsabilidad tan básica como lo es avisarme que llegará tarde. No creo que sea tan complicado.

El sueño invadia mi organismo haciendome cabecear y entorpecer mis sentidos, me costaba enfocar la visión en algo sin sentir como mis ojos se cierran, cuando me hablan a duras penas escucho que lo hacen, cuando hablo confundo algunas cosas y si me tocan el hombro para llamar mi atención no lo sentiré, no a la primera.

Me levante con todo el esfuerzo del mundo de mi asiento, hoy sería la grabacion del video musical de Luka y no podía faltar, no porque quisiera ir porque no quiero, en estos momentos lo que quiero, deseo y anhelo con mi vida es dormir por un mes; sino que junto a los de producción y yo organizamos y nos encargamos de la realización del video. Por suerte sería en el gran estudió fotográfico que habia en el edificio.

Al llegar salude a todos y me posicione al lado de Massimo quien organizaba junto a su equipo el sentido y movimiento que tendrá el video, más los tiempos donde las maquillistas tendrán que retocar a Chloe y etcétera, etcétera.

- En cinco comienzan a rodar, para promocionar la canción hoy y subir el video en un par de días. - le informe a Massimo quien asintió a los pocos segundos.

- Te ves cansada, no deberias de estar aquí. - susurró alguien en mi oido, me giré algo sobresaltada encontrandome a Lya quien me veia con preocupación.

- Estoy bien, no debes porque preocuparte. ¿Y Luka? - cuestione desviando el rumbo del tema y así tratar de activar las pocas neuronas que me quedan.

Ella observo a todos lados tratando de visualizar al de puntas azules para luego abrir los ojos a topé y verme nuevamente.

- Está preparándose con los estilistas. - explicó recordando, asenti y fui a los vestidores al otro lado del gran salón en busca del pelinegro.

Al llegar lo observe sentado a espaldas de mí con algunos estilistas a su alrededor, entre ellos estaba Monique y Damon, los mejores que había en la industria.

Mientras que Monique era reconocida por sus grandes destrezas en el maquillaje y le gustaba experimentar con el cabello de los demás, Damon era diseñador de modas con extraordinarias habilidades para la peluquería; éste último poseía un espíritu lleno de glamour y muchas veces me ha llegado un extraño rumor que decía qué gustaba de mí, nunca llegue a creerlo hasta que su forma de ser conmigo cambió.

Era un hombre atractivo, el albinismo que tenía lo hacía ver misterioso ademas de hacer que todo lo que se ponga le quede bien. Monique era una chica de apenas dieciocho años y es bellísima, su piel era oscura pero tenía vitiligo haciendola tener manchas blancas alrededor de su cuerpo, lo que más me gustaba de ella era que además de tenerlo en la piel habia una porción de su cabello blanco debido a esto.

- Bonjour ma lune. - saludo el albino observandome a través del espejo con una media sonrisa, mientras terminaba de arreglar al músico. Observe a Luka mirarlo expectante, con una de sus cejas levantadas mientras el resto de su rostro se veia serio.

- Bonjour Damon, Monique. - Salude a ambos para luego regalarle una sonrisa a Luka que después de unos segundos me observo fijamente.

- ¿Terminaron? - cuestione cruzandome de brazos recargandome del marco de la puerta del vestidor.

- Si y sin duda alguna nuestra mejor creación. - habló orgulloso el albino, para luego quitarle el gran trozo de seda que estaba atado en el cuello que utilizaba para protejer el atuendo del pelinegro.

Luka vestía completamente de negro, un suéter cuello alto de mangas largas arremangadas hasta los codos que iba por dentro de un pantalon tallo semi alto de bota hancha, acompañado de un cinturón y una pequeñas cadenas que caian de este haciendo juego con unos botines.

Su cabello estaba perfectamente alborotado, cayendo por un lado de su rostro, el tinte azul se veia mas fuerte al parecer habia sido retocado.

- Certifico lo dicho. - afirme observando al músico de pies a cabeza, que al percatarse de mi acción dio una vuelta bastante galante para luego acercarse para besar mi mano.

- Te ves muy bien Luka.

- Me hace muy feliz viniendo de ti. - susurro observandome a los ojos haciendome sonrojar.

- Ya es hora de que salgas. - dije cambiando el tema para luego carraspear y recibir una suave risilla e su parte, salí de los vestidores seguida del músico sintiendo la penatrante mirada del albino.

Durante el trayecto escuchamos como las cámaras se movían alrededor del set, llamando nuestra atención.

- Empezamos en 5, 4, ¡3... Deja al hombre en paz un momento mujer! - grito dramáticamente girando sus ojos desde donde estaba. Luka rio contajiandome la risa, volteó hacia mí besando mi mejilla dejandome pasmada, lo observe correr hasta el centro de grabación donde el fondo era gris oscuro opaco.

Mis mejillas se calentaron bruscamente y mis vellos se erizaron, mantenia un rostro neutro pero por dentro estaba muriendo lentamente. Le eche un vistazo rápidamente y me sonrió giñando un ojo en mi dirección.

Me di la vuelta y con mi sonrojo sonreí como el gato del país de las maravillas, camine hacía donde estaba Massimo y me posicione a su lado supervisando la grabación.

(...)

¡Qué día!. Me encontraba en el gran estacionamiento subterráneo de la disquera, donde quedaban unos muy pocos autos y mis tacones resonaban por el eco del lugar. Subi a mi auto y suspire, estaba demasiado cansada.

Deje mis cosas en el asiento del copiloto y busque mi teléfono entre mi chaqueta dispuesta a llamar a Massimo quién se marchaba hoy junto conmigo, pues su auto se había averiado y necesitaba alguien que le diera un aventon pero no lo habia encontrado por ninguna parte; mi teléfono no estaba.

- Debi dejarlo en la oficina. - bufe con fastidió. Tome las llaves del auto y salí a buscarlo.

Ya muchas oficinas se encontraban vacías, los dueños de esas oficinas ya se habian ido. Escuche una voz a lo lejos e inmediatamente la reconocí, avance mas rápido hasta donde provenia y me encontre con el rubio hablando por teléfono o más bien quejandose por teléfono.

- Maldición, contesta, contesta. No quiero quedarme varado. - habló mientras frotaba su nuca desesperadamente.

- No te quedarás varado. - dije a sus espaldas haciendolo brincar del susto, colgo su teléfono y me abrazo con fuerza.

- Ya decía yo que me quedaría a dormir en el suelo de la recepción. - soltó aliviado a lo que yo solo reí.

- Ve al estacionamiento y busca mi auto, mientras yo busco mi teléfono. Ten. - le extendi las llaves y el asintio dirigiéndose a dicho lugar.

Después de un par de minutos llegue a mi oficina y me puse a registrar cada lugar hasta encontrar mi teléfono. Durante la búsqueda escuche unas voces afuera llamando mi atención. Eran Luka y Chloe, se suponia que ellos ya no estaban en la disquera. Me acerque a la puerta sin hacer ningun ruido y pegue mi oido a ella para escuchar mejor.

- Dale una oportunidad Luka, les organice una salida juntos mañana, no perderás nada. Te lo aseguró. - dijo la rubia, escuché como alguno de los dos suspiraba.

- No lo sé Chloe. No... - dijo a medias pues la chica lo interrumpio.

- Por favor Luka. - suplicó.

- Bien, iré pero solo para dejarle en claro que no quiero nada con ella. Ya me gusta alguien más. - solto con brusqueda acción que me dejo desconcertada. No lo había escuchado así.

Escuche como sus pasos se alejaban y se perdían en el silencioso lugar, después de haber estado unos minutos analizando la situación termine por encontrar mi telefono y salir de la oficina con una extraña sensación en mi cuerpo.

A Luka le gustaba alguien.