10
El ambiente era bastante incómodo, ya había pasado tiempo desde que habíamos comenzado con aquel dichoso juego y desde que Alya había lanzado aquella (aparente) incómoda pregunta. Lo único que se escuchaba de fondo era la música la cual tenía un volumen muy bajo, la azabache de ojos azules no se dignaba a contestar haciendo más complicado el asunto y la tensión incrementaba.
Su novio la observaba insistente a que diera su respuesta, mientras que ella parecía vacilante ante lo que diria. La morena la observaba con burla y Luka permanecía serio en su lugar, aúnque sus ojos mostraban cierta decepción.
- Tú silencio habla por sí sólo. - dijo con molestia para luego observar a todos los del lugar y salir del departamento rápidamente; Marinette sólo observo al músico con un sonrojo en las mejillas a lo cual él volteó su rostro indiferente, ocasionando que está misma se levantará y se fuera en busca del rubio.
El silencio volvió a reinar, muchos observaban sus manos como si fuesen la cosa más interesante del universo y otros sólo observaban a su alrededor tratando de buscar algo donde fijar la mirada.
- Eso fue extraño. - habló Alix, tratando de aliviar la tensión que había.
- Incómodo querrás decir. - corrigió Rose observandola. Nino se levantó de donde estaba y le subio volumen a la música.
- ¡Qué siga la fies... - le interrumpi al moreno al ver a Luka salir al balcón.
- No es momento Nino, ya es bastante tarde. Otro día continuaremos, hoy ya no. - hablé neutral ocasionando que todos comenzarán a recoger. Salí al balcón y respetando el espacio personal del músico coloque su chaqueta en los hombros cómo el lo había hecho conmigo.
A pesar de no saber que era lo que había ocurrido entre el y la franco china, tenía una leve sospecha de que pudo haber sido.
- Un viejo amor, ¿o me equívoco? - cuestione suavemente tratando de relajarlo.
- Acertaste. - río pesadamente y luego fruncido el ceño.
- Es extraño que ahora sienta algo por mi, cuando antes me había dejado por estar con Adrien.
Lo mire neutral escondiendo la gran sorpresa que tenía, aquella chica no tenía cara de hacer ese tipo de cosas, no concordaba. No quise seguir con el tema así que sólo permanecí en silencio haciéndole compañía. Observe como apretaba el borde del balcón con fuerza, ocasionando que sus nudillos se pusiesen blancos de tanta presión y las venas de los brazos se le marcarán, mire su rostro y estaba inclinado hacia abajo del lado contrario a mí.
No sabía que hacer, no lo conocía lo suficiente para abrazarlo e incluso tocarlo me daba vergüenza; además de que casi nunca pasaba por este tipo de situaciones. Con Jade era darle helado y ver películas de super héroes para apoyarla cuando se sentía mal, agregandole el hecho de que nos conocemos de toda la vida.
Una frase que me dijo mi madre una vez pasó por mi mente rápidamente.
- Si el oro se oxida, no era oro; lo mismo pasa con el amor, si se acaba, entonces no era amor. - recite, aúnque realmente nunca tuve presente eso en la vida. Hay cosas que son muy subjetivas y hay veces en las cuales el amor lo es, o así lo veía yo.
Podías estar con una persona por muchos años y un día puedes sentir que ya no es con esa persona con la que quieres estar, y no es por falta de amor, sino que a lo mejor ya no te sientes bien con esa persona y se aplica también en la amistad e incluso en una mismo.
El me observo con dulzura y fijo su vista al frente. Suspire algo incómoda y coloque mi mano sobre la suya liberando la presión que aún ejercía, acarician sus nudillos y bordee sus dedos. Sentí como su mano suavizo totalmente el agarre, gire su mano y la tomé dándole un pequeño apretón.
- Es una experiencia más, de donde seguro saldrá una buena canción. - dije con gracia haciendo lo reír levemente.
[...]
- Intenta decirlo. - sugerí a la azabache mientras hacía el desayuno. Ella me miraba con el ceño fruncido y yo sólo tenía una media sonrisa burlona en el rostro.
- Ácido desoc-ox-rribonucleico. - trato de decir pero no pudo, reí ante eso y ella inflo sus mejillas en desacuerdo.
- Se dice desoxirribonucleico. - corregí y volví a reír, ella colocó sus ojos en blanco y se dispuso a ignorarme.
- Intenta con Parangaricutirimicuaro.
- ¡Ya, deja de molestar! - dijo molesta, desde que se había despertado le decía que repitiera palabras que sabía, no diría bien.
- Ojalá se quemen los huevos.
- Tú también comerás huevo quemado entonces. - respondí riendo viendo como su cara enrojecia de lo molesta que la estaba colocando.
- ¡Andas muy feliz hoy! - exclamó con fastidio y yo sólo reí y asenti. Ella se marchó a su habitación cerrando la puerta con fuerza, seguro los vecinos escucharon.
Al finalizar de hacer el desayuno los serví en dos platos y llame a la azabache para que viniera a comer, ella salió y con el orgullo por las nubes tomo el plato y se lo llevó a su habitación, donde probablemente no volvería a estar en la cocina.
Tomé mi teléfono y observe un rato mis redes sociales, cuando de un momento a otro paso el recuerdo de lo sucedido anoche. Después de esos pocos minutos que estuve con él, se marcharon todos a sus casas dejando mi humilde morada en perfecto estado.
¿Cómo estará Luka?
Pensé. Recordé que me había dado su número telefónico así que deje mi desayuno a medias y con la boca llena corrí a donde estaba mi bolso, por poco me ahogaba pero valió la pena. Tomé la tarjeta entre mis dedos y teclee el número para agregarlo a mis contactos.
Hey, Luka. ¿Cómo estás?
No fueron tantos los segundos que pasaron cuando el mensaje apareció en visto. Observe que en la parte de arriba aparecía Escribiendo... y luego se detuvo.
Hola... ¿Quién es?
10:10am.
Yo soy tu padre...
_____.
Visto.
Oh, eres tú.
Pensé que era Batman. :(
10:12am.
Reí y me dispuse a seguir comiendo mientras charlaba con el, era algo bueno para matar el tiempo. Mi teléfono vibró dando a entender que otro mensaje había llegado.
Estoy bien, y si es por lo que sucedió anoche no tienes de que preocuparte.
10:15am.
Me alegra mucho estés bien y sí,
es por lo de anoche.
Espero te sientas mejor...
Visto.
Ahora si lo estoy.
10:16am
Sentí como mis mejillas enrojecian, a pesar de que no estaba segura a que se refería algo dentro de mi se alborotaba, tal vez eran las hormonas que no salieron a flote cuando era una adolescente porque a mi concierne nunca me había puesto así por alguien.
Eso es bueno.
Visto.
- No, ni modo que fuera algo malo. Tonta. - refunfuñó sarcástica la azabache apareciendo en la cocina nuevamente, sentí como me daba un pequeño golpe en la nuca y yo sólo desvíe la mirada avergonzada. - debes salir más a menudo de tu zona de confort y en lo que a ti se refiere aún más cuando vas hablar con un chico.
- Me es complicado Jade. - hablé observandola apenada.
- Qué tú compliques las cosas, es otro tema. - corrigió a lo que yo sólo frunci el ceño, yo no complicaba las cosas. Me eran complicadas y ya. - saldré está noche, no me esperes.
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