03
Aceptar.
Lo hice y maldición, estoy nerviosa.
¿Qué tal si es un secuestrador? , ¿Si es un anciano haciéndose pasar por un joven de veintitantos años? , ¿Qué hice? Esto no fue buena idea. Me quite la chaqueta y me desabotone los tres primeros botones de mi camisa blanca, me estaba dando calor. Mi pulso comenzó acelerarse y mis manos comenzaron a sudar.
¿Por qué trate de ser arriesgada? Seguramente me rastreara, me matara y venderá mis órganos por el mercado negro.
Fui a la cafetera que estaba sobre una mesa de roble oscuro al otro lado de mi oficina y rápidamente me serví una taza de café, la cual tomé en pocos segundos. Mis manos temblaban, la ansiedad estaba presente; volvi a servirme otra taza de café y está vez me la tomé lentamente tratando de relajarme.
Estoy exagerando demasiado las cosas, sólo es un simple chico que trata de encontrar pareja y que de casualidad se fijo en mi debido al perfil que había creado mi amiga en su arranque de querer encontrarme pareja.
Un poco mas tranquila, tome el teléfono y mire el mensaje que esperaba ser contestado.
@LukaCouffaine_
Hey, ¿Qué hay?
Bien, simple. No hay que divagar mucho ______, es sólo responderle y ya. Un mensaje corto y preciso bastara, presione la barra de mensajes y el teclado apareció en pantalla. Teclee tan rápido como mis manos temblorosas me lo permitieron y le di a enviar.
@______Evans
Todo bien, ¿Qué hay de ti?
Ahora sólo hay que esperar que conteste, aunque ahora dudo de aquel mensaje. ¿Qué clase de respuesta fue esa?. Comencé a buscar una forma de borrar el mensaje pero no había como, para mi mala suerte no se parecía en nada a Whatsapp o Messenger.
Apague mi teléfono y lo arroje dentro de un cajón de mi escritorio, estaba dispuesta a ignorarlo pues no me ayudaba en nada. Tome la tablet la cual contenía todo mi itinerario y me dispuse hacer lo que restaba de el.
[...]
El día más largo de mi vida, no debí creer que por adelantar el trabajo la noche anterior saldría más temprano. Iba camino a mi oficina para recoger mis cosas e irme a casa, eran las ocho y media de la noche, un bostezo se escapó de mis labios y mi cuerpo se sentía pesado. Arregle mi oficina y tomé mis cosas, sin olvidar tomar mi teléfono.
Cerré con llave y me dirigí al ascensor en donde me topé con mi jefe, entramos en la gran caja metálica y un silencio incómodo se instaló en el ambiente.
- Señorita Evans, estoy muy orgulloso de su rendimiento en el trabajo a pesar de los altibajos que puede llegar a tener siempre es impecable, puntual y responsable. Sus padres no se equivocaron. - Lo observe con algo de asombro y el sonrió en mi dirección.
Soy de la sociedad alta desde pequeña pero crecí ganandome las cosas con esfuerzo, tratando de superarme cada día más. Si fuera por mis padres no trabajará e incluso podría decir que podía vivir tranquilamente mi adultez y vejez sin trabajar, pero yo misma decidí salir adelante por mi misma, porque no debo depender del dinero de alguien más.
La única palanca de acceso que tuve fue conseguir trabajo al primer intento, pues mis padres conocieron al señor Rodríguez cuando este llegó a París y lo ayudaron en sus comienzos. Así que este me contrató con tan sólo ver mi currículum, pero de apoco y con esfuerzo me gane el puesto en el que estaba.
- Muchísimas gracias señor. - sonreí ante su comentario y lo observe acomodarse sus gafas.
- Por esa razón señorita, quiero que usted me ayude a fondo con el nuevo proyecto y si todo sale a la perfección podría tener un ascenso. - informo con orgullo.
- ¿De qué se trata ese proyecto señor? - cuestione, en este lugar los proyectos son variados, desde la organización de un nuevo video musical de alguno de los artistas o el lanzamiento de un nuevo álbum.
- Mañana me traerán una muestra y si pasa la prueba tal vez este dentro, si es así la necesito para sacar con fuerza esa futura estrella y quien mejor para hacerlo que usted. - el ascensor se detuvo y abrió sus puertas. El hombre salió despidiéndose de mi, dejándome atónita.
[...]
Al llegar a casa aún pasaba por mi mente aquel proyecto, a pesar de haber formado parte de muchos, siempre era de manera indirecta, me encargaba de los contactos, de las citas y de la organización de los recursos legales. Esto es un paso gigante.
- ¡Hasta que por fin te dignaste a llegar! - exclamó con exageración la morena, me abrazo y fue a la cocina hacer no-se-que-cosa.
- Hoy el día estuvo ajetreado. - suspire y despeje mi mente, me sente en la barra de la cocina, tome mi teléfono y observe que aquel chico había contestado.
- Te hice de cenar, aunque no es tan bueno como lo que tu cocinas... Uh, así que Luka. - canturreo dejando el plato con comida frente a mi, haciéndome saltar en el taburete.
- No es nada, supongo fuiste tu la de la aplicación. - ignore sus miradas insinuadoras y luego la vi asentir con orgullo. Yo sólo negué con diversión empezando a comer el platillo que preparó.
- ¿Vas a contestarle? - cuestionó posicionandose del otro lado de la barra, frente a mi observandome con picardía.
- Supongo que si. - respondí indiferente llevándome una cucharada de comida a la boca. Recordé la cita que tuvo anoche y el hecho de que no había preguntado por ello, trague lo que tenía en mi boca y la mire.
- ¿Qué hay de ti, cómo estuvo tu cita? - pregunté y ella rápidamente enrojecio totalmente dejando salir una risa nerviosa de sus labios. Levante una ceja y sonreí pícara.
- Asombrosa, no pensé que fuera tan lindo se llama Nathaniel y es pintor. ¡Es super tierno, tienes que conocerlo! - exclamó enamoradiza. Tomo rápidamente mi teléfono y lo desbloqueo entrando en la galería, para luego mostrarme una foto de ella y al parecer ese chico. Desde ahora revisare más mi teléfono.
- Es lindo, no sabía que te gustaban los pelirrojos. - mencioné divertida. Por la foto parecía un chico tímido y por su expresión era todo lo contrario a la azabache.
- Pues ahora lo sabes y por cierto es amigo de Luka. Durante la cita hablamos de ustedes dos y planeamos juntarlos. De nada. - explicó orgullosa viendo sus uñas como si fueran la cosa más importante del mundo.
Yo sólo reí por su comportamiento y me dispuse a terminar de comer, para luego realizar mi rutina nocturna y acostarme. Ya en mi habitación más tranquila tomé mi teléfono y revise su mensaje.
@LukaCouffaine_
Muy bien y ¿Cómo diste con la aplicación?
@______Evans
Mi mejor amiga la descargo en mi teléfono,
Dice que "es hora de que tenga a
alguien en mi vida" y ¿Tú?
@LukaCouffaine_
Casualmente me sucedió lo mismo,
Sólo que mi mejor amigo dice "Qué si sigo así,
moriré sólo, solin, solito"
@______Evans
¿En serio te dice eso, no es de una película?
@LukaCouffaine_
Si, así es. Esta corrompido por la inmadurez, aunque yo a veces me le uno.
Imaginé su imagen comportándose como Jade y una risa se escapó de mis labios, su apariencia no concordaba en nada con un comportamiento inmaduro, me parecía tierno y a la vez gracioso imaginarlo.
@_____Evans
Imaginarte comportandote así te hace ver muy tierno y gracioso.
@LukaCouffaine_
¿Es normal imaginarme usando un traje de bebé
Y tomando un biberón?
Volvi a reirme y extrañamente acabo de imaginarmelo con aquellas descripciones las cuales eran motivo de risa.
@______Evans
No lo sé, yo acabo de imaginarme lo mismo.
@LukaCouffaine_
Creo que no debí darte ideas.
¿Cómo te va con la aplicación?
@______Evans
Por ahora bien, y ¿a ti?
@LukaCouffaine_
Digamos que bien, mi mejor amigo mando
Demasiadas solicitudes de mensaje, y algunas respuestas me dejaron sorprendido.
@______Evans
¿Por qué?
@LukaCouffaine_
Una señora de cincuenta años me pidió hacer Sexcam.
Me levanté de golpe de la cama y me reí como nunca lo había hecho, de sólo pensar que una señora quería hacer eso me daba mucha risa e incluso me imaginé en su situación recibiendo un mensaje de un señor de esa edad pidiendo Sexcam y mi risa incrementaba. El abdomen me dolía de tanto reirme y era inevitable. Mis pensamientos fueron interrumpidos por la puerta de mi habitación siendo tocada con fuerza, me levante y la abrí topandome con una enojada azabache, la cual estaba despeinada y con notorias ojeras.
- ¿Te diviertes hablando con Luka? - yo sólo sonrei y asenti, llevándome un golpe en la frente de su parte.
- Ríete más bajito, los vecinos deben de escucharte. Además ya son las diez de la noche, deberías de estar dormida así que la conversación debe estar buena. - dijo con enojo pero a la vez con una pizca de gracia en sus palabras.
- Ya me iré a dormir, tranquila. - Ella se fue a su habitación y yo volvi a encerrarme. Tome el teléfono y le respondí.
@______Evans
Ma alegraste aún más la noche.
Mi teléfono se apagó por falta de batería y sólo bufe con fastidio, lo coloque a cargar y me dispuse a dormir. No imaginé haber tenido una conversación tan amena con un desconocido.
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