Nfu~ nfu~ ngh~ pequeña tra-traviesa, ¡cui-cuidado con esa boquitaaaa! –pidió mareado de la excitación.

Raito Sakamaki nunca iba a estar preparado para hacer el amor a una mujer, nunca podría haber estado consciente de que estar enamorado daba más sensaciones sublimes y placenteras con su pareja que cualquier Bitch-chan probada antes. Tal vez, tan solo tal vez...se arrepentirá de haber creído que ella era un Ángel destinado al cielo.

¿Q-que te hice? Ngh~ joder... Me estas matando, de-deja... Ahng~! M-me vengaré de tu tramposa boquita rai-chan~ –el sin fin de palabras balbuseadas por el placer, deseo, excitación le hacían sufrir torturado por la expresión de Picardía, diversión, amor y por sobre todo marcando su dominancia.

Raito aprendería a luchar por su puesto de activo en la cama, porque ella no se dejaría montar con facilidad sin dar pelea. Porqué esa noche, se estaba quemando de placer ante el solo contacto de un simple, lento y tortuoso roce de los labios de aquella pelilavanda.