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Luego de aquella travesura de la cual el pobre calabacín quedo hecho puré, Ruki había llevado a la cachorra con él a comprar mas semillas de calabaza.

|¿Joven Ruki? –preguntó Kurai.

—¿Que desea?—pregunta serio.

Mientras buscaba en el estante, con la mirada, el sobre de las semillas de calabaza.

|¿Acaso no ve lo que está ante sus ojos?—pregunta.

Ruki iba a agarrar el sobre que buscaba y se detuvo. Extrañado por tal giro de duda.

—¿Porque lo dice?—pregunta intrigado.

|Sólo veo lo que los demás no ven. Puedo ofrecerte mi ayuda, con sólo un pedido a cambio.

Ruki agarra tres sobres de las semillas que necesita. Y luego la mira. No entendía bien el porqué se interesaba en él. Si era ella quien daba mas desconfianza.

—No gracias, prefiero averiguarlo solo —respondió Ruki.

Se giró, caminando hacia la caja. Dejando atrás a la cachorra, quien dejaba caer su cabeza a un lado, confundida.

|¿Lo ofendí?—preguntó para si misma.

Sin más al verlo listo para irse, se encaminó a su lado, y cuando estuvieron lejos de la civilización desaparecieron del lugar. No querían traer la limusina.

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Luego de aquel suceso el día iba pasando lentamente. Ruki con tan solo una mirada dio la señal para que la cachorra llevara lo comprado a Yuma, quien estaba regando a sus verduras. Pero cuando la cachorra se acercó, automáticamente el vampiro se tensó.

—¿Qué quieres garrapata con pelos?—preguntó rudo.

La cachorra no dijo nada, se dirigió a él, y dejó a sus pies los sobres que compraron.

|Lamento haber sido una maleducada contigo, no estaba en mis planes matar a tu calabaza –se disculpa.

Yuma al ver aquello alza una ceja,  luego observa que la cachorra tenía la cabeza cabizbaja. Y luego a lo lejos veo como Ruki se marchaba.

—¿Con que este es tu castigo? ¿Porqué ?—pregunta Yuma.

|Porque me gustó jugar con su preocupación tonta, lamento. Espero que acepte mi ofrenda de paz, joven Yuma —admite suavemente Kurai.

Yuma lo mira extrañado, y agarra lo ofrecido.

—Como aun no te perdono, me ayudarás a plantarlas —dice Yuma.

Kurai se sienta y se coloca firme.

|Como usted diga, joven Yuma. Espero poder redimir o salvar el poco índice de tener amistad con usted –comenta sincera.

Yuma se sorprende por tal educación y sinceridad por lo que asiento vagamente.

Se colocan ambos a sembrar las calabazas. Kurai hacía delicadamente los agujeros donde debían ir, y Yuma dejaba las semillas, mientras Kurai con su magia levantaba la regadera y las tiraba un poco de agua.

Cuando terminaron casi a la hora del instituto, ambos se miraron y a decir verdad estaban muy sucios, lo que hizo que Yuma riera y ella también,  ocasionando que el vampiro ardiera y la aceptase a su manera.

Ambos al ver la hora,  se marcharon a asearse. Las sirvientas ayudaron a Kurai a lavarla, ya que tenía algunos enredos en su pelaje. Tanto que Kurai ordenó con delicadeza que le recortaran un poco el pelaje,  quedando mas liviana.

Luego de unos minutos, salió y Yuma la vio sorprendido pero lo ocultó rápidamente.

Enseguida notaron la presencia de los demás y ella tan solo se sentó a escuchar lo siguiente.

—Bien,  como culminó el fin de semana, y no nos queremos arriesgar que padre se altere con ella sola aquí, la llevaremos al Instituto —anuncia Ruki.

Kou frunce el ceño.

—¿Mpet-chan también necesita clases? ¿No que es un animal? Eso no se ve todos los días.

—¿Con... Quien se... Quedará?

Azusa pregunta curioso. Aquella cachorra le intrigaba.
Y no era único en ello.

—Si va,  que se quede contigo Ruki, no quiero estar con garrapatas.

Yuma anuncia sin ganas de tenerla custodiandola. Kou y Azusa apoyaron la moción.

Ruki suspira levemente.

—Como quieran, tarde o temprano también ella será su responsabilidad —dice Ruki.

Alza a Kurai, quien ahora recién llama la atención de todos.

—Mpet-chan cuando te cortaste el pelaje? Te queda muy bien, aunque estas muy flaca, necesitas ser mas pechugona —dice Kou, pero al instante se calla.

Yuma le había dado un zape.

—Deja de acosarla, ella come lo que quiere y punto. ¿O alguien te dice quien para teñirte? —la defiende.

Kou coloca cara de dolor e indignación.

—¡Que es rubio natural!—exclama.

Azusa sonríe un poco.

|Son una agradable familia, pero me temo que se nos hace tarde. Y...  Lamento de antemano todos los problemas que os ocasionaré —dice Kurai.

La miran con duda, pero justo cuando Kou y Yuma preguntarán, Ruki se les adelanta.

—Vámonos —anuncia.

Terminando así el momento de charla. Ocasionando que ambos vampiros mestizos bufen.

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Al llegar Ruki tuvo cierto presentimiento por lo que despidiéndose de sus hermanos ya en la limusina y sin más se marchó a clases, no dejó que nadie tocara a la cachorra ni ella llamara la atención. Al llegar a la clases, entraron justo antes del maestro.

El maestro se sentía intrigado por ver esta vez a la cachorra con los Mukami y no Sakamaki pero dejó de lado para no incomodar a los presentes.

Fue partiéndose la clase, Ruki de vez en cuando sentía una intensa mirada en su nuca, o mas bien en la cachorra quien miraba muy callada al patio de afuera.
Su comportamiento era extraño, pero la prefería así que estar teniendo que lidiar con los humanos.

Luego le preguntaría del porqué se había comportado de tal manera.

Las clases fueron pasando,  regulares y tranquilos,  hasta que vieron correr por su lado a Yui. Nada mas que de Laito quien al pasar por su lado en cámara lenta su rostro de ser lujurioso pasó a ser de sorpresa al ver a la cachorra en brazos de Ruki, y bastante cambiaba ya que solo vio como lo miro y nada mas.

Ruki no pasó desapercibido aquella situación, por lo que sin más sin marchó del lugar. No le gustó aquello. ¿Que relación tenía la cachorra con ellos?

Sin más se perdieron entre la multitud. Laito fue tras Yui, llevándola junto a sus hermanos, aquella vista debía de compartirla. Tanto él como los demás de cierta manera extrañaban a la cachorra en la mansión.

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La cachorra al llegar a la mansión y una vez bajada al suelo,  tan solo fue donde encontró un pequeño cojín cerca de un ventanal, se acostó mas luego se dedicó a dormir.

Logrando la extrañes general de los Mukami, Ruki pidió con la mirada que el resto se marchase que con cierto reproche se marcharon.

Él se acercó a ella,  se puso en cuclillas. Y le acarició suavemente la cabeza peluda. Ella levemente abrió los ojos.

|¿Necesita algo joven Ruki?—preguntó Kurai.

Ruki la miraba buscando algún daño, en la mirada o físicamente pero no encontraba nada.

—Si, necesito saber el porqué de tu cambio de comportamiento. ¿Acaso te sientes enferma? ¿Que pasa?—pregunta Ruki.

La cachorra solo respira y suelta el aire profundo.

—Confía en mi, sino me dices no podré ayudarte —comenta Ruki.

Ella lo mira, y sin más una lágrima cae por uno de sus ojos.

|La nostalgia, el pasado y presente son gotas que sobrepasan el vaso lleno. Las decisiones son difíciles de superar, más cuando se sabe que no perteneces al momento ni lugar —contesta con cierta tristeza.

Por primera después de mucho se sincera a y contaba cierto punto fuerte de ella. Le dolía ver como se encariñaban y ella también lo hacía con ambas familias pero ella sabía que no pertenecía aquí. Y eso le hacia mella.

Ruki al querer analizar aquellas palabras se quedó con duda. ¿Porque no pertenecía donde estaba ahora? Quizás se refería a ir con su padre. Pero... Parecía más profundo. ¿Que es lo que tanto ocultaba?

—¿Podrías explicarte?—pregunta.

Ella lo mira y niega teniendo que afectar algún punto del futuro.

|Es peligroso que los vampiros lo sepan. Y mas que ella no debe enterarse de como volver –comenta la cachorra

Ruki la alza en brazos y limpia sus lágrimas.

—No soy un vampiro puro. Puedes confiar en que no diremos nada. Déjame ayudarte —pide Ruki.

Esto era mucho más grande que todos. Esta cachorra generaba cierto sentimiento de protección y apoyo en él, casi como un impulso de proteger a un hermano pequeño.

|Ruki... He visto tanto... Tanto que no ven... Que debo cuidar... Que debo ser valiente... Que debo matarla... Pero... Yo... Quiero apegarme a algo que nunca fue ni será mío...no yo soy... De aquí...–sollozaba la cachorra.

Ruki no entendió la mayor parte de lo que había soltado. Pero supo que ella cargaba con mucha responsabilidad y rencor. De verdad ella suponía ser mas que una simple cachorra. Algo muy grande ocultaba y se guardaba demasiados sentimientos para ella,  que ya no podía con ello. 
Por lo que se dijo algo, que quizás cambiara muchas cosas. Pero sentía que su corazón muerto gruñía por hacerlo.

—Deja caer tus lágrimas en mis manos, tu carga también yo ser capaz de llevarla contigo. Descarga tus sentimientos en mi y déjame ver tu alma pura. Yo daré a ti mi amistad y si deseas seré tu mejor amigo, tu hermano. Pero déjame llegar a ti —dice decidido y con un tono suave Ruki.

Ocasionando que cada palabra que dijese se le transformase en un nudo de emociones. Nunca nadie había dicho aquellas palabras que le ofrecieran sinceros y puros.

Por lo que no pudo evitar transformarse en humana y abrazarlo con toda su fuerza, llorando mucho en brazos de un Ruki sorprendido por tal apariencia. Pero sólo dejó que se descargara. Sin más se levantó para transportarse a su cuarto. Y seguir consolando a Kurai.

Quizás... Tan solo quizás... Había conocido algo mas que un cachorro quizás había conocido a su alma gemela a su... Hermana.

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—Laito te ha visto, y en el momento que te tenga enfrente, mocosa del demonio, te mataré. No te dejaré quitarme mi trono —dice una voz diferente provenir del cuerpo de Yui.







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Hola!  Hola!  Que tal?
¿Les gustó el cap?

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