Capítulo 18: "Haciendo las pases con Ayato. Yui/Cordelia intenta matar a la cachorra"

Ayato estaba esperando cerca de las escaleras muy serio y enojado, para cuando llegó la cachorra.

—¿Qué haces aquí? Ore-sama nunca pidió de tu presencia.

Ayato se sentía un poco nervioso, después de una semana la volvía a ver, no se digna a a mirarla por impotencia, pero también por autocriticarse ante la idea de que era lo abandonó y no tenía el por qué de preocuparse por ella.

《Ore-sama... Sigues llamándote, como yo te puse, por lo que por ello, quiero hablar contigo de algunos asuntos. No admitiré un no, como respuesta. 》

Kurai lo había mirado firme y sin pensar mucho, saltó a sus brazos, en cuanto Ayato la tuvo en brazos, Kurai se teletransportó al cuarto de Ore-sama.

—¿Qué haces, Kurai? –pregunta serio.

《Exijo que me escuches. Quiero arreglar el malentendido con mi Ore-sama 》explica con seriedad, la cachorra.

Ayato suspira,  se sienta en la cama,  dejándola a su lado. Por algún motivo sentía calidez al tenerla a su lado, de nuevo.

—Date prisa, ore-sama tiene mejores cosas que hacer.

Kurai se sienta frente a él, suspira, escuchando se como el aire sale por su hocico.

《No quise alejarme de ti, mi pequeño Ore-sama... Pero Karl lo quiso así, corría peligro al estar aquí. Aunque me hubiera gustado protegerte de esa mujer 》con pesar.

Ayato la mira incrédulo, no sabía como hacer, si creerle o no.  Él lloro mucho por ella,  pensando que él no era lo suficientemente bueno para que ella estuviese con él.

—Ore-sama, no comprende. ¿Qué clase de peligro? ¿Tan poco te valí, para seguir peleando por mí? –pregunta Ayato.

Kurai se levanta, mueve la cabeza negando apresurada, moviendo con ello sus orejas largas.

《Tu eres mucho para mi, Ore-sama, desde que te vi en mi nació ese instinto de protección. Nunca vuelvas a decir aquello 》con firmeza,  mientras se acerca a él, y le toca con su patita, la mejilla.

Ocasionando que Ayato sostenga su caricia, cierre los ojos.  Aquellas palabras habían llenado su vacío, más con la simple caricia.

—Kurai, no me vuelvas a abandonar, por favor. –suplica el Ore-sama, indefenso.

Logrando que a Kurai se le estruje una parte de ella, se acerca a él, y le lame la mejilla.

《Si me marchara, sólo sería por obligación, pero volvería a por ti, mi Ore-sama, sólo  por ti 》reafirmó.

Ocasionando que con esas palabras, estrujar el corazón del vampiro, logrando que por impulso la rodease en un abrazo.

Con aquel gesto ambos empezaban a sanar heridas, de alguna manera para Kurai,  Ayato había cavado fondo en ella. Pero justo cuando las cosas parecían estar quedando bien,  Ayato se percató de algo.

—¿De qué peligro hablabas? Ore-sama necesita saberlo.

Kurai se tensa, logrando que el vampiro lo sienta, la acaricia el pelaje.

—Confía en mi, ya crecí, Ore-sama puede protegerte –murmura Ayato.

Kurai suspira y oculta su rostro en el cuerpo de Ayato.

《Cordelia... Ella descubrió que yo te protegía... Ella no permitirá que yo vuelva a estar a tu lado, ella está regresando, y no te quiero perder 》admite.

Kurai sabía de qué Cordelia volvería, por ello había dejado que Yui, tuviera aquel collar que le dio. Pero también sabía que esto no era del todo la verdad, por su culpa en otra vida y dimensión, había quedado así.

—¿Cómo lo sabes? La matamos, es imposible que vuelva. No dejaré que te aleje de mí –dice mientras la abraza apegándole más a él.

Ayato ya no se imaginaba poder aguantar estar sin su cachorra. La quería mucho. Justo cuando Kurai iba a decir algo, la puerta se abre por completo, dejando caer tras ella a Yui Komori.

Kurai se tensa, Ayato frunce el ceño.

—¡Oe! Chichinashi en ningún momento, Ore-sama te llamó, vete, arruinas el momento –dice Ayato.

Yui mira aquella posición,  viendo a Kurai siendo abrazada por su vampiro, si,  Yui está enamorada de él, por lo que sintió celos, pero su corazón dio un paro y luego un dolor de cabeza la inundó, dejando así su cuerpo por instantes a dominio de Cordelia.

—No ...–pronunció Yui.

Ayato se empieza a enfadar, pero Kurai siente la presencia de ella,  se pone alerta, colocándose frente a Ayato protegiéndolo.

—¿Kurai? ¿Q-qué... ? –empezó a decir pero Yui lo interrumpió.

Yui se abalanzó encima de Kurai,  agarrándola del cuello, apretándosela.

—No te dejaré estar cerca de mi Ore-sama, pulgosa –gruño Yui/cordelia, fuera de sí.

Ocasionando que Ayato se sorprenda y preocupara. Pero justo cuando Kurai iba a hacer algo, Cordelia agarra un cuchillo, que ha saber de donde lo sacó, y se lo clava a la cachorra.

《Arg~ 》un quejido se escucha provenir de Kurai.

Ayato se preocupa, amaba a Yui, pero esto era demasiado. ¿Por qué atacaba a la cachorra?¿por qué? No pudo aguantar y separó bruscamente a Yui de Kurai, ocasionando que esa humana vaya y choque con la pared.

Ayato la observa preocupado, sangre corría, y Kurai gruñía de dolor, eran sonidos horribles de soportar. Aquel cuchillo no era normal. Tenía un paralizante que ocasionaba dolor, hecho para la eliminación de los sangre azul.

Reiji, y los demás hermanos aparecieron ante el estruendo del cuerpo de Yui, quién los veía enseguida con fingido dolor, y víctima del ataque.

—¿Qué es lo que ocurrió aquí? –pregunta Reiji, indignado.

Justo cuando iba a ir a ayudar a la humana,  Ayato le gruñe.

—¡No la ayudes! Ayuda a Kurai, la cachorra está perdiendo mucha sangre, ¡ayúdame! –gruñe con miedo.

Kurai se retorcía de dolor, él dolor era insoportable, era como la primera vez que se cortó peleando con el dragón. Todos se estremece al escuchar a la cachorra quejarse. Reiji asiente algo inconforme.

—Kanato, lleva a Yui, cúrala –pide Reiji.

Kanato lleva a la humana, intentando contenerse las ganas de tomarla allí toda su sangre.

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Reiji había estado intentando por horas estabilizar a Kurai, pero se estaba desesperando,  no lograba calmar el dolor,  más incluso cuando el cuerpo del cachorro parecía momificado. Tan desesperado se encontraba que Shu no pudo evitar llamar de urgencia a Karlheinz.

Quien rápidamente apareció, junto con su médico, que siempre atendía a Kurai. Al llegar Karl empalideció al ver en ese estado tan deplorable a su cachorra, pero también se sorprendió al ver a sus hijos preocupados por ella.

Gracias a que el médico de Kurai, el de cabecera aún tenía sangre de ella, al aplicarle su propia sangre, logró estabilizar a la cachorra,  quien poco a poco volvía a ser ella,  aunque muy débil.

《K-karl... 》dijo la cachorra, débil.

Karlheinz se acerca a ella,  y le acaricia con delicadeza la cabecita.

—Aquí estoy, tranquila, descansa no te preocupes –dijo el Rey vampiro.

La cachorra no podía mantenerse despierta, por lo que se durmió respirando levemente.

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Aquel día todos los Sakamaki no dejaban que la humana se acercara a ella,  por más que Yui había vuelto a tener control sobre ella misma, ni ella entendía que había sucedido.

Desde aquel día ya había pasado un mes, ya tan sólo faltaba un mes para cumplir los meses que estaría con ellos. Karlheinz realmente no entendía bien lo que pasaba,  sólo Kurai sabía la única verdad,  pero se encontraba muy débil para decirles.

Desde aquel ataque Ayato se ha distanciado un poco de Yui, pero se ha acercado a la cachorra como si fuera su vida. Cuidándola. Aunque se culpaba por no haber cumplido lo que dijo,  protegerla.

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¡Wow! Cordelia ya hizo su acto de presencia, pero hirió gravemente a la cachorra.

¿Qué ocurrirá?

¿Les gustó el capítulo?

¿Qué le pasará a Yui?

Todo esto y más,  en el próximo capítulo.