Capítulo 4: Destellos

MELANIE DASHTON

La realidad, es que no quería asistir a clases. Tenía mucha flojera, y ganas de dormir.

Pero aún así, asistí, a duras penas.

-¿Tienes sueño? -me preguntó Paula.

-Sí, siento que se me duermen los ojos... -respondí cansada.

-Si quieres, puedes dormir, yo te aviso cuando vengan los profesores.

-¿En serio harías eso por mi? -cuestioné. -¡Te lo agradecería un montón!

-Por supuesto. Somos amigas, ¿no?

Sonreí y gesticule un: -¡Claro, muchísimas gracias!

Cerré los ojos, tras poner un libro enfrente mío y me dormí.

Desperté, no sé a qué horas, pero gracias a Paula desperté antes de que entrará el profesor "Pennywise" 2.0, al aula a impartir su infernal clase de Álgebra.

-Mil gracias, Pau -le agradecí ese gesto.

-No es nada, Mel. Para eso estamos -finalizó con una sonrisa. 

Yo sonreí y posteriormente, se pasaron las horas muy rápido. A tal punto, de que salimos al recreo antes de lo esperado. 

Mientras que yo esperaba en la larga fila, apareció Paula con su grupito de amigas.

-Hola, Mel -me saludó.

-¡Hola Paula! ¡Y hola chicas!

-Encantada de conocerte -dijo, una chica que tenía el cabello teñido de anaranjado.

-Mucho gusto, soy Melanie Dashton -dije.

-Un gusto, Melanie -dijo una rubia. -Soy Stella Clawton.

Sonreí y en eso, apareció Paúl.

-Hola querida -dijo Paúl. -Allison, ya viene. Se quedó en clases, anotando algo. ¿Y interrumpo algo?

-Oh, no nada de eso. No te preocupes -se apronto a decir Paula-. Bueno, nosotras ya nos vamos. Hasta luego, Mel y compañía.

Acto seguido, se fueron y Paúl me preguntó, de donde conocía a Paula.

-La conozco por el horario de clases, ella asiste conmigo.

-Ya veo... Sabes, algo en ella no me gusta.

-¿Qué no te gusta? -inquirí-. Ella es una gran persona.

-Hay algo que no me termina de convencer... Y ojo de loca, no se equivoca, querida.

Lo pensé por unos instantes.

-Hmmm, lo tendré en cuenta -repuse yo.

Me crucé de brazos, y espere a Allison. Quien apareció de inmediato, con Matheo, Thiago, y Leslie.

-Hola amor -la salude con un abrazo-. Y hola Thiago, Matheo, y Leslie. ¿Cómo están?

-Mal -respondió Matheo-. Ayer, ví una serie que me encantó, y me enteré que, no va a tener segunda temporada. ¡No puede ser!

-¡Noooo! -mostre mi tristeza-. ¡Qué sad!

-¡Si, es realmente una tristeza! -respondió Matheo-. Tanto que me gustó...

-Me ha pasado... -comencé a hablar, y una vez que hablo de series, no hay vuelta atrás.

Así que procedí a contarle sobre mi infortunada situación. En la que, la víctima éramos yo y mi serie favorita, de aquel entonces.

-¡Y desde entonces no hay segunda temporada! -alegué.

-Es una pena -respondió Thiago.

-¡Demasiado! -me quejé.

-Bueno, como sea -dijo Thiago-. ¿Alguien ya vió "millonarios en apuros parte tres"?

Sonreí distraídamente y señale a Allison.

-La he visto como diez mil veces por Allison -contesté.

Las mejillas de Allison se enrojecieron, y ese gesto, me pareció tan tierno, que sentí que me moría de la ternura.

-¡Ja, ja!, me lo imagino -dijo Leslie.

-Antes de que fuéramos novias -empecé a relatar-. Ella y yo fuimos a ver millonarios en apuros. Y fue la mejor cita del mundo.

Allison sonrió a medio labio, y me miró. Eran pequeñas miradas que lo decían todo.

-Fue el mejor día de mi vida -confesó Allison.

Agarre las mejillas de Allison con mis manos y ella sonrió. Y acto seguido, plante besitos en sus mofletes.

-Demosle un momento a las novias -dijo Thiago, trayendome de nuevo a la tierra.

Porque si, aún sigo estando en la galaxia del romance juvenil.

-¡Ay! ¡Perdón! -me disculpe apenada. -Me olvide por un instante en donde estábamos...

-Tranquila -dijo Thiago-. Suele pasarnos.

-¿A ti también? -cuestioné sorprendida.

-Desde luego -dijo él.

-¿Y por quién? -pregunté curiosa.

Pero justo en ese momento, se acabó el jodido recreo.

-Supongo que te debo una historia -añadió Thiago, a la vez que se levantaba, al mismo ritmo que yo y los demás.

-Así es -respondí yo.

-Te la cuento después.

***

Salí de clases en compañía de Allison, y decidimos ir a comer afuera.

-Me alegra tanto saber que fue tu cita favorita -me dijo Allison sonriendo, mientras miraba al suelo.

-Fue la mejor -respondí yo esbozando una tímida sonrisa.

Allison sonrió abiertamente y me dió un beso. El tacto seguía siendo suave, tal y como lo recordaba. Sentía tantas cosas con este beso... Que no puedo describir del todo.

Pero todo era tan bonito. Solo éramos ella y yo...

Ella y yo contra el mundo.

.

.

.

Llegamos a nuestro destino, y nos bajamos del auto.

Caminamos adentro del recinto, y posteriormente, comimos.

Una vez que terminamos de comer, por mi petición fuimos al parque nacional.

Tenía tantas ganas de comer elote.

-Me da dos elotes -le dijo Allison al muchacho que vendía elotes.

-En seguida -respondió. -¿Con todo? 

-Sí. -contestó Allison.

Posteriormente nos entrego los dos elotes al cabo de unos segundos, y Allison pago lo restante.

-La próxima vez yo pagaré -aseguré.

Me gustaba que fuéramos una relación equilibrada y justa.

-Claro que si, amor -respondió Allison con una amplia sonrisa.

Sonreí, y después, nos fijamos en las mascotas, (más específicamente perros) que traían las personas. Allison y yo quedamos encantadas, de querer tener una mascota. Que simbolizaría como a nuestro hijo, qué vergüenza me da.

-¡Si yo gano, será un perrito! -le dije a Allison.

-Claro amor -dijo ella con una sonrisa, revolviendo mi cabello rubio.

-¡Aquí voy! -y entonces, Allison, escogió tijeras y yo piedras. -¡Siii, gane!

-Amo verte feliz -dijo tan repentinamente Allison.

-¿Allis? -hablé yo.

-Vamos a la perrera -dijo entonces Allison. -Escogamos a nuestra mascota.

Sonreí y nos fuimos.

.

.

.

Acto seguido, llegamos a la perrera, y allí, vimos a varios perritos, pero absolutamente todos, me parecían tiernos. Por lo que no me terminaba de decidir, hasta que...

-Disculpe, ¿este perro como se llama? -le pregunté a un muchacho.

-Canelita.

De pronto, el mundo se detuvo un instante para mi. Sentí que el mundo se detenía, y que después volvía a girar. Hiperventile con la situación, no podía creer lo que escuchaba. ¡Canelita! Era todo en lo que pensaba. Si ella era mi perrita que se me perdió de niña.

Tenía que sacarme la duda.

-¿Cuando encontraron a esta perrita? -pregunté, observando con nostalgia, a esa perrita, de color canela.

-Ya hace unos años atrás -respondió el muchacho-. Ella, al parecer, era una mascota perdida. Y aquí vino a parar.

¡Ya no me cabe la menor duda! ¡Es mi perrita, es Canelita! 

-¿La puedo ver? -cuestioné apunto de llorar de la felicidad.

-Claro.

Y entonces, el muchacho abrió la puerta.

Entre a las rejas, junto con Allison, y me agache para abrazar a Canelita. Ella, al parecer, me reconoció, porque movía su cola de un lado para otro, mientras me lamía todo el rostro.

-¡Amor! -comencé a llorar-. Ella es... Mi perrita que se me perdió cuando era niña...

Allison me miró afligida, pero con una sonrisa comprensiva.

-¡Ahora entiendo, cariño! -dijo ella, abrazándome fuertemente. -¡Me alegro tanto de que la encontrarás de nuevo!

-Gracias amor... -lloré más.

Estaba muy sensible.

Pero todo lo que sentía, era una felicidad interna.

¡Por fin!

¡La encontré!

¡Encontré a mi perrita Canelita! 

Las dos, abrazamos a mi perrita, y salimos de la perrera con ella.

-Estoy tan feliz... -le dije a Allison-. De verdad... Estoy tan feliz... No puedo creerlo...

-Ay mi vida -dijo Allison limpiando con su pulgar mis lágrimas restantes. -Si tú eres feliz, entonces yo lo soy el doble. La cuidaremos muy bien.

-¡Si! ¡Eso es lo que más anhelo! -confesé.

Allison sonrió y me besó y arropó entre sus brazos. Para posteriormente, darme muchos besos en mi rostro, con extrema felicidad.

Yo la acompañe en su felicidad, mientras sonaba una canción que siempre me hará llorar de felicidad.

Era: "Can't help falling in love".

Estaba soñando, porque un vecino la puso. Todo era tan feliz...

Todo era alegría y felicidad en mi vida.

No le veo el final a esta historia.

***

Y por supuesto, tenía que contarle esta historia a mi madre.

Ella fue la primera en saberlo.

-¡Ay, mija! ¡Me alegro tanto de que la encontrarás! -me dijo ella.

-¡Si, mañana te la mostraré! -le dije yo muy feliz.

-Me parece perfecto.

Y colgamos.

Acaricié a Canelita, mientras ella, me lamía.

La extrañe mucho...

Esbocé una sonrisa y pensé en Lucía y Camila. Tengo que contarles a ellas también.

-¿Quieres salir al parque amor? -me preguntó Allison.

-¡Me encantaría! -respondí yo.

Allison esbozo una sonrisa, y añadió: -Vámonos entonces.

Salimos posteriormente de la casa, y nos fuimos caminando hasta el parque nacional.

Y al llegar, dejamos que Canelita, fuera a dónde quisiera ir.

-Ay amor, nunca creí que volvería a ver a mi perrita -dije conmovida-. Es como si esto fuera obra del destino...

-Y lo es cariño -respondió Allison, besando mi nariz.

Sonreí ruborizada. Y ella... Ella se veía más hermosa que nunca.

Esa sonrisa... Y sus miradas... Todo me hace sentir tan enamorada. ¿Acaso hay un límite de cuanto amor podemos sentir?

-Sabes, yo antes tenía un gato llamado Goliath -empezó a contar Allison-. El cual se convirtió en mi mejor amigo, me ayudaba a no sentirme tan sola... Pero... No pudo quedarse conmigo más tiempo, porque... Padecía de leucemia felina -a medida que me contaba Allison, mi sonrisa se iba desvaneciendo-. Lo único que pude hacer... Fue ser la niña más feliz a su lado... Aún me gustaría, que estuviera conmigo, mi pequeño Goliath, pero sé que siempre me acompañará.

Cuando finalizó Allison, solté varias lágrimas. Y la abrace con fuerza. Como nunca antes lo había hecho.

-Goliath siempre estará contigo, amor -le dije sujetando su mano, para transmitirle mi apoyo. -En verdad lamento lo que sucedió... Pero, él siempre estará feliz de haberte conocido y...

Las lágrimas me impedían hablar bien.

Allison me miró afligida, y corrió a abrazarme, mientras Canelita, se acostaba en el pasto.

-En serio lo extraño mucho, Mel...

Sentía que mi corazón se rompía en mil pedazos.

-Ay amor... -pronuncié yo con la voz rota...-No te preocupes, él siempre te está cuidando... Sé que, Goliath, siempre agradecerá el que lo hayas cuidado...

Soy muy sensible con los animales.

-Te amo tanto, Melly...

Sonreí con lágrimas en los ojos, pero mi corazón, sonreía por Allison, porque ella lo estaba pasando mal. Así que, me acerque a ella, y la abrace y le di caricias.

Pronto se acerca nuestra próxima cita.

Y estoy decidida, a darle la mejor cita del mundo.

Ya no falta mucho.

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NOTAS DE LA AUTORA

Hi.

Espero que se encuentren bien, todos ustedes. <3

Quería preguntarles si se acordaban de la perrita de Melanie. Fue mencionada en "Dos Corazones, Una Apuesta".

Eventualmente les dejaré referencias de ella, en galerías y aquí.

Espero que disfruten el capítulo. 💗✨

Lxs amo. Besos desde México. ♡

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