22. Todo lo que quiero
—Lord Kenart— El alzó su vista a Edmund — Tomé en brazos a la señorita Libia, iré a buscar a Agatha— Dijo acercándose a Nicolás.
—No, yo iré a buscar a Agatha, la familia va querer explicaciones, señor usted es el mejor para hacerlo— Dijo Nicolás.
—Me parece que Nicolás tiene razón— Edmund dudo unos segundos... Luego asintió con la cabeza.
—Bien, tome un caballo. Seguramente ella se fue a montar — Nicolás asintió con la cabeza y se fue a buscar a Agatha.
—Vamos Príncipe, ayúdeme— Dimitri ayudó a Edmund pasar el barro con la chica inconsciente en brazos.
—Por favor dígame Dimitri— Edmund sonrió ligeramente.
—Dime Edmund entonces— Dimitri asintió y fueron a la casa.
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—¿Por qué venimos al despacho?— preguntó Violet mientras subía las escaleras.
—Oliver está con papá en el despacho, todos estamos ahí en realidad— Ella abrió los ojos con sorpresa.
—¿Todos?— Alexander sonrió malicioso. —Alexander— dijo ella.
—Va a pedir tu mano, ya hemos hablado lo que sucedió con Mr. Heine, tienes que calmar a papá — Violet trago saliva.
—Oh... — Fue lo único que dijo. Alexander le abrió la puerta y con una mano la empujó hacia dentro.
Su mirada busco la de Oliver, estaba sentado... Frente a su padre. Luego miro alrededor.... ¡Dios santo! Estaban ahí su tío el Vizconde, Charles y ahora Alexander y ella.
Oliver suspiro, cuando llego espero tener el apoyo de su tío Colin, tremendo mentiroso... El le dijo que estaría ahí por si su tío Benedict lo quería matar, pero por Dios no había nadie ahí para apoyarlo, tal vez su tío Anthony podría, pero estaba demasiado divertido con la situación como para hacerlo.
—Violet, estas aquí— Dijo Anthony y ella asintió con la cabeza.
—¿Qué sucede?— preguntó ella.
—Les he contado lo que ha sucedido— Dijo Charles sin mirar a nadie en particular.
Alexander se lleno la copa de Whisky nuevamente y bebió un trago.
—Haré arrestar a Heine— Dijo.
—Primero lo mataré— Dijo Benedict.
—Ojalá pudiéramos matarlo— musito Oliver.
—¡Basta! Nadie va a matar a nadie— Dijo Anthony— Al menos no ahorita, el esta lejos de aquí— Tomo la copa en sus manos.
—¡Tío! — Él le dio una sonrisa y ella arrugó la frente.
—Yo me he defendido no ha pasado nada—
Benedict alzó la vista.
—¿Nada?, Violet— Charles lo interrumpió.
—Tú honor a quedado comprometido Violet — Dijo Charles mirándola fijamente.
—Violet, debiste decirlo, yo podría haberlo retado a un duelo, lo mataré en cuanto lo vea— Dijo Benedict golpeando la mesa y poniéndose de pie.
—Padre... No, no harás eso eres más inteligente, sabes que no puedes, no debes, por favor, por mí — Y ahí volvía a ser una niña... Pidiendole a papá no decirle no, con esa voz chillona y esos ojos llenos de ternura... Que le doblaban el alma entera a Benedict. Lo vio suspirar y se volvió a sentar en la silla.
—El podría hablar— Dijo Alexander, todos lo voltearon a ver.
—¡Ya está solucionado! Me voy a casar— Benedict abrió los ojos con sorpresa y luego Oliver la volteo a ver.
—¡¿Qué?!— Oliver negó con la cabeza. Benedict lo volteó a ver.
—¿No se lo has dicho?— Movió su pie en el piso impaciente —¡Oliver! — puso las manos en su cintura.
—¿Te has comprometido? — Preguntó su tío Anthony con tono neutral.
—Lo hizo— Dijo Charles.
—¿Y lo saben ustedes tres? — preguntó Benedict mirándolos — No te vas a casar con ese idiota— Dijo.
Oliver se levantó de prisa y se acercó a Benedict.
—Conmigo— Dijo. Benedict puso el vaso de nuevo en el escritorio. —Le he pedido que sea mi esposa— Benedict se giro para mirarlo a la cara.
—Yo he dicho que sí — dijo Violet.
Anthony coloco una mano en el hombro de su hermano menor, y apretó ligeramente.
—¿Estabas pensando en pedirme permiso? — Se le tenso la mandíbula a Oliver.
—Claro que sí— Se puso recto, no se movía. No demostraría el miedo que le atravesaba los huesos.
—Violet sal de aquí— Ella miro a su padre confundida. —Sacala de aquí— dijo a su hermano Alexander.
Oliver le regalo una mirada tranquilizadora, pero eso solo la inquieto más. Ella se acerco a Oliver y Alexander la tomó del brazo.
—Papá, espera que— Alexander la hizo hacia atrás— Sueltame— su padre la miro con esos ojos de "hazme caso" y ella se rindió.
—Hay cosas que se deben hablar solo entre hombres— Dijo Charles.
—¡Buen Dios! Cuando aprendan a escuchar a las mujeres este mundo será mejor— Dijo ella.
—Cuando escuchemos a las mujeres nos volverán locos— Dijo Charles.
—Pues por ahora no lo será— Alexander la llevo a la puerta y cerró.
Oliver miro a los tres hombres que tenía frente a él.... Anthony se mantenía a una distancia rasonable. Lo iban a matar, podrían matarlo. Lo sabía. Pero aún así no movió ni un solo dedo.
—¿Cuando pensaban decírmelo?— Miró Benedict a sus hijos y a su sobrino.
—Quería pedir tú autorización— Dijo Oliver.
—¿Por qué lo haces? ¿Por obligación? — Anthony miro a Alexander y este río.
—Si, Oliver, ¿Por qué te sacrificas?— preguntó Alexander.
—Ella no es un sacrificio y lo sabes— dijo con la voz ronca.
—¿Entonces? ¿Por qué?— Preguntó Charles acercándose a él.
Oliver volteo a ver a Benedict, que ya lo miraba a él desde hace buen rato.
—¿En verdad tienen que estar ellos aquí?— Anthony soltó una pequeña risita.
—¡Qué cabron! Te quieres casar con nuestra hermana y quieres que no te digamos nada— Dijo Charles.
—Si la lastimas— Alexander lo empujó hacia atrás— Me importa un carajo el cariño, te mataré— Anthony miro a Benedict, esperando que decidiera intervenir, Benedict solo movió su hombro izquierdo.
Claramente ellos se estaban burlando de él, no dudaba que las advertencias fueran verdad, pero sólo querían poner más tensa la situación y él no encontraba como salir de la situación.
Benedict se acercó finalmente y lo tomó de la camisa.
—Dime, dame una buena razón para que te deje casarte con mi hija— Él apenas y respiro.
—Yo, la amo— Dijo mirando a Benedict a los ojos, no supo ni siquiera como tuvo la valentía de hacerlo.
Violet había estado pegada a la puerta, escuchando todo. Se quedó helada. Hubo un gran silencio.
—Lo van a matar— susurró.
—¿A quién?— preguntó su tía Eloise.
—¡A Oliver!— La miró preocupada y Eloise entendió perfectamente que sucedía.
Se apresuró a entrar, con Violet detrás de ella. Oliver estaba contra la pared, con la mano de Benedict sobre el cuello de su camisa y los dos hermanos de Violet tomándole los hombros.
—¡Ustedes! ¡Mocosos! — Eloise golpeó a sus sobrinos y a su hermano en el hombro. —Dejen a mi bebé tranquilo, ¿que les sucede?— Luego miro a Anthony molesta y este solo le mostró una sonrisa.
—Madre— gruño Oliver. Esa mujer de verdad no dejaba de sorprenderlo, no necesitaba que lo defendiera... Por Dios, él era un hombre.
—Déjenlo tranquilo— Gruño Violet a sus hermanos —Son terribles, ustedes ya lo sabían y lo aprobaron— Benedict miró a sus hijos y estos solo sonrieron inocentemente.
—¿Lo aprobaron?— Preguntó Benedict.
—Ya sueltalo, sabes que es él te quiere Benedict— Dijo Eloise.
—Lo sé— Dijo Benedict con una sonrisa y soltó a Oliver, aunque realmente nunca lo estuvo lastimando.
—Creó— dijo hablando finalmente Anthony— Que es mejor dejarlos solos— Eloise asintió.
—Pero... —Habló Violet, Anthony le ofreció su brazo a Violet y ella lo tomó no muy convencida.
Eloise tomo de las orejas a Alexander y Charles, que se habían negado a irse.
—¡Buen Dios tía!— gimio Charles.
—¿Sabes que somos adultos?— Dijo Alexander.
—Solo cuando quieren serlo, pero para mi siguen siendo un par de mocosos— Y los arrastró a la puerta.
—Se lo diré a mi madre— Dijo Alexander con un tono divertido. Eloise soltó una carcajada... Charles miro mal a su hermano.
—Tremendos adultos— Musito. Saliendo con ellos a rastras.
Anthony escolto a su sobrina, Violet se detuvo un momento a mirar a Oliver a los ojos, azul tormenta, "ojos azul tormenta" se recordó. No necesito decir nada, eso lo había dicho todo. Se marchó.
—¿Un trago?— Le ofreció Benedict. Oliver asintió torpemente.
—¿Estas molesto conmigo?— preguntó y Benedict negó.
—Sorprendido tal vez, pero molesto no Oliver... Ella es mi única hija, lo sabes, cuando... —trago saliva— cuando tengas tus propios hijos lo entenderás.
—Perdóname tío— Benedict lo miró fijamente. —Yo, se que no debí enamorarme de ella yo— Benedict sonrió.
—Esta bien Oliver, uno no elige de quién se enamora... Solamente sucede, es como un rayo, te impacta el alma... Y — Oliver concluyó por él.
—Se queda en ti, para siempre— Benedict asintió.
—Se que Violet será muy amada. Me da gusto que seas tú... Siempre pensé en mil formas de torturar hombres, pero nunca creí que serias pues tú, sabes que eres como otro hijo para mi... ¿Lo sabes?— Oliver asintió. —Tú padre salvo a Charles cuando era niño, le debo mucho, se que te educó bien— Benedict puso una mano en su hombro.
—Ella es todo lo que quiero— Benedict trago saliva.
—Ella tiene que ser todo lo que quieras, porque ella lo merece todo Oliver, ella es — Una lagrima resbaló por su mejilla y la limpio rápidamente. Oliver jamás pensó que algún día vería a alguno de sus tíos llorar. — Ella es un mar entero, con profundidad en el alma, con cosas hermosas dentro y fuera de ella.
—Lo sé, ella es la mujer más maravillosa que existe— Dijo.
—¿Por qué no me lo dijiste antes?— Oliver trago saliva —Por la familia— tomó un trago. —Yo no tuve una familia hermosa, hasta que Eloise Bridgerton llegó a nuestras vidas, mi Madre, nos dio todo, amor, alegría, pero sobre todo una familia, una abuela, primos... Y tíos— Benedict le ofreció una mirada comprensiva.
—En el corazón tú también eres un Bridgerton— Dijo —Jamás dudes del amor de esta familia por ti, eso es lo más fuerte, lo más poderoso que existe. Nunca Oliver, podríamos dejar de quererte por querer ser feliz... Por ser feliz con alguien que amas. — Benedict tomo otro poco de su vaso.
Oliver sintió un alivio en el alma, una paz que le inundó en todo el cuerpo, luego lo pensó un momento y si... Él también era un Bridgerton de corazón, al igual que su padre, que su hermana. Lo sabía.
—Te prometo hacer todo por hacerla feliz, nada le va a faltar, yo seré mejor para ella, ¿puedo tener tú bendición para hacerla mi esposa?— Dijo Oliver.
—La tienes Oliver, siempre la has tenido, ella te ama, ella dijo si, yo digo si también— Dijo Benedict.
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Sophie miró a Benedict y Oliver sonreir y pasar juntos por la puerta del salón privado, donde solo se encontraba la familia, con té y galletas servidas.
Se levantó y abrazo a Oliver.
—Estoy muy feliz de que seas tú— Oliver le dio un beso a su tía Sophie.
Violet apretó las manos de su nieta y le sonrió... Se levantó y luego abrazo a Oliver.
—Siempre has sido mi nieto, pero hoy más que nunca lo eres— Le dio un beso en la frente y el la abrazo.
Benedict abrazo a Phillip.
—Gracias por no matar a mi hijo— Dijo Phillip con una sonrisa.
—Haz hecho un buen trabajo— Dijo Benedict.
—Lo sé— Dijo con orgullo mirando a su hijo mientras abrazaba a su madre Eloise. —Lo sé— eso lo dijo más para él mismo.
Charles y Alexander abrazaron a Violet con fuerza.
—Nuestro trabajo contigo esta hecho, supongo— Dijo Charles bromeando —Te amo Violet, te amamos— dijo.
—Eres la mejor hermanita, estamos felices por ustedes— Dijo Alexander, luego la soltaron.
Benedict abrazo a Eloise y le susurró algo, ella dejó escapar un par de lágrimas, luego abrazo a Phillip y así, la familia comenzó a llenarse de amor, ante tal noticia hermosa y feliz.
Oliver se acerco tímidamente a Violet y la abrazo... "Serás mi esposa, mi amor para siempre" le susurró al oído y ella lo abrazo con más fuerza.
Sophie miró a su hija con amor, unas lágrimas que Benedict logró atrapar salieron por sus ojos, luego se abrazo a su esposo. Estaban felices... La vida era hermosa, era buena, era feliz.
—Dos compromisos, ¿no es maravilloso?— Dijo Kate feliz.
—Lo es cariño— Anthony le dio un beso en la frente.
—Solo falta Agatha— Dijo Eloise con una sonrisa.
—¿De qué?— Dijo Colin que venía llegando con Penélope de la mano.
El mayordomo les había mandado a llamar, las visitas estaban en el comedor. Ellos habían permanecido ahí un rato con Hyacinth, Gareth, Juliet y Lady Danbury para hacerse cargo de las visitas.
—Al fin se comprometieron— Dijo Pen, Colin negó con la cabeza. —Claro que lo hicieron, solo velos— los señaló.
—¿Cómo sabes? No lleva anillo— Ella lo codeo ligeramente —Tú lo sabes todo de verdad— le susurró a su esposa al oído, ella asintió ligeramente sonrojada.
Pero la verdad es que Colin también lo sabía.
Oliver y Violet no dejaban de verse... En verdad se veían tan felices, tan enamorados... Ella se había dejado arrastrar por la tormenta y se sentía tan feliz por vivir en ese hermoso mar.
—¡Charles! — Entró Pennyrose corriendo con los bordes de su falda llenos de tierra.
—¿Que sucede?— Se acercó rápidamente a su prima.
—Un accidente— Dijo —Estábamos jugando— Jalo aire— Pall Mall y la bola dio tan fuerte que— Volvió a tomar aire.
—¿Qué que?— preguntó Charles.
—Ella sangra mucho de la cabeza, tienes que ir ve— Charles se apresuró a salir.
—¡Charles no corras!— Grito Sophie, pero no la escucho. Alexander corrió tras de su hermano.
—¿Y Agatha?— preguntó su abuela Lady Bridgerton. Violet se asusto y tomó de la mano a su abuela.
Colin se preocupo y salió rápido con sus hermanos tras de él.
—Ella está bien, ella fue quién golpeó a Lady Libia— Dijo recuperando el aire.
—Oh Dios mío... — Dijo Penelope.
—Todo fue un accidente tía, de verdad— Se apresuró a decir Pennyrose.
Eloise se acercó a su hija y le dio un vaso con agua.
En unos segundos entraron de nuevo todos por la puerta ya con Lady Sharon tras ellos y la chica en brazos, la recostaron en el sillón.
Pennyrose se acerco rápido a Dimitri y lo tomó del brazo, estaba lleno de barro.
—¿Quieres agua?— Preguntó.
—Por favor— dijo Dimitri.
Charles volvió un poco agitado, Sophie se acerco rápido a él.
—Charles, ¿estas bien? Mírame— Sophie lo tomo del brazo.
—Tranquila madre, hace mucho no me da un ataque— tranquila— repitió— Sophie le acerco un poco de agua y el la tomó.
—¿Y Agatha? — preguntó Pen, cuando vio a su esposo entrar.
Kate le dio la mano en señal de apoyo.
—Lord Kenart la está buscando— Dijo Edmund.
Colin apretó los labios y se dejó caer en un sillón.
—¿Necesita puntadas? — preguntó Lady Sharon.
—Parece que no— Dijo Charles.
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Llegó a las caballerizas, vio las puertas abiertas de par en par y se permitió tomar un caballo. Avanzó unos cuantos pasos alrededor para ver si podía ubicar a Agatha... Y al final decidió confiar en él caballo.
—Llévame a ella— le susurró y el animal lo hizo.
El día que había estado soleado, siendo ya las 2 pm casi, comenzaba a desaparecer... El aire comenzó con una pequeña brisa que le abrazo el cuerpo, estaba sentada en el piso, con las manos enredadas a sus piernas y la cabeza hacia abajo.
No había llorado, pero sentía sus ojos llenos de lágrimas, tenía un nudo terrible en la garganta, sabía que quería llorar, pero nunca lo hacía. No entendía porque pero jamás lo había hecho.
Tenía esa sensación en el pecho de no poder respirar y lo odiaba. Siempre era así, cuando se ponía nerviosa, el pánico la envolvía, cuando la gente la miraba, no podía controlar su respiración, ni sus ganas de huir... De huir como lo había hecho.
Escuchó el trote de otro caballo y volteo hacia atrás, entonces lo miro. Lo miro montar sin silla, sin rienda... Abrió ligeramente sus labios sorprendida, pero mejor volvió a esconder su cara sobre sus piernas.
—Agatha, Agatha— Nicolás la llamo, luego sintió su mano sobre su hombro. —Agatha— Ella negó con la cabeza y trago fuerte, no quería que la viera así.
—Vete— Lo dijo apenas en un susurró.
—No— Nicolás se sentó en el piso, la jalón hacia él y la abrazo.
—¿Porqué fuiste tras ella?— Susurró.
—Agatha, su cabeza sangraba— Ella levantó un poco la vista. Que tonta se sentía.
—Por mi culpa— Él la tomó del mentón.
—No fue tu culpa, ha sido un accidente— Ella asintió con la cabeza. Él no dejaba de mirarla fijamente. Ella se giro a mirar a la nada —Agatha, ¿porque te fuiste así? — Ella no dijo nada —Agatha— esta vez le hablo con más fuerza.
—Porqué no podía respirar— Dijo ella. Sus ojos estaban cristalizos— Me sentí culpable aunque fue un accidente— Ella lo miró —Cuando la gente... Me mira, cuando todos tienen su atención fija en mi— Ella tomó aire, y luego lo soltó —Yo no puedo respirar, no me gusta— dijo finalmente.
Nicolás lo entendió, jamás se había dado cuenta de eso, pero todo tuvo sentido. Cuando bailaron que ella evitaba hablar, en realidad estaba nerviosa, cuando la beso en la habitación, cuando pasó lo del laberinto... Ella se ponía nerviosa, era tímida y era estúpido, porque ella era fuego era salvaje y en el fondo solo era tímida. La miró como si fuera el ser más hermoso y tierno que existía, porque lo era, "Todo lo que quiero" pensó, eso era ella.
—No hiciste nada malo, esta bien la señorita Libia esta bien, tu también estas bien, si quieres llorar también eso esta bien— Ella sonrió.
—Yo nunca lloró— Dijo fría...
—No, por supuesto que no lo haces— le acaricio suavemente la mejilla.
—No me hables con ese tono, con el que le hablas a todas, conmigo no funciona— Dijo ella y él se rio.
—¿Estas celosa?— Ella negó con la cabeza. —Pequeña tonta— la tomó del cuello y la acerco a él.
—Nicolás— susurró sobre sus labios. Eso le erizo la piel, ella le erizaba todos los cabellos, tenerla cerca era electrificante, solo deseaba besarla en todas partes, quería hacerla suya, quería poder hacerla suya...
Él la tomó de la mano, y la puso sobre su pantalón. Ella se sonrojo.
—Eso lo haces tú, solamente tú Agatha, eso significa que sólo te pertenezco a ti— Le susurró el también cerca de los labios.
—Eso, es deseo y lo has sentido por otras mujeres, yo lo sé— Dijo ella y él se rio. Ella aparto su mano de ahí... Donde lo sintió caliente... Donde ella también sintió muchas cosas en su interior.
—Si, yo estuve con muchas mujeres— Ella se separó y lo miró a los ojos. El la tomó de la mano.
—Tienes razón, pero nada. Nadie, ninguna puede igualar mi deseo por ti, mi piel se quema por ti. Toda tú eres fuego, me quemas hasta el alma Agatha, me haces necesitarte— Dijo.
Agatha se quedo sin aliento, él la deseaba, la amaba y ella lo amaba a él y lo deseaba.
—Yo también te necesito— Dijo ella.
Él le sonrió dulcemente y la beso, la beso suave, con amor. Cómo pensó que un hombre debía besar a quién sería su futura esposa. Estaba lleno de pasión, de deseo, de un deseo que claramente ahí no podía saciar, pero quería darle un beso, que la hiciera sentir que ella era todo, porque lo era.
—Nicolás— Ella jadeo. Ella lo tomó del cuello y lo jalo más hacia ella.
El apretó sus caderas, ella subió a horcajadas sobre él.
—Agatha— Dijo. Ella se sentía atrevida, se sentía mala. Sabía que estaba siendo demasiado... Pero el calor se apoderaba de ella.
Él la beso, con más pasión, con más fervor, la acaricio. La apretó más sobre su ereccion y la escucho soltar un pequeño gemido. Puso sus manos sobre sus pechos y dio un beso en su clavícula.
—Tenemos que detenernos— Le dijo él. Ella asintió con la cabeza y luego la volvió a besar. —Si no me detengo, no podré parar Agatha— Ella volvió asentir con la cabeza.
—Detente entonces Nicolás — Sus manos seguían tocándola, estaban sobre sus glúteos... Él soltó un gruñido y se detuvo.
Ambos tomaron aire y luego la ayudó a levantarse.
Sus ojos verdes lo miraban, le pedían más, pero ella era una señorita, no lo pediría. Pero él haría que algún día ella le rogara por más, cuando ya realmente no pudiera más, cuando estuviera totalmente loca por el deseo, cuando ya no pudiera parar, entonces la haría pedir más.
—Te prometo, que llegará el día en el que nunca me tenga que detener, en él que tenga que parar— Ella le sonrió sonrojada, volvió a asentir con la cabeza.
Ambos se giraron hacia sus caballos. Dispuestos a volver a montar, para volver a casa.
Ella lo llamó:
—Nicolás, cuando no tengas que parar... — Susurró y el la tomó por detrás de la cintura. Luego la giro para verla a los ojos y la beso.
—Ese día serás totalmente mía— Dijo él con la voz ronca.
—Yo ya soy tuya— Le dijo ella casi en un susurro. Él la volvió a besar.
✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨
¿Les gustó? 🥰❤️❤️❤️
A mi si jeje❤️
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