2. Problemas Bridgerton
Violet estaba irritada, no le gustaba que la trataran como a una niña, primero su hermano y ahora... Oliver. ¡Por Dios! Oliver quién le enseñó a montar y la vio romperle la nariz al pobre hijo de Sir. George en un juego del pall mall, nada limpió debo aclarar.
Ya que él se estaba burlando de ella, pero Violet aseguró más de 100 veces que él hizo trampa. Si fue capaz de romperle la nariz al pobre niño tres años mayor que ella ¿Que le hace pensar que no se sabe defender?
—Si solo me tomo el cabello— iba caminando enojada por el césped.
—¡ahg! — ya se había alejado de la multitud, afuera y sola... de repente alguien la jalo del brazo, ella se asustó.
—¿Maldiciendo de nuevo?— Era su hermano Alexander, que la miraba con una sonrisa encantadora, y ella le golpeó el hombro.
—¡Me asustaste!... y llegas tarde—ella le señaló con el dedo el reloj imaginario en su muñeca.
—¿Alguna vez he llegado temprano a algún lugar?— dijo el riendo.
—Cuando te cases, tal vez tu esposa agradezca tu puntualidad— Ella vio a su hermano rodear los ojos... el matrimonio no era algo en lo que un joven de su edad pensará, no con todas las delicias que el mundo le ofrecía.
Él estaba a punto de hacerle muchas preguntas, pero no pudo hacerlo, porque un grito se escuchó.
Problemas, problemas Crane Bridgerton claramente.
—Penélope... — dijeron los dos al unísono.
Y corrieron hacia la dirección de donde provenía el grito, aún no era un escándalo porque nadie más se asomó a ver qué ocurría estaban demasiado lejos de la casa para eso, pero tratándose de su prima, probablemente lo sería cuestión de minutos.
—Milord, ¿no le gustaría montar? — Penélope tenía una mirada coqueta.
—Señorita Bridgerton, es noche y no creo que su doncella monte a caballo ¿o sí?—
—¡Bah!— ella hizo un gesto nada propio de una señorita y eso hizo reír al hijo del Conde de Country — Me aburro Milord, ¿no me dejara sola en la diversión o si? — Ella le puso una cara como si le estuviera retando a hacerlo y no hay nada peor que retar a un hombre siendo mujer, su ego no les permitía no ganar.
—Bien— aceptó el Lord —pero debemos pedir permiso a sus padres— No era la mejor opción del mundo, pero ella asintió.
—¡Muy bien! Qué maravilla — dijo ella emocionada, tomando el brazo del joven Jeremy.
—Sir Crane, señora Crane— Jeremy hizo una inclinación con la cabeza y miró a sus padres que también se encontraban ahí platicando con los padres de Penélope.
—La señorita Crane y yo nos preguntamos, si hay algún inconveniente en que montemos a caballo, por supuesto no nos alejaremos demasiado, yo prometo cuidar de ella. —
—¿Y esa idea fue suya Jeremy?— Preguntó Eloise qué conocía perfectamente a su hija.
—Oh, totalmente señora Crane— Pennyrose tenía una sonrisilla en la cara.
—Pero tú no montas, nunca—dijo la madre de Jeremy sorprendida.
—Pero se que la señorita Crane es muy buena en ello madre, tal vez pueda mejorar mi técnica si ella me enseña — dijo sonriendo.
Claro que Phillip y Eloise iban a dar un no, y podía estar Eloise segura que Lady Country les secundaría la opinión, pero...
—¡Vamos Sir Phillip, esta no es una velada tan formal deje que los jóvenes se diviertan! — Dijo el Conde de Country dando una palmada en la espalda de Phillip, que lo veía como si ya fueran familia, Phillip maldijo en su mente... estaba fastidiado, harto del Conde en realidad... y ese comentario para Penelope fue un sí... y no hubo opción.
—Excelente — dijo tratando de controlar la emoción en su voz — ¿vamos milord? — Jeremy hizo una inclinación con la cabeza y le ofreció su brazo.
—Un lacayo irá con ustedes o Oliver — dijo finalmente Phillip y Eloise suspiro y dirigió su mirada de "Hablaremos después y sabes lo que significa" a su hija.
—¡Señorita Crane no vaya tan rápido! — Jeremy le gritaba a Penélope que iba con su caballo a un buen trote, y él hacía lo que podía... en verdad era muy mal jinete.
—¡Qué lento es! — Penélope le dijo a su caballo, ya que el joven Jeremy estaba muchos metros atrás para escucharla y ella se sentía fastidiada, su hermano al menos le pisaba los talones cuando cabalgaban.
Ella se detuvo, apenas y se veía venir el lacayo tras ellos, peor que Lord Jeremy y eso que él no sabía montar nadita.
—Señorita Crane— contuvo el aliento—Eso es peligroso, es de noche. Sea cuidadosa por favor—
—Oh, milord no se preocupe, soy una excelente jinete ya se lo dije— + y él le sonrió, no le gustaba Penélope en verdad, aunque era hermosa, tenía un defecto, un gran defecto, su personalidad. No quería ni cortejarla, pero sus padres lo habían obligado a hacerlo.
—Señorita Crane, debo decirle algo— Ya iban de regreso, aunque en realidad no se habían alejado mucho, él era un Lord y no se arriesgaría a poner su honor en duda, claro el honor de él mismo, por supuesto.
—¡Claro! le escucho...— dijo ella, mientras mantenía su vista en él.
—Me parece una mujer, hermosa, preciosa en verdad... bueno yo, se que solo hemos platicado esta noche, pero me preguntaba— ella lo miraba con ternura, él le parecía buena persona, pero solo lo parecía.
—¿Qué se preguntaba mi lord?— estaba ansiosa por saber lo que diría...
—¿Le gustaría ser mi esposa?— ¡Uy! justo eso la había tomado totalmente por sorpresa, había estado viendo a Jeremy detenidamente, cómo movía sus labios al hablar, analizando cada gesto, era un hombre apuesto, claro que si, tenía un cabello perfectamente negro y los ojos castaños... y cuando estuvo apunto de abrir la boca para decir algo...
—¡Señorita Crane!— Su caballo había comenzado a brincotear con ella encima, totalmente desatado.
—¡Tranquilo Chocolate! Oh, oh...muchacho— Pero su caballo no cedía, el Lacayo había intentado tomar al animal, pero no estaba ni cerca de poder domarlo, entonces alzó sus patas traseras, Jeremy intentó acercarse pero solo lo intentó el miedo lo tenía inmovil, no había hecho nada... Era inevitable lo que iba a suceder, así que Penelope cayó en una gran zanja de lodo.
—¡Ahhh!— gritó, que buen golpe se había metido. No sabía en qué aprieto se había metido, seguramente su madre la mataría, su hermoso vestido rojo estaba arruinado, ella estaba arruinada, sin duda alguna se sentía la peor señorita que existía dentro de la sociedad aristocrática.
Jeremy y el lacayo se acercaron a auxiliarla, pero solo el Lacayo la tomó de las manos y la jaló para sacarla de la zanja llena de lodo, Chocolate por su parte había huído.
—¡Chocolate! Oh, por favor milord, busque a Chocolate...— Penélope miraba con ojos suplicantes a Jeremy, su caballo era su mejor amigo, su compañero. Le amaba y sabía que algo lo había asustado, porque jamás habría hecho algo así sin razón y eso era culpa de ella.
—¡Señorita Crane deje al animal, es un peligro!— dijo Jeremy—La ha atacado, es lo mejor que se vaya, es un salvaje, yo puedo regalarle otro caballo mejor si se casa conmigo— Penélope comenzaba a molestarse.
—Es mi amigo Jeremy— Había olvidado los formalismos.
—¡Solo es un animal!— Le gritó Jeremy molesto, mientras se quitaba el lodo que podía de la ropa, —que fastidio — pensó. Ese comentario fue todo para ella.
—Usted muévase a buscar el animal— Ordenó al Lacayo y este le respondió:
—No puedo, el señor Crane me ha enviado a cuidaros, no puedo dejarlos solos—
Penelope sentía un nudo en la garganta, Chocolate era inteligente, pero era de noche y no sabía que podría pasarle.
Gracias al cielo, Alexander y Violet venían corriendo hacia ellos.
—¡Alexander! ¡Alexander! — Penélope seguía tendida en el piso
—¿Qué ha pasado?— Penélope sintió que en cualquier momento las lágrimas iban a explotar.
—Se ha ido, se fue, ve por él — le suplicaba a su primo — Chocolate, corre Alexander...ve — le miraba con los ojos cristalizados.
Violet ya estaba en el piso a un lado de su prima y le sostenía la mano.
—Lord Country, ¿porque no hizo nada?— camino hacia el caballo del lacayo— venga conmigo, vamos a buscar al caballo — le dijo Alexander.
—Ah, no... yo — Tartamudeo Jeremy y Alexander rodó los ojos, tomó el caballo y se fue lo más rápido que pudo en busca del animal que había escapado.
Al parecer nadie había escuchado los gritos de su prima, y Violet agradeció eso, porque Pennyrose estaba llena de lodo de los pies a la cabeza, seguramente hubiese sido demasiado vergonzosa la situación para ella.
—Debemos irnos antes de que alguien venga y vea esto, Pennyrose— Violet la ayudó a levantarse, y buscaba como hacer para entrar sin ser vistas por nadie. Pen intentó dar un paso, pero le dolió, su tobillo se había torcido, nada grave pero le dolía.
—Permitame ayudarle señorita Crane— Jeremy se acercó.
—No, ya ha hecho mucho por mi esta noche— Le dijo ella con voz hueca.
—Yo le ayudare milord, no se preocupe y por favor disculpe— Y así Penelope apoyándose en Violet camino cojeando, aguantando el dolor.
Jeremy las vio alejarse y decidió que simplemente, ella estaba loca de verdad y no era una señorita normal, él sería un Conde, necesitaba una esposa a su altura.
—Señorita Crane, espere— y se acercó a ella —Sobre lo que dije yo...—
—No me casaré con usted — dijo ella terminante y siguió su camino con Violet, ignorando totalmente a Jeremy.
—Perfecto— múscullo él en voz baja — esa mujer es un desastre — el lacayo no le dijo nada, inclinó su cabeza y se fue, dejando a Jeremy solo.
—¡Te pidió matrimonio!— Violet estaba asombrada.
—Y estoy segura que hace un minuto iba a retractarse, me he adelantado a decir yo que no, no será él quien me deje— dijo ella molesta.
—Oh, Pennyrose lo siento tanto. —
—Yo no, es un idiota y un cobarde...
y — Sus ojos de nuevo se llenaban de lagrimas, pero no lloró.
—Penelope Rosemarie— Esa voz, no podía ser ni más ni menos que la de Oliver, miraba a su hermana de pies a cabeza cubierta de lodo —Señorita problemas debería decir yo— ella le regaló una mirada apenada y él entendió que eso no se había tratado de una travesura típica de ella, estaba triste o tal vez decepcionada.
Habían entrado por la puerta trasera de la bodega, no había sirvientes ni nadie que las viera, habían alcanzado llegar sin ser vistas al primer piso... pero ahí estaba su hermano viéndola probablemente decepcionado de ella o eso creía.
—Esta lastimada, ayudala— dijo Violet.
—Oh, Pennyrose— Su hermano la tomó en brazos y comenzó a subir las escaleras con ella — Violet, busca a mi madre por favor...
—Oliver... —Chillo Penelope.
—Estará bien todo— él le regaló una mirada a su hermana de esas que la hacían sentirse protegida por él, Violet asintió con la cabeza y se dirigió al jardín.
Llegaron a su habitación y él examinó su pie.
—Estará bien en tres días— lo soltó suavemente.
—Losé— suspiro — lo siento te he llenado de lodo.
—No importa— vio como su hermana tenía la mirada triste —Penélope está bien, no pasa nada — la rodeo en sus brazos y se le escaparon algunas lágrimas que rápidamente se limpió.
— Te juró que no ha sido intencional, fue un accidente... yo —
—Yo lo sé— él le acarició el cabello.
— ¿Por qué?— preguntó ella sin saber porque... y él sonrió.
—Porque soy tu hermano mayor— Y no necesito escuchar más, su hermano siempre confiaba en ella.
Unos minutos después...
La puerta se abrió, y enfrente apareció una Eloise Crane no se veía enojada, pero si preocupada... Penélope veía venir el sermón, tal y como se esperaba una noche, larga, muy larga.
—Penélope— dijo y se acercó a su hija para abrazarla.
— Madre... — sentía que estaba apunto de llorar.
La noche había comenzado. Sus primas estaban, quién sabe dónde y ella estaba sola, Oliver y Charles habían espantado a cada caballero que se le había acercado y ahora se encontraba sola en ese gran jardín, con todas las miradas sobre ella.
Decidió que era momento de buscar a sus padres o a alguno de sus tíos, quién fuera.
Aunque pensándolo bien, terminó en la barra de bocadillos, de verdad tenía un hambre terrible, ya había cenado pero ¿y qué?, un pastelillo de chocolate extra nunca es demasiado.
—Delicioso — suspiró, el clima era perfecto, una pequeña brisa fresca y el cielo iluminado gracias a las estrellas.
Comenzó a caminar hacia la casa, tal vez ahí encontraría a alguien, o simplemente escaparía de tan incómoda sensación de sentirse sola.
— Señorita Bridgerton — era Lady Sharon.
— Lady Sharon — Agatha inclinó su cabeza para saludar.
—Se ve espectacular esta noche, ¿está nerviosa por su debut? — Agatha le dio una ligera sonrisa.
—Para nada, mi madre me ha preparado muy bien. — dijo
—¡Ah sí, la señora Bridgerton, un encanto de mujer— dijo Lady Sharon con una sonrisa forzada.
—Bueno Señorita Bridgerton, nos despedimos al parecer la gente comienza a irse y nosotras también, tenga una excelente noche. — dijo la prima de Lady Sharon, otra mujer igual de chismosa y estresante.
—Un placer, compromiso. — vio a su primo Alexander escondido detrás de los arbustos.
Se acercó por detrás, en silencio, y le picó las costillas.
—¡Alexander!—
—¡Buen Dios! ¿Acaso quieres que me muera? — le miro — Me has dado un terrible susto Agatha — tenía el corazón al mil por hora y ella se río.
—Llegas tarde y te escondes — le miró con una ceja alzada.
— Me escondo, de las madres urgidas por encontrar caballeros guapos y nobles como yo— a Agatha le hizo mucha gracia el comentario.
—Cuánto comenzaba a extrañarte— le dijo ella.
—Lo sé, yo también extrañaba a mi prima favorita — y le dio un abrazo.
—Aunque llegues tarde y me dejes sola — Y él se encogió de hombros.
—Sabes que la puntualidad no es lo mio, no te dejo sola, solo esperaba el momento oportuno para hacer mi llegada triunfal— Dijo con una sonrisa juguetona.
—La hora oportuna es cuando el evento ya va terminar ¿no? — puso sus manos en la cintura
—¿Qué hacías sola? — era raro que las tres Bridgerton no anduvieran juntas por ahí corriendo a algún lado.
—Me abandonaron, Pennyrose montando con Lord Jeremy y tu hermana... Estaba con Lord Chaveroni pero... — se tapó la boca —¡ay Agatha! — se regaño a sí misma.
—¿Desaparecieron juntos?— ella negó con la cabeza y abrió la boca para hablar pero...
—Iré a buscar a mi hermana, yo iré por allá y tu busca en la entrada del jardín, pide a alguien que te acompañe. — Ella noto la preocupación de su primo en los ojos, que una señorita estuviera sola con un caballero era muy mal visto y aún más si aún no era presentada en sociedad.
—No creo que estén solos o juntos... — la interrumpió.
—Más vale prevenir, no me preocupa ella, me preocupa... anda ve... — dijo él y ella camino hacia la entrada principal del Jardín y él a la del patio trasero... donde estaban los establos.
Cuando Agatha pasó por la pequeña pista de baile improvisada, notó que solo quedaba el Conde de Country, padre de Jeremy, quien entablaba una conversación animadamente con su tío Phillip y su padre. En una orilla, se encontraban su madre,y sus tías Eloise y Sophie platicando con la esposa del Conde.
Y la vieja viuda Condesa que estaba riendo con su tío Benedict, la viuda que venía con sus dos nietas, las mismas que habían bailado con Charles y Oliver, se encontraban sentadas en silencio, seguramente estaban igual de aburridas que ella.
Pasó sin ser vista, y se asomó a la entrada del jardín, aún quedaban tres caballeros. Entre ellos estaba un tipo alto, con el cabello rubio y aunque no veía su rostro se imaginó que podría ser apuesto... No lo había visto nunca ni en la cena, probablemente había llegado tarde a la velada, cuando ella se encontraba por ahí...
Justo cuando iba a acercarse a los caballeros para preguntar por sus primas, reconoció la voz de Lord Jeremy, ¿qué no su prima estaba con él?
—¿Pueden creerlo?, le pedí matrimonio a esa loca. No me fio de su Debut, será un desastre en sociedad. — dijo Jeremy.
—Capaz de meter un establo al reino— Bromeó el otro.
—No creó que debería hablar así Lord Jeremy, ¿no es un caballero? —
—Oh, Lord Kenart — le dio una palmada en la espalda — somos hombres, sabe que las mujeres se deben amansar, así... como los caballos. —
Agatha no daba crédito a lo que escuchaba...
Él otro caballero se rió y Lord Kanart le dio una mirada molesta a su amigo.
—No me mires así, la señorita es una mujer descabellada, mujeres así no sirven para esposas — y Jeremy se rio
—No, la conozco, no puedo opinar —El Lord parecía un hombre sensato al parecer.
—Y ojalá no lo haga, o bueno si lo hace mirela bien — dijo Jeremy.
— ¿A que se refiere? — dijo el otro caballero.
—Oh, Lord Downey... Esa mujer tiene unas curvas espectaculares, aún con ese corpiño ajustado lo puedo asegurar, una lástima — dijo Jeremy, Agatha estaba enojada, le hervía la sangre y quería matarlo.
—Pero claro, una mujer así no puede ser la esposa de un futuro Conde, sería una vergüenza— No podía soportarlo más y buscaría a sus primos.
—No se porque siento que está enfadado Jeremy — dijo Lord Kanart
—Para nada, ella tuvo su merecido por su falta de modales, se dio un buen golpe.—
Agatha se llevó la mano a la boca, su prima al parecer se había lastimado y este idiota solo parlotraba lo que seguramente eran mentiras.
—¿Qué hizo cuando cayó al lodo? — preguntó el otro joven.
—Contuve la risa, y espere que el lacayo la ayudará — Agatha estaba furiosa, no sabía cuánto tiempo llevaba aparentando los puños, pero ya se había enterrado las uñas.
—Eso es poco caballeroso, ¿no cree?, hasta la mujer más descuidada merece respeto. — Dijo Lord Kenart
— No lo creo amigo mío — Ella noto la irritabilidad en el tono de voz del joven del cual desconocía el rostro.
—Una lástima si la mujer es bella, pero su cerebro no — Dijo Downey.
El otro caballero sólo se encogió de hombros... Y contó 1, 2, 3... Y Agatha se dejó ver.
— Señorita Bridgerton— dijo Jeremy
— ¿qué hace aquí y sola? — recalco lo último.
—Venía a buscar a mi prima, pero me encontré en una situación incómoda — dijo ella con la voz fría.
—Debería irse entonces, antes de que se dañe su reputación también. —
La mirada que había estado fija en Jeremy, se giró a los otros dos, y entonces se cruzó con la mirada de aquel hombre que la veía, como si analizará cada parte de ella. Y ella se habría sonrojado, pero ya lo estaba por el enojo. Volvió su mirada hacia el hijo del Conde.
—Usted es un desgraciado— dijo ella y Nicolás pensó que era una mujer atrevida, eso le hizo sonreír, le gustaban las mujeres fuertes de carácter, estaba ahí, pequeñita pero valiente, sin miedo a enfrentarse a tres hombres ella sola, digno de admirar.
—Usted no es un caballero, es una vergüenza — le apuntó con el dedo.
— Y Ustedes alimentando la conversación han sido idiotas — Y eso lo dejo sin habla, probablemente era la primera mujer que lo dejaba sin habla.
Los tres hombres la miraban, la pequeña muñeca de porcelana tenía su carácter.
—No he dicho más que la verdad señorita Bridgerton — dijo Jeremy.
—Al parecer la chica sufre de una alta falta de modales— dijo Downey y su amigo le fulmino con la mirada, estaba admirando el espectáculo, no quería ver más de ella.
—¡Eso que dice no es verdad! — le gritó ella.
—Usted está siendo una niña malcriada, y no debería estar aquí sola con tres hombres, es hora de volver a casa Agatha— le dijo Jeremy y ella explotó.
—¡Usted debe volver a casa!, pero primero se va a disculpar por lo que ha dicho — Ella tenía sus ojos verdes fijos en él.
—Piense lo que quiera señorita Bridgerton, yo no me casaría con una loca — y fue todo, Agatha que ya estaba demasiado cerca de Jeremy y cuando menos lo pensó le dio una bofetada.
Y Lord Kenart estaba encantado con ella, y habría seguramente halagado la acción de no ser porque tuvo que intervenir.
Jeremy la vio enojado, lleno de rabia y le devolvió el golpe. Un poco hombre, tal y como ella lo había dicho, la golpeó y cayó al piso.
Entonces Lord Kenart se acercó y lo tomó de la camisa y lo golpeó en la cara, una y otra vez hasta que su amigo se acercó.
—¡Nicolás! — Downey le gritó mientras intentaba alejarlo de Jeremy.
—¿Cómo se atreve a golpear a una mujer?, ¿que no presume de ser hijo de un honorable Conde? — Nicolás estaba molesto, de verdad molesto. Ella parecía tan frágil, como si pudiera romperse en cualquier momento, pero no lo hizo, rápido se levantó y no derramó ni una sola lágrima aunque tenía la mejilla enrojecida y un poco de sangre en su labio.
—Se va a arrepentir de esto — le dijo ella molesta y él se levantó del suelo, Downey estaba sosteniendo a Nicolás que en ese momento quería arrancarle la cabeza al hijo mimado del Conde.
— ¿Qué pasa aquí caballeros? — era Charles.
—Charles... — dijo ella él la miró... ¡con un golpe en el rostro! y fue hacia ella.
Y luego hacia los tres hombres que lo veían.
Él la tomó de los brazos — ¡¿Quién fue? Dímelo, ¿quién?! — estaba furioso.
—Charles, no, yo... — tartamudeo.
—Fue Lord Country — dijo Nicolás y ella lo miró enojada, Charles se fue contra Jeremy y lo golpeó en el piso, Jeremy intentaba defenderse, inutil.
—¡Charles, para! ¡Por piedad! — ella lo jalaba del brazo — ¡hagan algo par de idiotas! — entonces Downey y Nicolás se acercaron para quitar a Charles de encima de Lord Jeremy.
—Eres un cabrón, largo, largo de aquí o te juro te mataré — le dijo Charles y Jeremy le dio una mirada burlona, increíble el nivel de cinismo.
— Ey Bridgerton— le gritó Jeremy — Esto no se va a quedar así — y se fue.
Entonces Downey y Nicolás lo soltaron.
—Agatha— la abrazó y le tomó el rostro en las manos revisandola — ¿Qué hacías aquí sola afuera? — él volteó hacia a los otros dos— ¿Cómo permitieron que la tocará? —
-Todo ocurrió muy rápido Bridgerton- dijo Downey
—El caballero me defendió — dijo Agatha mirando a Lord Kenart que tenía los nudillos abiertos por los golpes, Charles se acercó y le tendió la mano.
—Muchas gracias Lord Kenart — y él le tomó la mano.
—No agradezca Bridgerton, sabe que no soportó a los aprovechados — él miró los ojos de Agatha por última vez y se dio cuenta del poder salvaje que había en ella y se preguntó... ¿Cómo se sentiría poseer una mujer así? ¿Acaso ella sabía el poder que irradiaba?
—Vamos adentro — Charles la tomó del brazo para dirigirla a la entrada.
—Lord Kenart, entre por favor para que le curen la herida — y él negó con la cabeza.
—Nosotros nos retiramos Bridgerton, no se preocupe esto no es nada, Señorita Bridgerton — ambos hombres hicieron una inclinación con la cabeza para despedirse y se fueron..
Y su sonrisa se quedó grabada en ella, que apuesto era Lord Kenart.
Agatha miró a su primo y sabía que estaba en aprietos, una Bridgerton en aprietos... Que novedad.
¡CAPÍTULO DESBLOQUEADO! ❤️
¿SI ESTO FUE UN ENSAYÓ COMO CREEN QUE SERÁ EL DEBUT? 🐝
¿Ya tienen una Bridgerton
favorita? ✨
.............. NO TIENEN IDEA DE LO QUE VIENE ................ ¿LES GUSTO? 💎
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