V

La asignación de mi puesto estaba hecha, me encargaría de vigilar, proteger, y dar ordenes a los omegas del capitán Jeon, mi superior jerárquico me indico los horarios exactos que debía de seguir al pie de la letra o sino habría consecuencias, los castigos que recibían los soldados de baja jerarquía como yo, no eran tan leves, pero tampoco podían ser comparados al sufrimiento al que exponían a los prisioneros de los campos de concentración, así que no podía quejarme, muchos inclusive agradecían no ser alguno de esos pobres individuos.

El horario era simple, pero requería que me mantuviera al tanto de lo que decía, así que no dude en leerlo con atención. El día para el capitán Jeon y para el resto de los soldados y cadetes comenzaba a las cuatro de la mañana, todos se disponen a desayunar y ducharse solamente si es necesario, después de eso correrán a vestirse y a recibir las ordenes de los superiores para después comenzar con sus rutinas diarias, esto se repetía todos los días, sin descanso alguno a menos que haya un cambio de turno, para el capitán Jeon era diferente.

El capitán Jeon empezaba su día a las cinco de la mañana, primero se daba una ducha o un baño, lo que él considerase, durante ese periodo de tiempo, el desayuno debía estar listo y servido en la mesa de su oficina en donde se dispondrá a desayunar, mientras su secretario le informa sobre los acontecimientos de la noche anterior, después de eso, se dedica a permanecer en su oficina hasta las doce de la tarde, una vez el medio día haya comenzado, empieza la rutina de observaciones, el capitán Jeon supervisaba los campos de concentración, cabaña por cabaña, dejando al final las que se veían con algún desperfecto que él considerase merecedor de castigo, después de eso se dirigía hacia los laboratorios de experimentación que allí se encontraban, eso siempre lo hacía entre las tres y media y cuatro de la tarde, después de eso, se aproximaba a la ultima de las cabañas, en donde los omegas, sus omegas, se encontraban, podía simplemente pasar por allí y saludarme, o quizás decidiera llevarse a uno de los omegas para que le hiciera compañía de las cinco a las seis y media de la tarde, el resto del día se dedicaba a pasar su día leyendo documentos y comiendo aperitivos, los aperitivos debían de estar listos antes de las tres de la tarde para que capitán pudiera disponer de ellos las siguientes horas, se dormía a las ocho en punto, ni un minuto más, ni un minuto menos y ese era el final de su rutina.

En cambio, aquellos omegas pertenecientes a su colección y de los que ahora me encuentro a cargo, tenían horarios diferentes, cada uno correspondiente a un día de la semana, son veintisiete omegas, seis días correspondía el trabajo para cuatro omegas distintos y un día solamente para tres, en el horario se encontraba recién agregado un nombre nuevo junto a un número, lo supe porque la tinta está menos desgastada en ese lugar, acaricie con la yema de mis dedos aquel nombre y aquel número, ahora sé su nombre, Min Yoongi.

A mis pensamientos llego la imagen de su costado, las marcas de quemadura formando aquel sello únicamente hecho con dos letras, representando una propiedad, tragué saliva con pesadez, y volví a mirar el horario.

Lunes, Kim Seonwoo, se encargará de cocinar el desayuno y los aperitivos, tiempo en realizarlo una hora máximo. Cohen Emma se encargará de la lavandería y la limpieza de la oficina del capitán, la cocina y el baño durante las revisiones a las cabañas. Goldstein Oksun, se encargará de recoger los vegetales del huerto de la parte de atrás.

Martes Kaplan Eunu, se encargará de cocinar el desayuno, los aperitivos y la cena, tiempo en realizarlo una hora mínimo, tendrá derecho a media hora más. Aharoni Alana se encargará de la lavandería, Stein Matilde se encargará de la limpieza de la cocina, la oficina y el baño. Katz Ayla, se encargará de recoger los vegetales del huerto de la parte de atrás.

Miércoles Shapiro Ludwig, se encargará de cocinar el desayuno, los aperitivos y la cena, tiempo en realizarlo una hora mínimo, tendrá derecho a media hora más. Segal Theo se encargará de la lavandería. Rubin Oskar se encargará de la limpieza de la cocina, la oficina y el baño. Nachum Berit, se encargará de recoger los vegetales del huerto de la parte de atrás.

Jueves Dayan, se encargará de cocinar el desayuno, los aperitivos y la cena, tiempo en realizarlo una hora mínimo, tendrá derecho a media hora más. Feldman Yujun se encargará de la lavandería, Sefarad Malik se encargará de la limpieza de la cocina, la oficina y el baño. Christa, se encargará de recoger los vegetales del huerto de la parte de atrás.

Viernes Gross Amir, se encargará de cocinar el desayuno, los aperitivos y la cena, tiempo en realizarlo una hora mínimo, tendrá derecho a media hora más. Kim Jichan se encargará de la lavandería, Hadad Cecania se encargará de la limpieza de la cocina, la oficina y el baño. Koren Ebba, se encargará de recoger los vegetales del huerto de la parte de atrás.

Sábado Abravanel Hamza, se encargará de cocinar el desayuno, los aperitivos y la cena, tiempo en realizarlo una hora mínimo, tendrá derecho a media hora más. Marks Yusuf se encargará de la lavandería, Kaufman Evi se encargará de la limpieza de la cocina, la oficina y el baño. Geller Ilse, se encargará de recoger los vegetales del huerto de la parte de atrás.

Domingo Min Yoongi, se encargará de cocinar el desayuno, los aperitivos y la cena, tiempo en realizarlo una hora mínimo, tendrá derecho a media hora más. Yitzhaki Bluma se encargará de la lavandería, Sasson Hanna se encargará de la limpieza de la cocina, la oficina y el baño. Kesel Anthon, se encargará de recoger los vegetales del huerto de la parte de atrás.

Después de leer el horario, seguía por debajo del mismo una lista completa de los omegas que aún vivían en esa cabaña, del primero hasta el ultimo en llegar a ese lugar.

1. Hadad Cecania. (320527).

2. Yitzhaki Bluma. (000229).

3. Koren Ebba. (021231).

4. Rubin Oskar. (870329).

5. Geller Ilse. (000430).

6. Kesel Anthon. (041118).

7. Abravanel Hamza. (770901).

8. Kim Jichan. (000210).

9. Sasson Hanna. (890103).

10. Marks Yusuf. (000808).

11. Kaplan Eunu. (070702).

12. Goldstein Oksun. (000304).

13. Kaufman Evi. (091020).

14. Cohen Emma. (000625).

15. Aharoni Alana. (440518).

16. Nachum Berit. (011203).

17. Segal Theo. (000712).

18. Feldman Yujun. (080819).

19. Dayan. (990130).

20. Sefared Malik. (110921).

21. Shapiro Ludwig. (120419).

22. Katz Ayla. (000214).

23. Stein Matilde. (031124).

24. Christa. (000227).

25. Gross Amir. (220517).

26. Kim Seonwoo. (010812).

27. Min Yoongi. (009303).

No había fechas de sus llegadas, solamente estaban apuntados sus nombres, pero suponía que eso era suficiente, de lo único que estaba seguro es que todos se tratan de omegas, sean hombres o mujeres, todos son de la casta omega, suspire, esté día le corresponde el trabajo a los omegas del día miércoles, así que suponía que no estarían todos en la cabaña de los omegas, mire de nuevo el nombre del omega que tanto llamo mi atención, me pregunto si se encontrará bien, la quemadura debió doler como el infierno, aprete los labios con fuerza, estoy completamente seguro de que ni siquiera cuentan con un equipo medico para que atiendan sus heridas.

Una quemadura y sobre todo como aquella que había recibido el omega, con aquel fierro a fuego vivo... podía infectarse, no estoy dispuesto a que el omega pase por más dolor o inclusive la muerte, no quiero que le dé algún tipo de bacteria que pueda infectar su piel, sufriría y más por el trabajo que le tocará realizar en cuestión de días, y no quiero ni deseo que pase por eso, pero no es como si tenga tanta facilidad de acceso, lo tengo, pero ir de inmediato y atender al omega podría ser sospechoso, por el momento algunos de los soldados y cadetes allí presentes no han apartado su vista de encima de mí, lo comprendo, soy el nuevo aquí y la tarea que me fue asignada no es complicada, pero por supuesto debido a lo que paso antes con el anterior cuidador... las cosas se complicaban. Estoy seguro de igual forma que el capitán Jeon me mantendrá vigilado, así que no tengo remedio, mire la hora en el reloj en mi muñeca y confirme con mi mirada hacia las sombras que los postes y las cabañas proyectaban, casi serían las cinco de la tarde, Rubin Oskar ya debió terminar la limpieza, y seguramente Nachum Berit se encontraría ya en el huerto.

Mire hacia la casa en donde vivía el capitán Jeon, pronto logré divisar una silueta cabizbaja que salía por la parte trasera del lugar, un chico, quizás de unos veinte o dieciocho años de edad, cabello cortado en casquete corto, rubio como los rayos del sol, piel ceniza debido al polvo, vestía un conjunto de ropas holgadas blancas con rayas rosas claro, la estrella de David sobre su pecho del lado izquierdo apenas y se lograba divisar, su nariz aguileña era uno de sus rasgos más notables, traía puesto de igual manera un delantal que cubría parte de su pecho y sus piernas de color blanco que de igual forma perdía su color por el polvo, arrastraba los pies mientras se dirigía hacia la cabaña de los omegas.

—¡Oskar! —el grito animado de otra persona logro escucharse, mire a mi costado izquierdo, una chica omega, de unos diecisiete años quizás, cabellos semi atados en una coleta malhecha, sus hebras de un castaño claro lograban enredarse por toda su cabeza, debajo de sus ojos apenas y se notaban algunas pecas, su mirada alegre y su sonrisa de dientes levemente amarillentos, miraba al otro omega que se acercaba a la cabaña—. Terminaste, pronto, ¿y Berit?

—Ella apenas se puso a recolectar algunos nabos y patatas —comento Oskar mientras terminaba de acercarse—, le he dicho que se apresure, todavía falta que Ludwig cocine la cena y no hay ingredientes.

—Iré a cocinar —comento aquella chica—, Ludwig está ocupado tratando de curar al nuevo.

¿Al nuevo? Sacudí mi cabeza, mire a mi alrededor, no había soldados, era por eso que hablaban tan libres, inclusive parecían ignorar mi presencia, pero no podía dejar que hablaran con tanta libertad, podría meterme en problemas o quizás...

—Según el horario Ludwig debe de cumplir —comente, llamando de inmediato la atención de ambos omegas, los cuales parecían quedarse sin aliento al mirarme, no tardaron en apartar la mirada y bajarla hacia el suelo—, no veo porque otro omega que no le corresponde su horario tenga que realizar el trabajo, ¿qué es tan importante para que lo considere necesario?

El silencio que se formo era pesado, ciertamente no debía aprovecharme de mi propia autoridad en estos momentos, pero sino lo hacía entonces podría ser acusado por otros y el capitán Jeon no dudaría en destituirme, y no quiero que lo haga, para estar cerca de ese omega, tengo que mantenerme firme, demostrar que puedo con este cargo.

—¿No piensan responder? —insistí.

—L-ludwig —la omega empezó a hablar—, él... —titubeo, pero parecía querer continuar—, está ocupado, señor.

—Ocupado con ¿qué?

—El nuevo, señor —contesto la omega, sin siquiera mirarme—, usted sabe, el capitán Jeon marca a sus omegas en los costados, la herida puede ser mortal... él...

La interrumpí.

—Puede cuidarse solo —comente—, Ludwig debe cumplir con su deber, o si no recibirá un castigo.

—Por favor —esta vez los ojos miel me enfocaron, su mirada tenía autentica suplica al igual que su voz—, Ludwig esta haciendo todo lo posible por curarlo, sé que el alfa Jeon conoce nuestras sazones, pero soy la única que puede igualar la sazón de Ludwig al cocinar, por favor, permítame suplantarlo.

—Sí lo acepto, estaré en problemas, al igual que ustedes, lo sabes, ¿no? —ella apretó con fuerza sus finos labios—. Eres...

—Dayan, soy Dayan —contesto aquella chica de inmediato—, se lo suplico...

—Park Jimin —dije, no quería que se refiriera a mí por un honorifico del ejercito—, el horario debe ser estrictamente respetado tanto por ustedes como por mí —la omega bajo la cabeza—, las consecuencias son grandes si acaso alguno de ustedes llega a desobedecer las ordenes directas de un superior —sonreí levemente—, sin embargo —la omega elevo ligeramente la cabeza—, he de admitir que no puedo permitir que alguien que dé atención médica se distraiga con facilidad, además es por un bien mayor, ¿no es así? —los ojos miel brillaron en demasía ante mis palabras—. Puedes suplantarlo, pero que está sea la última vez, y procura que tu sazón de igual al de Ludwig.

Oskar se mostro igual de sorprendido que Dayan con mis palabras, la omega no dudo en regalarme una sonrisa que logró borrar casi al instante mordiendo el interior de sus labios, pero allí estaba, agradecida, bajo la mirada de nuevo, como muestra de sumisión ante mí.

—G-gracias, señor Park.

Di un asentimiento y camine alejándome de la cabaña, algunos sabios dicen que oír, callar y cegar es una buena forma de mantener la paz, y estoy de acuerdo con ellos.

Por ahora, no diré nada de esto, y espero nadie se entere.

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