Capítulo LVI
Torre de Astronomía
Darcey, con la mirada perdida en el horizonte, parecía sumida en sus propios pensamientos. MJ y Felicia la observaban con preocupación, preguntándose qué podía estar pasando por la mente de la rubia.
Ambas leonas sabían que, como representantes de casas rivales, Gryffindor y Slytherin, a menudo se encontraban en lados opuestos durante las competiciones y las disputas en Hogwarts. Sin embargo, en esa ocasión, algo en el rostro preocupado de Darcey y en su tono de voz tembloroso inspiró una rara sensación de empatía en MJ y Felicia.
Felicia: Darcey, ¿todo está bien? –preguntó, rompiendo el silencio que envolvía la torre.
La rubia suspiró, desviando la mirada hacia de las chicas.
Darcey: No, en realidad no lo está –admitió, su voz cargada de pesar.
MJ se acercó a ella, colocando una mano reconfortante sobre su hombro.
MJ: ¿Qué está pasando, Darcey? Puedes confiar en nosotras.
Darcey: Miren, necesito contarles algo –comenzó Darcey, su voz apenas un susurro que se desvanecía en la brisa nocturna.
MJ y Felicia intercambiaron miradas sorprendidas, preguntándose qué podía ser tan importante como para llevar a Darcey a buscar su ayuda.
Darcey: Es Quien-tú-sabes –comenzó a explicar, su voz temblorosa-. Me ha encomendado una tarea imposible.
Felicia: ¿Qué tipo de tarea? –preguntó frunció el ceño, su mente llenándose de inquietud ante las palabras de Darcey.
Darcey tragó saliva antes de continuar.
Darcey: Quiere que... quiere que mate a Dumbledore –reveló, sus palabras cargadas de angustia.
Un silencio tenso descendió sobre el grupo mientras MJ y Felicia asimilaban la impactante revelación. La idea de que su amiga estuviera involucrada en algo tan peligroso y oscuro era difícil de aceptar.
MJ: ¡Dumbledore! –exclamó, con incredulidad-. ¿Cómo... cómo puedes siquiera pensar en hacer algo así?
Darcey bajó la mirada, sintiendo el peso abrumador de la responsabilidad sobre sus hombros.
Darcey: No lo puedo hacer –admitió en un susurro-. No puedo matar a Dumbledore, pero... pero tampoco puedo desobedecer a Quien-tú-sabes. Estoy atrapada en medio de todo esto.
Felicia se acercó a Darcey, colocando una mano en su hombro con ternura.
Felicia: Darcey, escucha. No estás sola en esto –dijo con determinación-. Estamos aquí para ti, Darcey. Puedes confiar en nosotras. Si hay algo que podamos hacer para ayudarte, lo haremos.
MJ asintió, su rostro reflejando una determinación igualmente firme.
MJ: Eso es correcto. Quien-tú-sabes puede ser poderoso, pero nosotros también lo somos. Si trabajamos juntas, podemos enfrentarlo.
Darcey miró a las dos chicas con gratitud y alivio. Sabía que no podía enfrentar esta situación sola, y el saber que tenía el apoyo de MJ y Felicia significaba más de lo que podía expresar con palabras.
Darcey: Gracias, chicas –dijo, sus ojos brillando con agradecimiento.
Felicia: No tienes que averiguarlo –respondió Felicia, con una sonrisa reconfortante-. Porque estaremos aquí, para apoyarte.
En lo alto de la torre de astronomía de Hogwarts, una chica obtenía una segunda oportunidad de hacer las cosas bien.
...
Lago negro – Hogwarts
El sol comenzaba a descender lentamente en el horizonte, tiñendo el cielo de tonos anaranjados y rosados mientras se reflejaba en las tranquilas aguas del lago negro de Hogwarts. MJ, Felicia, Peter, Hadley, Hermione, Gwen, Pansy, Daphne y Darcey se encontraban reunidos en la orilla del lago, pero también por la gravedad de la conversación que estaban a punto de tener.
Darcey, con la mirada fija en el horizonte, rompió el silencio con una confesión que pesaba como una losa sobre su conciencia.
Darcey: Tengo que contárselos... Voldemort me ha dado una tarea. Me ha ordenado que mate a Dumbledore."
Las palabras de Darcey resonaron en el aire, creando una atmósfera tensa entre el grupo. Hadley, Gwen y Hermione intercambiaron miradas cargadas de incredulidad y preocupación, conscientes de la seriedad de la situación. Siempre habían tenido una relación tensa con Darcey, debido a las diferencias entre sus casas.
Peter, el amigo de Darcey, sintió un nudo en la garganta al escuchar las palabras de la chica de Slytherin.
Peter: Darcey, esto es... es demasiado peligroso. No puedes hacerlo –dijo con voz temblorosa, luchando por encontrar las palabras adecuadas.
Darcey apartó la mirada del horizonte y se volvió hacia Peter, sus ojos revelando una mezcla de dolor y determinación.
Darcey: Lo sé, Peter. Pero... no puedo hacerlo.
El grupo se sumió en un silencio cargado de tensión, cada uno procesando la gravedad de la situación y buscando una solución al dilema en el que se encontraban. Finalmente, MJ tomó la palabra, su voz firme pero llena de compasión.
MJ: Entonces no lo harás, Darcey. No te dejaremos enfrentar esto sola.
Darcey: Pero. ¿Por qué? Siempre las traté mal.
Hadley: Sí, es cierto. Pero eso no significa que te abandonaremos.
Felicia: Sí, ya tienes suficiente con tu padre.
Todas las personas, menos Darcey, le dieron una mirada de reproche.
Darcey: No, tiene razón. No puedo fingir que mi padre es inocente. Él causó mucho daño.
Felicia asintió en acuerdo, su expresión seria pero decidida.
Felicia: Estamos juntos en esto, Darcey. Si Voldemort quiere que mates a Dumbledore, tendrá que enfrentarse a todos nosotros.
Una masa negra salió del cuerpo de Felicia. Hace tres días Venom había terminado de crear barreras mentales en MJ, solo quedaba Felicia, con la cual había terminado en ese momento.
Venom: ¡Listo! –recibiendo un golpe por parte de Pansy-. ¡Au!
Pansy: ¿Qué demonios es eso?
Peter: Déjà vu –recordando cuando presentó a Venom en el tren-. Chicas, tranquilas, es un amigo.
Venom: ¡Me esfuerzo todos estos meses para crear barreras mentales para tus novias y esto es lo que me gano!
Hadley lanzó una pequeña bolsa de chocolate. Venom no dudó en atrapar la bolsa.
Venom: Lo permitiré solo está vez.
Daphne: Si vamos a continuar con esto deben decirnos que es esto.
Hadley: En resumen, es una criatura que nos ayudó en crear barreras mentales para evitar que usen Legeremancia en nosotras.
Darcey: ¿Por qué no aprender oclumancia?
Hadley: Bueno... –dijo sonrojada-. Soy muy mala en eso.
Peter: No queremos que sospechen de nosotros por eso necesitábamos con urgencia esto.
Hadley: No pueden usar la Legeremancia con nosotras, así que creo que ustedes también necesitarán esto.
Darcey: Nosotras dominamos la oclumancia.
La azabache se quedó sorprendida.
Hadley: ¿Cómo saben...?
Darcey: Mi madre, me enseñó durante un mes y logré aprenderlo. Luego les enseñé a ellas.
La azabache tenía la boca abierta.
Hadley: Ahora me siento mal –dijo decaída.
Daphne: ¿Qué le sucede?
Hermione: Ella pasó meses aprendiendo oclumancia con Snape y no lo logró.
Gwen: Supongo que fue un golpe duro para ella. No lo tomen en cuenta.
Peter: Ya que todos aquí tienen barreras. Entonces puedo decirlo, mientras estemos en Hogwarts, Voldemort es el menor de nuestros problemas –todas las chicas, menos Hadley, lo veían con duda-. Dumbledore es el verdadero peligro.
Pansy: ¿Qué?
Daphne: ¿Por qué sería un peligro? ¿No era su líder y eso?
Hadley: Tiene razón –llamando su atención-. Hace meses. Dumbledore dijo que me explicarías sobre sucesos pasados. Cuando me envió a mi habitación apareció Ron. Tuvieron una conversación. En ella dijeron que querían darme unos dulces con amortentia. Además, querían que me alejara de Peter.
Los presentes se sorprendieron.
Peter: Así que intentaron eso –dijo enojado-. Sabía sobre Dumbledore, no me esperaba algo como esto de Ron.
Gwen: ¿Sospechabas de Dumbledore?
Peter: Ah... –dando un suspiro-. Verán, cuando morí, no reviví usando mi poder. Tuve ayuda de un antiguo ser llamado Kwaku Anansi, además pude conocer a mi padre. Él me dijo que Dumbledore le lanzó una maldición Imperius para asegurar una profecía.
Hadley: La profecía que habla de Voldemort y de mí.
Peter: Exacto –asintió-. Quiere asegurar la profecía, sin importar nada.
Hadley: Pero la profecía dice que podría morir. ¿Para qué quiere que muera?
Peter: No lo sé. Mi padre no estaba interesado en esa profecía, solo quería derrotar a Voldemort. Tras un largo periodo de estrés, el efecto de la maldición fue muy eficaz. Fue Dumbledore quien filtró la información de que mis padres escaparon a Estados Unidos.
El castaño cerró muy fuerte sus manos.
Peter: Sin él...
Gwen: Peter...
Al ser su primera amiga, Gwen Stacy, sabía las veces que Peter estaba triste, ver a todos sus amigos con sus padres, pero él no era difícil para cualquier niño. Aún tenía a sus tíos, pero no era igual. Desde que era un bebé no había hecho más que perder una y otra vez, él merecía ser feliz, estar rodeado de personas que realmente lo amaran.
A su mente llegó una conversación con Hermione. Ella le había dicho que a Hadley no le importaba si ellas estaban con Peter.
Gwen: No puede ser una mala idea –pensó y se abalanzó al castaño.
Peter: ¿Qué? –dijo sorprendido-. ¿Gwen? ¿Qué haces?
Gwen: Algo que debí hacer hace mucho.
Los labios de la rubia se encontraron con los del castaño.
Todas las chicas estaban sorprendidas. Las chicas de Slytherin tenían una mirada de celos.
Hermione: ¡¿Qué se supone que hace?! –gritó muy sonrojada.
Gwen: Solo pensé que estaba bien y lo hice.
Hermione: ¡No pueden hacer eso!
Gwen: Es gracioso –dijo con una pequeña sonrisa-. Tú también quieres hacerlo, ¿no?
Hermione no dijo nada, su rostro tenía un gran sonrojo.
Gwen: Peter ya sufrió mucho. Creo que merece que le den amor.
Solo se lograba escuchar el soplo del viento hasta que una chica decidió hablar.
Hadley: ¡De eso hablo! –gritó-. Gwen, mi hermana.
La azabache abrazó a la rubia.
Hadley: ¿Qué piensas de mi idea?
Gwen: La apoyo –dijo sencillamente.
Hadley: Nunca pensé que tendría una familia así, pero no me molesta –dijo para lanzarse también al castaño.
Daphne: Les dije que debíamos hacer eso hace tiempo.
Hadley: ¿Hacer qué?
Pansy: Hace años, Daphne nos dio la idea de tener a Peter para nosotras, lo mismo que están haciendo ustedes.
Hermione: Matrimonio arreglado –dijo sorprendiendo a las Slytherin.
Daphne: ¿Sabías sobre eso? Es cierto, mis tontos padres quieren que me case con Crabbe. ¡Oh! Y los padres de Pansy quieren que se case con Goyle.
Pansy hizo un ademán de querer vomitar por la sola idea.
Pansy: Prefiero morir a eso. ¿Cómo saben eso?
Hermione: Hace mucho conocí a Astoria en la biblioteca. No pensé que...
Daphne: Es lo mismo. Si derrotan a Quien-tú-sabes, sus familias perderán todo. Nadie querrá tener nada que ver con ellos. Por eso las cubrimos con Umbridge.
Pansy: Tu victoria es nuestra libertad.
Hermione: ¿Por qué no simplemente negarse? –preguntó molesta por la situación en la que estaban.
Pansy: ¿Negarse? Quien-tú-sabes obtiene cada vez más poder. Con la fascinación de sangre pura, ¿crees que nos dejarán negarnos?
Daphne: Si Quien-tú-sabes cae, sus seguidores caen con él.
La conversación continuó por más tiempo. Las chicas de ambas casas estaban dejando atrás sus diferencias que hicieron que pelearan por años.
...
Biblioteca – Hogwarts
El castillo y el campo estaban cubiertos de nieve. Varias semanas pasaron y ahora estaban a puertas de la navidad. El profesor Slughorn iba a ofrecer una cena para los alumnos favoritos y otros ex alumnos.
Hermione: Entonces, ¿saben con quienes irán a la fiesta del profesor Slughorn?
Hadley: Iré con Peter.
Peter: Escuchamos algo de darle una poción de amortentia por parte de algunos alumnos, sin mencionar, que escuchamos sobre mí.
Hadley: Una tal Romilda Vane intentará darle una poción de amor. ¿Por qué una poción así no es ilegal?
Gwen: Buena pregunta.
Hadley: ¿Qué hay de ustedes?
Hermione: Mclaggen me molestó por horas, así que por el enojo le dije que iré con Felicia.
Felicia: Aprendí el conjuro Oscausi.
Peter: ¿Qué hace?
Felicia: Espero que McLaggen diga algo molesto para que lo veas.
...
Despacho de Slughorn – Hogwarts
Al despacho de Slughorn y el rumor de risas, música y conversaciones iba creciendo.
El despacho era mucho más amplio que los de los otros profesores. Tanto el techo como las paredes estaban adornados con colgaduras verde esmeralda, carmesí y dorado. La habitación, abarrotada y con un ambiente muy cargado, estaba bañada por la luz rojiza que proyectaba una barroca lámpara dorada, colgada del centro del techo, en la que aleteaban hadas de verdad que, vistas desde abajo, parecían relucientes motas de luz.
Desde un rincón apartado llegaban cánticos acompañados por instrumentos que recordaban las mandolinas, dando chillidos, varios elfos domésticos intentaban abrirse paso entre un bosque de rodillas, pero, como quedaban ocultos por las pesadas bandejas de plata llenas de comida que transportaban, tenían el aspecto de mesas móviles.
Slughorn: ¡Hadley! ¡Peter! ¡Pasen, pasen! ¡Hay un montón de gente que quiero presentarles!
A Slughorn le empezaron a brillar los ojos cuando vio que Hadley y Peter entraron por la puerta.
Slughorn: Les presento a Eldred Worple, un antiguo alumno mío, autor de Hermanos de sangre: mi vida entre los vampiros. Y a su amigo Sanguini, por supuesto.
Worple: Encantado de conocerlos, Slughorn me ha hablado mucho de ustedes. Claro que ustedes no necesitan presentación. El Profeta se encargó de eso –dio una carcajada-. Hace poco le preguntaba al profesor Slughorn cuándo saldrían sus biografías.
Hadley: ¿Sí?
Worple: No se imaginan la cantidad de oro que podrían ganar, si me permitieran unas entrevistas de cinco o seis horas el libro estaría terminado en unos meses.
Hadley: No me interesa, de verdad. Y perdone, pero acabo de ver a unas amigas.
La azabache estaba agobiada por la pequeña conversación y buscó con la mirada a sus amigas para poder alejarse.
Felicia: ¡Oh! Llegaron –dijo comiendo un helado.
Hadley: ¿Cómo están ustedes?
MJ: Genial, McLaggen no tiene boca.
Hermione le explicó al ver el rostro de confusión de Hadley.
Hermione: Se acercó a nosotras e intentó jalarme para que estemos solos y Felicia le lanzó un hechizo para borrarle la boca.
Felicia: Se acercó hablando de sobre "Las cien mejores paradas de Cormac McLaggen".
Slughorn: ¡Jamás he conocido a nadie con semejante talento para las pociones! Lo suyo es instintivo. ¡Igual que su madre! He tenido muy pocos alumnos con tanta habilidad, ni siquiera Severus.
El profesor hablaba con sus invitados sobre las proezas de Hadley.
Slughorn: ¡Alegra esa cara y ven con nosotros, Severus! –exclamó, e hipó con regocijo-. ¡Estaba hablando de las extraordinarias dotes de Hadley para la elaboración de pociones! ¡Hay que reconocerte parte del mérito, desde luego, tú fuiste su maestro durante cinco años!
El profesor de pociones la volvió a llamar.
Snape: Es curioso, pero siempre tuve la impresión de que no conseguiría enseñarle nada a Potter.
Slughorn: ¡Se trata de una capacidad innata! Recuérdame qué otras asignaturas estudias este año, Hadley.
Hadley: Defensa Contra las Artes Oscuras, Encantamientos, Transformaciones, Herbología...
Snape: Todas las requeridas para ser aurora.
Hadley: Sí, quiero convertirme en una aurora.
Slughorn: Estoy seguro que lo lograrás. Tengo amigos en el Ministerio que estoy seguro que te recibirán con los brazos abiertos.
Hadley: Creo que no me sentiría cómoda si no lo consigo por mí misma.
Slughorn: Siempre muy modesta –halagó para que sus invitados lo escucharan-. Heredó muchas cosas de su madre.
El profesor Snape jaló del brazo a Hadley para darle un mensaje.
Snape: Veo que el profesor Slughorn solo tiene halagos para ti, sorprendente teniendo en cuenta que nunca vi ese talento tuyo en clase.
Hadley: Lo siento, profesor, pero reo que debería regresar con mi pareja –dijo soltándose con fuerza.
Snape: Estoy seguro que el joven Parker puede vivir un minuto sin ti. Además, tengo un mensaje para ti, de Dumbledore.
La azabache estaba sorprendida.
Snape: Dice que disfrutes de tus vacaciones en la Madriguera. Él se encuentra de viaje y no regresará por lo pronto.
Hadley: ¿De viaje a dónde?
La conversación fue interrumpida cuando Filch entro sujetando a Nott y Darcey.
Filch: Profesor Slughorn –dijo jadeante-. He descubierto a estos chicos merodeando por un pasillo de los pisos superiores. Dice que venía a su fiesta, pero que se ha extraviado. ¿Es verdad que está invitado?
Darcey: Nos invitamos solos, ¿de acuerdo?
Nott: Maldito squib –dijo con odio en su voz.
Snape: Como jefe de la casa Slytherin me haré cargo desde aquí.
Snape pasó a retirarse, atrás de él estaba Nott y, por último, Darcey.
Slughorn: Bueno, esta es una fiesta, sigan conversando.
Darcey miró a Hadley y Peter y movió la cabeza, invitándolos a seguirlos.
Los dos leones no dudaron y fueron atrás de ellos.
Una vez fuera de la fiesta, le resultó fácil a Hadley sacar la capa invisible de su vestido y echárselas por encima, ya que, el pasillo estaba vacío. Ambos empezaron a andar, el ruido de sus pasos quedaba disimulado por la música y las fuertes voces provenientes del despacho de Slughorn. Snape había llevado a Darcey y Nott a un pasillo solitario.
Nott: Tal vez hechizamos a Bell, o tal vez no.
Snape: Ya sospechan de Malfoy.
Nott: ¿Quién sospecha de ella? Solo no queremos que usted se entrometa.
Snape: Por eso este año me han evitado desde que llegaron a Hogwarts, ¿no? ¿Temías que me entrometiera? Supongo que se dan cuenta, de que si algún otro alumno hubiera dejado de venir a mi despacho después de haberle ordenado yo varias veces que se presentara...
Nott: ¡Delátenos al director!
Snape: No tientes tu suerte, Nott. No estoy obligado a cubrir tus problemas productos de tus complejos de inferioridad. Yo juré proteger a Malfoy... hice el Juramento Inquebrantable. Si me cuentan su tarea, yo podría...
Nott: ¡No! ¡Quiere arrebatarnos la gloria!
Snape: Solo eres un niño malcriado.
Nott enojado por la insistencia de Snape se fue del pasillo, dejando a Darcey en él.
Snape: Darcey... si me dices...
Darcey: No podemos, ya escuchó a Nott esto solo nos compete a nosotros.
Snape: Estabas solos cuando deambulaban por los pasillos sin centinelas y sin refuerzos, lo cual fue una tremenda insensatez.
Darcey: Hubiera tenido a Pansy y Daphne, y Nott quería traer a Crabbe y Goyle.
Snape: Crabbe y Goyle son perfectos inútiles en la clase de Defensa contra las artes oscuras. Las señoritas Parkinson y Greengrass fueron llamadas por la profesora McGonagall.
Darcey: ¿Qué importa eso? ¡Defensa Contra las Artes Oscuras! ¡Como si alguno de nosotros necesitara protegerse de las artes oscuras!
Snape: ¡Es una farsa, sí, pero crucial para el éxito, Darcey! ¿Dónde crees que habría pasado yo todos estos años si no hubiera sabido fingir?
Snape se retiró del pasillo.
Darcey: ¿Lo escuchaste? –dijo a la nada.
Peter: Snape...
Hadley: Está ayudando a Voldemort –dijo enojada.
Darcey: Ahí está la prueba que necesitaban.
...
Torre de Astronomía – Hogwarts
Hermione: ¿Juramento Inquebrantable? –dijo sorprendida-. Nunca escuché algo como eso.
Pansy: Es de esperar, es muy peligroso. No creo que exista un profesor dispuesto a enseñarle a los alumnos.
Hadley: ¿Qué significa?
Daphne: Si lo rompes, te mueres. Snape juró proteger a Darcey.
Darcey: Se lo juró a mi madre. Que me ayudaría, pero si le digo sobre esto. Nott lo sabrá y se lo contará a los mortífagos.
Hermione: Pero no se pusieron a pensar que Snape está investigando para la Orden.
Hadley: A estas alturas Dumbledore y Voldemort, no son santos de mi devoción.
Gwen: En otro punto, el armario evanescente es algo que tenemos que mencionar. Quieren repararlo para poder dejar entrar a los mortífagos al colegio.
MJ: ¿Por qué no lo destruimos y ya?
Darcey: No puedo permitirlo. Mi madre está siendo amenazada, si fallo no solo yo seré castigada sino mi madre también.
Felicia: Te entiendo, Darcey. No haremos algo que ponga en peligro a alguien cercano.
Daphne: Entonces, tenemos que pensar algo para solucionarlo. No podemos permitir que mortífagos entren al colegio.
.....
Gracias por leer.
Jouner927.
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