Capítulo LIII

El castaño empezó a contarles desde que la poción salió mal. También les contó sobre los cambios que tuvo.

Hermione: Eso explica tu actitud durante ese tiempo –recordando el tercer y cuarto año-. Tú eras el responsable.

Señaló al simbionte.

Venom: No fue intencional, solo ocurrió.

Peter: Como fuese... es también, gracias a él, que tengo ese traje. Tengo barreras mentales y además no puedo ser afectado por la misma maldición dos veces.

Gwen: ¿A qué te refieres?

Peter: Bueno... durante una pelea en e callejón Diagon una maldición asesina me golpeó.

Las chicas se sorprendieron al escuchar sus palabras. Además, un gran miedo llegó a sus pechos.

Hadley: ¿Qué? –dijo muy temerosa-. ¿Pero cómo sigues vivo?

Peter: Al parecer, Venom puede adaptarse a cualquier cosa que nos haga daño. De esa manera se adaptó a la maldición asesina. Morí una vez por esa maldición y ahora ya no puedo morir por ello.

Felicia: Eso es muy conveniente.

Gwen: Y asombroso.

Peter: Pero lo importante son las barreras mentales. Venom puede crear barreras mentales en ustedes, así que ya no haría falta que aprendan oclumancia.

Hadley: Eso es muy bueno –dijo feliz, estaba muy enojada porque le resultaba difícil aprender-. ¿Qué debemos hacer?

Venom: Es fácil. Son mis huéspedes por un tiempo y crearé barreras mentales. El tiempo es de acuerdo a la cantidad de magia que poseen.

La mayoría de las chicas no querían que una cosa extraña entrar a su cuerpo. Excepto una.

Hadley: Entiendo –dijo normal-. Cuando empezamos.

MJ: ¿En serio lo harás?

Hadley: Bueno... no puedo desconfiar de alguien que salvó a Peter.

Gwen: Eso es cierto –no pudo encontrar un mejor argumento.

Hadley: Adelante hazlo.

Venom: Bien –se lanzó al cuerpo de la azabache.

Hermione: ¿Te sientes bien?

Hadley: Muy bien –dijo con una sonrisa.

Peter: ¿Venom?

Venom: Esto es muy bueno –dijo saliendo de la espalda de la azabache-. Creo que me tomará unas horas. La chica tiene mucho poder.

Peter: Supongo que eso es todo por ahora.

Hadley: Tengo calor –abrió la puerta del compartimento-. Saldré a tomar aire.

...

Horas después

La conversación perdió su seriedad y tomó una ruta más mundana. Hermione, como era de esperar, se encontraba leyendo los libros de clases para tener una noción previa. Gwen declaró que quiere convertirse en alquimista. MJ, fiel a sus gustos, quería ser la editora de un diario. Felicia era un poco excéntrica, quería viajar y recolectar tesoros.

El tren había llegado a la estación, los alumnos estaban bajando. Pero al grupo de Gryffindor, le extrañaba que Hadley no estaba por ninguna parte.

Peter: Vayan al castillo –dijo despidiéndose-. Me aseguraré que Hadley no se quede en el tren.

Las chicas asintieron y se fueron a los carruajes que las llevaría a Hogwarts.

Peter entró a cada vagón del tren revisando que Hadley no se haya quedado dormida en alguno. Sin embargo, cuando entró al último vagón encontró a una rubia de la casa de Slytherin.

Peter: Darcey...

Darcey: Peter... –bajó la mirada y se apresuró a irse.

Peter: Espera.

Darcey: No –dijo en un susurró.

La noticia del trágico destino de los padres de Peter, causado por el propio padre de Darcey, había sacudido su mundo, creando un abismo entre ellos que parecía insalvable.

Mientras el castaño se iba acercando, los recuerdos de días más felices llenaban su mente. Días de risas sin preocupaciones. Pero esos días se habían desvanecido, dejando atrás solo el eco de la tristeza y la culpa.

Al llegar, vio a Peter miraba fijamente sus ojos. Su corazón latía con fuerza mientras se acercaba, temiendo y anhelando el encuentro.

Darcey: Peter –dijo suavemente, casi en un susurro.

Por un momento, el tiempo pareció detenerse. La mirada en sus ojos era la misma de siempre, tranquila y comprensiva, pero había una sombra de dolor que no podía ser ignorada.

Peter: Darcey –respondió con una voz que llevaba el peso del silencio-. Gracias por estar bien.

Darcey: No creo que... que debamos –admitió, sintiendo un nudo en la garganta-. Después de todo lo que pasó, no puedo imaginar cómo te sientes sobre mí, sobre mi familia.

El castaño miró hacia el suelo, como buscando las palabras adecuadas.

Peter: No te voy a mentir, Darcey. Ha sido difícil, muy difícil. Pero nunca te he culpado. ¿Cómo podría? Siempre fuiste mi amiga, aún recuerdo la primera clase juntos, pociones."

Las lágrimas brotaron de los ojos de Darcey, cada palabra de Peter aliviando un peso que había cargado durante demasiado tiempo.

Darcey: Pero mi padre... lo que hizo...

Peter: Lo sé –interrumpió, su voz firme pero gentil-. Y no puedo perdonarlo. Pero tú no eres tu padre, Darcey. El dolor y la ira que siento... no tienen nada que ver contigo.

Darcey se acercó a su pecho, el silencio llenando el espacio entre ellos, un silencio que hablaba de años de historia compartida y emociones enredadas. Finalmente, encontró la fuerza para hablar.

Darcey: Siempre temí que me odiaras, que no quisieras verme nunca más.

Peter: ¿Odiarte? Nunca –afirmó, mirándola directamente a los ojos-. Esto... todo esto ha sido un tormento, pero nunca dejaría que arruinara lo que tuvimos. Lo que podríamos tener nuevamente. No como antes, quizás, pero algo nuevo. Algo forjado no solo de los buenos momentos, sino también de este dolor que hemos compartido.

Un silencio cómplice se estableció entre ellos, lleno de recuerdos y de la promesa tácita de un nuevo comienzo. La culpa y el dolor aún latían bajo la superficie, pero también había algo más, algo que se sentía como esperanza.

Darcey: ¿Crees que podemos... empezar de nuevo? –preguntó, casi temerosa de la respuesta.

El castaño le dio una sonrisa, un destello de la alegría que solía definirlo brillando a través de la tristeza.

Peter: Creo que ya hemos empezado.

Palabras más no eran necesarias, su presencia mutua hablaba de la comprensión y el perdón, de la posibilidad de curar las heridas del pasado.

Sin embargo, había un problema mucho más grande llamado Voldemort.

Darcey: Peter... –acercó su rostro al castaño-. Déjame ser un poco más egoísta...

Los labios de la rubia se encontraron con los labios del castaño. El beso fue tímido y fugaz, pero significo mucho.

Darcey: Sálvame...

Peter: ¿Qué?

Darcey: No puedo decirte –empezó a derramar varias lágrimas-. No puedo decirte qué, pero te pido por favor sálvame... quién-tú-sabes tiene un plan.

Entre lágrimas, la rubia se fue. Peter se quedó en un silencio, estaba sorprendido porque Darcey había confirmado que estaba pasando algo muy grande.

Hadley: Ese fue todo un espectáculo –se quitó la capa de invisibilidad-. Hola Pete.

La azabache apareció en un asiento a un par de metros de su ubicación. En su rostro se veía el enojo.

Peter: ¿Hadley? –dijo sorprendido-. Salí a buscarte. ¿Dónde estabas?

Hadley: ¿Buscándome? –dijo acercándose-. ¿Por eso besaste a Darcey? ¿Pensaste que estaba en la boca de ella?

Peter: No... bueno... verás...

Hadley: Déjalo, no importa. Pero dijo algo interesante... Voldemort trama algo. ¿Qué será? No lo sé.

Peter: ¿En serio no te molesta?

Hadley: Claro que me molesta –dijo acerándose más-. Por eso...

Una vez más, Peter fue besado, pero este beso era más agresivo.

Peter: Hadley...

Hadley: ¿No te gusta? –dejó un hilo de saliva.

Peter: No es eso... –su voz era entrecortada-. Me gustaría continuar, pero si no nos damos prisa... regresaremos a Londres.

Hadley: Te salvaste por está ocasión, pero no se repetirá.

...

Ambos perdieron el carruaje que los llevaría, así que empezaron a caminar hasta las puertas del colegio.

Hadley: Abrázame –exigió.

Peter: ¿No se supone que las túnicas del colegio evitan que sientas frío?

Hadley: Lo hacen, pero no dije que tuviera frío, solo dije abrázame.

Peter: ¿Hadley estás bien? –preguntó preocupado, la actitud de su amiga no era normal.

Hadley: Por supuesto, estamos bien.

Peter: ¿Estamos? Ah... –dio un suspiro-. Venom.

La cabeza del simbionte salió.

Venom: ¿Qué sucede?

Peter: ¿Qué le sucede a Hadley? No actúa como siempre.

Venom: ¡Oh! Solo lo que ocurrió contigo –explicó-. Al comienzo tú eras igual, ¿lo olvidas? Le mordiste la oreja a esa niña Parkinson y todo. Con el tiempo creé anticuerpos, pero ella no los tiene. Ten paciencia.

Con la información dada volvió a esconderse.

Hadley: ¿Le mordiste la oreja a Parkinson? Peter eres un niño tan malo. Acércate –ordenó.

Peter: ¿Qué harás Hadley? –preguntó preocupado.

Hadley: No lo repetiré, cariño.

El castaño se acercó y, por sorpresa, la azabache le dejó una marca en el cuello.

Hadley: Me cobré los intereses.

Peter: ¿Qué inicié? –pensó-. Faltan más.

La azabache solo le dio una mirada.

...

Gran Comedor – Hogwarts

Ambos Gryffindor llegaron tarde a la cena. Cuando entraron todos se les quedaron viendo. Peter y Hadley se apresuraron a llegar a su mesa.

Hermione: ¿Dónde estaban? Estábamos muy preocupados.

Peter: Podemos hablar luego de eso –dijo cansado.

Hadley: Trabajo de investigación.

Gwen: Hadley, no puedes seguir con lo mismo...

Sus palabras fueron interrumpidas por la azabache.

Hadley: No. Ahora estoy segura de que pasa algo y Peter puede confirmarlo.

Peter: Es cierto. Darcey me lo confirmó.

MJ: ¿Cómo te lo confirmó?

Hadley: Hablaron un poco. Darcey lo besó y le dijo que Voldemort tenía un plan, pero no podía decírnoslo.

Felicia: Wow... eres todo un conquistador Peter –dijo en broma.

Hermione: Eso es... –dijo viendo el cuello del castaño-. ¿Te dejó una marca?

Peter estaba muy nervioso, sabía que si no les daba una respuesta buena harían un gran escándalo.

Hadley: No fue Darcey. Fui yo.

Las chicas quedaron con la boca abierta.

Hadley: Quería hacerlo y lo hice.

Peter: Es una larga historia. Se los contaré después de la cena.

La cena continuó, Dumbledore dio la bienvenida a los nuevos y antiguos alumnos. Comunicó que los artículos de los gemelos Weasley estaban prohibidos, además, dijo que Slughorn sería el nuevo profesor de pociones, el anuncio sorprendió a los alumnos, el profesor Snape enseñará Defensa contra las artes oscuras.

Un tema a discutir por el grupo fue que la mano del director estaba enferma, parecía carne muerta. En un momento los ojos del director se abrieron más de lo necesario, algo lo había sorprendido.

...

Despacho del director – Hogwarts

El anciano Dumbledore se paseaba furiosamente por su despacho. Su figura, una vez venerada por su sabiduría y poder, ahora solo emitía crueldad y ambición. A su lado, estaba Ron y su hermana Ginny Weasley, ambos observaban en silencio, su lealtad al anciano mago nacida no de respeto, sino de un deseo compartido de poder.

Dumbledore: ¡Inaceptable, completamente inaceptable! –gruñía-. Esa niña... Hadley... es un enigma, un rompecabezas que no puedo descifrar.

Ron, acostumbrado a las explosiones de ira de Dumbledore, esperaba pacientemente a que el anciano continuara. Sabía que cualquier intento de calmarlo sería inútil.

Dumbledore: Lo he intentado todo, Ron, Ginny. He usado toda la extensión de mis poderes para entrar en su mente, pero es como si estuviera protegida por una fuerza que no puedo comprender. ¡Es frustrante! –golpeó su escritorio con un puño, haciendo temblar los objetos mágicos que reposaban sobre él.

Ginny: Señor, si no podemos controlarla, quizás podríamos... aislarla. Separarla de aquellos que la fortalecen –habló con cautela.

La mirada de Dumbledore se posó sobre Ginny, evaluándola.

Dumbledore: ¿Y tienes alguna sugerencia sobre cómo lograr eso?

Ginny: Su amigo, Peter. Mientras estaba en la Madriguera observé que es su pilar, su fuente de fuerza y coraje. Si logramos alejarlo de Hadley, ella se volverá vulnerable.

El director se detuvo, considerando la propuesta.

Dumbledore: Interesante... sí, muy interesante. Peter es, de hecho, una pieza clave en este juego. Pero, ¿cómo propones que lo alejemos de Hadley sin levantar sospechas?

Ginny: Podríamos utilizar el viejo arte de la manipulación y el engaño –sugirió-. Crear una serie de eventos que pongan en duda la lealtad y la confianza entre ellos. Podríamos empezar esparciendo rumores, luego intervenir directamente con magia para asegurarnos de que Peter se vea involucrado en situaciones que Hadley no pueda perdonar.

Dumbledore: Sí... sí, eso podría funcionar. Pero debemos ser cautelosos. No podemos subestimar a Hadley, ni a Peter. Deben ser manipulados con precisión, como piezas en un tablero de ajedrez. Podrías aprender algo de tu hermana, Ronald.

Ron: Por supuesto, señor. Dejaré que el destino tome su curso, solo... lo empujaremos un poco en la dirección correcta –no pudo evitar mirar con enojo a su hermana.

Dumbledore: Comenzaremos con pequeños incidentes, nada que llame demasiado la atención. Quizás un malentendido aquí, una palabra mal interpretada allá. Y luego, cuando el momento sea el adecuado, asestaremos el golpe final que los separará para siempre.

El pelirrojo escuchaba, absorbido, cada palabra añadiendo fuego a su ambición.

Ron: ¿Y qué haremos si alguno de ellos comienza a sospechar de nosotros?

Dumbledore: Entonces, tendremos que recurrir a medidas más... directas. No podemos permitir que nadie, ni siquiera Hadley o Peter, se interponga en mi camino hacia el poder absoluto.

...

Al día siguiente

Peter les había contado lo que le pasaba a Hadley. Todas entendieron y aguardarían hasta que el proceso acabe. Pero para su sorpresa, cuando Hadley bajó a la sala común, Venom saltó de su cuerpo y volvió a unirse a Peter.

Peter: ¿Qué sucede? ¿Algo salió mal?

Venom: No, la chica tiene mucha magia, así que fue sencillo. Su personalidad también regresará a ser la misma.

Hadley: Hol... –un sonrojo enorme apareció en su rostro-. Hola chicas, hola P-Peter.

Los recuerdos de ella estando muy apegada a Peter regresaron.

Peter: ¿Alguien quiere ser la siguiente?

Hermione: Hablamos de esto anoche y decidimos que yo seré la siguiente.

Peter: Bien... ¿Venom?

Venom: Me gusta el chocolate y las papas, si quieren agradecer este trabajo lo apreciaría.

Luego de decir eso se unió a Hermione.

MJ: Será mejor ir a clases. Me toca transformaciones y me dijeron que la profesora McGonagall es muy estricta.

Bajaron a los pasillos y vieron a todos los alumnos de nuevo ingreso estar muy desorientados. Gwen, Hermione y Peter fueron a pociones, MJ y Felicia fueron a transformaciones, Hadley tenía una hora libre, debido a que no podía llevar la asignatura de pociones.

En un punto, se reunió con Ron, ya que, él tampoco llevaría pociones. Durante varios minutos Ron insistió que deberían ir a volar con escobas. Ron le decía que faltaban varios integrantes para el equipo de quidditch y él quería presentarse como guardián. La azabache estaba por aceptar, pero fue detenido porque la profesora McGonagall la llamó.

McGonagall: Veo que estás muy libre. Creí escuchar que tu aspiración era ser aurora. ¿Por qué no ir a pociones?

Hadley: Lo haría, pero me dijeron que necesitaba un Extraordinario.

McGonagall: Era así cuando el profesor Snape enseñaba la clase, pero el profesor Slughorn acepta estudiantes que obtuvieron Supera las expectativas.

Hadley: ¿En serio? –dijo sorprendida y feliz-. Entonces iré.

McGonagall: Bien, y llévate a Weasley contigo. Recuerdo que el curso pasado se le dificultó varias asignaturas, me sorprende que no suspendiera más de la mitad de sus TIMOs.

Hadley: Claro profesora, yo me encargo.

La azabache no esperó respuesta u objeción de parte del pelirrojo y se lo llevó.

Hadley: McGonagall nos envía a pociones.

Ron: Pero van a haber audiciones para quidditch, necesito practicar. Ya sabes... para demostrar que son excepcionalmente talentoso. 

...

Clase de pociones – Hogwarts

La mazmorra ya estaba llena de vapores y extraños olores, lo cual sorprendió al par. Hadley vio que Darcey le dedicaba varias sonrisas a Peter. El castaño las correspondía. En el pasado, tal comportamiento le hubiera molestado, pero ahora sabiendo un poco de la situación de la rubia, no le molestó.

Slughorn: Muy bien, muy bien –dijo viendo a la clase-. Saquen las balanzas y el material de pociones, y no olvidéis los ejemplares de Elaboración de pociones avanzadas...

La azabache se aclaró la garganta para llamar la atención del profesor.

Slughorn: Ah –dijo con sorpresa y felicidad-. Hadley, me preguntaba cuando llegarías... y veo que vienes acompañada.

Hadley le dio un golpe con el codo al pelirrojo para que se presente.

Ron: Ron Weasley, señor, pero soy pésimo. Un desastre, así que será mejor que me vaya.

Slughorn: Tonterías, cualquier amigo de Hadley es amigo mío. La profesora McGonagall ya me dijo su caso. Pueden tomar los ingredientes de los estantes, en cuanto a los libros, hay algunos libros de otros años en ese armario.

Ambos se dirigieron al armario y encontraron dos libros de pociones, pero uno estaba más antiguo que el otro. Tuvieron una pequeña pelea, el pelirrojo ganó y se llevó el libro más nuevo. Por otro lado, la azabache se llevó el más antiguo.

Slughorn: Bien –regresó al fondo de la clase hinchando el pecho-. He preparado algunas pociones para que les echen un vistazo. Seguro que habrán oído hablar de ellas, aunque nunca las han preparado. ¿Alguien puede decirme cuál es ésta?

Sin que fuera sorpresa para nadie, Hermione levantó la mano. Slughorn le dio la palabra.

Hermione: Es veritaserum, una poción incolora e inodora que obliga a quien la bebe a decir la verdad.

Slughorn: Muy bien –señaló otra-. ¿Alguien sabe?

Una vez más Hermione levantó la mano.

Hermione: Es poción multijugos, señor.

Slughorn: Muy bien –dijo sorprendido, pero quería ver la capacidad de la castaña-. ¿Qué tal esta poción?

Señaló otra poción. Esta vez la pregunta iba dirigida a Hermione.

Hermione: Es amortentia, señor.

Slughorn: Perfecto –dijo satisfecho-. ¿Sabes que efecto tiene?

Hermione: Es conocida como la poción de amor, pero no crea amor. Es imposible crear o imitar el amor. Sólo produce un intenso encaprichamiento, una obsesión.

Slughorn: Brillante, ¿puedo saber tu nombre?

Hermione: Hermione Granger, señor.

Slughorn: Granger... Granger...

Hermione: Mis padres son muggles, señor –dijo deduciendo que el profesor pensaba que venía de una familia mágica.

Slughorn: ¡Oh! La mejor de mi curso. ¿Ella es la chica de la que me hablaste, Hadley?

Hadley: Sí, señor.

Slughorn: Veinte puntos para Gryffindor, espero que se mantenga así señorita Granger.

El rostro de Hermione se mostró feliz. Una de sus mejores amigas había dicho que era la mejor del curso.

Slughorn: La amortentia, por sus efectos, podría ser la más peligrosa de las que hay en esta clase.

Gwen: Señor, no nos ha dicho que hay en esa otra –señaló un pequeño frasco.

Slughorn: Sí, damas y caballeros, es una poción muy curiosa llamada Felix Felicis. No tengo ninguna duda, señorita Granger.

Hermione: Suerte líquida –dijo con emoción-. Te hace afortunado.

Slughorn: Muy bien. Otros diez puntos para Gryffindor. Sí, el Felix Felicis es una poción muy interesante –prosiguió el profesor-. Dificilísima de preparar y de desastrosos efectos si no se hace bien. Sin embargo, si se elabora de manera correcta, el que la beba coronará con éxito todos sus empeños, al menos mientras duren los efectos de la poción.

Todos estaban atentos a la explicación del profesor.

Slughorn: Es lo que les ofrezco como premio al finalizar la clase de hoy. Una botellita de Felix Felicis. Suficiente para disfrutar de doce horas de buena suerte. ¿Cómo ganarán este premio? Se lo daré al estudiante que prepare una muestra aceptable de Filtro de muertos en vida. La receta está en la página diez.

Todos los alumnos estaban emocionados por el premio. Cada uno tomó su lugar. Hadley abrió el maltratado libro, le molestó que tenía muchas notas escritas, encima, muchas notas del libro estaban tachadas.

Le sorprendió que en la última página tenía escrito:

"Este libro es propiedad del Príncipe Mestizo"

.....

Pd: 3 días... ni en mis mejores momentos hice esto xd

Pd 2: Encontré una memoria que no vi hace años y me di la sorpresa de que... Wake me up de Avicii se lanzó hace 10 años, Save me (la de Superman) se lanzó hace 23 años, Payphone de marron 5 hace 12 años y Counting stars hace 10 años... denle gracias a esas canciones porque mi mente está volando xd

Gracias por leer.

Jouner927.

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