Capítulo 76
Lucien solo quería tranquilizar a un cuñado del atentando que había ocurrido, atentado donde querían asesinar a sus bebes, entonces intento calmarlo pacientemente en su habitación, luego Liam intento que se entretenga en varias cosas para que la preocupación y la ansiedad no se lo comiera, iba entre animar a Liam y leer el libro que Aeron mantenía en su mesa de noche, pero nada servía por completo, incluso su cuñado olvidó sus penas para consolarlo, acostandolo en la cama y haciéndole mimos, ignorando su enojo cuando sus sobrinos tomabam el control y mordió la mano que abrazaba a Lucien, aquello incluso lo uso para alegrar un poco a su cuñado, lográndolo por un momento, momento que se arruinó con la llegada de la noche, esta trajo consigo un fuerte dolor de cabeza, Lucien sentía que su cráneo se partiría en dos, incluso su medicina no ayudó, ni siquiera sirvió, y aunque no le dolía, sujeto su vientre con recelo, temeroso a que a su bebe le pasara algo.
Entonces la tragedia llegó, ambos príncipes habían escuchado un rugido a las afueras de Terrasen, rugido que conocían perfectamente, fue entonces que cuando una sirvienta entró diciendo que era requerida la presencia de ambos príncipes, Lucien casi Salta de felicidad y fue corriendo hacia el gran salón para ir en busca de su esposo.
Cuando entraron al salón y vio las caras de todos, sintió que algo horrible había pasado, noto que Theo pensó demasiado antes de hablar, y cuando lo hizo sintió que su mundo caía en picada.
Aeron estaba muerto.
Su dolor de cabeza empeoró, y sintió una punzada en su vientre bajo, luego vio la sangre caer y rápidamente perdió la conciencia, como si su cuerpo activará automáticamente un mecanismo de defensa contra el dolor que estaba comenzando a sentir, aunque eso se lo debía más a sus bebé.
Con su mente en negro, tuvo un lejano recuerdo de hace 3 años, se vio a si mismo a sus 14 años, estaba en Ciudad de Bronce, criados estaban ayudando a vestirlo para su boda, el blanco y el rojo estaba en él, pero el Lucien de esa época solo veía oscuridad en su inevitable destino, solo pudo sonreír cuando su madre entro a sus aposentos, despachando a los criados para poder hablar a solas con su hijo.
— Te ves hermoso. — Acuno su rostro en sus manos, en ese momento el niño tenía miedo, pero las caricias de su madre solo hicieron que el niño se relajará.
— Tengo miedo. —Confesó, mirando directamente a los ojos de su madre, está besó sus dos mejillas, transmitiendo su calor corporal.
— Lo sé y no te culpo por ello, mi dulce niño, ojalá pudiera evitarte esto. —Lucien entendió las palabras de su madre, como princesa viuda y sin ser la madre biologíca del nolo seguir las órdenes del actual rey era fundamental e importante, sobre todo con un tema tan importante como el matrimonio — Cuando supe que tú y las gemelas eran diferentes, especiales, no pude estar más orgullosa de mis pequeños. — Aquello lo hizo sonreír, frotando su mejilla contra la palma cálida de su madre, no pudo evitar cerrar los ojos cuando la otra mano de Katherine empezó a acariciar sus cabellos, provocando leves cosquillas en su cráneo — Ahora solo anhelo que no fuesen así. — Sus ojos se abrieron ante la amarga confesión de su madre.
Katherine tuvo una imagen mental de su madre mirándola, aquello solo hizo que se aferrara al cuerpo de su hijo, abrazándolo sin querer dejarlo ir.
— No temas, si te hace algo empezare una guerra por ti, te lo juro. —Se separó un poco para volver a mirar a los ojos — Tú y tus hermanas son lo que más amo en este mundo, se que no eres mi hijo, pero te amo como si lo fueras —Unió sus frentes, esta vez ella cerró los ojos para sentir aún más a su pequeño.
— Me gusta ser como soy, aunque no sea suficiente, así que no te culpes. — Katherine asintió, sonriendo por el intento de su hijo de animarla.
— Puede que no sea tan malo — Abrió los ojos mientras se separaba un más, sujetando las manos de sus hijos y acariciándolas con sus dedos — Admito que al príncipio no ame a Maximilian, como hombre, pero con el tiempo me enamore de él y si lo ame como mi esposo y gran amigo, puede que tu y Aemond lleguen a eso algún día — Su madre no solía hablar sobre su relación con su difunto padre, así que supo que la situación estaba sobrepasando a Katherine, pues el recuerdo de su tío era una herida que jamás sanaria.
Lucien no dijo nada más después de eso, no quiso decirle a su madre que él creía que eso nunca pasaría, ¿Amar a Aeron? Alguna vez lo hizo, un enamoramiento de niños, una admiración y cariño hacia el albino, pero ahora, se sentía complicado hacia él, sentía arrepentimiento, miedo, y enojo, nunca podría llegar a sentir algo más allá de eso.
Cuan equivocado estaba.
Aquel recuerdo solo lo hizo sentirse peor, el amar a Aeron con el tiempo empezó a doler, pero lo que lo estaba matando era el hecho de no haber podido disfrutar del amor de su esposo un poco mas, incluso si Aeron lo ama, incluso si se lo demostraba, Lucien se sentía culpable por no haberle dicho que lo amaba más seguido, por no haberlo abrazado fuerte una vez mas, su sueño era crear una familia con Aeron…Pero ya no podría hacerlo.
— Te voy a matar condenado mal nacido, eres un maldito hijo de perra. — Estaba empezando a recuperar la conciencia cuando escucho la voz de su cuñado, no estaba gritando, pero su tono era más fuerte que el normal.
— Tenemos la misma madre, imbécil desequilibrado. —Conocía esa voz, por supuesto que lo hacía, era la misma que lo arrullaba en las noches y lo despertaba en las mañanas.
— Que bien que te acuerdas, porque cuando volvamos a Ciudad de Bronce se lo diré, y te golpeara por haberle causado esto a Luke, oh, lo voy a disfrutar y mucho, derrame lágrimas por ti, maldito niñato ingrato, así que muérete otra vez para que no sean en vano. — Su cuñado ya estaba comenzando a divagar entre sus insultos y enojo, hasta él lo sabía, pero sus palabras ayudaron para que pudiera abrir sus ojos y ver lo que estaba pasando.
Liam tenía a Aeron agarrado del pelo, y no, sus ojos no lo engañaban, el mayor de los hermanos Delroy estaba sujetando con fuerza al menor, jalando sus cabellos hacia abajo mientras lo insultaba, Lucien no sabía que lo sorprendía más, el hecho de que su esposo estuviese dejando que Liam lo jaloneara con libertad o el mismo hecho de que Aeron estaba allí, vivo, físicamente en mal estado, pero respiraba.
Su dolor se convirtió en alivio, para luego pasar a enojo, no supo de donde saco las fuerzas para salir de la cama y arrebatarle a Aeron a su cuñado, quien parpadeo euforicamente ante el robo, mirando sus manos para luego mirarlos a ellos dos, indignado como si le hubiesen arrebatado un juguete.
— Más te vale Aeron Delroy que me expliques como es eso que estás muerto, y es mejor que tengas una buena explicación, porque si no estabas muerto, lo estarás cuando termine contigo. — Lo tenía sujetado del cuello de su maltrecha ropa, alzando su cabeza para mirarlo a los ojos su ceño estaba fruncido y exhalaba por la nariz.
Su esposo sonrió y el niño sintió como sus ojos se llenaban de lágrimas al ver a su esposo. Aeron colocó la mano del niño en su pecho, y él comenzo a dejar las lágrimas caer por sus mejillas, mientras podía sentir los latidos del corazón de Aeron bajo su tacto.
Latidos vivos.
— Aquí estoy, pequeño.
Aeron sonrío antes de besarlo, sujetando su cintura y llevando una mano a su rostro, ensuciando este un poco con sus manos, pero a ninguno le importo, ambos se necesitaban después de un día tan largo y horrible como ese, sus bocas se movían por sí solas, buscando más contacto entre ellas, sus lenguas comenzando a ayudar en el proceso, haciendo el beso más íntimo, escucharon una maldición de Liam antes de un portazo, pero ninguno se separó, las manos de Lucien dejaron la ropa de su esposo para apretar el pecho de este, hundiéndose más en él, al mismo tiempo Aeron mordía el labio inferior de su pequeño esposo mientras sus manos se movían entre su espalda y el trasero de este.
Ambos querían más, la necesidad combinada con la preocupación estaban presionando un botón muy peligroso y estaban dispuestos a seguir la corriente de sus deseos, pero, aunque Aeron tenía un cuerpo fuerte, tenía un límite y ya había pasado este, así que ambos cayeron al piso cuando las piernas del platino se negaron a seguir sosteniéndolo, pero sus brazos ayudaron a que Lucien no se lastimara, sosteniéndolo de la cintura con uno y con el otro apoyándose en el piso, evitando que los dos cayeran del todo.
Por un momento miro el suelo, un poco desorientado por la falta de fuerzas y después volvió a mirar a su esposo, encontrándose con su rostro muy cerca del suyo.
— Eres tan hermoso — Aquello salió desde su corazón, su cerebro no tenía ganas de retener sus palabras, menos sus acciones, por lo que aun en el suelo, abrazó al cuerpo más pequeño, besando la frente del niño y embriagándose con su aroma — Lo siento, no quise preocuparte, pero era necesario. — Aunque el momento se había arruinado, sus cuerpos seguían pegados y ninguno quería dar un paso hacia atrás, simplemente se quedaron allí, abrazados.
— Sigo enojado, sentía que me moría contigo. — Acostó su cabeza de lado en la clavícula del mayor, sus manos seguían en su pecho, así que podía sentir su corazón latir, algo que lo fascinó.
— Llevas a nuestra hijos dentro de ti, mi muerte no es el final — Lucien negó, aunque Aeron tenía razón, no quiso pensar en ello, si su esposo moría, para su corazón sería el final.
— No para mi, te amo, y no es por el embarazo, Aeron. —Alzó su cabeza, mirando a la cara — Te amo. —Sentía sus ojos arder, pero no iba a llorar, esta vez su estado no lo vencería, aunque el miedo también estuviera lastimandolo, seguiría siendo valiente ante sus sentimientos.
Aeron no pudo contestar al instante, tampoco después de unos minutos, su mirada estaba clavada en los ojos oscuros de Lucien, tratando de encontrar la mentira en sus palabras, pero no la halló, y eso lo hizo el hombre más feliz del mundo.
La corona, los dragones y los títulos se podían ir al infierno, ya no le importaba nada de eso, ya no se sentía incompleto al no tener algo propio, algo que no se le fuese dado por ser un príncipe o nacer en cuna de oro, Lucien Thorne era suyo, no por obligación, sino por voluntad propia, lo amaba, estaba unido a él y estaban a la espera de sus hijos, los bebés, Lucien y Eirian, eran su familia, Luke y sus hijos eran todo lo que necesitaba
Sus hijos, una parte suya y de Lucien combinada en dos serás humano, ambos pertenecían a él, sus futuros hijos también lo harían, Eirian por más que no tenía la sangre de ninguno de los dos, ya era parte de ellos.
Ya tenía un lugar sincero al cual llamar su hogar.
— No creo que puedas amarme más de lo que yo te amo — Lo soltó en un susurro, más por que su estado físico ya le estaba cobrando factura, pero Lucien lo escuchó fuerte y claro, provocando que volviera a respirar con normalidad, y que sus ojos pudieran sacar las lágrimas que estaban reteniendo.
Su siguiente beso fue de un sabor salado y dulce a la vez, una combinación perfecta entre ellos.
— Por favor, no vuelvas a irte — el alfa acuno su mejilla
— Te lo prometo, mi amor — el alfa volvío a dejar un beso en sus labios y puso una mano en su vientre abultado — Te amo, los amo — confesó el alfa
— Y nosotros a tí.
Cuando un nuevo día se vio en Terras en, ninguno de sus habitantes pensó que sería todo menos un día tranquilo.
— Enviaré un cuervo a Ciudad de Broncr, debo avisar a los reyes. — Cassian quería mostrarse más cohibido con la muerte de Aeron, pero sinceramente mucho más allá de lo político no le importaba, quizás se sentía lamentable por Lucien, pero solo eso, si por él fuera ahora mismo estaría intentando seducir al niño, pero necesitaba respetar el duelo del niño, al menos por unos días.
Juliet miro a su esposo, el cínismo de Cassian no tenía límites, ella sabía que si por su esposo fuera, este no avisaria nada, pero el no hacerlo implicaba consecuencias.
— Dime algo esposo, ¿Realmente te aflige la muerte del príncipe Aeron? — Cassian dejó la pluma con la tinta al escuchar la pregunta de su esposa, Juliet estaba desayunando tranquilamente en la cama, sus pies dolian y su embarazo estaba avanzado.
— ¿De que estas hablando, Juliet? — inquirió
— Un Lord se preocuparía por lo que realmente paso, los príncipes de Rothnia vinieron a ayudarte porque tú, fuiste el que pidió su ayuda, pero ahora uno esta muerto, y no veo una pizca de empatía por más pequeña que sea en tí. ¿No crees que es demasiado cínico de tú parte? Un Lord preferiria enviar a los príncipes de regreso a su hogar, para que ellos mismos le den la noticia a los demás. — Cassian miro a su esposa fijamente.
— Lucien esta en duelo, luego de un mes cuando sea seguro, podra volverse a ir. Liam esta lo suficientemente ido para pensar con claridad.
— El rey y la reina acaban de perder a su hijo, y no tienen la menor idea de eso, porque tú, te rehúsas a dejar ir a la familia de Aeron Delroy. ¿Lo haces por consideración o porque quieres retener al niño un poco más?
— ¿Me estas acusando de algo Juliet? — preguntó algo molesto.
— Si mi padre no le hubiese propuesto una alianza al tuyo, ¿Te hubieses casado conmigo? — Aquella pregunta instaló un silencio en la habitación.
— Creo que estas muy cansanda, es mejor que descanses Juliet — Cassian vio la desilusión en el rostro de su esposa y salió de la habitación.
Mientras la mujer le pedía a los dioses volver a tener a una niña o la muerte, Cassian estaba llendo en busca del niño, queria ir con Lucien, verlo, hacerle compañia y fingir que la muerte de el albino le importaba, pero lo que realmente estaba era preocupado por el estado del joven omega, pero este no lo encontró en sus aposentos, así que lo busco, un guardia, el mismo que cuido al príncipe ayer, le indico que se había ido con Holden, al parecer el jefe de guardias se le adelantó, pero el lord no quiso quedarse con las ganas de ver a Lucien, por lo que los busco, encontrándolos en una situación complicada.
— Alterarse solo le hará daño — Holden parecía querer calmar la ira en Lucien, pero el niño no se molestaba en retener su enojo, alejando la mano que su primo puso en su hombro.
— No necesito tu consuelo, necesito a mi esposo, a Aeron, al hombre que amo, necesito al padre de mis hijos — Aquello fue una doble puñalada para ambos norteños, pero los dos reaccionaron diferente, Holden se mostró disgustado e irritado, mientras que Cassian solo suspiro con resignación en su corazón, entrando en escena antes de que Holden pudiera hacer algo.
— Holden, déjanos por favor. — El nombrado no miro a su señor, sus ojos seguían fijos en Lucien, quien le transmitía su odio con su mirada, al final, el jefe de guardias simplemente se alejó, sin molestarse en ser cortés con el señor del Norte — ¿Qué pasó? —.Ignoro la poca educación de Holden, y miró a Lucien.
— Pasó que Aeron murió, deberían ser un poco más respetuosos con mi duelo. — No quería hablarle de aquella forma al Strong, pero debía hacerlo si quería ayudar a que el plan de su hermano fuese más realista — Me iré apenas mi cuñado vuelva de resolver unos asuntos — Anuncio sin esperar una respuesta de Cassian, marchandose rápidamente de allí.
Sonrió internamente cuando al salir de la habitación se encontró con Holden, el hombre había escuchado todo, solo era cuestión de tiempo que cayera en la trampa, y Lucien esperaba que fuese pronto, fingir estar enojado y triste era demasiado, aparte no le gustaba fingir ser viudo, no quería pensar en ello, ni en broma.
— ¿Dejarás que se vaya? — Cassian volteo para mirar a Holde entrar de nuevo, no se molestó ante la desobediencia del otro, pero si lo hizo por cómo sus palabras habían sonado.
— El príncipe Lucien puede decidir cuándo irse, ese no es mi problema, menos el tuyo. — Pocas veces se había molestado con su primo, pero los celos lo estaban obligando a hacerlo, porque sí, se sentía sumamente celoso por él como Holden parecía tener un gran afecto hacia Lucien Thorne, ya se habían deshecho de Aeron, no quería también deshacerse de Holden.
Al parecer Holden pensó en su reacción, aún así gruño antes de dar una media vuelta, dando grandes zancadas por su enojo y prisa, prisa en tener una de las cosas que deseaba, ya había quitado a una molestia de su camino, en ese momento quitaría otra, o mejor dicho, las quitaría a todas para tener Terrasen y al hermoso Lucien Thorne solo para él.
— ¿Cómo no te vio? — Pregunto Lucien mirando a Aeron al entrar a sus aposentos, su esposo ya se encontraba y se veía mejor, su cuerpo limpio y descansado, y aunque estuviese herido, guía a su esposo para que se sentara en su regazo, abrazándolo por la cintura mientras lo besaba.
— Sé cómo esconderme — Llevo una mano al vientre de su esposo acariciadolo, mientras repartía besos por su cuello, provocando que Lucien soltara un suave gemido que lo fascinó — ¿Quieres provocarme? — Susurro en el oído del otro, haciendo que sintiera una excitante sensación que pasó por todo su cuerpo, Lucien, volvió a gemir, esta vez más fuerte solo para molestar a su esposo, quien apretó su cintura con una mano mientras volvía a atacar su cuello.
— Tengo una super idea — La alegre voz de Liam los sorprendió a ambos, Lucien casi se cae, siendo salvado por la mano que Aeron tenía en su cintura, por su parte Aeron frunció el ceño al mirar hacia la puerta, si no tuviera a su esposo encima, estaba seguro que se pararía a golpear a su hermano mayor — Se me ocurrió en una iluminación divina — Llevo sus manos a su cabeza y las desplazó hacia los lados, haciendo la mímica de lo que su boca soltaba, ignorando por completo el ambiente que había dentro de la habitación y las miradas que la pareja le daba.
— ¿No ves que estamos ocupados? — Aeron gruño, apretando los dientes al mismo tiempo que Liam entraba aún más al lugar, sentando en un mueble cerca de ellos.
— ¿Y tú no medio ves que no me importa? — Se cruzó de piernas, y les dedicó una enorme y radiante sonrisa, haciendo enojar aún más a su hermanito, pero su enojo se disipó cuando Lucien soltó una leve risa, ocultando su rostro en su cuello, Aeron lo abrazo, acomodando mejor el cuerpo contrario en su regazo.
— ¿Te estás riendo de su mal chiste? —Preguntó mientras una de sus manos acomodaba los rizos castaños que se pegaban al rostro de Lucien, llevándolos atrás de su oreja, dejando una parte de su rostro expuesto, pero este se ocultó por completo al ser atrapado, aguantando otro risa maliciosa Lucien solo negó, mintiendo.
— Ay, que tierno, si no lo cuidas me lo robo. — Otro gruñido salió de Aeron para su hermano, pero este otra vez lo ignoro — Como les decía, tengo una idea para poder irnos de Terrasen lo más pronto posible, si Theodore Strong intenta coquetearme un minuto más y Cassian Strong sigue fingiendo que le duele tú falsa muerte, les juro que se los doy a Belial para merendar. — Su radiante felicidad se volvió en una oscura amargura, Aeron pensó que esa no sería una mala idea, pero creía que Dregoth se lo tragaría mejor, aun así no lo mencionó al tener a Lucien a punto de dormirse en sus brazos.
— Jarrel ya tiene un plan. — Le recordó, pero Liam bufo, acomodando su postura para quedar más relajado en el mueble, para Aeron aquella era una horrible y nada digna forma de sentarse, pero para su hermano, el tener su pierna en el brazo del sofá y su cuerpo hacia un lado era lo mejor.
No dejaría a sus bebés a solas con su hermano, de seguro le pagaría las mañas.
— Mi plan es mejor, menos problemas, un poco de riesgo, eso sí, pero efectivo y ¿Sabes cual es la mejor parte? — Su emoción volvió al hablar y continuó haciéndolo cuando Aeron movió la cabeza, invitándolo a seguir — Involucra a un norteño golpeado. — Solo con eso llamó la atención de su hermanito, lo vio en sus ojos, así que su sonrisa se agrandó aún más.
Sí su plan salía como quería, podría alejarse de las garras de ese lobo metiche que lo sacó de sus aposentos hace unos minutos, y si Liam era ese tipo de personas que podía hacer un gran espectáculo para poder vengarse, más si su cuñado estaba en medio. Él no permitiría que nadie arruinara la felicidad de su familia, incluyendo la de su hermanito.
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