Capítulo 74

Lucien se levantó un poco exaltado cuando oyó algunos gritos desde afuera en el pasillo, miro hacia su costado, Liam estaba acostado en uno de los sillones de la habitación, Lucien supuso que el alfa había corrido el sillón hasta estar cerca de la cama, el príncipe mayor estaba recostado sobre el sillón y tenía su cabeza y brazo apoyados sobre la mesita de luz.

Todo su cuerpo se erizo cuando escuchó el ruido de algo romperse, luego se escucho otro ruido menos fuerte y su cuerpo reaccionó cuando escuchó las voces de Holden y Cassian en el pasillo.

Se aseguró que su cuñado estaba dormido antes de salir de sus aposentos después de cubrirlo con una manta, el guardia lo miró, pero no le impidió irse, incluso lo acompañó en silencio, quien sí se interpuso en su camino fueron Cassian y Holden, los dos hombres parecían estar discutiendo, Lucien se sintió extraño al ver al segundo, estaba herido, pero ahora estaba limpio y vendido, aun así su rostro estaba pálido y demacrado.

— Príncipe Lucien — Holden fue el primero en saludarlo, su voz sonaba cansada, pero el hecho de que le hablara con tanta formalidad era raro.

— ¿Cómo te sientes? — Era tonto preguntar, pero Holden era un hombre fuerte, así que no se iba a afligir tan fácil.

— Estoy vivo, y eso es gracias a su esposo, estoy en deuda con él. — Cuando esas palabras salieron de su boca, Lucien frunció el ceño y Cassian se acercó a él, parándose entre ellos dos.

— El príncipe Aeron se quedó atrás cuando fueron emboscados por hombres de mi tío, mi primo junto con unos soldados irán a buscarlo, me pidieron que le avisara, iba en camino a sus aposentos para hacerlo — Su tono al hablarle era suave, casi delicado, como si temiera lastimarlo con sus palabras, pero Lucien no era tan frágil, así que asintió mientras juntaba sus manos y alzaba un poco su cabeza.

— Gracias, pero me gustaría oírlo de Sir Bouwman  — Dicho esto paso a Cassian, este no se molesto, pero debería admitir que le gustaban más el lado tierno del niño — Me alivia que este bien, pero entienda que es mi esposo y el padre de mis hijos quien está desaparecido, así que por favor, dígame que paso exactamente — En todo el mes que tenía en Terrasen nunca había mirado con dureza a nadie, siempre era amable y calmado, incluso alegre y extrovertido, pero no era el momento de ser Lucien el suave chico embarazado que le sonreía con gentileza a los demás.

Holden era un hombre grande, de la misma altura que Aeron y un poco más corpulento, aun así su esposo infligía más miedo, sobre todo cuando había derribado de un golpe al  Lord en sus entrenamientos, y Lucien, teniendo una historia complicada con él, Podía sentir la diferencia entre las dos bestias.

— Entiendo su preocupación, pero lord Strong ya le dijo lo que pasó, sé que debí quedarme con él y ayudar, pero creo que hay algo que debe saber mi príncipe — Lucien frunció el ceño ante las palabras del hombre.

— ¿Que es lo que dejó saber, Sir? — Lucien vio como el rostro del hombre cambiaba a uno más duro.

— Su esposo, el príncipe Aeron, cuando fuimos atacados, dijo que viniera aquí, me salvó, pero me salvo para transmitirle un mensaje — Lucien frunció el ceño — El príncipe Aeron dijo; dígale a mi esposo, que la victoria en esta guerra es más importante que cualquier otra cosa, incluyendo mis sentimientos por él — Lucien sintió ganas de golpear al hombre frente a él — Perdóneme si soy descortés con usted, su Alteza, pero creo que es mejor que no se moleste en buscar a su esposo, un alfa que abandona a su omega, encima en su Estado, es el peor — Cassian pudo ver el momento exacto en donde su jefe de guardia pudo volver a respirar con normalidad, el mismo momento en el que Lucien relajo su expresión y asintió, bajando la cabeza.

— Suena como algo que Aeron haría, lamento si fui grosero, estoy un poco alterado — Se alejó un poco del hombre, el hombre le dedicó una leve sonrisa, sin decir nada, viéndose apenado.

— Volvamos a sus aposentos, deben descansar, tú también Holden, no quiero saber que estás levantado de tu cama hasta que te recuperes — El guardia asintió, echando un leve vistazo al hombre que estaba detrás de Cassian y Lucien, cuidando al segundo en silencio, después de eso volvió a mirar a Lucien, los ojos del niño estaban en el suelo, viéndose lamentable.

Se sintió amargo ante la escena, pero rápidamente la dejó a un lado y se disolvió, despidiéndose de su lord antes de volver a sus aposentos, por su parte Cassian sujeto a Lucien los hombros y lo guió de vuelta a la comodidad de sus aposentos, pero a mitad de camino se detuvo, se giró para mirar al guardia que los seguían y este asintió ante la mirada del príncipe, alejándose de ambos, mejorandos privacidad.

— Aeron Delroy en su vida salvaría la vida de alguien que odia, menos si significa quedarse atrás y renunciar a nuestros hijos y a mí — No miro a Cassian al decir aquello, pero si lo miro al volver a hablar — ¿Confías en tu primo? Porque en este momento yo deje de hacerlo — Sintió algo amargo cuando Lucien se alejó un paso de él, pero se sintió aún más amargo cuando pensó en esa posibilidad, él tampoco pensó que Aeron salvará a Holden, más cuando siempre hacía lo imposible para al final del día volver al lado de Lucien.

Eso lo molestó aún más.

— ¿Eres feliz con tu esposo? —Intento evitarlo, pero al final no pudo, no cuando se sintió ansioso sobre el tema.

— Amo a mi esposo. — No se demoró ni dos segundos en responder, el interior de Cassian tampoco se demoró mucho en arder.

— ¿Tanto como para estar seguro de que no te abandono? — Cassian vio el dolor y la ira atravesar la mirada del omega

— Conozco a mi esposo, conozco su temperamento, Cassian — Aseguró el niño dando un paso hacia él — Aeron Delroy puede ser muchas cosas, pero para él siempre estará primero la gente a la que ama; la lealtad, la familia y sus seres queridos, son su prioridad. Y se que eso es más importante que una puta victoria pasajera que pueden arrebatarle en cualquier momento — El hombre no podía creer el amor y la confíanza que tenía el niño hacia el idiota del Albino.

— ¿Por qué tuvo que ser él?

— ¿Por qué no te casaste conmigo? — respondió el niño con otra pregunta.

— Lucien...

— Vamos dilo, dime porqué no te casaste conmigo.

— No te elegí como mi esposo, porqué...— Cassian guardo silencio, no se atrevía a decirlo.

— Soy un bastardo — completo la oración el niño — No te casaste conmigo porque soy un bastardo ¡Vamos! ¡Dilo! — el niño soltó una risa amarga.

Cassian realmente no se había casado con él por ser un bastardo, era increíble como en tan solo un segundo pudo aclarar su duda. El hombre que decía amarlo, quererlo y que haría todo por él, fue el mismo hombre que por una maldita carta, el día de su boda dejo plantado al niño, informado que desposaria a alguien más.

— ¿Qué lo hace tan diferente?— Lucien lo miro como si le hubiese salido otra cabeza.

— Si en medio de una guerrera tuvieras que elegir entre salvarme a mí o salvar a alguien de tu gente ¿A quien elegirias? — Inquirió.

— Lucien, no puedes hacerme elegir entre mi gente o tú, sabes lo importante que son ellos para mí — el niño sonrió.

— ¿Sabes lo que me dijo mi esposo? ¿Sabes lo que me dijo, que hizo que lo ame aún más y crea ciegamente en él? — Cassian nego ante las preguntas del niño — Dijo, que el sería capaz de cruzar los muros por mí; que quemaría todos y cada uno de los siete reinos hasta las cenizas si eso me hiciera sonreír; por una palabra amable, él olvidaria su apellido, su casa, todo, pero absolutamente todo, Cassian. Dijo que por mí haría cualquier cosa, hasta disminuir este mundo a cenizas si eso me hiciera amarlo — Confesó el niño sonriente y melancólico mientras recordaba las palabras de su alfa — Es por esa razón, que me niego a creer que mi esposo me abandonó, que abandonó a nuestros hijos, por una guerra que no le pertenece — Cassian se había quedado sin palabras, no sabía que decir o que hacer.

— Vuelve a tus aposentos, cuando Aeron vuelva, las cosas se harán solas — No pudo seguir mirando aquel rostro hermoso, no pudo seguir viendo la preocupación y el amor que Lucien sentía por Aeron, fue cobarde al huir, pero solo lo sería por esa vez, eso se lo juraba a él mismo.

Sabía aceptar una derrota, más de una pelea que nunca comenzó y que al final solo podía quedarse como una linda experiencia en una época tan difícil y tormentosa como lo era el invierno.

El mismo invierno que habia unido a dos bestias y el cual amenazaba con separarlos.

Liam leía la carta una y otra vez, debía decirle lo que ocurría en la península de las anclas a su cuñado ¿Pero como decirle sin alterarlo? Lucien estaba en su primer trimestre de embarazo, si cualquier noticia o cosa que pudiera alterarlo ya era peligroso, Liam no se quería imaginar que sucedería si el niño ahora estando en cinta sufriera uno de sus ataques.

La ansiedad, el pánico y la depresión se habían vuelto parte del niño, todos los sanadores o brujas que lo atendían siempre le daban los mismos tés que eran un somnifero para que el niño durmiera, además si había alguien que podía tranquilizar a Lucien era Aeron y Katherine, pero Aeron estaba desaparecido y Katherine estaba lejos, bastante lejos.

Además el niño ya tenía demasiado con las mentiras que Holden le había dicho, Liam recuerda como en la noche anterior, su cuñado le había dicho todo lo que le dijo Holden, ambos habían pensado múltiples razones para que Holden le hiciera daño a Aeron o que intentará traicioar a Cassian, pero ninguna le daba la seguridad de que era la correcta.

Liam suspiro antes de golpear la puerta de los aposentos de su cuñado. Después de unos segúndos escucho el ruido detrás de la puerta y luego vio la puerta abrirse, Lucien acababa de despertar, Liam lo pudo notar por el rostro somnoliento del niño y ver cómo refregaba sus ojos como un niño pequeño.

— Tengo sueño, príncipe molesto — se quejo el niño abriendo la puerta y llendo nuevamente hacia la cama, Liam sonrió al ver la actitud del niño y cerró la puerta detrás de él.

— Se que estás cansando, pero debemos hablar — Lucien miro a su cuñado una vez que se sentó en la cama y Liam se apoyo en el mueble delante de Lucien.

— ¿Qué sucede?— pregunto el niño soltando un bostezó.

— Es sobre la princesa viuda — Las palabras del alfa al parecer hicieron efecto en el niño, quien se sentó bien y miro a su cuñado.

— ¿Qué hay con mi tía?— pregunto.

— Ha enfermado, Lucien. Los sanadores no saben que lo causó, la encuentran débil, como si no tuviera ganas de nada, dicen que se debe apoyar de un bastón para poder caminar — Liam vio la preocupación en el rostro del niño, suspiro antes de continuar — la princesa heredera, tu prima, Astrid, no la puede acompañar su vientre de siete meses no se lo permite, a su lado se encuentra tu segunda prima, Rosalie, es ella quien me ha enviado una carta para informarte — Liam le tendió la carta al niño, quien al abrirla y leerla no pudo evitar que sus ojos se llenarán de lágrimas.

— ¿Morirá?— la pregunta del niño fue más para si mismo que para el príncipe heredero.

— No lo sé, Luke, su enfermedad es reciente, en la carta dice que los sanadores estaban probando todos los métodos para que mejore. Además si tu prima me pidió que te entregué esto, no es para que te preocupes, es para que estés al tanto de lo que está ocurriendo en Edoril ¿Está bien?— Lucien miro a su cuñado y asintió.

— ¿Has sabido algo de Aeron? — pregunto el niño y Liam nego.

— Aún no me han informado nada, pero tú debes descansar, dentro de unos días entraras al cuarto mes de embarazo, es mejor que no tengas preocupaciones y solo te concentres en mis sobrinos y en ti ¿Te quedó claro? — Lucien asintió rendido.

Antes de que Liam dijiera algo más, la puerta de la habitación fue golpeada, Liam grito un "adelanté" y luego una doncella entro a con una charola de comida.

— ¿Has pedido comida? — pregunto Liam a su cuñado, pero este nego, el niño apenas acababa de despertar.

Cuando la sirvienta hizo una reverencia y dejo la charola sobre la cama del niño, el mayor pudo notar el nerviosismo de la joven, era notable por su mirada ansiosa y nerviosa al igual que su lenguaje corporal. Si de algo le había servido mantenerse sobrio durante meses, era el hecho de que podía ver mejor las cosas y notar cosas que si seguramente estuviera ebrio las ignoraria.

La sirvienta dejo la charola y rápidamente huyo fuera de los aposentos del príncipe Omega, Liam vio como su cuñado miraba la comida con detenimiento.

— ¿Qué sucede?— pregunto acercándose.

— Está no es la comida que suelo comer — susurro el niño — Le he dado una receta a los cocineros, tu madre, dijo que apenas viniera le diera instrucciones a los cocineros, ella dijo que así mantendría un buen embarazo, si seguía con la dieta, mi embarazo sería saludable. Pero no recuerdo que en la lista hayan este tipo de comidas — le explicó el niño levantando la cuchara de la sopa con un color raro.

— Tenemos a una infiltrada aquí, le pediré que venga y examine la comida, es experta tanto en remedios como en venenos — le reveló el príncipe heredero al menor y este asintió.

Luego de que Liam enviara a uno de sus soldados infiltrados para que trajeran a la joven que se vestía de doncella, la mujer hizo una reverencia estando en los aposentos del príncipe y se acerco primero a Lucien.

— ¿Bebió o comió algo de esto? — pregunto examinando el rostro del niño, ella lo miro y este nego — Está limpió, no hay rastro de veneno o algo que deteriora su salud — le aseguro la joven antes de comenzar a examinar la comida.

Los dos príncipes vieron las muecas de asco que hizo la joven al oler la sopa y al examinar los otros platos de comida.

— Usted tiene suerte, alteza — le aseguró la joven mirándolo — Un bocado de lo que sea que hay está charola, y puedo asegurarle que no solo hubiese perdido al bebé que lleva sino que también usted hubiese muerto. Dele gracias a los dioses su alteza, sino fuera porqué usted sabe lo que debe comer, ahora mismo usted y su bebé estarían muertos —

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