Capítulo 66
Aeron había ido al Salón de reuniones apenas dieran por terminada la cena, sabía que al no haberse presentado por la tarde al hablar con su tío lo había molestado, así que antes de irse al Salón se había asegurado de que Luke llegará a sus aposentos y cuando escucho el agua caer sabía que estaba tomando un baño, así que lo dejó en manos de Leysa, sintiéndose seguro al saber que la joven estaría a su lado.
Después de varias horas escuchando a su tío, primero reclamando por su demora, por ser tan idiota al no poner a la familia primer y luego explicando el motivo de su llamado, Aeron volvió a sus aposentos, no quería lidiar con nadie por esa noche, su cabeza estaba bombardeada con muchas cosas, la salud de Lucien, lo extraño del asunto, y ahora tendría que irse al norte en compañía de su hermano y el pretendiente de Rosalie, Theodore, algo que simplemente, no lo emocionaba.
Tenía muchos motivos para despreciar el viaje, y uno solo para querer ir.
Entró a sus aposentos, listo para tomar un baño y tratar de olvidarse de todo, pero se le fue imposible al ver el cuerpo de Lucien en la cama, no supo que lo orillo a acercarse, pero lo hizo y pudo ver las lágrimas que caían por sus mejillas, al parecer estaba soñando con algo que le traía mucha tristeza, llevo una de sus manos al rostro de su esposo, limpiando sus lágrimas y acariciándolo, simplemente el tacto de su piel le encantaba, por arte de magia el llanto desapareció, y el rostro del niño se llenó de paz. Tocar la la suave piel de Lucien, ver como el niño se relajada ante su tacto, era algo que le daba calma a su corazón.
Aeron no sabía que aquello lo estaba provocando y aun así se sentía aliviado de ver a Lucien durmiendo en tranquilidad.
El alfa dejó un beso en la frente de su Omega, para despues ir hacia el baño y desvestirse. El alfa tomó un largo baño, recopilando todo lo que había pasado en aquel día, sintiéndose tonto por querer irse lejos de su pequeño esposo, no era el momento para alejarse, le gustase o no, una de sus responsabilidades era velar por la seguridad de Lucien, aquello fue un juramento de matrimonio, y la excusa perfecta que siempre usaba consigo mismo para decirse una y otra vez, que su sobreprotección y celos hacía el niño era por aquel motivo, o eso era lo que se decía desde el día que pelearon.
La salud de Lucien, fuese un malestar normal o un embarazo, era hasta cierto punto preocupante, debía quedarse a su lado, pero su tio no lo entendía o simplemente no le importaba, así que Aeron partiría al Norte cuando su hermano estuviera listo y cuando el pretendiente de la prima de su esposo llegara a ciudad de bronce en dos días.
Con eso en mente se vistió, y fue a la habitación de Eirian, el pequeño dormía plácidamente en su cama, Aeron se acercó hasta su hijo y acarició su cabello para dejar un beso en su frente.
- Papa - Aeron miro a su hijo y le sonrió
- Duerme pequeña bestia - Aeron volvió a dejar un beso en la frente de su hijo, pero cuando este lo estaba arropando, el niño sostuvo su mano.
- Papa ¿amas a mamá? - Aeron miro con confusión a su niño.
- ¿Por que preguntas eso? - cuestionó el alfa.
- Mamá ha llorado, llora todas las noches antes de que tu llegues, ya no hablan, ya no lo abrazas, tampoco le das flores ¿Ya no lo quieres papa? - al alfa se le encogió el corazón al escucharlo. - Mamá te quiere papa, se siente triste cuando tú no estás. Se que llora, mamá intenta ocultarlo, pero sus ojitos lo delatan, me sonrie y abraza cuando me ve entrar a la habitacion, pero se que también te espera a tí - confiesa el niño - No duermes en la misma habitación, ustedes pelean, muy pocas veces duermes aquí - el niño se incorpora y apoya sus manitos en el rostro del alfa - No quiero que ustedes se separen, no quiero que mamá llore, no quiero que tu no le hables - el niño hizo un puchero con los labios - Por favor...vuelve a querer a mamá.
¿A tanto habían llegado? ¿Era tan obvio el dolor de la pareja que incluso un niño de cinco años se había dado cuenta? ¿Tanta era su indiferencia que su propil hijo veía que ya no se trataban con amor?
- Duerme pequeño - Aeron volvió a recostar a su hijo y lo arropó
No sabía que hacer, no sabía que responder, era su niño, su pequeña bestia quien le decía que su omega sufría, sabía que Luke jamás se mostraría débil ante nadie, pero que Eirian supiera lo triste que se sentía cuando él no estaba a su lado, dolía mil veces. Aeron dejó un beso en la frente de su hijo, antes de salir de la habitación y recostarse al lado de Lucien.
El alfa se mantuvo despierto por varios minutos, observando la espalda de su esposo, su respiración era tan tranquila que lo arrullaba en silencio, logrando dormirlo en poco tiempo.
«Por favor...vuelve a querer a mama»
- ¿Al Norte? - Pregunto angustiado, fue así que cuando tuvo toda la atención de la mesa, se encogió un poco, acomodando su postura - ¿Por qué debe ir al Norte? -Trato de sonar menos preocupado de lo debido, mirando directamente a Bernard, sin querer fijar sus ojos en Aeron, el cual estaba a su lado y lo miraba fijamente.
Pensó que ese día sería relativamente bueno, al despertar Aeron ya se encontró vestido y leyendo un libro no muy alejado de la cama, así que sus malestares no lo saludaron tan rápido como solían hacerlo cuando su esposo probablemente corría de sus aposentos al despertar, y ese día incluso lo espero para ir juntos al comer para el desayuno con Eirian, el niño estaba feliz de poder desayunar con sus papas, y aunque Aeron lo arrastró al comedor junto a los demás, no pudo quejarse, delante suyo estaba la comida que el cocinero preparó especialmente para él, supo que Amelia era la responsable de aquello cuando la mujer le sonrió.
Al tener a Aeron más cerca de lo habitual en el comedor pudo resistir sus náuseas al oler el resto de comida, así que pudo relajarse, hasta que la víbora de Bernard abrió la boca, anunciando que Theo llegaría mañana y que al siguiente día, Aeron y Liam lo acompañaran al Norte.
No pudo evitar reaccionar de una forma impropia, preocupado por lo mal que la pasaría al tener a Aeron tan lejos y durante un tiempo desconocido, Amelia y Grace se miraron en silencio, ambas compartiendo el mismo pensamiento.
- Los motivos no puedo decírtelo, deberás preguntarle al Consejo - la alegría en la voz de Bernard era mal disimulada, pues el hombre no podía ocultar la felicidad de tener a sus dos sobrinos lejos durante un tiempo, el tiempo suficiente para acabar con Lucien.
El norte era liderado por la casa Strong, quienes eran leales y amistosos con la casa Delroy, y si Theo, quien era el futuro señor de la casa Strong, obtenía el permiso de Lucien para casarse con Rosalie, pronto se volverían amigos de la casa Thorne. Luke estaba casi seguro que no irían por asuntos políticos que involucran en algún peligro, pero Aeron se iría en un mal momento, si estar alejado de su esposo durante algunas horas causaba un malestar grave a su bebé, no quería imaginarse que pasaría cuando no estuviera cerca suyo durante días.
Podría tener un aborto, Lucien quería llorar ante la sola idea de que aquello pasara.
- Bueno, creo que la bestia se irá por un largo tiempo, Lucien podrá respirar tranquilo - Liam rió con la mirada venenosa de su hermano sobre él, pero su diversión se fue cuando sintió que su madre apretaba su pierna debajo de la mesa, al verla, está niega nerviosa con la cabeza.
Rápidamente miró a su pequeño cuñado, quien estaba pálido y perdido en su mundo, se preocupo, claro que lo hizo, volvió a mirar a su madre, quien le dio una seña para que se callara, Liam sintió que se estaba perdiendo algo, así que se inclinó y le preguntó a Grace, su hermana solo menciono extrañas palabras que no pudo entender.
Sin duda se estaba perdiendo de un gran evento, apoyando sus brazos en la mesa y llevando sus manos hechas un solo puño a la boca, volvió a mirar a Lucien, juro que en cualquier momento el chico se iba a desmayar, algo extraño, la reacción del joven omega cada vez que Aeron se marchaba a un lugar, solía ser una sonrisa, aunque después tenía que esperar su regreso ansioso.
Cuando Lucien soltó una disculpa antes de pararse y prácticamente correr hacia la salida, Liam miro la reacción de su hermano, con ojos agudos el mayor noto que el menor no dejo de mirar a su esposo hasta que este desapareció, con los mismos ojos noto como su madre empezaba a moverse inquieta en su lugar, casi como si quisiera seguir a Lucien.
Una sonrisa de cuervo se formó en su rostro al entender una parte del secreto oculto.
Desde que se esforzaba por no ser un asco de ser humano, e intentar comunicarse con su nueva esposa, tenía mucho tiempo libre, el cual usaba para holgazanear, pero ese día no iba a escapar de sus responsabilidades de príncipe, fue directamente a la biblioteca, buscando a su pequeño cuñado, quien solía estudiar a solas y en silencio a esas horas del día.
Su sonrisa bajo cuando encontró a Lucien llorando, estaba parado frente a uno de los estantes, con un viejo libro abierto en sus manos, rápidamente se acercó al niño, Lucien lo miró, con ojos llenos de lágrimas y rostro pálido, el libro cayó al suelo cuando, buscando consuelo, Liam fue abrazado por el más joven.
Le devolvió el abrazo, dejando que se desahogará, Lucien se calmó al poco tiempo, comenzando a sentir vergüenza por su comportamiento y se alejó de su cuñado, quien lo ayudó a limpiar sus lágrimas antes de darle el espacio necesario.
- Lo siento - Su cabeza bajo, sintiéndose agotado y mareado, ni siquiera reaccionó cuando Liam se agacho para ver el libro que dejó caer, su mente se estaba perdiendo en la angustia, en su bebé.
- No te preocupes, debes sentirte triste, tu contrincante de peleas maritales se irá por un largo tiempo - Dijo burlón abriendo el libro pasando las hojas con curiosidad cuando dio con una muy interesante.
- No estoy triste - contraatacó
Estaba acostumbrado a los viajes de su alfa, pero esta vez era diferente, y aunque no le gustase, su vida y la de su hijo dependían de tener al platino cerca, incluso si no fuera por el bebe, Eirian también lo extrañaria.
- No, solo embarazado - Contestó Liam y miro a su cuñado, viendo como su cabeza giraba aterradoramente rápido al escucharlo, evidenció la página que estaba leyendo, donde se relataba las causas de un aborto en un embarazo, un embarazo de un omega varón- Ya que estas todo flacucho supongo que no tienes mucho tiempo, pero esto explica tus cambios tan raros de humor y tus males estomacales - Le devolvió el libro a su cuñado, quien no pudo decir ni una palabra - Aeron no lo sabe - Afirmó, estando seguro de aquello.
- No se lo digas, aun no estoy listo para decirle - Hablar por primera vez con Liam sobre su embarazo fue más fácil que con Amelia, supuso que era por la confianza que había desarrollado con su cuñado.
- Según la información que se tiene sobre los embarazos de omegas, el padre del bebé debe estar por lo mínimo 8 u 10 horas seguidas con la "mamá" gestante - Lucien cerró los ojos, lo mismo le había dicho su sanador, también lo había leído en los libros que ha estado leyendo desde que se enteró de su embarazo.
- Y si Aeron no está cerca de mí durante más de 10 horas, yo o el bebé podremos morir, o tal vez ambos, eso ya lo sé, Liam -Guardo el libro, sintiéndose un poco frustrado, no quería que nada le pasara a su bebé, pero aún se sintió inquieto sobre la reacción de Aeron.
- Y mi hermano se irá al Norte en dos días... Vaya, que complicado - Rodeo los hombros del más joven con uno de sus brazos, pegando sus cuerpos, Lucien lo miró con el ceño fruncido- No me mires así, no le diré nada a ese perro gruñón, seré como una tumba - Soltó los hombros de Lucien y sujetó su rostro, apretando deliberadamente sus mejillas para molestarlo - No quiero que te preocupes más, papi Liam te ayudará con tu enorme problema, Aeron Delroy no se librará tan fácilmente de su responsabilidad - Le dedico una sonrisa llena de diversión, Lucien solo pudo fruncir aún más el ceño, llegó a pensar que Liam posiblemente estaba borracho, pero ese no era el caso, su cuñado estaba muy lúcido.
Ahora que lo pensaba mejor, tener a un Liam borracho era menos peligroso.
Cuando Liam le dijo que lo ayudaría, nunca pensó que lo haría, incluso llegó a pensar que solo estaba disfrutando de su desgracia, después de todo no lo felicito por su embarazo o algo por el estilo, su cuñado nunca había sido muy filial, pero allí estaba, hablando con su el rey insistiendo en que Luke fuera al viaje.
Su suegro lo miró por un momento, su rostro tenía una mezcla entre duda y curiosidad, algo muy malo viniendo de James Delroy, no pudo escuchar lo que la reina le decía, sólo podía concentrarse en cómo Liam pasaba de ser un dragón, a ser una víbora astuta, mintiendo tan fácil que casi era admirable hasta cierto punto.
- No lo permito, Lucien no irá.
Luke volteo encontrándose con su esposo, Aeron parecía querer matar a Liam por haber sugerido tal cosa.
- No eres quien para decir que Lucien no puede ir - le recordó Liam, intentando no reírse por la cara de su hermanito.
- Soy su esposo, tengo todo el derecho de hablar por él.
Tal vez tenía razón, Aeron podría tener el derecho de tomar decisiones por Lucien al ser su esposo, pero no, no podía controlar al mismo Lucien, quien se paró en frente de Aeron, quedando a solo dos metros de su esposo, lo miro a la cara, sus ojos conectaron, el ceño fruncido del joven era una advertencia de lo que estaba a punto de pasar, y aunque a Aeron le encantaba que pasara, claro, sin admitirlo, aunque en su mente, no era propio de hacer con personas presentes, y ambos lo sabían, discutir en la sala del trono, en frente de sus mayores era algo que un príncipe nunca debía hacer.
Pero de nuevo, las reglas no aplicaban en Lucien, sabía que estaba mal, pero su lado rebelde, el lado que abofeteaba su cordialidad y buenos modales, tomó lugar.
- Iré al Norte con ustedes, el rey ya dijo que podía, no les estorbare, así que no se preocupen por mi, querido esposo, soy lo bastante grande para entender los problemas y sus consecuencias, y aun así voy - Ahora solo un metro de distancia los separaba, Aeron bajó un poco la cabeza para verlo y Lucien alzó un poco la cabeza para seguir hablando - Si no te gusta, no vayas, es tu problema - Al terminar de hablar, tomó un gran bocado de aire, aspirando el olor que Aeron emanaba, aquello le dio la suficiente seguridad para apartar la mirada y huir fuera del gran salón.
Todos lo vieron marcharse, nadie dijo nada durante un par de minutos, cada uno procesando lo que había pasado en sus diferentes formas, Liam no podía estar más orgulloso del pequeño que tenia como cuñado, Otto se sintió aun más amargo al ver que Aeron no controlaba a su pequeño esposo, Theo, quien había llegado a Ciudad de Bronce y había presenciado todo sintió que algo raro pasaba con Lucien.
Theo Strong y William Domhell se habían vuelto muy unidos al príncipe Lucien, los tres eran amigos y ambos altas lo cuidaban, como también cuidaban a las primas de este. Theo ya se había ganado la aprobación de Lucien, prácticamente era era parte de la familia, Theo solamente debía resolver sus problemas familiares y luego podría pedir la mano de Rosalie. Fue por la amistad, la confianza y el cariño que habían agarrado los tres que Theo sabía que algo andaba mal con Luke.
Theo se disculpó con los presentes en el Salón del trono y fue tras su hermano juramentado, su futuro primo politico.
- Explica que pasa, y no quiero que me digas, "no pasa nada" te conozco tanto como te conoces tú - Su tono le decía a Lucien que sus palabras no eran una orden, menos una amenaza, era la súplica de un hermano mayor. Theo jamás tuvo hermanos, era hijo único, en cambio Luke si tenía un hermano, pero Darren lo odiaba Theo y William tenían un año más que el omega.
- No puedo - Empezó a caminar por toda la habitación, yendo de un lado a otro, sacudiendo sus manos y negando con la cabeza, su pecho subía y bajaba a un ritmo no muy sano, sentía que sudaba frío, pero su interior ardía en angustia.
- Luke - Detuvo el andar de su hermanito, sujetando sus brazos, no apretó más de lo debido, pero para Lucien, su toque ardía - Si Aeron te está maltratando, solo dilo, te llevare conmigo al Norte, Eirian podrá ir contigo y nunca tendrás que ver a Aeron de nuevo.
Theo estaba muy preocupado por su hermanito de corazón.
Lucien se aterró de la simple idea de no volver a ver a Aeron.
- ¡NO! - Su grito asustó al mayor, quien lo soltó al pensar que lo había lastimado, pero Lucien no se molestó en explicarle su reacción, sus ojos empezaron a humedecerse y se odio por ser tan sensible.
Los dos amigos se miraron, uno confundido y el otro con miedo, pero Luke no tenía miedo de Theo, tenía miedo de que su esposo se fuese lejos y nunca volviera, trato de comparar ese miedo con el que le tenía al mismo Aeron muy en fondo, Lucien lo amaba, lo amaba mucho.
- Solo estoy enojado, Aeron piensa que puede controlarme, ese idiota, no lo hará, iré con ustedes y podre salir de este lugar, me hace falta - Su respuesta no convenció a Theo, pero el desespero de sus palabras hicieron que el mayor suspirara y se tragara sus preguntas.
Katherine incluso Eliza le habían ordenado no alterar a Lucien, el niño ya tenía suficiente con todos los problemas y dolor que cargaba, así que Katherine le pidió tener solo momentos buenos con él. Theo no necesitaba que se lo ordenaran, entre las personas que conocía, Lucien era con él que compartía un vínculo especial, solo quería lo mejor para él, pero justo por eso no podía evitar estar preocupado.
Juro a los dioses que si Aeron lastimaba a su hermanito, lo mataría, incluso si él moría en el intento, pero por ahora abrazo a Lucien, calmando sus nervios, auto convenciendo que nada raro pasaba, hasta el momento lo dejaría así, no iba a preguntar de más.
No pudieron pasar mucho tiempo juntos porque una criada llegó para mostrarle la habitación que Theo ocuparía por esa noche, no quería irse, pero Lucien le aseguro que estaría bien y que mañana pasarían toda la mañana juntos antes de empezar el viaje al norte.
Luke detuvo una mano en su vientre mientras miraba por la ventana, la oscuridad de la noche no dejaba ver mucho, pero en ese momento, él no quería ver nada en específico, su cabeza divagaba entre su bebé y el padre de este, Aeron era insufriblemente peligroso, Lucien tenía un conflicto con ello, pero sabía y entendía su devoción, y lealtad hacia su familia, podía decir que la vida de su hijo no corría peligro con Aeron a su lado, pero...
- Si no me amas, ¿Amarás a nuestro hijo? - Susurro su mayor preocupación, el motivo principal por el cual mantenía su boca cerrada, Aeron lo odiaba, o por lo menos eso le había dicho aquel día, su esposo le había dicho que le daba asco, que le daba asco su sangre.
Aeron Delroy cuidaría de su bebé, pero no estaba seguro si lo amaría, y el solo pensamiento de ello, provocaba un fuerte malestar en todo su cuerpo.
- Aeron... ¿Aun me amas?
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