Capítulo 63
Un mes, un maldito mes, un mes en donde había vuelto a Rothnia, en donde ya no se hablaba con su abuelo, en donde se había mantenido alejado de todo y de todos. Aeron vivía ignorándolo, poniéndolo siempre en último lugar, o vivía peleando con él, siempre eran discusiones verbales, nunca físicas, pero eran peores que una pelea a puño limpio, incluso el mismo Liam, que aun no sabía lidiar con su esposa, tuvo que detenerlos en varias ocasiones, y con este formó una relación extraña pero más fuerte, no sabía si era por la monotonía de verlo todos los días o porque su cuñado ya no lo molestaba como antes, pero había un poco de consuelo cuando los dos charlaban de cualquier cosa durante las cenas o cuando se encontraban por casualidad, por lo menos no tenía que lidiar con los dos hermanos al mismo tiempo.
Evitaba en todo momento a Bernard, Verner, a su padre, a su madrastra incluso a Killian, la mano del rey no lo quería, y Luke lo sabía, mientras que su tío abuelo y el sobrinos de la reina no eran de confianza, no para su seguridad, o al menos así él lo veía, su abuelo casi siempre estaba ausente, y no era como si pudiera ir corriendo hacia él para pedir ayuda, después de todo fue el mismo Byron quien lo condenó a esa vida, su suegra, bueno, era complicado, Ameliq parecía sentir lástima por él, pero era igual de cariñosa, aunque un poco dura y distante como siempre, la única persona que podía traerle felicidad a sus días era Grace, los hijos de esta y sobre todo su dulce niño. Grace y su hijo siempre eran su primera opción cuando quería esconderse de todos, la joven siempre tenía sus aposentos preparados para esconderlo y negarle su paradero a cualquiera que preguntara. Al igual que su hijo, quien le traía cada tipo de flores y galletas o panecillos que sacaba de la cocina, quien lo llenaba de besos y abrazos.
Durante todo ese mes, Lucien estaba lleno de varios malestares y cambios horribles de humor, había veces en las que volvía loca a su doncella, Leysa a veces no sabía que hacer con él. Sus mañanas desde que comenzó su embarazo era la parte más reconfortante entre sus malestares diarios, antes pensaba que el motivo era porque durante toda la noche podía descansar de los mareos y vómitos, pero ahora sabía que era gracias a su esposo, la simple cercanía de Aeron aliviaba sus malestares, y el único momento en donde podían estar cerca uno del otro sin miradas agrias o comentarios hirientes, es cuando duermen obligatoriamente en la misma cama, aunque siempre lo hagan espalda contra espalda, aparte de que el mueble era lo suficiente grande para no tener que tocarse, era suficiente para Lucien pudiera tener la dosis suficiente de su esposo.
Pero el resto del día era una tortura y una silenciosa, ya que solo él, Leysa y el sanador sabían sobre su embarazo, por este motivo ya no cenaba junto a los demás, lo hacía en sus aposentos o en la cocina, las criadas y cocineros eran amables con él, después de todo seguía siendo un príncipe, el nieto del señor de las mareas y el esposo del príncipe albino, así que incluso le daban un menú diferente, engañados al creer que el joven tenía malestares estomacales, servían comida que lo nutrieran y no le provocaran nauseas, en varias ocasiones Liam o la reina le preguntaban de su ausencia en el comedor, pero el más joven nunca respondía, cambiaba de tema y se escapaba de la conversación.
Le sorprendió que Aeron también cuestionara su reciente elección de dónde comer, pero como siempre, hablar con él era difícil, por lo que tuvieron otra pelea, en ese momento Lucien se dio cuenta que incluso si estaban discutiendo, tener a Aeron concentrado en él lograba que su salud mejorará, los mareos y debilidad física se esfumaron cuando el más alto se acercaba para encararlo, molesto por la actitud de su pequeño esposo.
Y eso era otro factor que había estado ignorando hasta ese momento, la estatura de su esposo, Aeron era el más alto de sus hermanos a pesar de ser el menor, y él, Lucien con tan solo 17 años si apenas pasaba a su tia por unos centímetros, cuando Aeron se acercaba mucho, siempre tenía que alzar la cabeza para escupir sus insultos, y eso lo irritaba mucho.
- ¡Si te vas a acercar tanto consígueme un banco, estoy harto de alzar la cabeza cada vez que te insulto, bastardo sin corazón! - grito furioso el omega
No pudo evitarlo, había gritado su frustración, quizás fue el cansancio de los años, tal vez estaba muy molesto por haber vomitado su comida a pesar de que fuese liviana, aunque de seguro su embarazo tenía la culpa, las cosas más simples lo irritaba y cuando un malestar personal aparece no puede controlar su enojo.
Aeron se quedó en su sitio, perplejo por el cambio tan radical de tema, se supone que estaban discutiendo porque el menor se negaba a comer con los demás, aquello nunca había sido un problema, desde su lugar en la mesa, siempre miraba a su esposo susurrando con Grace, o compartiendo bromas internas con Liam, incluso mantenía charlas animadas con su nueva cuñada, Alyssa, pero ahora Lucien se estaba apartando de aquello, pero ahora le gritaba por sus diferencias de altura.
- ¿Que?
No supo qué contestar, ni siquiera devolvió el insulto, insinuando que el bastardo era el propio Lucien, solo pudo ver como Lucien le gruñía antes de salir de la habitación, posiblemente se quiso ver amenazante, pero ante la perspectiva de Aeron, sólo era un ratoncito enojado.
Aquella vez no había sido el único momento extraño que Lucien tenía, con los años el chico se había vuelto más feroz, no se escondía cuando lo veía, o no parecía querer correr cuando peleaban, el tiempo que estuvieron alejados habían sido suficientes para que el pequeño Thorne mostrará sus colmillos y escupiera fuego como el dragón que era, llegó hasta un punto en donde siempre tenía la última palabra, pero desde hace más de un mes se había vuelto peor.
Siempre estaba enfermo, rostro pálido y su humor llegaba por los 7 infiernos, parecía una bestia a punto de encajar los dientes en la primera alma en desgracia que se atreviera a tan siquiera mirarlo mal.
En una ocasión casi le clava un tenedor a su tio, Bernard, cuando este no se midió al hablar de la familia Thorne, en presencia de Lucien, Aeron noto las homicidas intenciones de su esposo y sujetó la mano que sostenía su tenedor, su madre había aliviado el ambiente, pidiendo a Bernard que dejara de hablar.
Liam había mencionado que Lucien vomitaba todo lo que comía, pero cuando le pregunto, su cuñado solo le dijo que se sentía mal del estómago y que ya había ido con un sanador, Aeron se sintió inquieto, lo que pasaba con su esposo no era normal.
Una palabra pasaba por su cabeza, pero no quiso pensar en ella, le aterraba la sola idea de tan siquiera hubiera alguna sospecha de ella.
Lucien ya estaba demasiado amargado con su matrimonio para que también tuviera que lidiar con un embarazo, más con un hijo de él, además aún no estaba dispuesto a perdonar.
- ¿En serio dijo eso? - Aeron asintió ante la pregunta de su hermano, bebiendo de su copa para alejar los pensamientos caóticos de su cabeza, a su lado, Liam se río, divertido con la situación marital de su hermano menor.
Pocas veces iba con Liam para desahogarse por una pelea con Lucien, podía contar las veces que había sucedido con una mano, pero el comportamiento de su esposo lo tenía demasiado intranquilo, y su hermano, quien se había vuelto cercano a Lucien, le daba buenos consejos, algo increíble, pero cierto.
- El pequeño cuñado es muy divertido, y también muy lindo por tener ese complejo. -Palmeo el hombro de su hermano mientras hablaba, mostrando una enorme sonrisa- Pero tienes razón en estar preocupado, ha estado muy extraño últimamente, y empeoró cuando el sanador lo fue a ver, parece preocupado y ansioso. -Apoyó su brazo en la mesa, acunando su rostro en una palma abierta, Aeron noto la preocupación en su mirada, si no conociera a su hermano pensaría que se había enamorado de su esposo.
Aunque se necesitaba más que un simple flechazo para que Liam Delroy cambiase como lo había hecho, no sabía qué bicho había picado a su hermano para que se volviera tan... decente.
- ¿Conoces al sanador que lo vio? -Decidió ignorar la duda que entró repentinamente en su cabeza, Liam negó eufóricamente con la cabeza ante su pregunta y volviendo a tener una sonrisa divertida en su rostro, codeo al más alto - ¿Que? - Escupió la palabra con enojo, algo que solo provocó que la sonrisa de su hermano se agrandará.
- Siempre he pensado que es extraño como ustedes dos, en 3 años de matrimonio, no se haya divorciado, siempre se pelean y se reconcilian, será que el sexo es bueno -Dejó de apoyarse en su brazo, para alzar sus manos y unir sus dedos índices, mostrando una expresión de picardía, Aeron las manoteó, frunciendo el ceño.
- Yo no diría lo mismo de ti y Alyssa, llevan casados ya un mes y el sanador junto con la Corte hablan sobre la ausencia de un bebé en el vientre de la cuñada - Estaba evadiendo el tema, más porque no quería decirle a su hermano, que el sexo con su omega si era bueno, pero que anhelaba a Lucien desde que había vuelto.
Pensar en eso le daba dolor de cabeza.
- Mi matrimonio con Alyssa es muy diferente. - Aeron no lo veía diferente, las dos parejas fueron unidas por el deber y no se querían, bueno el si quería a Lucien, pero ya no sabi que hacer, quizás lo único diferente que tendrán era que Liam y Alyssa nunca peleaban, era imposible que los dos llegarán a gritarse o enfrentarse - ¿Quieres saber la diferencia? - Dejó su copa en la mesa y con la expresión más sería que tenía hablo- Yo no veo a Alyssa como una mujer, para mi sigue siendo una extraña, y estamos muy bien fingiendo un matrimonio político, cumplimos con nuestro deber, nos casamos eso ya es suficiente -Hizo una pausa antes de seguir hablando, formando una pequeña sonrisa y mirando a su hermano a los ojos - Pero no me cambies de tema, además ¿Cuándo fue la primera vez que tú y Lucerys pensaron en fingir un buen matrimonio? -La mente de Aeron quedó en blanco.
- Nunca. -Los dos se evitaban, peleaban y las miradas de desprecio nunca faltaban, para nadie era un secreto que ya no estaban bien y felices estando casados.
- ¿Cuándo fue la última vez que tuviste el impulso de besarlo? -Su hermanito era un guerrero, un hombre frío y cruel que en batalla era peor que su instinto asesino, pero seguía siendo su hermanito, para Liam, la mirada de Aeron siempre reflejaba lo que sentía, así que volvió a ensanchar su sonrisa al ver que la pregunta provocó más caos en su mente.
La última vez que pensó en saltar sobre su esposo y callarlo con un beso, fue precisamente hace unas horas, cuando Lucien alegaba entre insultos indirectos que Aeron no era nadie para decirle en dónde comer, verlo de aquella forma siempre movía algo dentro de Aeron, cada vez que aquello pasaba corría al campo de entrenamiento, aliviando su tensión y pensamientos imprudentes.
Así que esa era la diferente entre ellos, Liam y Alyssa sabían fingir que eran un matrimonio estable, no peleaban o trataban de herirse mutuamente, en cambio, ellos, Aeron y Lucien, no fingían, todo estaba mal entre ellos, demostraban su desprecio por el otro, y en cualquier oportunidad empezaban una discusión, en una ocasión lo hicieron delante del rey, muchas veces delante de sus familias o personas importantes.
- El día que se besen y te lo folles en medio del pasillo, no me va a sorprender, incluso lo voy a celebrar. -Escucho una carcajada y después sintió como su hermano mayor se iba, dejándolo solo, sumergido en sus desgracias.
Era cierto lo que decían de Oriente, en épocas de invierno la nieve caía, y era tan blanca como la leche, la brisa a pesar de ser fría era algo que le gustaba mucho, le gustaba sentir como la brisa del viento azotaba su cabello.
- Su Alteza - Alyssa volteo a mirar a su doncella y le sonrio - El príncipe Lucien viene a verla - Alyssa miro detrás de su doncella y se encontró con su nuevo concuñado.
- Su Alteza - Alyssa intento hacer una reverencia pero el niño nego.
- Eres la esposa de Liam, eres la princesa heredera, no puedes inclinarte ante nadie, solo ante tus Reyes y padres - Luke le sonrio y se acercó a ella. - Hace frío aquí, Alys ¿porque no entramos?
- Me gusta el frío, me gusta ver la nieve caer y sentir la brisa - Luke le sonrio.
- Compartimos el mismo gusto entonces - Alyssa le sonrio.
Desde que se había casado con Liam, además de permanecer todo el día en sus aposentos, saliendo únicamente al jardin, y cenando con la familia, Lucien y Grace se habían vuelto una gran compañia para ella, su cuñada era tímida, dulce y risueña, no le gustaba el contacto físico, tampoco los gritos, mucho menos los ruidos fuertes. Muy pero muy pocas veces que incluso no era necesario enumerarlas la había escuchado gritar. Su cuñada la trata bien, le daba consejos de como podría acostumbrarse a estar en un nuevo entorno, incluso le había dicho que podía ir en busca de su compañía cuando veces quiera. Por otro lado, su cuñado, Lucien era muy animado, siempre lograba sacarle una sonrisa, también la animaba a salir de su habitación, a recorrer la ciudad y los barrios. La joven estaba sorprendida de toda la gente que le sonreía al príncipe, la gente que le agradecía. Incluso hubo muchos que le sonrieron a ella.
- Alys - la joven salió de sus pensamientos y lo miro. - ¿Lo has oído? - La joven mordió su labio y asintió.
No hacia falta que el príncipe especificara que era exactamente que había oido, pues los rumores corren rápido.
- No debes hacer caso a los rumores por falta de un bebé - le aconsejó - tranquila, será difícil, lo se. Pero podrás superarlo
- ¿Tu...?
- Si, cuando me casé con Aeron, paso exactamente lo mismo, todos cuestionaron sobre la falta de un cachorro - él sonrió triste - fue dificil, muy difícil - admitió
- Pero, Aeron te ama y tu a él. - Luke negó.
- Nosotros también nos casamos por obligación, al príncipio queríamos matarnos unos a otros, pero después, nos dimos cuenta que nos amabamos. Solo que las cosas cambian, Alys. No todo lo que hablan o dicen es verdad, hay más cosas de las que uno cree saber - Alyssa vio el dolor en los ojos del niño. Ella creía que las miradas reflejaban el alma y podía ver al niño dolio.
Fuerte por fuera, roto por dentro.
- ¡Mama! - Ambos giraron hacia la pequeña voz, Eirian se acercó corriendo hacia su madre y se abrazo a su torso.
- Mi dulce niño - Luke acarició el cabello de su hijo y se agachó un poco besar su cabecita.
Eirian miro a la mujer que hablaba con su madre y le sonrio, Alyssa le devolvió la sonrisa y se sorprendió cuando el niño se acercó a ella y le hizo una seña para que se inclinara.
- Eres bonita - confeso el niño y dejó un beso en la mejilla de su nueva tía.
- ¡Eirian! - exclamó Lucien intentando ocultar su sonrisa - Niño pícaro, es la esposa de tu tío, así que ella es tu tía - El niño hizo un mohin al escuchar a su madre.
- Pero ella es linda - dijo el niño alargando la A - además el tío Liam no está con ella, no puede dejar a una mujer como ella.
- ¡Eirian! - exclamó Lucien y el niño río antes de irse corriendo
- ¡Me casare con ella si el tío no la quiere! - Luke negó al escuchar el grito de su hijo, Alyssa río al escuchar al niño y Luke le sonrio.
- Perdonalo Alys, es un niño muy pícaro.
- No te preocupes, Luke. - Ella le sonrio, Lucien le devolvió la sonrisa pero su sonrisa se desvaneció un poco cuando miro detrás de la joven.
Alyssa se volteo un poco mirando en la misma dirección que el niño y se encontró con su esposo y su cuñado, Aeron solo miro a su esposo y se retiró, Luke fruncio el ceño.
- Debo irme, cuidate - Luke dejó un beso en la mejilla de la joven y se fue.
Alys volvió a mirar a su esposo, Liam suspiro antes de acercarse a su esposa, quien retrocedió ante su esposo, Alyssa no estaba acostumbrada a que Liam se le acercara, pues el siempre la ignoraba y solo se veian en las cenas, pero tampoco era que hablaban.
- Mi príncipe - Alyssa hizo una reverencia cuando Liam estuvo lo suficientemente cerca.
- ¿Mi príncipe? - pregunto Liam - ¿Acaso te avergüenza llamarme "esposo" querida? - Alyssa trago en seco al escuchar el tono de voz del alfa.
- No...no es eso. Es que...- la joven no pudo continuar su oración al ver que Liam se acercaba peligrosamente a ella.
- Hace frío, esposa - Liam acomodo el abrigo de la joven - No quiero que después me acusen de tratarte mal - el príncipe heredero agarro el rostro de la joven y sonrio. - Cuidate, querida.
Alyssa solto todo el aire que tenía retenido en sus pulmones cuando Liam se alejo de ella.
- ¡Hoy tenemos una cena importante, no lleges tarde! - grito el alfa antes de irse.
- Maldito idiota - murmuro la joven escuchando las risas de sus sirvientas detras.
Al príncipe heredero le gustaba jugar con su esposa y hacerla pasar por un mal rato, era algo que estaba comenzando a disfrutar. Pero...¿Realmente quería humillarla? ¿O tal vez quiere su atención?
Ir al establo, o al refugio de los caballos siempre lo calmaba, después de la discusión con Aeron y que este lo ignorara, pidió un carruaje y fue hacia el lugar en donde los caballos descansaban, aquello solía hacerlo a menudo, por lo que fue algo normal cuando los cuidadores lo vieron llegar, incluso lo saludaron de una forma menos formal, Lucien les dedico una pequeña sonrisa, ocultando sus náuseas por el viaje, un cuidador lo acompañó hacia donde se encontraba Syera, desde que se enteró de su embarazo no la había visitado.
La yegua se emocionó al verlo, Lucien solía pensar que al caballo le sobraba lo que a él le faltaba, durante los últimos 3 años el humor de Syera se elevó, siempre parecía feliz cuando la visitaba, ignoraba a todos para centrarse en su jinete, sacandole una que otra carcajada a sus peores días, cuando se sentía demasiado sofocado lo sacaba a pasear, no muy lejos de la ciudad, pero lo suficiente para sentirse un poco libre.
Ahora, viendo como Syera acurrucaba su cabeza en su abdomen, Lucien se sintió un poco tonto al haber tenido que pasar un mes para darse cuenta de su estado, durante ese tiempo el caballo siempre hacía aquello cada vez que se saludaban y despedían, incluso lo hicieron otros caballos en su estadía en Edoril.
- Tú ya sabías sobre el bebé - Hablo en un susurro, acariciando el pelaje blanco de su compañera, está sacudió la cabeza, en señal de afirmación, Lucien río, sintiendo un poco de alivio de poder hablar sobre el tema con alguien que no sea su sanador, quien solo habla de su salud y la de su hijo, aunque claro, Syera solo puede escucharlo, pero es mejor que nada- Por ahora es un secreto - Llevo una de sus dedos a sus labios, sonriendo cuando Syera soltó un relincho suave.
El momento que compartía con su caballo fue interrumpido por otro, Syera alzó la cabeza al ver al enorme caballo acercarse, pero no se mostró amenazado, Lucien presenció como su compañera saltaba hacia Tormento y soltaban varios sonidos suaves, el caballo de su esposo bajó su cabeza para mirar a Syera y soltar un soplido, sea cual sea la conversación que estuvieran teniendo parecía que Tormento estaba harto de escucharla.
Se había encontrado muchas veces con el enorme caballo, que era más grande que Syera, en sus visitas al lugar, incluso se topó con el mismo Aeron, volviendo de un lugar o simplemente pasando tiempo con su caballo, este nunca le prestaba mucha atención, Tormento solía ignorar al resto de la humanidad y dragones, el único que podía tener su completa atención era su jinete, Aeron Delroy.
Pero ahora el estaba allí, por su propia voluntad se acercó a Lucien, los cuidadores se habían marchado por su petición, por lo que estaba solo con ambos caballos, aún así no sentía miedo, por algún motivo sentía que Tormento no lo lastimaría, aparte Syera se veía muy cómoda junto al caballo más grande, solo se quedo quieto mirando con atención y un poco de sorpresa cuando la enorme bestia hizo lo mismo que Syera momento atrás, solo que por su tamaño, pegaba todo el costado de su cabeza en el joven.
Lucien sintió sus ojos humedecerse y sin pensarlo llevó una mano hacia Tormento, acariciando su pelaje negro mientras este cerraba los ojos, con un mes y medio de embarazo incluso Tormento sintió a su hijo, sintió que era producto de su jinete, una parte de Aeron que crecía dentro de él.
Tormento lo aceptaba como compañero de Aeron, y aceptaba a su hijo como su descendencia, solo pudo llorar por ello, no sabía si era por la emoción de tener a otro caballo dándole una especie de abrazo o era porque dentro suyo, que una parte de Aeron lo aceptara, lo consolaba de cierta forma.
- Gracias -Pronuncio mientras Tormento se alejaba, limpiando su rostro le mostró una enorme sonrisa al dragón, Syera a su lado soltó un relincho más fuerte de lo normal.
Llevo una mano a su vientre plano, sintiéndose protegido por los dos caballos, sus chillidos no lo habían asustado, en cambio, tranquilizaba una parte inquieta en su interior, esa parte que le decía que debía temer por la vida de su hijo, y no quería sentirse así, deseaba correr hacia la fortaleza, buscar a Aeron y gritarle que estaba embarazado, exigiendo su protección y atención, pero no lo haría.
No le rogaría a su esposo, su orgullo se lo impedía, aparte aun le tenia miedo a Aeron, puede que ya fuese lo suficientemente valiente para encararlo en una pelea, pero Aeron DelRoy era un hombre que no podías leer fácilmente, además por más que Luke lo amara, aun existía odio entre ellos, después de todo lo que se dijieron y enteraron.
¿Como podrían perdonar tan fácil? ¿Como podrían olvidar de un día para otro?
Pensando en ello, y aunque tenía la protección de dos criaturas, se sentía solo y débil.
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