Capítulo 62

- ¡Si! ¡Volvimos! ¡Volvimos! - Leysa soltó una suave risa al ver la emoción en el rostro del niño.

Eirian casi saltaba de alegría al ver que se aproximaban a la fortaleza, sino fuera porque Leysa sostenía al niño entre sus piernas, al niño le gustaba estar en los brazos de todos sin importar si tenía cinco años.

- Mami, volvimos - Eirian le sonrio a su madre pero lo que el niño no noto, fue que su madre no sonreía ni mucho menos lo escuchaba.

Leysa miro a Lucien, el niño estaba perdido en sus pensamientos mirado a través de la ventana del carruaje con una mano sobre su vientre plano. Ella sabía que volver a Ciudad de Bronce lo había afectado, sobre todo estando en embarazado del que es su esposo pero que también es hijo del hombre que estuvo casado con su madre.

- Alteza - Leysa lo llamó suavemente pero Lucien seguia en sus pensamientos.

Lucien tenía una mano en su vientre dando leves y muy pequeñas caricias, las palabras del sanador antes de viajar resonaban en su cabeza una y otra vez.

«- Usted no puede permanecer mucho tiempo lejos, Alteza.»

«- ¿A que se refiere sanador?»

«- Usted es un omega, pero no es cualquier omega alteza. Usted ya sufrió dos abortos espontáneos, e incluso cuando quedó en cinta y tenía cinco meses, lamentablemente lo perdió y su útero....»

«- Quedó dañado - término el niño jugando con sus manos nerviosamente.»

«- Así es alteza, así que este embarazo es algo riesgoso, no tanto como para preocuparlo, pero lo es. Usted, debe estar cerca del padre del bebé, necesita su calor, mi principe.»

«- ¿Porque? Estoy perfectamente bien...»

«- Por ahora, pero no debe jugar con su suerte o de lo contrario comenzara a sentir dolor, alteza. Cuando sea demasiado tarde. Usted puede perder a ese bebé si no comienza a permanecer al menos diez u ocho horas cerca del padre»

¿Que es peor que tener la semilla de tu enemigo creciendo en tu vientre?

Amar.

Eso era lo peor, lo peor era que Lucien amaba a su supuesto "enemigo", lo peor era que anhelaba una familia con Aeron, incluso estaba feliz en el fondo de tener por fin un bebé con Aeron. Pero había algo que aterrada al niño; la reacción de su esposo.

La verdad era que Lucien se sentía más aterrado por la reacción de Aeron hacia su embarazo, que su propia salud y los graves problemas que podria traerle el embarazo.

- Alteza, alteza - Lucien movió suavemente su cabeza a ambos lados para mirar a su doncella, Leysa le sonrio - Hemos llegado alteza. - luke le dio una pequeña sonrisa a su dama.

- Anunciando la llegada del príncipe Lucien Delroy, futuro señor de las mareas, en compañia de su hijo y heredero, el príncipe Eirian Delroy.

El primero en bajar del carruaje entusiasmado fue Eirian, el niño ni siquiera espero a que el sirviente terminara de anunciarlos que salió rápidamente del carruaje.

- ¡Eirian! - Luke escucho el grito de los gemelos y sonrió, le alegraba que su niño se llevará bien con sus sobrinos.

La segunda persona en bajar fue leysa, quien dio un rápido vistazo a su alrededor, pero la joven se sintió un poco decepcionada al encontrar a la persona que esperaba. Lucien fue la tercera y última persona en bajar, el omega imitó el acto de su doncella al ver a su alrededor y a pesar de que se sentía triste al no ver a la persona que su corazón anhela, pero sonrió un poco al ver a Grace acercarse mientras la pequeña Bella estaba sujeta de su madre, caminando a pasos cortos y un poco torpes.

La princesa fruncio un poco el ceño al ver la mano del omega en su vientre plano, al ver como bajaba despacio las escaleras que lo ayudaban a bajar del carruaje y como se apoyaba en su doncella que estaba atenta de cada movimiento.

- ¡Tio luke! - los gemelos se acercaron corriendo al ver al omega bajar del carruaje.

- Oh, mis gemelos favoritos- luke dejó un beso en la cabeza de los gemelos.

- Luke - el niño levanto la mirada y se encontró con su cuñada.

- Grace - la joven se acercó a él y lo abrazo, el niño se aferró a su cuñada.

- Me alegra que estés de regreso - ella se separó un poco de él, Luke le sonrio.

- Has visto a...? - Lucien se mordió el labio.

- ¿Mi hermano? - pregunto ella y luke asintió. - No le he visto hace tres días, no de donde está, lo siento - el solo asintió, ambos caminaron hacia la fortaleza, los niños iban delante de ellos corriendo hacia la fortaleza.

Luke sintió un dolor en su estómago, necesitaba ver a su esposo, al menos estar cerca un poco. Cuando entraron a la fortaleza se encontraron con muchos sirvientes llendo de un lado a otro, de aquí para allá; telas, candelabros, jarrones con flores, lugares para la Orquesta.

- La boda de Liam es mañana - le recordó Grace

- ¿Ella ya vino? - la princesa asintió.

- Aun no he tenido la oportunidad de conocerla, pero los sirvientes dicen que es bonita y tímida. He escuchado que no ha hablado con nadie de nuestra familia hasta ahora. Puedes ir a verla si quieres, sus aposentos están al lado de los de Liam - Luke asintió y Grace le sonrio.

Tal vez hablar con su futura concuñada sería bueno, Luke dejó un beso en la mejilla de Grace, antes de ir hacia sus aposentos, primero debía cambiarse, luego debía hablar con el sanador Atkins, sabía que el sanador no lo delatara, pues Arwen y el sanador Atkins siempre lo habían protegido y habían sido sus médicos de confianza, ambos le eran leales.

- ¿Se siente mejor? - Luke miro a su doncella, estaba seguro que la joven estaba agotada de estar cuidandolo.

- Lo estoy, dulce flor. ¿Tú estas bien? - pregunto Lucien y ella lo miro confundida

- ¿Por que no estaría bien? - Luke detuvo sus pasos y sostuvo las manos de su doncella entre las suyas.

- Vi como te decepcionaste cuando bajamos, se que lo esperabas y lo lamento, por mi culpa, por haber peleado con mi esposo, tu no has visto a Linus - Leysa negó con una sonrisa - Además se que te has preocupado mucho por Eirian y por mi, de seguro que estas agotada - él le sonrio a su doncella y ella hizo lo mismo.

Si había algo que los sirvientes le envídiaban a la joven, era el cariño que el principe Lucien le tenía a su sirvienta. Leysa era vestido con los vestidos dignos de una princesa, tenía privilegios otorgados por el principe que muchos querían; ella podía hablar tranquilamente con él, decirle las cosas y permanecer a su lado, ella podía disfrutar de una comida excelente si lo pedía, incluso hubo una vez en donde el omega le había ofrecido una sirvienta, pero ella se rehusó diciendo que ella no lo necesitaba.

Leysa era la envidia de muchas mujeres, sobre todo porque la joven tenía en la Palma de su mano a la mano derecha del principe Aeron, Linus.

Para Lucien, leysa era su hermana, su confidente y su mejor amiga. Para Aeron, leysa era su amiga y su hermana. Para Linus, leysa era su confidente, su compañera y el amor de su vida.

- Yo estoy bien, no debe preocuparse por mi - Luke rodo los ojos al escucharla - Habló en serio, Lucien - el príncipe sonrió cuando escucho la manera informal de la joven

- Esa es la Leysa que conozco - Ella sonrió, y Leysa lo ayudó a seguir caminando hacia sus aposentos.

Lucien se detuvo cuando vio que su doncella miraba al frente y se tensaban, el omega siguió su mirada y muchas sensaciones llegaron a su pecho.

Ahí estaba él, con su cabello platinado suelto, con aquel parche tedioso que a Luke jamás le gusto, cubriendo la cicatriz de su ojo, estaba vestido de negro y rojo, con tonos dorados. Lucien noto el sudor en la frente de su esposo, y la mirada de sorpresa al verlo.

Ambos caminaron, era como si una fuerza los atraia, como el imán al metal. Ninguno apartó la mirada del otro, no hasta que estuvieron lo suficientemente cerca, pero ambos estaban tomando caminos diferentes. Uno tomaba el camino de la izquierda, el otro el de la derecha.

Fue un entonces cuando ocurrió un roze, solo fue un simple roze de manos. Sus corazones anhelaban al otro, al igual que sus cuerpos y labios.

Ambos detuvieron un andar a dos pasos alejados del otro.

- Aeron... - llamó el omega pero el alfa no retrocedió ni mucho menos lo miro.

- Bienvenido, príncipe Lucien. - el omega mordió su labio ante las palabras frías y cortantes de su esposo.

El alfa siguió su camino llevandose con él, el corazón del niño. El amor de su vida lo había ignorado, el padre de sus hijos se estaba yendo.

Luke hizo una mueca de dolor al sentir una puntada en la parte baja de su vientre.

- Mi príncipe ¿Se encuentra bien? - Leysa miro preocupada a Luke, el niño solo negó, las palabras no salían de su boca.

Leysa se apresuró a llevar al niño a sus aposentos, aunque mientras el niño sufría, Leysa pudo notar como el Albino quien no había estado lo suficientemente lejos cuando al príncipe le agarro dolor, se habia girado y lo había mirado. Pero el alfa no se acercó, solo se quedó quiero.

Cuando entraron a los aposentos del príncipe, Leysa lo recosto en la cama viendo las muecas de dolor que hacia el príncipe.

Lucien gime de dolor al ver que el dolor se hace más fuerte.

- ¡Llama al sanador Atkins! - exclamó el niño con lágrimas en sus ojos al ver la mancha de sangre en las sabanas.

La joven se apresuró a ir rápidamente hacia la puerta de la habitación pero antes de irse escucho al príncipe suplicarle.

- Leysa, por favor nada de esto a nadie - Luke cerro sus ojos ante el dolor - Aeron no puede saberlo ¡nadie puede! -exclamó - llama al sanador, dile que lo necesito, nada más.

La joven asintió y salió de la habitación rápidamente. En su camino en busca del sanador Atkins, Leysa se chocó con el principe albino.

- Discúlpeme atlteza, tengo prisa - Aeron intento detener a la joven pero no pudo, ella ya se había ido corriendo..

Hubo impulso o tal vez no, pero hubo algo que llevo al príncipe impulso hacia los aposentos que compartía con su esposo.

Aeron extendió su mano hacia la manija de la puerta, pero se detuvo al oir los llantos de su esposo, al oir sus lamentos y escuchar como le pedía a los dioses que por favor no permitieran que ocurra. Pero el alfa no sabía que era lo que temia el omega.

- Lo siento Luke. Lo siento mucho.

Grace miro a través de la ventana del carruaje la mansión de la casa Thorne. La joven princesa mordió su labio antes de bajar del carruaje con ayuda de Sir Henrik

- ¿Esta segura de querer entrar? - la princesa miro a su caballero y le sonrió.

- Lo estoy, no debes de preocuparte por mi. Además estarás a mi lado ¿No? - él asintió y ella sonrió aún más.

Grace suspiro antes de entrar a la mansión Thorne, siendo escoltada y acompañada por su caballero.

Una sirvienta de la mansión miro de pies a cabeza a la princesa e hizo una mueca, Henrik estaba por enfrentar a la sirvienta por la falta de respeto hacia la princesa pero una mirada de Grace fue suficiente para que ella no avanzara.

- Bienvenida alteza - la joven hizo una reverencia con frustración. Había un notable todo de desagrado en la voz de la sirvienta.

- Necesito hablar con Lady Amara - ordenó la princesa y la sirvienta sonrió falsamente antes de guiarla hacia la Sala.

Grace jamás había tenido una buena relación con las sirvientas de la casa de su esposo, pues la mayoría de ellas habían estado con su espso, tal vez antes de que se casaran o capaz durante su matrimonio. Además a la princesa tampoco le gustaba comunicarse con ellas, pues siempre la miraba mal.

Cuando llegaron a la Sala donde se encontraba su suegra a la princesa no le sorprendió ver a la amante de su esposo hablando animadamente con aquella mujer.

- Lady Amara - Grace sonrió forzadamente.

La amante de su esposo, Daphne, la miro sorprendida, no esperaba que la princesa llegará a la mansión Thorne. En cambio Lady Amara, miro a su nuera y le sonrió. Tal vez Grace no era la mujer que quería para su hijo, pero era la segunda en la línea de sucesión del trono de Reyes.

- Oh, nuera mia - Amara le sonrió - Ven siéntate a mi lado - Amara señalo el lugar al lado de ella, Grace se acercó y tomó asiento a su lado.

Daphne, sintió celos de la princesa de cabello negro y ojos azules, pues ella estaba sentada en uno de los cuatro asientos que habían en la Sala, en cambio la princesa estaba sentada en uno de los dos asientos principales. No le parecía correcto.

- Princesa - Daphne se puso de pie e hizo una reverencia.

- No hace falta, estas embarazada - Daphne se sorprendió al escuchar a la mujer, pero le sorprendió más ver la manera tranquila en la que se lo decía. - Porque estas embarazada ¿no es así? - Daphne mordió su labio.

- No te enojes con ella, Grace. La pobre cometió un error

- ¿Si cometió un error porque no bebé el té de lirios? - Amara miro sorprendida a su nuera, Daphne la miro con cada de horror.

El te de lirio era peligroso, más para las mujeres embarazadas, beber te de lirio aseguraba un aborto. Ella lo sabía, claro que lo sabía, la habían hecho beber te de lirio el día en que perdió a su bebé, el día en el que se enteró que su esposo la engañaba, en ese entonces ella no sabía los efectos del te de lirio, no hasta que después de perder al bebé, el sanador descubrio la razón.

- Grace....

- Entonces no fue un error, fue planeado, tu embarazo. No pudo ser un error, si fuera un error y lo lamentaras, estarías de acuerdo en tomar el te de lirios, pero como me miras horrorizada, se que quieres a ese bebé, no se si como madre o como una oportunidad.

La princesa había vivido toda su vida en el castillo, sabía la clase de trucos que usaban tanto sirvientes como miembros de la Corte, incluso podría decir que su propia familia también lo hacía o había hecho.

- Graces no seas así, debes entenderla...

- ¿Entederla? - pregunta la princesa incrédula mirandola - ¿Porque debería de entenderla a ella, si nadie me entiende a mi? - cuestiona

- Princesa...

- ¡Cierra la boca! ¡Eres una sirvienta y no tienes ningún derecho de dirigirme la palabra! - Exclamó la princesa poniéndose de pie

- ¡Grace Thorne! ¡Controla tu boca niña! - Amara se puso de pie molesta.

- ¡¿Porque?! - exclamó - Usted siempre me dice que cierre la boca; «cálmate, Grace» «espera, Grace» «Debes ser paciente, Grace» - la imitó - ¿Hasta cuando deberes soportar esto? Soy un ser humano, Lady Amara, tengo dignidad y autoestima. He soportado muchas cosas, he amado a su hijo y le he sido fiel - ella golpeo su pecho - Tolere sus engaños con esta mujer, que ahora espera un hijo de él - los ojos de la princesa se llenaron de lágrimas, pero no de dolor, sino de rabia. - Su hijo me fue infiel, me traición de la peor que se la puede traicionar a una mujer, incluso le hizo daño a los niños. Dígame... - ella se acercó a su suegra.

La mujer retrocedió un poco, no quería mostrarse blanda, no quería aceptar que ella tenía razón.

- ¿Como le digo a mis hijos que su padre tuvo una amante y que serán hermanos? ¿Pero que ese bebé no es mío? ¿Uhm? - Amara desvío la mirada.

Aunque le costará admitirlo era la realidad, ella sabía que era que tu esposo tuviera un hijo con otra mujer, pues Anthony la había engañado con su hermana, Lucien era el vivo retrato de Valérie. Entendía los sentimientos de su nuera pero no retrocederá por nada

- Debes aceptar la realidad, cuando sea posible, abogare para que Daphne sea subida de nivel y así pueda volverse concubina de Darren. - Grace río

- La Corte jamás permitirá que una sirvienta sea concubina de un principe consorte. Darren es mi consorte, lady amara, yo no soy la consorte de su hijo, él es el mío. Tengo más autoridad que su hijo, porque el esta por dejado de mí y si quiere que una sirvienta sea su concubina, haga que se divorcie de mi - Ella sonrió y aliso sus faldas. - Si quiero, el bebé que carga ella, será mío. Si quiero puede enviarla lejos o incluso dársela de comer a los lobos. Y nadie me dirá nada, porque que un principe consorte, según la ley, engañe a un miembro de sangre real ya sea dentro o fuera del matrimonio, merece la muere, y yo no creo que usted quiera perder a su único hijo ¿O si? - Amara trago ante las palabras de la princesa.

Grace sonrió e hizo una pequeña reverencia antes de dar media vuelta y salir de la Sala acompañada de su caballero. Tal vez era cruel, pero sus palabras eran necesarias, le había arrebatado a su bebé, había sufrido injusticias y había sido engañada. Mientras su esposo tenía privilegios por ser un alfa y hombre, ella a pesar de ser princesa se le negaba el único deseo de divorciarse. Y si su esposo no le daría el divorcio, entonces, ella tomaría sus decisiones con respecto a eso.

Liam miro como los invitados llegaban uno por uno a través de las ventanas de sus aposentos. Las sirvientas estaban terminando de ayudarlo a prepararse para la gran ceremonia, pero lo hacían con cautela, pues el príncipe no parecía nada contento con aquella union.

- Un buen vino tal vez te alegre - Liam miro hacia la puerta al escuchar la voz de su hermano, Aeron estaba vestido con tu típica ropa negra, pero esta vez tenía el parche en su ojo.

- No estoy para bromas - Advirtió Liam y Aeron nego antes de acercarse a su hermano mayor

- Pueden retirarse - ordenó el Albino y toda las sirvientas se fueron rápidamente.

El albino término de acomodar el traje de bodas de su hermano y lo miro.

- Se que no es lo que querías y lo siento. Si no fueran por mi, no tendrías que casarte con ella.

- Lo que hize, lo hize por una buena razón, no me hubiese gustado ver como tu relación con Luke se dañaba - Aeron nego

- Ya es tarde - Liam frunce el ceño

- ¿Porque?

- No puedo seguir con él, le haré daño, más del que ya le he hecho.

- ¿Quieres divorciarte de él y casarte con la hija del magistrado de Landrock en mi lugar? - pregunto con sarcasmo él heredero

- Liam...

- No seas idiota Aeron, tu lo amas. No importa la mierda que haya hecho su familia y la que haya hecho la nuestra. Ambos lados causaron daños irreparables y lo sabes. - Liam puso sus manos en los hombros de su hermano - Eres ingenuo si crees que el amor no duele, no lastima y no pasa por malos momentos, esos momentos en donde quieres renunciar a todo y a todos todos. Se no todo puede ser bueno, pero para ser felices el camino no puede ser fácil ¿Verdad? Se necesita un poco de chispas, obstáculos y tropiezos que te hagan luchar, y entender que si los atraviesas es porque vale la pena, toda la jodida pena.

Aeron se quedó en silencio, sabía que su hermano lo decía por experiencia propia, y eso era lo que más le dolía. Aeron estaba apuntó de renunciar a la persona que más amaba, la persona que lo hizo feliz realmente, por primera vez en su vida. Liam no quería que su hermano terminara igual que él, con un odio que no le pertenece, con un odio implantado por los demás. No, Liam quería que Aeron sea feliz, que sea feliz como él lo fue una vez en su vida, que sea feliz antes de que pierda al amor de su vida.

- Mis principes - Ambos hermanos miraron hacia la entrada - Ya es hora, la ceremonia esta por comenzar - Dijo una sirvienta antes de irse.

Ambos hermanos se miraron y asintieron, era como si sus miradas lo dijieran todo, siempre se apoyarían mutuamente y sus miradas eran la prueba de eso.

Cuando llegaron a las puertas del Gran salón, la futura esposa de Liam aún no había llegado. Fuera del Salón, también está decorado con los característicos color de su casa.

Ambos principes miraron hacia sus costados al escuchar pasos, mientras que a uno se le detuvo el corazón, al otro le dolió.

Alyssa vestida de novia, era acompañada por Lucien, quien guiaba a la joven quien tenía el rostro cubierto por un velo rojo transparente.

Aeron quería abrazar a su omega, besarlo y tenerlo entre sus brazos, pero había una brecha entre ellos, una brecha de mentiras, engaños y dolor. Liam deseaba que la mujer frente a él fuera Elaine, incluso podría confundirla con ella, sino fuera porque él la vio muerta. El corazón del principe dolía, dolía porque no era el amor de su vida.

Luke hizo una reverencia al igual que Alyssa, ninguno de los dos hermanos estaban acostumbrados a eso, especialmente Aeron, el alfa odiaba cuando Lucien bajaba la cabeza ante los demás. Like guió a Alyssa hasta Liam y le sonrio.

- Felicidades, altezas - Luke sonrio y Liam pudo notar la tristeza en los ojos del niño cuando miro al albino.

El principe heredero tomó la mano de la joven, sintiendo como esta se estremeció e intentaba retroceder, sino fuera porque sus sirvientes susurraron un "señorita no". Liam sostuvo fuertemente la mano de su futura esposa, y está detrás del velo hizo una mueca de dolor, pero aún así mantenía una sonrisa fingida en su rostro.

Luke miro a Aeron y Aeron lo miro a él, ninguno de los dos dijo nada, las palabras no salian de su boca, era como si hubiera un nudo en sus gargantas.

En ese momento las puertas fueron abiertas dejando a las dos parejas ante los ojos de todos, Luke tomó la mano de Aeron, como Liam la de Alyssa. Primero entraron los gobernantes y detrás de ellos, entraron la pareja que gobernaría Edoril algún dia.

Mientras la ceremonia comenzaba, mientras los votos eran dichos y mientras las casas se unían. Lucien miro de reojo a su esposo, Aeron había soltado su mano, dejando un vacío en él.

«-Tuvo una amenaza de aborto, su alteza»

«-¿Lo perdí?»

«- No, su alteza. El bebé esta bien, pero le recuerdo que su embarazó sigue siendo riesgoso, usted debe mantenerse cerca del padre de la criatura, o de lo contrario...»

«-¿Morira?»

«- Morirían ambos, su alteza. El dolor sería insoportable y podría causarle la muerte, si un omega esta lejos de su alfa, su dolor es el doble, un dolor como ese, puede causar depresión y muy pocas veces es superable. Pero si un omega que esperaba al cachorro de su alfa, sufre por la lejanía de su alfa, tanto el bebé como usted, pueden morir»

Las palabras del sanador re sonaban en su mente, una parte de él quería perdonar todo, olvidar todo y todo el daño que habían causado ambas familias, para así por fin ser feliz con la persona que amaba. Pero otra parte de él, no queria olvidar, no quería perdonar. El sanador había prometido no decir nada, al menos lo mantendrá en silencio, Luke no quería decir nada, no por ahora.

«Aquel que toma el riesgo de amar, debe tomar el riesgo de odiar» - pensó el Omega.

«La razón por la que amamos, es la misma razón por la que odiamos» - pensó el alfa.

Ya sea por odio u amor, la atracción que existía entre ellos era algo incontrolable e inevitable. Pero también era la arma y herida del otro, dos personas que amaban como verdugos.

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