Capítulo 46

Si alguien le hubiese dicho hace años que el hombre al que ella amaba con devocion, el hombre que alguna vez juro cuidarla, protegerla, amarla y serle fiel le estaría siendo infiel en la casa de un burdel, hubiese evitado con todas sus fuerzas e incluso le hubiese suplicado a su padre para evitar casarse.

La joven princesa encapuchada se acercó a la puerta de la casa de burdel, soltó un suspiro antes de golpear la puerta roja de madera. Luego de unos minutos, la puerta de abrió. Una mujer de edad avanzada vestida descaradamente, miro a la joven encapuchada y en su rostro se notó la sorpresa cuando la princesa levanto la mirada y vio los ojos azules.

- Princesa...- Grace hizo una seña de que guardara silencio, nadie debía saber que ella estaba ahí - ¿Que es lo que la trae a estos lados? - pregunto con genuina confusión y curiosidad mediante un susurro.

El principe heredero no había puesto un pie en los burdeles hace más de un año, el principe Aeron había dejado de frecuentar los burdeles despues de que lo habían comprometido con Lucien Thorne, quien ahora era su esposo. Y la mujer no creía que la princesa amorosa como era conocida, buscaba otro tipo de "placer". Pero entonces recordó, había una persona que últimamente frecuentaba mucho el burdel, especialmente ese. Y siempre cada vez que venía pegaba una habitación y traía consigo a una mujer.

- ¿Busca a su esposo? - pregunto la mujer con incomodidad y se arrepintió al instante cuando vio que la princesa, quien miraba a su alrededor, la miro rápidamente y asintió.

- ¿Lo has visto? - La mujer asintió.

- Se donde esta, mi Lady - Grace mordió su labio.

Debía hacer esto, por más doloroso y masoquista que fuera, debía hacerlo, por el bien de ella, por el bien de sus hijos, por el bien de su familia. Debía confirmar, verificar que realmente su esposo le estaba siendo infiel.

- ¿Tu nombre? - le preguntó a la mujer mientras esta la guiaba por un pasillo decorado e iluminado, ni siquiera parecía un burdel.

- Lady Joannet, mi señora - Grace asintió. La mujer parecía tener buenas intenciones, de lo contrario no la estaría ayudando.

Cuando la mujer se detuvo en frente de una puerta blanca de madera, la princesa llevo su mano a su pecho y cerró sus ojos con fuerza cuando escuchó ruidos provenientes de la habitación.

- Mi señora, puedo llamar si quiere - Grace volvió a abrir los ojos y miro a la mujer a su lado, la mirada de Joannet reflejaba lastima.

- No es necesario - respondió con la voz rota. Joannet asintió y se hizo a un lado dejándole el camino libre a la princesa.

«Prometo amarte, Grace. A ti y a nuestro hijos»

La princesa extendió su mano hasta la manija de mental de la puerta, solo hacia un empujón.

«Eres mi esposa, jamás amaría a nadie más que a tí»

Soltó un largo suspiro antes de poner su peso sobre sus brazos para empujar la puerta de madera de color blanco.

«Eres la única mujer a la que amo»

La princesa sintió que le faltaba el aire, cuando abrió la puerta y vio a su esposo encima de otra mujer, mientras ella gemía. Sentia como su pecho se apretaba más y más, prohibiendo el paso del aire a sus pulmones.

- ¡Oh..dioses! ¡No! - Darren se separó rápidamente de la mujer sobre la cama al escuchar la vos de su esposa.

La princesa se sostuvo de la puerta al sentir como el aire abandonaba sus pulmones. Darren se levantó rápidamente de la cama poniéndose los pantalones que estaban tirados en el suelo de la habitación junto con sus otras prendas de vestir y las de la mujer, quien cubría su cuerpo con las sabanas de la cama.

- Grace...

- ¡No! ¡No! ¡No! - grito con rabia - ¿Esto es lo que haces todos los malditos días? ¿Venir aquí y acostarte con tu amante?

- Grace, dejame explicarte - él intento acercarse

- ¿Que? ¿Que me dirás? ¿Que fue un error? ¿Que se encontraron por coincidencia? ¿Que es tu amiga? ¿Que no las has visto hace años y entonces se pusieron al día acostándose? - Darren detuvo sus pasos al escuchar las preguntas sarcásticas de su esposa.

Miro a Daphne, la dama de compañia de su madre, su amante. Grace miro al hombre que tenía de esposo y luego a la amante de este. La mujer solo tenía un rostro de inocencia, pero la mirada más despreciable que alguna vez pudo haber visto, bajo ese rostro de inocencia, la mirada de victoria la delataba. La princesa sabia que de algún habia visto a esa mujer y no equívoco, la mujer no era más que Daphne Eagle, la dama de compañia de su suegra, la hija de un comerciante de telas, quien tenía un negocio donde vendía las telas más finas, suaves y de lujo.

Entonces, si la mujer tenía casi todos los lujos de una princesa ¿Por que acostarse con su esposo?

- Princesa, no culpe al señor. Él no tiene la culpa, él...

- ¡Callate! - le grito molesta mirando a la mujer - ¡Cierra la maldita boca! - la mujer solto un gemido lastimero, como si estuviera asustada.

- ¡No le hables de esa manera! - le grito Darren molesto a su esposa, mientras escuchaba como Daphne comenzaba a llorar.

- Princesa, usted no sabe cómo me duele - Grace rio con ironia mientras las lágrimas amenazaban con salir

- ¿Te duele? ¿A ti te duele? - la mujer asintió llorando falsamente

- Prin...princesa, yo...yo lo siento, realmente me duele esto yo...

- ¡Maldita zorra descarada! ¿A ti te duele?- Darren se sorprendió - ¡Eres la persona más egoísta y repugnante que he conocido!

- Grace...

- ¡Te acuestas con mi esposo, el padre de mis hijos! ¿Y estas llorando? ¿Te burlas de mi? - Daphne negó repetidamente - ¡Eres despreciable! - miro a su esposo - ¡Ustedes son despreciables, me dan asco!

- ¡Grace!

«Todas las mentiras que dicen de mi, no son ciertas. No existe otra mujer en mi vida más que tú»

Realmente no odiaba a su esposo, se odiaba a si misma, por rogar, por anhelar, por esperar algo que sólo en sus más locos sueños parecía real. Se odiaba, por no ser lo suficientemente fuerte por sus hijos, por intentar salvar una familia que no existe.

- Solo dime la verdad - dijo tratando de calmarse - Todo este tiempo que
estuvimos juntos, todos estos años, las veces que faltaste en el nacimiento de nuestros hijos ¿también... tam- también estabas follándotela a ella? - Darren guardo silencio.

- Grace...

- Dime algo, Darren. Si ahora te pidiera que la abandonaras. No por mi, sino por nuestros hijos ¿Lo harías? - el príncipe la miro y miro a la mujer detrás de él.

- ¿Es ella, tu amante? O ¿soy yo, tu esposa y tus hijos?

Él aprieta los labios mirandola mas enojado aun, ella deslizó su mirada hacia la mujer desnuda en la cama que se cubria con una sabana la cual solo sonreía altanera. La princesa sintió su corazon romperse aun mas.

«Escogeme» «Escogenos» quiso decir pero se ahorro la humillación.

Su falta de respuesta le hizo entender que ella era la que sobraba en aquella habitación de burdel.

- A partir de hoy, principe Darren, usted no tiene ninguna relación con la familia Delroy - la princesa dio media vuelta saliendo de aquella habitación.

- Grace...

«Tu y mis hijos, son lo único que realmente me importa»

Mentiras, durante todos estos años, lo único que salían de la boca de el hombre que era su esposo, eran mentiras. Una más cruel y desvergonzada que la otra.

La princesa salió del burdel y miro hacia atrás una vez más, por instinto levanto su mirada hasta la ventana de aquella habitación y entonces lo vio su esposo, pero también la vio a ella.

«Darren, se que las promesas son solo palabras, pero me gustaba creer, que cuando me decías que nunca me abandonarías, tu corazón era el que hablaba»

Una cabellera negra se removió incómoda bajo las sabanas de piel de la cama, al escuchar los golpes en la puerta. El ruido de botellas caer contra el suelo y romperse, despertó por completo al principe heredero.

- Por los dioses - maldijo al ver los vidrios esparcidos por el suelo - ¡¿Que quieren?! - grito molesto, grave error el punzante dolor de cabeza se hizo peor.

- Mi principe, el Rey solicita su presencia en el Salón del Trono - hablo un sirviente detrás de la puerta

- Maldito viejo - se quejó incorporándose de la cama - ¿Y mi madre? ¿Donde esta la reina? - pregunto mientras se vestia con rapidez.

La idea de que su madre o hermanos estuviera en el Salón del trono en la mirada de todos esos buitres, lo asustaba. Jamás le tenía miedo a nada, a excepción de lo que pudieran hacerle a sus hermanos o madre. Haría todo por ellos incluso si no se lo pidieran.

- Esta en la Sala del trono, mi principe

- ¿Por que? - pregunto abriendo la puerta de la habitación - ¿Que tiene ver mi madre? - pregunta nuevamente y la doncella retrocede - Como sea, no importa - sin esperar la contestación de la doncella, Liam fue rápidamente al salón del trono.

No sabía hace cuanto que la sirvienta estaba golpeando su puerta, ni mucho menos en que momento había sido llamada su madre al salón del trono. A veces su padre, no tenía piedad ni por su madre. Y eso era algo que sus hermanos y el odiaban, bueno, Grace no mucho. La princesa siempre estaba pérdida en su mundo intentando que ser la mejor madre para los niños y ser la más obediente. Había veces en las que deseaba ser su hermanita, Liam no sabía cómo ella lograba tener una sonrisa todos los días a pesar de todos los problemas que habia.

Cuando llego a la sala del trono, todos los presentes se dieron la vuelta mirando al príncipe "heredero" aunque la mayoría de las personas de Corte, ni siquiera estaban de acuerdo en que el principe Liam debía ser el futuro rey, algunos votaban por Liam, otros por Aeron, algunos por Killian y otros por Darren. A pesar de que Killian era sobrino politico del rey, demostró ser un buen candidato según la Corte, también lo fue Darren, quien a pesar de ser el esposo de la princesa Grace, era un hombre que manejaba bien el tema de la política.

- Majestad - Liam hizo apenas un asentimiento de cabeza. Jamas se reverenciaria ante el hombre al que solia llamar padre. Miro a su madre y Amelia le sonrio extendiendo su mano hasta su hijo.

Para nadie paso por alto la forma en que el principe se habia reverenciado ante la reina. Si habia alguin a quien el principe heredero le tenia tanto respeto como para inclinarse de la manera en que lo hizo, apesar de la terquedad del principe. Era la reina, ella era la unica mujer que el principe pondria en primer, ella y la princesa Grace.

- Mi reina - Amelia le sonrio a su hijo y extendio su mano. Liam beso los nudillos de su madre y luego se incorporo para acercarse a ella y besar su mejilla

- Mi guerrero - Liam le sonrio a su madre y ambos, madre e hijo centraron sus miradas en el rey quien miraba con tirria a su esposa.

El rey ignoro a su esposa y a su hijo, para retomar su lectura en la carta de Lord Vincent, realmente era una propuesta tentadora, Rothnia y la cuidad de LandRock se beneficiarian mucho si James aceptara la propuesta sugerida. Tenia pensado convocar a Aeron y elegirlo para que cumpla con la propuesta, pero su hijo tenia que irse por almenos medio año en busca de apoyo para la casa Thorne y habia dejado bien en claro que no tomaria una segunda esposa ni mucho menos se divorciaria de Lucien Thorne.

Liam miraba con impaciencia a su padre. ¿Para eso lo había llamado? ¿Para leer unos pergaminos en medio de la sala del trono con todo el maldito consejo y la corte reunidos? Ahora mismo estaria gozando del vino mas delicioso de Ciudad de Bronce, si no fuera gracias a su cuñadito, jams hubiese conocdo y provado aquella delicia de vino. Ni mucho menos aquella embriagadora aguamiel.

- ¿A qué se debe esta reunión esposo? - Pregunto su madre sin soltar su mano, Amelia sostenía la mano de su hijo mayor por un impulso. Fue como si algo dentro de ella le decía que debía cuidar de su niño, protegerlo, pero no sabía de qué o de quien.

- He estado hablando con el magistrado de LandRock, Lord Vincent D'Arcy y hoy recibi una carta de él - Liam sintió a su madre tensarse - Y me ha propuesto algo a lo que no pude negarme - James desvío su mirada de su esposa, a su hijo mayor.

- ¿Y qué fue eso que le ha propuesto majestad? - pregunto impaciente un miembro de la corte

- Una unión entre su segunda hija, la dama Alyssa D'Arcy y mi hijo, el príncipe Liam Delroy, el futuro rey de los tres reinos - dijo feliz el rey y todos en la corte aplaudieron, sin saber que aquella noticia lastimaba al príncipe heredero.

"Me arrebataron a la mujer que amaba porque no les agradaba, y ahora quieren que me case con una mujer que a ellos les agrada, pero que yo no amo."

- No.

Todo el salon quedo en completo silencio tras escuchar aquella palabra, miraron en dirección al príncipe heredero. Liam apretaba su mandíbula con fuerza y sus manos estaban hechas puños.

- ¿Que has dicho? - pregunto el rey poniéndose de pie.

- He dicho que no. No me casare con nadie - Liam desafío a su padre con la mirada.

-¡Largo! ¡Todos! - grito el rey furioso.

- Majestad...

- ¡Ahora! - todos los de la Corte se apresuraron a salir del Gran salón del Trono al escuchar el grito del rey.

A excepción de Amelia, Liam y Bernard, todos los presentes en el Salón se fueron, ninguno quería ser víctima de la ira del rey, mucho menos de la ira del principe heredero. Liam podría ser un borracho bueno para nada, como era conocido. Pero aun así, si el príncipe heredero quería podria hacerte conocer el infierno.

- No fue una pregunta, Liam. Fue una orden - le dijo el rey volviendo a sentarse

- ¿Una orden? - el rey asintió y Liam sonrió - ¿Y que le hace pensar que cumpliré con su orden? Majestad - pregunto desafiante.

- Si no obedeces, la casa de doncellas en la cuidad, será destruida, y todas las personas en ellas seran vendidas. Se que la casa esta en tu dominio pero te recuerdo que una sola orden mia y eso ya no te pertenece - el principe heredero apretó sus dientes

- ¿Y si aún así no quiero? - inquirió

- Entonces, tu hermano será el que se casará con Alyssa D'Arcy

- ¡James! - exclamó Amelia al escuchar el chantaje de su esposo a su hijo mayor.

- ¡No te atrevas a hacerlo! - Liam levanto la vos dando un paso hacia su padre.

- ¡Entonces elije! ¿O eres tú o es Aeron?

»Solo deseo poder proteger a Luke y a Eirian» Liam suspiro, su hermanito tenía una familia, y no sería él, el que se la destruya. Conocía a Lucien, el aceptaría la orden del rey sin reprochar, pero Aeron haría un escándalo que perjudicaría a todos incluyendo a Luke. También sabia, que si permitía que su padre casé a su hermanito, la tal "Alyssa" podría ser alguien enviada por la Corte.

«¿Lo amas?» Le había pregunto Liam una vez. «Más que a mí propia vida»

- James tu no puedes...

- Lo haré - Amelia miro rápidamente a su hijo, pero este solo miraba al rey - Desposare a la segunda hija del magistrado de LandRock

- ¡Bien! ¡Muy bien! - el rey sonrió.

- Pero con una condición - el semblante del rey rápidamente cambio.

- ¿Cual?

- Será mi concubina, no la princesa consorte.

- Te voy a extrañar, los voy a extrañar - Luke tomó las manos de su prima y miro a su familia.

- Volveremos pronto - dijo Katherine sonriente - Pero debes enviarnos noticias todos los días, no te veré por un largo tiempo mi niño - Luke asintió y cerró los ojos cuando su madre dejó un beso en su frente.

- Cuidate Luke - Luke dejó un beso en las manos de su prima y acarició el vientre de dos meses de la princesa consorte de Poniente

- Espero que tengan un buen viaje - Aeron se inclinó ante la familia de su esposo, quien también era su familia.

Eliza se acercó a Aeron y tomó las manos del joven alfa.

- Por favor, cumple con tu promesa - Aeron se volvió a sentir confundido tras las palabras de la reina de Edoril, pero asintió de igual manera. Siempre protegería a su esposo.

Luke se acercó a Aeron luego de despedirse de su familia, el alfa abrazo por la cintura a su omega, viendo como los miembros de la familia Thorne se subían a los carruajes para partir, incluída Rosalie y el joven Theo Strong, aunque eso no significa que Lucien halla dado su aprobación.

- Los voy a extrañar - escucho decir a su esposo mientras veían como los carruajes se alejaban.

- Volverán pronto. Además, nosotros aún tenemos que viajar. Cuando volvamos los veremos de nuevo - el alfa dejó un beso en la mejilla de su esposo

- ¿Le has dicho a mamá? - Aeron sonrió.

- ¿Que mamá? - pregunto burlón el alfa. Luke habia comenzado a llamar mama a Amelia. Lo que al alfa le causaba ternura y no estaba de mas decir que le gustaba burlarse de su esposo.

Luke se removio en los brazos de su esposo hasta quedar cara a cara, el omega enrrolo sus delgados brazos en el cuello del alfa.

- Tu mama, ¿le has dicho que viajaremos por un tiempo? - Aeron nego.

- Aun no le dicho, pero se lo dire mas tarde. - Luke asintio y beso los labios de su alfa. Aeron le correspondio el beso mientras una de sus manos iba a la nuca del omega para profundizar mas el beso

- Alfa...-luke jadeo cuando su alfa mordio su labio.

Aeron se alejo un poco para verlo y sonrio al ver un poco de sangre en el labio de su omega, antes de que el omega pudiera decir algo, el principe albino volvio a apoderarse de sus labios sintiendo el sabor metalico de la angre de su omega en su boca.

- ¡Papa! ¡Mama! - la pareja se separo rapidamente al escuchar los gritos del niño pequeño. Luke miro a su alrederor preocupado - ¡Papa! ¡Mama!

- Es Eirian.

Ambos fueron corriendo hacia el lugar donde provenian los gritos. Pero ninguno de ellos estaba preparado para la escena con la que se encontraria. Mientras que uno sentia la furia correr por sus venas, el otro sentia que su mundo se derrumbaba.

- ¡No! ¡No! ¡No!

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