Capítulo 40

El hombre miro a los pilares en la Sala del trono, esperando ansioso a que lo reciban. Tras la cena fallida, no había vuelto a poner un pie en la fortaleza, ni mucho menos había visto a su hijo más pequeño. Darren normalmente se la pasaba llendo y viniendo de su casa a la fortaleza, pero Lucien, bueno, el niño no había pisado su casa desde su regreso ni una sola vez.

- Lord Anthony - el hombre se dio la vuelta hacia la dueña de aquella voz.

- Ame...mi reina - se corrigió rápidamente dando un paso hacia la mujer.

El hombre se sorprendió a ver la belleza intacta de la mujer que alguna vez fue su esposa por solo tres semanas. La ahora reina tenía puesto un vestido rojo con pedrería en el pecho y satén en las mangas, estaba cubierta de joyas, mientras su cabello negro ondulado caía por sus hombros y una corona de rubíes y plata yacía sobre su cabeza.

- Mi esposo, no se encuentra bien, mi lord- informa la reina juntando sus manos sobre su vientre - Le envía sus disculpas por no poder recibirlo - el hombre da un paso más hacia la mujer quien retrocede.

- No quería una audiencia con el rey, mi señora - Amelia lo mira con confusión.

- ¿Entonces?

- Quería una audiencia con mi hijo.

- El Príncipe Consorte Darren, no se encuentra en estos momentos en la fortaleza, asi que le sugiero que vuelta otro dia - La reina se dio media vuelta para alejarse de aquel hombre.

- Me refiero a Lucien. - paro en seco al escucharlo - Hace un año que no he visto a mi hijo, mi señora. - la reina se giro nuevamente para mirar al hombre.

- Lamento informarle, Lord Anthony, que recibirlo a usted, no requiere mi aprobación o la de mi esposo. Ya que esa decisión es única y exclusivamente de Lucien. Él, es el que decide si quiere verlo o no

- Mi reina...

- No se preocupe, le informaré al Príncipe Consorte Lucien, que usted requiere una audiencia con él. Así que no se valla, y espere su respuesta - Amelia le sonrió con falsedad, no tenía sonrisas genuinas para ese hombre.

- Gracias, mi reina - Amelia asintió y esta vez salió rápidamente de la Sala del trono.

Cuando la reina salió no le sorprendió encontrarse con su hermano, el alfa viejo y mayor miraba a la omega y detrás de ella, viendo al hombre parado.

- ¿Ocurre algo? ¿A que vino, lord Anthony? - pregunta el alfa.

- Creo que sabes a que vino, así que ahórrate tus preguntas, y apartate de mi camino que tengo cosas que hacer - tras eso el alfa se hizo a un lado dejándole el camino libre a su hermana, quien alto un sonoro suspiro.

Bernard miro al hombre que seguía de pie en el Salón, mirando como la reina desaparecía por los pasillos. Una sonrisa cínica y cubierta de maldad se poso en sus labios. Conocía la mirada que el noble le daba a la reina y sabía el odio que el rey le tenía al hombre, pero sobre todo, sabía que su hermana no tendría manera de librarse si el rey se enterara que hablo con aquel hombre sin su presencia.

- Lord Bernard - saludo el hombre y Bernard sonrió.

- Lord Anthony, me gustaría hablar con usted.

- Liam, Li..am

- iam - los presentes rieron al ver el rostro de frustración del príncipe heredero al intentar que el niño de cuatro años pronuncie bien su nombre.

- Me rindo, contigo no se puede - bufo Liam cruzándose de brazos.

Luke sonrió al ver cómo el pequeño se levantaba de la manta en el suelo del gran jardín y se acercaba al alfa.

- Iam - volvió a decir y abalanzó sobre el alfa de cabello negro quien sonrió y rodeó con suavidad el cuerpo aún maltratado del niño.

- Apenas lleva tres días aquí y ya tiene preferencias - se quejó Rosalie cruzándose de brazos.

- El niño sabe lo que le conviene - se burló Liam y Astrid, William y Grace rieron ante la burla, viendo a la joven dama rodar los ojos.

Luke miro hacia su alfa, Aeron estaba sentado con la espalda apoyada en el árbol, tenía una de sus piernas extendidas y la otra la usaba para el libro que estaba leyendo. El omega se puso de pie y se acercó al alfa pero este nisiquiera lo miro.

- Alfa - lo llamó pero el alfa lo ignoro. - Alfa, hola, alfa - volvió a intentar llamar su atención moviendo su mano, pero fue ignorado nuevamente.

- intentó leer - fueron las palabras de su alfa y Luke bufo.

El omega sonrió sabiendo que en cualquier momento acabaría con la paciencia que el alfa le tenía, le arrebató el libro que el alfa tenía en manos ganando su atención. El omega tomó asiento al lado de su alfa y palmeo sus piernas, el alfa vaciló por un momento antes de recostar su cabeza en las piernas de su omega.

- ¿Me lo dirás? - pregunto en un murmullo mientras acariciaba el cabello de su alfa.

- ¿el que? - pregunto mirándolo.

- Lo que te molesta, alfa. Necesito saber que se lo que te molesta, para que podamos buscar una solución juntos - dejó un beso sobre la frente del alfa.

- Luke...

- Tu y yo contra el mundo ¿lo recuerdas? - sonrió sin dejar de acariciar su cabello.

- Tu padre - susurro Aeron y sintió el cuerpo de su omega tensarse - Quiere hablar contigo, mi madre me lo dijo hace un momento. - Luke lo miro en silencio.

Ver a el hombre que alguna vez consideró su padre, no era algo que quería. ¿Pero hasta cuando seguiría con miedo? A pesar de su horrible niñez, no podía decir que todo de ella era malo, no. En ella había cosas buenas, cosas que daría lo que fuera por no olvidar; los momentos con su tío, los abrazos y los mimos de sus abuelos, sus bromas con sus primas, los cuidados de su tia y sobre todo, su madre. Aquella mujer que incluso en su último momento de vida le sonría con amor y cariño, una mujer que había hecho hasta lo imposible para poder pasar solo un segundo más con él.

- Luke, mi amor - el alfa comenzo a liberar sus feromonas para que su omega se tranquilizara, podía sentir su ansiedad y miedo a través del vínculo.

- yo...necesito hablar con él - dijo saliendo de su trance.

- ¿Estas seguro? - Luke asintió e hizo un intento de sonreírle a su alfa pero falló al hacerlo - Estaré contigo, pequeño. - estiró su mano hasta acunar la mejilla de su omega y acariciarla con una suavidad que Aeron jamás pensó tener.

- mami...mami - la pareja miro en dirección al niño que se les acercaba llamando la atención de todos.

- Oh pequeñito - Luke le sonrió al niño que se acercaba a ellos. Aeron se levantó del regazo de su esposo para mirar a la pequeña bola de pelos que se le acercaba.

- Es una pequeña bestia - le dijo el alfa a su esposo cuando el niño trompezo pero rápidamente se volvió a poner de pié.

- Aeron - advirtió su omega y el alfa bufo.

El niño, una vez que estuvo cerca, se abalanzó a los brazos del alfa, dejando a un muy indignado Luke. El alfa por reflejo agarro al niño rápidamente y lo apretó contra el con cuidado.

- Pequeña bestia - se quejó el alfa y acomodo al niño entre sus piernas, quien reía y aplaudía.

El sanador les había informado que el niño tenía cierto problema de audición en el oído derecho, por lo que no los escucharia muy bien, y que tardaria en crecer y desarrollarse como era debido por la falta de educación y alimentación como era debida.

- No es justo - se quejó Luke - Eirian eres un traidor.

- no, mami no. - el niño hizo un puchero aún entre los brazos y las piernas del alfa.

- bueno, al parecer he sido reemplazado - se quejo Liam mirando al niño que se aferraba a los brazos de alfa, como si buscara protección. Liam miro a su hermano y vio una mirada que jamás pensó que vería.

- ¡Bien hecho! Para que aprendas se siente - exclamó una divertida Rosalie haciéndole burla al príncipe heredero.

- ¡Eirian! - los gemelos quienes estaban en la cocina llegaron corriendo al jardín cubiertos de panecillos y galletas.

- Tios, tias, madre - saludaron rápidamente los niños y agarraron la mano del niño.

- tengan cuidado, aun esta herido - les ordenó Aeron a los gemelos que asintieron.

Luke pudo ver la mirada de preocupación en el rostro de su alfa. El alfa podía parecer una bestia sin corazón, pero Luke sabia que eso no era cierto, a pesar de que Eirian apenas llevaba tres días en la fortaleza, se había ganado el corazón de todos incluyendo el de su alfa. Quien por las noches se aseguraba que el niño estuviera bien, cuando Luke dormia, a veces el pequeño se cruzaba por la madrugada y se metía en medio de la pareja, siendo abrazado por Luke y ellos siendo abrazos por Aeron.

- Aeron - el alfa despegó su mirada de los niños y miro a su omega.

- ¿Hum? - pregunto.

- ¿Llegaras quererlo? - el alfa guardo silencio al escuchar la pregunta de su omega.

Todos incluyendo Grace que se encontraba amamantando a su hija se centró en el alfa. Aeron volvió a mirar al niño, viéndolo jugar y reír con los gemelos y solo por un momento, por un solo momento, se vio a él años atrás. Cuando no tenía que preocuparse de nada, cuando podía jugar y reír libremente con Luke, cuando podían ser...ellos mismos. Y por primera vez, una pequeña sonrisa adorno los labios del alfa, miro nuevamente a su omega y volvió a acunar su mejilla.

- Pequeño, si logre amarte y quererte. Con el tiempo, creo que también lo amare. - la sonrisa que su omega tenía en sus labios se ensancho a un más y este se abalanzó hacia el dando besos por todo su rostro.

- ¡Que asco! - exclamaron los gemelos y cubrieron los ojos de Eirian. Todos rieron por las muecas de asco de los gemelos y por el forcejeo del pequeño que quería ir con sus padres.

Lucien soltó un suspiro mientras jugaba con sus manos, había aceptado hablar con su padre y eso estaba apuntó de hacer. Pero tenía miedo, no lo negaría, ver al hombre que arruinó parte de su infancia, era algo que prefería no hacer. Entonces miro a su lado, Aeron estaba sentado a su lado con Eirian en sus brazos, el pequeño de cuatro años jugaba con el pelo de su padre.

- ¿Estas seguro de querer entrar solo? - pregunto el alfa nuevamente, sería la quinta vez si contaba las veces que se lo había preguntado.

- Muy seguro, estaré bien, cariño. Anthony puede ser cruel pero a fin de cuentas es mi padre - le respondió y tomó la mano de su alfa

- mami - Eirian extendió los brazos hacia su madre pero Luke nego.

- mami debe irse, pequeña bestia - El pequeño alfa miro al alfa más grande y asintió. A Lucien le sorprendía como el niño podía entender a veces las palabras que decía el alfa.

- Mi señor, Sir Anthony quiere verlo - le informó Leysa cuando entró a los aposentos de los príncipes.

Aeron se puso de pie cargando al niño, y dejó un casto beso en los labios suaves de su omega. Luke le sonrió y acarició el cabello de su hijo, antes de que estos salieran por la puerta revelando la figura de su padre. Anthony miro con confusión y curiosidad al niño que el alfa estaba cargando, ya que, tanto la reina como la pareja habían decidido que todavía no era tiempo para que se anuncié sobre el hijo adoptivo de ellos, por los problemas que podría traer. Al omega tampoco le sorprendió que su esposo no saludara el hombre a pesar de que Anthony si lo hizo, siendo ignorando por su esposo, quien le dio una última mirada de apoyo antes de desaparecer de su vista.

Cuando las puertas de la habitación fueron cerradas, Anthony dio un paso hacia el omega quien por instinto retrocedió.

- Hijo...

- Sir Anthony - el alfa paro en seco al escucharlo hablarle de ese modo - La reina dijo que necesitaba hablar conmigo, espero que sea importante.

- Solo quería ver a mi hijo - dijo el hombre viendo al omega, que nisiquiera se había puesto de pie.

- Creo que Darren no se encuentra en la fortaleza - le dijo Lucien haciéndole saber que ya no se consideraba su hijo.

- Luke, se que estuvo ausente la mayor parte de tu vida - comenzó el hombre.

«toda mi vida» quiso decir el omega pero se mordió la lengua para evitar decírselo.

- Se que cometí errores, que mis métodos para disciplinarte no fueron los mejores, que no fui un gran padre. Pero te quiero, Luke. Te quiero hijo y estoy dispuesto a hacer todo lo que sea necesario para enmendar mis errores.

- ¿Lo que sea? - preguntó el Omega y el viejo asintió tomando asiento delante de él.

- Lo que sea, hijo. Haré lo que me pidas con tal de tener tu perdon.

- Devuelveme a mi madre - el alfa guardo silencio al escucharlo.

- Lucien...

- Quieres enmendar las cosas y se que estas aquí por remordimiento, porqué hay algo que no te permite dormir tranquilo. Y esa cosa, soy yo ¿No es cierto? - Anthony asintió. - Quieres mi perdon, esta bien, te lo daré - Anthony miro con sorpresa a su hijo, jamás pensó obtener su perdon así de fácil.

Creyó que convencer a Lucien de que lo perdonará sería más difícil, pero se equivocó, que el omega lo halla perdonado así sin más era un logro, una gran logro. Anthony iba a decir algo pero su hijo se adelantó.

- Pero antes de que te perdone, quiero que me devuelvas a mi madre...

- Lucien, puedo cualquier otra cosa que me pidas, pero no eso.

«tengo todo, pero no a mi madre» Pensó el omega.

- Si no puedes devolverme a mi madre, entonces dime la verdad. ¿Que es lo que estas buscando?

- A ti, Lucien. Me he perdido años de tu vida y no sabes cuanto me arrepiento de eso. Eres mi hijo y yo...

- ¿Sabes algo? - lo interrumpió el omega- Cuando era pequeño te escuche en tu estudio hablando con tu esposa, diciendo que yo era una decepcion, que habrias deseado tener un niño perfecto para que siguiera tus pasos. Pero ahi tienes a tu niño perfecto ¿no? Darren es tu niño perfecto.

- No metas a tu hermano en esto.

- ¿Tu sabes lo que hace un niño de 9 años al escuchar ese tipo de rechazo de su propio padre? - pregunto y sintió sus ojos arder. No lloraría al menos no delante de él.

- Ya basta...

- ¡He pasado toda mi vida persiguiendo tu aprobacion y amor! ¿y para que? ¡Dime para que!

- Luke...

- ¡¿Para que ahora vengas aquí, luego de tantos años para poder dormir con la conciencia tranquila?! - grito dolido mientras sus ojos amenazaban con derramar lágrimas.

- Lo siento tanto yo...

- No me importan tus disculpas, tus vacías e insignificantes disculpas no me devolverán a mi madre, no me devolverán la niñez que me quitaste ni mucho el amor que me negaste - el hombre no sabía que decir, aquel niño ya no era su hijo. Podía verlo en su mirada, ese niño que alguna vez lo miro con admiración ahora lo mirada con repudio.

- Por favor, Lucien dejame tratar de enmendar las cosas... - su paciencia se estaba agitando.

Había llegado a la fortaleza con la intención de obtener el perdon y apoyo del niño para así poder asegurarle el trono a su hijo mayor, fácilmente podría poner a Lucien en contra de Liam si ganaba su apoyo, pero al parecer el niño no tenía ni la más mínima intención de perdonarlo.

- Nuestra reunión ha terminado Sir Anthony, espero de todo corazón no volver a verlo - el niño se puso de pie y señalo la puerta - Puede irse.

Anthony río ante el atrevimiento del niño, quien lo diría, el niño miedo y débil que se escondía todos los días debajo de la cama ahora lo estaba corriendo de las habitaciones que compartía con aquel odioso alfa que arruinó sus planes cuando lo marcó como suyo.

- ¿Tienes idea del tiempo que use para criarte y como tu lo desaprovechas todo los días? - Lucien miro con incredulidad al hombre frente a él. - Deberías sentirte agradecido por haberte tomado como mi hijo, yo te crié, yo te di mi apellido, Lucien. Sin mi no serás nada ¿Entiendes? ¡Nada!

- Voy a encontrar la forma de pagarte todo lo que te debo. ¡Para nunca tener que hablarte de nuevo! - el ruido de una sonora bofetada se oyó por la habitación, el hombre delante de él lo había abofeteado.

- Dudo mucho que sírvas para algo más que para abrir las piernas y darle hijos a tu esposo. Eres una puta igual a tu madre...- en ese momento sus palabras fueron interrumpidas por la brusquedad en las que fueron abiertas las puertas.

Lucien soltó un jadeo cuando su esposo agarro a su padre por la camisa y lo estrelló contra la pared mientras lo ahorcaba.

- ¡Repitelo! - le grito el alfa con voz grave y furiosa. - ¡Repite lo que le dijiste a mi esposo! ¡Hazlo!

- el...el es..una...puta...- dijo el hombre entre pausas y su cabeza fue estrellada contra la pared.

- ¡Aeron! - grito Luke pero el alfa no lo escucho al contrario siguió presionando el cuello del alfa viejo aún más - ¡Alfa!

Aeron miro al omega que estaba de pie en la habitación, sus ojos cristalizados, su mejilla roja y labio partido. Su hermosa mirada esmeralda mirándolo suplicante.

- Por favor alfa - el omega se acercó a él y agarro de su brazo - no ensucies tus manos por basuras como él - Aeron soltó al hombre tirandolo al suelo, jadeando por aire.

- Mirame - Aeron levanto el mentón de esposo y lo hizo mirarlo, con una de sus manos acarició su rojiza mejilla y con suavidad limpio la sangre que había en sus labios.

- Alfa...- el alfa atrapó los labios de su omega lamiendo la sangre que había en ellos. Cuando su omega jadeo por aire el alfa se separo de el mordiendo su labio.

- ¡él es una puta! - grito el hombre mayor levantándose del suelo asqueado por la escena.

- El es mi esposo - le recordó el príncipe Albino intentado acercarse al hombre para volver a golpearlo pero Lucien se aferró a él pegándose a su pecho.

- Es un omega que no sirve y lo sabes. Ni siquiera fue capaz de proteger a tu hijo - Lucien se aferró a un más a su esposo. El alfa gruño y se acercó nuevamente al hombre que retrocedió.

- Vamos a aclarar una cosa, Lord Anthony. - gruño el alfa y volvió a agarrar el cuello del hombre quien por su edad fallo en defenderse

- Aeron...- su omega lo llamó pero el alfa lo ignoro.

- Tu vuelves a hablar a mi esposo, a pensar en él o siquiera a respirar cerca de él. Y yo no pensaré dos veces en abrirte la garganta con mi espada ¿Le quedó claro? - el hombre asintió rápidamente en busca de aire - Entonces váyase - Aeron lo soltó de su agarre - Su presencia a partir de hoy, ya no es recibida aqui en la fortaleza.

El hombre llevo las manos a su cuello intentando recuperar el aire y miro a su hijo de una manera que Lucien conocía perfectamente, de esa misma manera había visto ese hombre a su madre antes de que la asesinaran.

- Nos veremos luego, hijo - el hombre le sonrió y salio de la habitación dando un portazo.

Lucien soltó todo el aire retenido cuando el hombre se fue y miro a su esposo. Luke le sonrió y se abalanzó sobre él siendo atrasado por los fuertes brazos del alfa los cuales se enrollaron en su cadera.

- Gracias, gracias - susurro contra su pecho.

- Tu y yo contra el mundo. - le recordó el alfa

- Siempre.

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