Capítulo 39

Luke no sabia que era lo que había pasado por su cabeza cuando se acercó al hombre robusto y barbudo. Solo miro al niño siendo golpeado por aquel hombre, mientras el pequeño apretaba con fuerza sus rodillas sobre su pecho escuchando como el hombre le gritaba. El niño era un alfa, al parecer tuvo una presentación muy joven. Su edad y estatura no puede pasar de los cinco años, el hombre lo "disciplinaba" por querer jugar, diciéndole que no le serviría de nada, que sería un alfa inservible, inútil y roto. Entonces cuando los ojos negros del niño se cruzaron con los suyos, Lucien sabia que haría algo estúpido.

Luke miro a su doncella y le susurro algo al oído.

- Mi principe, ¿esta seguro? - Luke asintió. Leysa soltó un suspiro y solo asintió ante la petición de su príncipe. Se acomodo la capa y se acercó al hombre quien la miro de pies a cabeza.

- ¿Que necesita? - preguntó el hombre deteniendo sus golpes.

- ¿Ese es su hijo? - pregunto Leysa y el hombre asintió.

Lucien pudo notar a sus pasos de distancia como el rostro del hombre se iluminaba cuando Leysa mostro el emblema de la casa Thorne, reconociendo la figura marina y los colores azul y blanco que eran símbolo de su casa.

- Así es mi señora, me presentó, soy Heiner...- Leysa levanto la mano interrumpiendo al hombre.

- No me importa su nombre mucho menos su apellido, yo solo estoy aquí por orden de mi dueño. Dígame ¿cuantos años tiene? - pregunto la joven omega.

- Tiene cuatro años, recién cumplidos mi señora, recién presentado, aun no puede dar hijos, pero.. - A Lucien se le revolvió el estómago al escuchar la idea que pasaba por la mente del hombre. Y estaba seguro que a su doncella también, porque Leysa lo miro rápidamente.

El hombre siguió hablando, mientras que Leysa solo asintió y sonrió, el hombre robusto y barbudo estaba presentando a su hijo como el ganado en una venta de primavera, en medio de una calle, mientras el infante sollozaba y se frotaba la mejilla con una de sus manitos moretoneada.

- ¿Cuánto?

- veinte monedas de oro - dijo el hombre dándole su precio a la joven. Lucien realmente intento no escucharlo, Leysa lo miro y este asintió. La joven le dio el dinero al hombre y tomó con cuidado la mano del niño y lo alejaba de aquel lugar.

Lucien camino hasta las afueras de las calles de comercio hasta parar en la pequeña plaza del pueblo, Leysa lo siguió detrás con el niño atemorizado.

- Por los dioses, mi príncipe. Ese hombre es repugnante - se quejó la joven beta cuando llevo al lado del príncipe.

- ¿Tu por que crees que te ordene traer al niño? - Leysa sonrió ante las palabras del principe.

La joven era solo un año menor que el niño y había sido su dama de compañía desde que la niño había llegado por primera vez a Edoril. El príncipe siempre un joven de bueno corazón, de tanta bondad que aveces la omega temia que esa bondad lo traicionara. Por esa misma razón no le sorprendió que el principe le pidiera comprar al niño.

Lucien dirigió su mirada hacia el pequeño cuanto esté comenzo a soltar pequeños sollozos. Ahora teniéndolo más de cerca podía ver con claridad el maltratado y herido cuerpecito del niño frente a el.

- Pequeño - Luke se inclinó hasta el niño y este lo miro atemorizado - no te haré daño - le susurro liberando sus feromonas tranquilizado al niño.

- no...no...no...- el niño balbuceo incoherencias y Luke sonrió con cariño. Con mucha cautela extendió su mano hacia el niño.

- ven conmigo - el niño retrocedió - no te haré daño, lo prometo - le aseguró sin correr su mano.

El pequeño de cuatro años lo miro con curiosidad antes de poner su maltratada manito sobre la sueve mano de Luke. Lucien sonrió con dulzura cuando el niño se acercó a él con curiosidad y se quedó mirando el tamaño de su manita pequeña con la del Omega.

- Buen niño - susurro el Omega y con su otra mano acarició el lacio cabello marrón del pequeño alfa. - ¿Como te llamas? - le preguntó con suavidad.

- Eir... Eirian- susurro el pequeño aún temeroso. El niño podría tener cuatro años pero para su edad algunas palabras salidas de su boca podían escucharse con claridad. No entendía mucho las preguntas que se le hacían, pero al menos saber el nombre ya era algo.

- No tengas miedo, pequeño. No te haré dañe, te cuidare - intento calmar el omega al niño quien sonrió con pequeñez

- ¿mami? - al omega se le estrujo el corazón al escucharlo.

Lucien lo miro, viendo la mirada marrón del niño quien ahora lo miraba con curiosidad y podría decirse que...felicidad.

«No es tuyo, no es tu hijo, no es tu heredero. Solo lo salvaste» Se repitió en su mente una y otra vez, sin despegar la mirada del niño que aún esperaba las respuestas del omega.

- Si pequeño - respondió en un susurro el omega y el pequeño sonrio - Vamos - dijo poniéndose de pie sin soltar la pequeña mano del alfa quien ahora mantenia la cabeza agachada, como un cachorro herido.

Realmente no había pensando en las consecuencias de llegar consigo a un niño de cuatro años a la fortaleza y sobre todo a sus aposentos siendo visto por unos cuantos sirvientes en el camino. Mientras una parte de él se arrepentía por no pensar en las consecuencias, la otra parte de él le recordaba que era salvar al niño o dejarlo morir. Pero quiso que la tierra lo tragara cuado al llegar a sus aposentos se encontró con la reina, su esposo y sus sobrinos desayunando.

- Luke ¿de quien es el niño? - pregunto la reina al ver al niño golpeado y sucio.

- El es...- realmente no sabía que decir así que dijo lo primero que pasó por su cabeza - Él es mi hijo.

Amelia abrió mucho los ojos mientras lo miraba espantada, a él y al niño, antes de voltear a ver a Aeron. Fue consciente apenas en ese instante del como sonó eso, casi podía mirar el humo que se desplazaba en la cabeza de su alfa mientras miraba al niño, un niño que obviamente no pasaba de los cuatro o cinco años.

- Me llevaré a los niños y llevaré a este pequeño a que tome un baño y sea revisado por el sanador - hablo la reina al ver las miradas que le lanzaba su hijo a su yerno.

Eirian se aferró a Lucien al escuchar las palabras de la reina. Luke podía sentirlo temblar así que se inco hasta el pequeño

- Esta bien...ella no te hará daño - le susurro con una pequeña sonrisa - iré contigo más tarde ¿si? - el pequeño no entendía las palabras del omega pero vio la sonrisa que le dio a la mujer y luego a él entonces se dejó llevar por la reina.

Luke pudo ver como más reina corrió prácticamente mientras arrastraba a sus nietos y al niño con ella. Quedando solos los dos altas ahora, Aeron parecía estar apuntó de matarlo y a Luke le encantó, casi había olvidado lo territorial que podía ser su esposo.

- Es nuestro, si quieres que lo sea.

«No es tuyo, no es tu hijo» Le recordó su mente.

- Tendrás que ser más específico, Luke ¿de dónde sacaste al niño? - el alfa casi gruño.

- Lo compré, ahora sé...

Aeron lo interrumpió con un fuerte golpe en la mesa donde estaban desayunando hace un momento mientras se ponía de pie y se inclinaba, apoyándose en la mesa con sus brazos, haciendo retroceder a su omega. Luke debía admitir que tal vez había arruinando y enredado más de lo que ya estaba.

- Eso es peor a que fuera un bastardo, ¡Lucien! - exclamó el alfa y esas palabras se sintieron como una apuñalada en su corazón.

- Alfa, lo siento - se disculpó dando un paso hacia adelante - Yo no me explique bien, quise decir que lo adopte.

- ¿Adoptaste que? ¿Por fin podemos tener un gato? - preguntó Grace entrando a los aposentos de su hermano y cuñado. La princesa no pudo aparecer en un mejor momento.

- Tu cuñado, compró-adopto a un niño - dijo molesto el alfa.

- ¡Oh! ¿Ya está aquí? Debo decírselo a Liam - sonrió con felicidad la princesa sorprendiendo a la pareja - ¡Liam, la pequeña luz llegó! - grito la princesa corriendo hacia los aposentos de su hermano mayor. Dejándolos solos nuevamente.

Aeron parecía querer atacarlo. Luke dio un paso hacia su alfa, cuando este no gruño ni hizo movimientos amenazadores término de caminar hacia él para pararse a su lado, entonces lo toco, estaba jugando con su suerte lo sabia, pero aún así se puso detrás de su esposo y lo abrazo por la espalda.

- ¿Por que? - preguntó el alfa luego de unos minutos en silencio.

- Cuando lo mire siendo agredido por su padre, fue como mirarme, nadie hacia nada, no podía aceptar eso, Alfa. El me miro, fue apenas un segundo quizás, pero senti como si el que estaba siendo golpeado era yo y no él, pidiendo ayuda sin recibirla - Luke apoyo su mejilla contra la espalda de su alfa sintiendo como los músculos del alfa se relajaron.

- Joder, Luke. - murmuro el alfa dándose la vuelta y estrechando a su omega contra su pecho - Sabes que esto traerá consecuencias, ¿verdad? - el omega asintió en su pecho - Pequeño, temo no poder protegerte si decides que el niño se quede aquí.

- Muchos no estarían de acuerdo con lo que estas diciendo. El gran Aeron Delroy, el gran alfa que decapita a todo aquel que se atreve a faltarle el respeto a su omega, ¿Incapaz de protegerlo? te considerarían loco.

- Luke - advirtió.

- Lo siento, amor - se disculpó y levanto la cabeza del pecho de su alfa para mirarlo, se puso de puntitas y beso los labios de su alfa - ¿Lo aceptarás? - pregunto.

- ¿Renunciarías a él de ser así? - respondió el alfa con otra pregunta.

- No, no sería capaz de hacerlo. Lo adopte o compre, como quieras llamarlo. Pero ese niño, alfa. Ese niño se sintió seguro de cierta manera en mis brazos, hasta me llamó mamá - el alfa acarició los rizos de su esposo. - No me imagino dejarlo por ahí luego de haberlo rescatado.

- No puedo aceptarlo, cielo - susurro el alfa - al menos no por ahora. Es extraño, Luke. No me culpes ¿si? - el omega asintió al escuchar a su alfa.

¿Como podría culparlo? A fin de cuentas, él fue el que trago al niño a la fortaleza por impulso, sabia que su alfa no quería encariñarse no después de lo que paso, él tampoco quería hacer. Pero con Eirian, por los dioses, cuando vio a ese niño algo de "esperanza" floreció en su pecho.

El niño no habló durante todo el día, quizás demasiado asustado para hacerlo o nunca le enseñaron. La alternativa de ser oprimido por las constantes preguntas y palabreo de sus sobrinos también era una posibilidad. Aeron solo miraba de vez en cuando, ya que el pequeño no se despegaba de Luke, aferrándose a él. Cuando la noche cayó en Ciudad de Bronce, el niño estaba tan asustado por ser separado del omega que la reina sugirió que duerma en la misma habitación.

Lucien estaba sentado en la cama, tenía la espalda apoyada en el respaldo de esta, mientras veía como el pequeño dormía plácidamente en la pequeña cama de al lado de la cama matrimonial. Luke miro hacia la puerta pero su esposo no entró por ella. Así que suspiro rendido. Cuando Amelia dijo que el niño debía dormir con ellos, hasta que se sienta seguro, su esposo no se opuso. Pero cuando el sanador Atkins lo reviso y dijo que el niño estaba; desnutrido, tenía las costillas rotas, el hueso de la cintura también lo tenía lastimado y también otros huesos rotos, su alfa había salido de la habitación y no había vuelto hace cuatro horas.

Lucien suelta un suspiro y se levanta de la cama, dando vueltas por la habitación principal dando una que otra mirada donde el niño dormía que estaba en su lado de la cama. Se detuvo en la ventana mirando hacia afuera, viendo como las pequeñas gotas que caían del cielo comenzaban a empañar los vidrios de las altas ventanas de la habitación. En ese momento el ruido de la puerta llama su atención desviando su mirada hacia su esposo.

- ¿Donde estabas? - le preguntó no muy alto, intentando no despertar al niño.

- Tenía unos asuntos que resolver - respondió el alfa y su mirada se desvió hasta el pequeño. Aeron soltó un suspiro y se dio la vuelta llendo hacia el baño.

Cuando su esposo se fue al baño y escucho el ruido del agua, el castaño cerró las cortinas y apagó la mayoría de las velas, dejando solo algunas encendidas para cuando su esposo viniera a dormir. Apaciguó el fuego de la chimenea para que se apagara por su cuenta al paso de las horas, aunque dejando algunas brasas que mantuvieron la habitación caliente. Antes de subirse a la cama, se aseguró de que Eirian este bien cubierto, no le gustaría que sintiera frío por la madrugada, mientras lo veía dormir plácidamente con pequeños hematomas en sus pómulos, Luke sintió el impulso de pasar su mano por el cabello castaño y lacio del niño quien sonrió entre sueños.

Abrió las sabanas de la cama y cubrió con ellas mirando en dirección al baño esperando que su esposo salieran. Después de unos cuantos minutos, Aeron salió del baño, secando su cabello y en ropa interior.

- ¿Porque tardaste? - pregunto y soltó un bostezo. Aeron dejó la toalla a un lado y se acercó a su esposo.

- Liam quería tomar unas copas conmigo. Pero se emborracho así que lo lleve de regreso a sus habitaciones - explicó y Aeron se une a él bajo las sábanas, se recuesta y con una de sus manos lo atrae un poco hacia él mientras pone su otro brazo sobre su cabeza, al omega le gusta dormir pegado a las costillas de su esposo, le da seguridad.

- Alfa... - susurra Luke contra su pecho

- ¿Hum? - emite un ruido Aeron con los ojos cerrados.

- ¿Me dirás que es lo que te molesta? - el alfa abre sus ojos al oírlo.

- No se trata de Eirian - le aseguró.

- ¿Qué es entonces? - volvió a preguntar.

- Tú, me preocupas tú y tus sentimientos. Luke, se lo decepcionado que estuviste cuando esperaste tener un hijo y no fuimos capaces de concebir. Me preocupa que te estés aferrando a este niño, no porque crea que está mal lo que hiciste por él, te amo más por ello, lo salvaste. Aun así, me preocupa que te aferres tanto a él solo porque quieres llenar el vacío que dejó nuestro cachorro. - le respondió el alfa sinceramente acariciando los rizos de su esposo

- Aeron...

- No puedo aceptarlo, tampoco verlo como mío, Luke. Te amo, pequeño, pero necesitó tiempo para acostumbrarme a él. - el omega se aferró más al cuerpo del alfa.

- ¿Me harás elegir? - pregunto con miedo y Aeron dejó un beso sobre su cabellera.

- Jamás te obligarte a elegir, amor. Pero tú no me obligues quererlo - el omega asintió ante las palabras del alfa.

- Te amo...- susurró.

- Yo también, pequeño.

Aeron no sabía que lo había despertado, si los fuertes truenos y la lluvia que azotaba con brutalidad las ventanas, o los llantos del niño de cuatro años, que estaba en la cama de al lado de su esposo. El alfa miro a su lado mirando a su esposo dormir, sabia que despues de que Luke tomara los tonicos que le daba el sanador, su omega se fundiria en un largo sueño del cual no despertaria hasta dentro de tres horas para tomar su siguiente medicacion. Con cuidado movio a su omega de su pecho y lo acomodo en la suave cama, Luke se removió un poco pero aun asi no se despertó. Aeron salió de la cama con cuidado y se acercó al niño quien dejó de llorar cuando miro al alfa de rostro serio frente a él.

- Pequeña bestia - susurro despacio mientras apoyaba sus brazos en las maderas que rodeaban la cama como una cuna para proteger al niño - Eres una cosita tan fea que incluso podría sentir lastima por ti - el niño río sin saber a lo que se refería el alfa. - Grrr - le gruño y el niño río aún más llevando sus manos a su boca. Aeron casi deja escapar una sonrisa al verlo, casi.

El pequeño se movió un poco de la cuna -por así decirlo-, quedando sentado y tomó una de las manos del alfa jugando con ellas. Aeron solo lo miro, no podía golpear a un niño, además su esposo lo mataría, bueno, lo ignoraria. Y el alfa no podía vivir sin su omega. Aeron intento apartar con cuidado su mano de las suaves, pero maltratadas manos del pequeño alfa.

- Te odio pequeña bestia - le dijo el alfa pero no había maldad o verdad en sus palabras.

Un fuerte trueno volvió a oírse, por lo que el niño solto la mano del alfa y se apartó, como si intentara escapar de algo o alguien. El niño solto pequeños gemidos lastimeros, apenas tenía cuatro años ¿Como podría ese niño saber que no debia moverse?

- Mami...mami - comenzó a balbucear el niño llamando la atención del alfa.

- ¿Que?

- mami...ma...mami - volvió a repetir el niño apuntando hacia Luke.

Aeron miro a su omega y luego al niño, después volvió a mirar a su omega y seguido al niño. No quería despertar a Luke, así que debía de haber otra manera para que el niño se durmiera.

- Dioses, no puedo creer que haré esto - susurro para si mismo el alfa y con cuidado sin lastimar el cuerpo del niño lo levantado de la cuna y lo llevó hacia la cama matrimonial, depositando al niño sobre con cuidado.

- ¿Mami? - pregunta Eirian mirando a Luke dormir y luego a Aeron quien se puso del otro lado del niño dejándolo en medio.

- mami esta durmiendo - susurro Aeron y acomodo al niño en la cama para taparlo con las sabanas.

- mami...- señalo el niño a Luke y Aeron asintió - papi...- dijo feliz el niño apuntandolo y el alfa sintió su corazón latir con fuerza al escucharlo. Algo dentro de el se removió.

- Duerme pequeña bestia- susurro el alfa y el niño sonrió acurrucandose en medio de la pareja.

Esa noche el alfa de cabellos plateados no concilio el sueño, quedándose despierto mirando a su dulce y tierno omega antes de mirar al niño y ver cómo tenía su cabecita sobre el pecho del omega que subía y bajaba pausadamente. Por impulso el alfa llevo su mano hasta la cabellera de su omega y acarició sus rizos, para después hacer lo mismo con el lacio y castaños cabello del niño. Aeron los miro y podría decirse que el sentimiento de querer protegerlos apareció en su pecho sobre todo si aquel niño le traía felicidad a su omega.

- Papi - murmuro el niño mirando al alfa mientras se esforzaba para no cerrar los ojos.

- Shh, duerme pequeña bestia. - susurro el alfa y por primera vez, una pequeña sonrisa se a dueño de sus labios.

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